PROYECTO PARA EL MUSEO ETNOGRAFICO (AGOSTO 1987)Dr. José Antonio Pérez Gollán |
[El texto que aparece a continuación no tiene otro valor que el testimonial. Escrito en agosto de 1987, fue presentado al entonces decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Prof. Norberto Rodríguez Bustamante, como propuesta de trabajo para hacernos cargo de la dirección del Museo Etnográfico. Habiendo transcurrido diez años, es notable, por una parte, como en términos generales se han llevado a la práctica una parte importante de las propuestas; por otra, la influencia determinante de nuestra experiencia mexicana, entre 1977 y 1987, en la formulación de las pautas que han servido de guia para la modernización del museo. ]
Para abordar la reestructuración del Museo Etnográfico, en tanto instancia de difusión de la Antropología que se genera en la Universidad de Buenos Aires, es necesario pasar revista a conceptos vinculados con la problemática.
I.- La Argentina es un país que en su devenir histórico se ha conformado como una nación multiétnica y pluricultural, realidad en la que es posible reconocer una serie de etapas y diversos aportes culturales: población autóctona independiente, colonización española, inmigración europea y de países vecinos y migraciones internas. Estas etapas y aportes tienen distintos espesores históricos, modos de estratificación, contactos y articulaciones. En consecuencia, lo que denominamos patrimonio cultural es el resultado de múltiples procesos interétnicos -no siempre pacíficos ni lineales- que aún siguen operando en el interior de la sociedad argentina. Es necesario poner de relieve de que cuando nos referimos al patrimonio cultural, estamos hablando no sólo de los restos materiales (y hasta monumentales) de las manifestaciones históricas, sino también a todos sus aspectos simbólicos.
En el quehacer antropológico se orienta hacia la realidad
dinámica de las relaciones interculturales e interétnicas
y trata de indagar (y de aportar soluciones) en torno a los conflictos
que surgen entre los diversos grupos; investiga, analiza, explica,
describe, conserva y difunde el patrimonio de cada uno de ellos;
promueve una conciencia pluralista y de respeto a las diferencias.
De esta manera, la Antropología asume lo cultural como el
modo de vida de una sociedad (con la amplitud que esto implica)
y en ese mismo acto establece una clara demarcación frente
a la idea de lo culto, que se vincula con la esfera de las bellas
artes y la excelencia estética.
Desde la perspectiva de la difusión del patrimonio cultural
hay, pues, un concepto de difusión cultural que pone el acento
en llevar la cultura (las bellas artes) a todos los sectores sociales;
es lo que se ha denominado "democratización de la cultura".
Otro, por el contrario, ubica su eje en la difusión (que
a la vez implica rescatar y conservar) de la(s) cultura(s), en sentido
antropológico, desde los propios protagonistas hacia la totalidad
de la sociedad nacional.
II.- Los museos deben ser centros que rescatan, investigan y valorizan la realidad pasada y presente para luego proyectarla de manera crítica a la población. La función última y principal de los museos es difundir, con las mejores técnicas y métodos, la totalidad de conocimientos que permiten rescatar y valorar el patrimonio cultural de una nación para beneficio de la sociedad en general.
En una época se concebía a los museos como santuarios del refinamiento estético, lugares donde exhibían objetos bellos. Profundos cambios políticos y sociales ocurridos en América Latina en las primera décadas de este siglo, impusieron a los museos una orientación cultural y didáctica: son, por ejemplo, los museos que emanan del (y reproducen el) triunfante nacionalismo revolucionario mexicano. Posteriormente, muchos de ellos derivaron hacia una visión "culturalista" que exponía rasgos agregados sin un concepto claro de la Historia (una secuencia cronológica era entendida como equivalente), o bien una difusa ideología evolucionista, la cual dejaba translucir una idea unilineal de progreso que, por reflejo situaba a los indios en el atraso. Los museos arqueológicos, por una parte, adolecen del defecto de no vincular este período con los posteriores, ni con el presente y de abusar de un oscuro lenguaje técnico incomprensible para la mayoría de los visitantes. Los dedicados a la etnografía, por otra, acumulan estas falencias al situar la problemática en un "presente etnográfico" estático e inmutable. Lo real es que una gran mayoría de los museos muestran desvinculación con la investigación y con los programas de mejoramiento y renovación; se han transformado (por esas ironías de la Historia) en estructuras en las cuales el tiempo se halla congelado, lugares arqueológicos donde lo que más se nota es la resistencia al cambio y a la renovación científica, técnica y museográfica.
Los museos se constituyen como tales con el propósito de
satisfacer demandas sociales: apoyar la educación y formación
histórica de los argentinos, rescatar y preservar el patrimonio
cultural, difundir la conciencia entre la población del país
de nuestra historia y arraigar la idea de que la unidad es posible
en el respeto por la diferencia y la pluralidad de los proyectos
culturales.
Superar las falencias de la institución museo, tal como es
el caso del Museo Etnográfico, requeriría de una transformación
que lo convirtiera en verdadero expositor de lo que es la compleja
totalidad de las culturas actuales y del pasado. Una transformación
que lo vuelva transmisor activo y creativo de los valores de esas
culturas en nuestra sociedad contemporánea, sobre todo orientando
su mensaje a los niños y jóvenes, y a la población,
que por diversas circunstancias sociales, está alejada de
la educación formal. Debe abandonar el estereotipado rol
del recinto donde solo es posible la contemplación pasiva
y transformarse en agente didáctico que muestre las capacidades
creativas del hombre para modificar su medio natural y social. A
la vez, y desde la transformación de lo cotidiano, asumir
el reto de que "la política cultural debe ser también
una política de placer", tal como lo propone García
Canclini.
