Primer Encuentro Nacional Sobre Calidad de Vida en la Tercera Edad |
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Universidad de Buenos Aires
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El aislamiento social en la vejez: una alternativa de abordaje desde la perspectiva de la red social.
Autores: Corina V. Soliverez y Claudia J.Arias
Antecedentes básicos: Licenciadas en Psicología, docentes de la Facultad de Psicología Universidad Nacional de Mar del Plata. Investigadoras y miembros del Grupo de Investigación "Socioantropología de las migraciones". Participantes en el proyecto de investigación: "Edaísmo, Cultura de la vejez y redes organizacionales de ancianos(Estudio sobre el enclave geróntico marplatense)".
subsidiado por Universidad Nacional de Mar del Plata. Participante del Programa de Intervención Local: "Foro Gerontológico". Convenio entre el Grupo SOAM de la Facultad de Psicología de la U.N.M.d.P. y el Servicio de Atención de la Tercera Edad del Hospital Privado de Comunidad. Fundación Médica. Tesistas de la Maestría en Psicología Social. U.N.M.d.P.
Grupo de Investigación: Socioantropología de las migraciones.
Institución de referencia: Facultad de Psicología. Universidad Nacional de Mar del Plata.
Dirección: Mariani 6557 Localidad: Mar del Plata
Teléfono: (0223) 4795595
E-mail: cjarias@mdp.edu.ar
Temática en la que se ubica el trabajo: III - Seguridad Social, Derechos Sociales y Derechos Humanos: Aislamiento social y sufrimiento emocional en la vejez.
El aislamiento social en la vejez: una alternativa de abordaje desde la perspectiva de la red social.
Claudia Arias y Corina Soliverez
Resumen
El presente trabajo pretende efectuar un análisis en referencia a la problemática del aislamiento social y la soledad patológica de las personas de edad avanzada en el contexto de la sociedad contemporánea. A tal efecto y en primer lugar se expondrán los factores demográficos, sociales, evolutivos, familiares e individuales que participan y favorecen el aislamiento social en la vejez. A continuación se desarrollará una perspectiva de análisis, evaluación y abordaje del aislamiento relacional basado en la reinserción social a partir de la reconstrucción de la red de apoyo.
Durante la vejez la red de apoyo adquiere una gran relevancia en lo que respecta a sus funciones de amortiguación de los eventos estresantes así como su incidencia sobre la salud integral de los adultos mayores. Por las mencionadas razones, el mapeo de la red posibilita la generación de conocimiento acerca de la población añosa de nuestro contexto, permitiendo la detección de situaciones de riesgo, vulnerabilidad y exclusión social y efectuando aportes para el delineamiento y desarrollo de programas de intervención que contemplen sus necesidades específicas. Esta perspectiva de trabajo posibilita la activación de los recursos disponibles, efectivos y potenciales con el objeto de mejorar la calidad de vida de la población añosa y propiciar un envejecimiento más saludable desde una concepción de salud positiva.
Con el fin de desarrollar los puntos esenciales del mencionado abordaje, se expondrán los conceptos teóricos que lo sustentan y posteriormente se presentarán, a modo de ilustración, los datos que fueron recopilados a partir de la implementación de historias de vida a personas mayores. Finalmente se efectuará el análisis y mapeo de dichas redes de apoyo, ejemplificando y diferenciando características de suficiencia e insuficiencia e identificando áreas que requieren fortalecimiento para garantizar la funcionalidad de la misma. De este modo se propondrá una alternativa de trabajo que nos permita el desarrollo de estrategias que favorezcan cambios y propicien la participación activa de los adultos mayores en el espacio comunitario, asumiendo un rol protagónico en la toma de decisiones y en las políticas sociales inherentes al sector. El trabajo con y en la red social apunta al bienestar biopsicosocial del sujeto anciano, revalorizando la perspectiva de los propios actores sociales implicados en el proceso de optimización de su calidad de vida.
El aislamiento social en la vejez: Una alternativa de abordaje desde la perspectiva de la red social.
Claudia Arias y Corina Soliverez
En la actualidad los estudios en torno a la vejez han adquirido una importancia prioritaria debido al considerable proceso de envejecimiento poblacional que se verifica a nivel local, nacional y mundial. Esta problemática se agudiza a lo largo del tiempo, previéndose según estimaciones que a comienzos del próximo milenio seiscientos millones de personas superarán los 60 años de edad. En lo referente a la población argentina, la proporción de personas que superan los sesenta años se incrementa de manera progresiva con respecto a la población económicamente activa.
Sin embargo, a pesar del incremento poblacional de las personas de edad y de las problemáticas sociales, económicas, políticas, sanitarias, etc. que el mismo genera, no se han dirigido los recursos, atención, análisis y planeamiento que se requieren. Muy por el contrario en el marco de la sociedad actual los adultos mayores ocupan un lugar poco privilegiado. Los viejos son segregados del sistema laboral y obligados a abandonar una serie de roles que le brindaban seguridad, reconocimiento y pertenencia social. La rotura de los lazos de solidaridad y el creciente individualismo genera situaciones de soledad y aislamiento relacional que caracterizan a la " zona de desafiliación" en la que prima la exclusión social. (Castel, 19911).
Además de las condiciones socioculturales en las que se encuentran insertas las personas de edad en esta sociedad, es necesario tener en cuenta los escasos recursos económicos de los que disponen y que en la mayoría de los casos les exige vivir de una pensión miníma.
Estos aspectos han sido desarrollados ampliamente y la mayor parte de las teorías que intentaron realizar un análisis acerca del proceso de envejecimiento, consideraron a los viejos como un grupo excluído socialmente.
Entre los factores importantes que inciden en el proceso de envejecimiento y favorecen la exclusión social de las personas mayores se encuentran la merma en la participación social, el cese del trabajo y la perdida de familiares. Los dos primeros estan muy relacionados y en esta etapa tienen como consecuencia la jubilación con todo lo que ello implica desde el punto de vista ecónomico y psicosocial. El tercer aspecto esta relacionado con las múltiples situaciones de perdida en el contexto familiar y en la red social.
La jubilación es un constructo sociocultural que define legal y convencionalmente la entrada a la vejez, más alla de que los aspectos biológicos se mantengan íntegros. Este rito de paso afecta a los sujetos de manera decisiva e influyen en sus modos de vida. Durante la mayor parte de la vida, la actividad laboral ocupa y absorbe la gran parte de las energías de las personas, constituyendo el mecanismo de integración económica y cultural del grupo social.
El tiempo restante es el que se distribuye en actividades familiares, recreativas, de ocio, etc. De este modo, los valores que orientan la vida individual en el medio social están subordinados al campo del trabajo y al consumo que se deriva del producto de ese trabajo. Al quedar al margen de la esfera productiva, las personas pierden su valor en la sociedad, pierden su vinculación con el sistema social; por lo tanto, pierden los roles valorados socialmente, y quedan marginados y excluídos del mundo productivo.
De acuerdo con Fericgla2 (1992: 119) se entiende por jubilación " al hecho de que al alcanzar los 65 años, las personas, por legislación, son arbritariamente apartadas de su colocación laboral, y tienen prohibido realizar trabajos remunerados, lo que no impide que se realicen en forma encubierta." Durante los años en el que las personas están activas en el mundo laboral, éste constituye el mecanismo de integración económica y cultural del grupo social. El trabajo más alla de ser el medio de obtención de recursos económicos, es la principal fuente de identidad, ya que de estas prácticas se desprenden la autoimagen y el sentimiento de ocupar un lugar en la estructura social, que determina las relaciones que se establecen con los demás. Cesar con el trabajo implica interrumpir un ritmo y una actividad que ocupa la mayor parte del tiempo de la vida adulta. No es el trabajo en sentido estricto lo que se extraña, sino el ritmo, estilo de vida y relaciones sociales que rodeaban la relación laboral.