III.- El ámbito propio de la Antropología en la
Facultad de Filosofía y Letras (UBA) se estructura en torno
a cuatro institutos: 1.- Departamento de Ciencias Antropológicas,
2.- Instituto de Ciencias Antropológicas, 3.- Museo Etnográfico,
4.- Instituto Interdisciplinario de Tilcara. El primero (DCA) interviene
en los aspectos de docencia, el segundo (ICA) en los de investigación
y el Museo Etnográfico en lo referente a la difusión.
El caso del Instituto Interdisciplinario de Tilcara es de una especificidad
tal que por ahora no atañe a la temática que aquí
desarrollamos.
Dentro de este planteo general, el Museo Etnográfico debería
ser la correa de transmisión y difusión en la docencia
y la investigación. En términos amplios y generales
su objetivo es difundir, conservar e investigar en el campo de la
Antropología y Ciencias Sociales afines, haciendo hincapié
en las labores que realizan en la Universidad de Buenos Aires.
En consecuencia deberíamos pensar en las siguientes funciones
para cumplir el anterior objetivo:
DIFUSION
Museográfica, a través de exhibiciones permanentes y temporarias.
Conferencias, seminarios, ciclos de cine y eventos similares que
tengan estrecha vinculación con la docencia y la investigación.
Publicaciones, que podrían abarcar desde "Notas"
de periodicidad semestral, pasando a "cuadernos" o "avances
de investigación", manuales, guías y hasta temas
monográficos.
En el campo de la biblioteca, la edición de un boletín bibliográfico de nuevas adquisiciones, así como la confección de un catálogo actualizado.
Intercambio museográfico con otras instituciones del país
y del extranjero; se trata de promover el conocimiento de la producción
antropológica significativa que se genera fuera de la UBA,
con propósitos de difusión y actualización
para estudiantes, docentes, investigadores y público en general.
Apoyos a la investigación y docencia a través de exhibiciones
que sean el resultado de las labores realizadas en cátedras
y proyectos.
Coordinar toda labor de difusión entre el Departamento de Ciencias Antropológicas, el Instituto de Ciencias Antropológicas y otros Institutos de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Universidad de Buenos Aires.
CONSERVACION
Conservación del acervo existente al presente en el Museo Etnográfico y del que en el futuro se agregue.
Implementar planes, convenios y acuerdos para la formación de recursos humanos en conservación.
Asesorar a otras instituciones en los temas de conservación.
INVESTIGACION
Realizar investigaciones orientadas hacia la problemática de la difusión antropológica y sus relaciones con la enseñanza de las Ciencias Sociales, promover para lograr tal fin el desarrollo de equipos de Antropología de la Educación, Antropología Visual, etc.
Realizar investigaciones vinculadas a la museografía.
Realizar investigaciones con el acervo museológico y bibliográfico del Museo Etnográfico.
Apoyar la formación de recursos humanos en temas de investigación, abriendo a cátedras y proyectos el acceso al acervo arqueológico, etnográfico; incrementar la participación de las cátedras en los proyectos de investigación auspiciado por el Museo Etnográfico.
En términos de mayor amplitud, también se deberían realizar funciones tales como:
Coordinar actividades de difusión con otras instituciones.
Fijar una política encaminada a la obtención de recursos
materiales.
Establecer acuerdos, convenios y brindar asesoramiento en campo
de su competencia.
PLAN DE TRABAJO Septiembre de 1987 - diciembre de 1988
I.
* Catalogación de las colecciones del Museo; para esto es necesario contar con microcomputación y personal idóneo.
* Implementar las medidas pertinentes de vigilancia y de seguridad, en particular en depósitos y bodegas.
* Racionalizar la distribución del espacio: investigación, conservación y exhibición.
* Actualización de la información de la Biblioteca.
* Conservación y adecuación edilicia.
* Creación de las áreas de Museografía y de Servicios Educativos.
Para construir estas áreas es necesario la designación de los profesionales:
Lic. Graciela Batallán, quien tiene un cargo de Profesor Titular de dedicación simple, transformarlo en dedicación exclusiva en el área de investigación.
Lic. Marta Dujovne, un cargo de Profesor Adjunto de dedicación exclusiva.
Lic. Silvia Calvo, un cargo de Jefe de Trabajos Prácticos
de dedicación exclusiva.
De todos los profesionales se adjuntan sus curriculum vitae .
II.
* Reestructuración de la política museográfica, en particular, y de la difusión, en general. Fijar, con absoluta claridad, una política general para: a) exhibición permanente, b) exhibiciones temporales. Se partirá de dos ejes ordenadores: qué se quiere mostrar y cómo se quiere mostrar.
* Establecer una política de investigación para el Museo Etnográfico. Es necesario contemplar la existencia de un núcleo permanente de investigación en áreas especializadas que, además (y esto es necesario recalcar), deberán prestar su concurso y experiencia en la tarea conjunta de la difusión a través del Museo. La conformación de equipos temporarios de investigadores, cuyo referente estable son las cátedras y proyectos insertos en el ámbito institucional de la Facultad, para generar investigaciones cuyo destino final es una muestra de museo que difunda, en todos los casos, los conocimientos antropológicos que ellos mismos -o el colectivo- ha producido.
* Fijar una política amplia de publicaciones.
* Establecer líneas claras, firmes y estables para vincular el Museo con la población joven y con los sectores menos ligados a los circuitos formales educativos; en este punto las áreas de Museografía y de Servicios Educativos se les asigna un papel fundamental.
Dr. José Antonio Pérez Gollán
Buenos Aires, agosto de 1987
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