Una de las consecuencias individuales de la jubilación es la toma de consciencia de la edad avanzada, a pesar de que el estado fisíco se mantenga íntegro. Se interioriza la categoría social en la que han entrado y se asumen los valores culturales que la caracterizan: comienzan a sentirse viejos, mayores y cansados.
La ausencia del rol laboral marca una estigmatización social3 que se caracteriza principalmente por un deterioro de la identidad social, es decir, al dejar un rol laboral, valorado como positivo socialmente, se deja de pertencer a una categoría social, y automáticamente se pasa a otra, la de los "jubilados", que actualmente no tiene una identidad positiva, ni un lugar definido dentro de la sociedad. De este modo, si bien la jubilación es un rito que se comparte en diferentes culturas, afecta de manera diferencial en cada sujeto y será vivenciado según las estrategias adaptativas desarrolladas a través de los años.
Si bien para algunas personas será la posibilidad de realizar actividades relegadas durante años de trabajo, para la mayoría se convierte en un elemento que amenaza la salud fisíca y mental y desorganiza las relaciones familiares y sociales.
Con respecto a las situaciones de pérdidas afectivas, las relaciones sociales durante este período de vida se empobrecen profundamente. Disminuyen los contactos interpersonales en cantidad y fundamentalmente en intensidad, y la forma de estas relaciones sufren un cambio cualitativo. La red social está formada por el conjunto de relaciones sociales que posee una persona. La misma incluye la familia, amigos, conocidos y otras relaciones interpersonales. La red social es un dispositivo que brinda a los adultos mayores diferentes formas de apoyo y facilita la integración social.
Se parte de la premisa de que " las redes sociales son una importante fuente de recursos para la satisfacción de necesidades, y la no exclusión de las redes facilita la conservación del sentido de utilidad social, potenciando la autoestima del anciano, el nivel de participación social, así como la imágen, concepto, y estima de la población respecto a ellos."4 Partiendo de esta premisa, se considera que las contribuciones del apoyo social y de las redes sociales consisten en enriquecer y mantener el bienestar de los individuos, a través de la provisión de recursos de integración social que posibiliten la satisfacción de necesidades, lo que contribuye al enriquecimiento de la autoestima y por lo tanto protege al sujeto de las situaciones de cambio.
Los vínculos que conforman la red se pueden ubicar de manera gráfica en lo que se denomina el mapa de la red (ver figura 1). De acuerdo con Sluski5 (1990:68) el mismo posee un "círculo interior de relaciones íntimas (ej.: familiares directos y amigos cercanos), un círculo intermedio de relaciones personales con intercambios de menor grado de intimidad y compromiso (ej.: relaciones sociales, familiares intermedios) y un círculo externo de conocidos y relaciones ocasionales. (ej. compañeros de colegio, buenos vecinos, compañeros de trabajo, familiares lejanos, cofrades)". A su vez, estos círculos pueden ser divididos en cuatro sectores donde ubicaremos a: familia, relaciones laborales o escolares, amigos y relaciones sociales y de credo. De esta forma podemos repesentar mediante este gráfico los vínculos de una persona ubicándolos de acuerdo con el grado de intimidad y el tipo de relación. Esta forma de representación permite visualizar de qué tipo de vínculos dispone la persona y cuáles son necesarios incorporar o fortalecer en caso de que la misma esté empobrecida.
Figura 1. MAPA DE RED6 Amistades Familia
Relaciones Relaciones de trabajo Comunitarias o estudios
Uno de los factores que influyen en el empobrecimiento de la red social es la pérdida prácticamente total de contacto con individuos de otros grupos de edad, aparte de los hijos o nietos. La ausencia de las relaciones sociales durante la vejez puede generar el desarraigo social. Fericgla7 (1992) entiende por desarraigo social a "la rotura o disolución de la red social del anciano, que termina separándose del grupo de pertenencia anterior, sin adscribirse a ningún otro grupo formal o informal."
El primer paso del desarraigo es la jubilación laboral, y el siguiente está causado por la disgregación de la estructura familiar y la muerte de los amigos.
A medida que avanza la edad, se ve desaparecer a las personas que habían constituído el grupo de pertenencia, con lo cual aparece y crece un profundo sentimiento de soledad, que se manifiesta principalmente a partir de la viudez.
La viudez en la ancianidad puede afectar la salud física y mental del deudo. En la década de los setenta algunos autores demostraron que aquellas personas que quedaban viudas mostraban un riesgo más elevado de morir que personas de la misma edad no viudos, normalmente entre los 6 y 12 meses despúes del fallecimiento de su pareja. El hecho de ser viudo no sólo significa asimilar la dolorosa pérdida del compañero de vida, sino que implica el hecho de que el viudo debe cambiar radicalmente su modo de vida. Puede suceder también que se rompan ciertas relaciones con algunos amigos, dado que éstos eran amigos del cónyuge, como también pueden debilitarse los lazos con la la familia política.
De acuerdo con De la Gándara, J. y Alvarez,T.8 (1992) el desarraigo social y los sentimientos de soledad pueden desencadenar en cuadros sumamente patológicos como el denominado "Síndrome de Diógenes"o "hundimiento senil en los hábitos mínimos de cuidados, higiene, protección y adaptación ambiental, necesarios para la salud y la supervivencia de los ancianos". Estos cuadros inciden negativamente sobre el bienestar de las personas incrementando las posibilidades de enfermedad y muerte. Las investigaciones han demostrado que el disponer de un buen nivel de redes sociales es un buen predictor de un desenlace positivo en la elaboración de los duelos. Al respecto, Sluski 9 plantea la existencia de una relación recíproca e interdependiente entre la red social y la salud/enfermedad de los sujetos. Por una parte plantea la incidencia positiva o negativa de la red sobre la salud según esta sea suficiente o insuficiente y por otra parte pone en evidencia los efectos negativos de la enfermedad de uno de sus miembros sobre la red social del mismo.
A continuación y a modo de ilustración de lo expuesto se desarrollarán brevemente dos casos de personas de edad en los que puede obsservarse la relación de interdependencia existente entre la calidad de la red de apoyo social y el bienestar de las personas mayores.
El caso de Miguel corresponde a una red de apoyo amplia y elevado nivel de bienestar psicológico. Miguel posee 75 años, es español y luego de una primera estancia en La Plata, migró a Mar del Plata con su esposa e hijos hace más de 30 años. Actualmente vive con su esposa. Posee tres hijos y siete nietos con los que tiene una muy buena relación. Miguel es muy querido y respetado por sus familiares y amigos. No solo recibe la ayuda de los demás, sino que también colabora tanto con familiares como con amigos para el desarrollo de múltiples actividades y fundamentalmente arreglos de desperfectos en el hogar. El hecho de poder ayudar y de sentir el agradecimiento de los demás, le resulta muy gratificante y satisfactorio. El mapeo de la red de Miguel (Ver Figura 2) evidencia una conformación amplia, heterogénea y densa. Posee tanto vínculos importantes y de intensidad con familiares, como con amistades y profesionales que le brindan servicio de orientación cognitiva y consejo. Todos los miembros que la conforman se conocen e interactúan entre sí.
Miguel evidenció a partir de evaluaciones psicológicas pautadas, niveles muy altos en lo que respecta a satisfacción vital, afectividad positiva y equilibrio afectivo y valores bajos en lo referido a afectividad negativa e indicadores de depresión.
A diferencia del caso de Miguel, Humberto muestra una red de apoyo escasa y bajo nivel de bienestar psicológico. Humberto posee 85 años, nació en Junín y desde hace once años está viudo. Cuando falleció su esposa trasladó su residencia a Mar del Plata donde vivía con su hija y su nieto. Actualmente vive con su hija.
El hecho de haber concretado un proyecto migratorio a los 74 años de edad, produjo una disrupción importane en su red de apoyo, puesto que se distanció espacialmente de sus tres hermanas con las que poseía una relación de mucha intimidad, apoyo y confianza mutua. Humberto no reconstruyó vínculos durante sus once años de estadía en Mar del Plata. El mapeo de su red de apoyo (Ver Figura 3) permite caracterizarla como insuficiente y muy homogénea. La misma presenta amplias zonas que requieren fortalecimiento ya que está conformada solamente por cinco vínculos que corresponden exclusivamente a familiares. Si bien son todos de mucha intimidad, tres miembros se encuentran a gran distancia geográfica, razón por la cual se dificulta la interacción y solo se comunican telefónicamente unas pocas veces al año.
De esta forma, Humberto solo posee dos vínculos de importancia en Mar del Plata que son su hija y su nieto. La evaluación evidenció niveles muy bajos de satisfacción vital, afectividad positiva y equilibrio afectivo, mientras que los correspondientes a indicadores de depresión y afectividad negativa fueron muy elevados.
Finalmente se expondrá de manera más detallada una historia de vida que intenta mostrar la importancia que asume la reinserción y reconstrucción de la red social para facilitar el afrontamiento de diversas situaciones críticas: migraciones, enfermedades, divorcio, muertes, pérdidas, etc. y no caer en el aislamiento social y el consecuente sufrimiento emocional que el mismo implica.
La historia de vida corresponde a Teresa que actualmente tiene 83 años. Su padre era español, vino a la Argentina cuando tenía 18 años, y se radicó en Cruz del Eje. En un viaje a Tucumán, en Alderete, conoce a la madre de Teresa, con catorce años de edad. Se casan y en 1915 nace Teresa y ocho años despúes su hermano Luis. Hasta 1925 vivieron en Cruz del Eje y después se fueron a Catamarca. La escuela primaria hasta tercer grado la hizo en Cruz del Eje. En Catamarca en el colegio del Huerto, terminó la primaria. En el Normal fue al secundario, para seguir la carrera de magisterio y aprobó hasta el primer año.
Cuando estaba en segundo año se enfermó, y el médico dijo que no podía seguir estudiando porque estaba muy débil, creía que estaba tuberculosa. Al tiempo, comenzó a trabajar como secretaria de su padre ad honorem, en ese momento él era Gerente general de Café-Chocolate Aguila. Iba a la Academia Pitman a aprender dactilografía y ya poseía conocimientos de Contabilidad.
En el año 33, su estado de salud recae nuevamente, en ese momento conoce a un señor y se pone de novia, tenía 18 años. Pasa un año hasta que un día en un baile de carnaval conoce a Vazquez, quien enseguida pidió su mano y se casan.
Tienen su primer hija en el año 38, Flora. El se dedicaba a la política , era demócrata. Al perder las elecciones, perdieron todo lo que habían empeñado para la campaña, la casa, el auto. Quedan en la calle, a él le dan un puesto en la casa de la Moneda. Se fueron a Buenos Aires a vivir en una pieza, con la hija mayor. En el año 49 nace la segunda hija Por segunda vez su marido ingresa en la política, y comienzan las salidas lo que genera serios problemas económicos. Su madre había abandonado a su padre y él se fue a vivir con ella a Bs As . Con la intención de trabajar, va a la casa de la Moneda a hablar con el director. Consigue trabajo en el Ministerio de Hacienda.
Pasaron unos años y volvió a enfermarse, motivo por el cual la pasaron a los Tribunales por licencia médica en donde había poco trabajo. Tuvo, una endovenosis en el ovario izquierdo. Cuando suben los militares, y derrocan a Perón, a su marido lo dejan cesante. En todo ese tiempo ella sabía de sus salidas nocturnas, pero se entera de la existencia de otra mujer y que esa mujer iba a tener un hijo. Se separa en 1969. Su hija mayor se había casado en el año 65 y tenía dos hijas, su hija menor tenía 20 años. Estaba jubilada por incapacidad física, cobraba muy poco así que se va a Catamarca a trabajar a la panadería de la familia de una amiga. Mientras estaba en Catamarca su madre se va a vivir con ella. Comienza a haber problemas en la panadería por la sucesión familiar. Se compra una casa, y en 1980 deja de trabajar y se va a vivir con su madre y amiga, a la casa que había comprado.
El trabajo siempre ocupa un lugar muy importante en la vida de Teresa, fundamentalmente en relación con el hecho de sentirse útil y con las posibilidades que le brinda de relacionarse socialmente. Empieza a trabajar con su padre siendo su secretaria. Después de su casamiento, cuando vivía en Catamarca y su marido había perdido todo,retoma el trabajo como una manera de poder subsistir mientras su marido se instalaba en Buenos Aires. Despúes en Bs As cuando no le alcanzaba el sueldo de su marido, recurre al lugar de trabajo de su marido y solicita empleo, hasta que la jubilan por enfermedad.. Finalmente al separase se va a Catamarca, y trabaja en la panadería de una amiga como encargada. El trabajo es siempre un indicador del volver a empezar.. Teresa habla con orgullo de su trabajo y de sus ascensos por eficacia y desenvolvimiento. Si bien con el transcurrir de los años no extraña las actividades que antes hacía y ahora no puede hacer, lo que más extraña es el trabajo. Para ella el trabajar siempre marcó los límites de su independencia, a pesar de que económicamente puede autoabastecerse por sí misma.
En el 82 se opera de cáncer en Mar del Plata, ciudad donde vive su hija mayor.
Estuvo tres meses y regresa a Catamarca. Por insitencia de su hija y por los reiterados estudios y controles que tenía que hacerse en 1985 decide irse a vivir a Mar del Plata con su madre y amiga.
En la vida de Teresa la enfermedad aparece de manera recurrente. Parecería que fuera la causa de los abandonos que hace en su vida. Deja el colegio por estar enferma. Deja a su hija de 8 meses por estar inconciente y sin memoría y más tarde la jubilan por motivos de salud. Deja la ciudad de Catamarca por tener cáncer y necesitar de un seguimiento y desde entonces siempre tiene algún problema de salud. La enfermedad aparece como algo que interrumpe el curso de vida, pero demuestra aquí su actitud positiva de seguir adelante y tomarla con total naturalidad.
En 1991 fallece su madre y por problemas con su hija y su yerno vende la casa de Mar del Plata. Su amiga se va a Catamarca y ella decide irse a vivir a Capilla del Monte, porque estaba cerca de su hermano, que vivía en Cruz del Eje. A Capilla del Monte se va en el año 93. Cuando llegó paró en un hotel, hasta que alquiló una casa. Llega sola y vuelve a construir una red, siempre ligada a la iglesia, sin embargo vuelve a dejar esa vida por pedido de su hija mayor. Ella siente la soledad durante el primer tiempo, cuando llega a Capilla del Monte, porque es la primera vez que vive sola. Por esta razón establece un gran número de relaciones que le ayuden a amortiguar el impacto migratorio. Esta etapa de su vida es la que ella recuerda tener mayor número de amigos, porque en ese momento los necesitaba. Tanto cuando vivía en Catamarca como en MdP estaba con su madre, su amiga, su hija y sus nietas.
En el año 96 regresa a vivir a Mar del Plata, por razones de salud y para acompañar a su hija, ya que su yerno estaba muy delicado de salud. Su hija quería que viviera en su casa pero ella decidió irse a vivir sola. Alquiló un departamento de dos ambientes a dos cuadras de la casa de su hija.
En la actualidad, Teresa es una persona muy dinámica. Es muy religiosa, y con tal fin sale y hace visitas diarias a personas que dicen encontrarse solas.
Semanalmente además de los encuentros a los que asiste en la Iglesia, va a unos almuerzos a un centro de Jubilados, en donde despúes de almorzar juegan al bingo. La ayuda mucho a su hija en tareas de la casa y dos o tres veces al año visita a su otra hija en Buenos Aires.
A partir del relato de Teresa se evidencia que a lo largo de su vida su red sufre cambios de importancia. Sin embargo mantiene los apoyos principales (sus amigas de toda la vida) y genera en cada lugar nuevos vínculos que permiten fortalecer la estructura de su red e insertarse tras las sucesivas migraciones en cada nuevo contexto.
Cuando se separa se va a Catamarca y construye una nueva red apoyada principalmente en María Asunción y más tarde también con su madre, pero lo significativo es que Teresa era el sostén de ellas dos hasta el punto en que cuando se traslada a MdP las dos migran con ella. Su vida en Mar del Plata estuvo junto a su compañia. Cuando su madre muere y María vuelve a Catamarca, migra hacia Capilla del Monte y construye una nueva red.
En la actualidad tiene el apoyo de una amiga de toda su vida Chichi que vive en Bs. As, el de María Asunción radicada en Catamarca con quien mantiene contactos telefónicos frecuentes y con Ethel, su amiga de Capilla del Monte con quien también se comunica periódicamente. Cuando necesita ayuda recurre a personas del barrio, vecinos, para encontrar solución frente a problemas prácticos. También aparecen las nietas como personas siginificativas a quien puede llegar a acudir.
En toda su historia aparace Dios como su principal fuente de apoyo y sostén en todos los momentos de su vida.
Posee además otras relaciones de amistad de menor grado de intimidad que le permiten desarrollar una vida socialmente activa que se incrementa día a día con nuevas actividades y nuevos lazos de amistad que se van generando a partir de su pertenencia a un centro de jubilados y de su actividad religiosa
El relato de Teresa muestra una sucesión de acontecimientos traumáticos que podrían haber generado situaciones de aislamiento social y sentimientos de soledad que se hubiesen agudizado durante la vejez alcanzando estados sumamente patológicos. El hecho de disponer de un abanico de posibilidades vinculares a partir del trabajo, la familia, las amistades, los centros de recreación y de actividades religiosas, etc. propició el fortalecimiento de su red y el incremento de su bienestar subjetivo.
Esta historia muestra la importancia que asume la reconstrucción de la red de apoyo como mecanismo de afrontamiento de situaciones críticas y facilitador de la reinserción social.
El fortalecimiento de los vínculos que poseen las personas de edad y la construcción de nuevos lazos durante la vejez adquieren una importancia fundamental. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud otorgó una gran importancia a la integración y apoyo social, reconociendo su incidencia en el bienestar y salud integral de las personas ancianas.
De esta forma, consideramos de gran relevancia el planeamiento y puesta en marcha de programas que estimulen la participacion activa de la persona mayor en la vida comunitaria, promuevan un proceso de envejecimiento más saludable mediante cambios en los estilos de vida y a través de servicios que brinden apoyo suficiente para satisfacer las necesidades de las personas mayores.
(Gracia Fuster, 199710).
La participación en actividades comunitarias, en clubes para la tercera edad, la interacción tanto con pares como con personas de diferentes edades, el mantenimiento de ciertos intereses a partir del desarrollo de actividades culturales y recreativas así como la inclusión en grupos de asistencia ya sean de apoyo o de autoayuda facilitan el ajuste a las nuevas condiciones de vida y constituyen aspectos favorecedores del bienestar de los ancianos. No solo el tener personas en quien apoyarse, sino también el poder ayudar a otros aumenta notablemente el sentimiento de satisfacción y bienestar.
El hecho de que las personas mayores dispongan en el marco de la sociedad actual de oportunidades de mantenerse activo a nivel físico, intelectual y social es uno de los aspectos más importantes para el mejoramiento de la calidad de vida, el bienestar y el fortalecimiento de la autoestima en dicho grupo etario.
Figura 2: El caso de Miguel: red de apoyo amplia y elevado bienestar.
Amistades Familiares
Rel. comunitarias, Relaciones laborales servicios, salud. y/o de estudio
Figura 3 : El caso de Humberto: red de apoyo escasa y bajo bienestar.
Amistades Familiares
Rel. comunitarias Relaciones laborales servicios, salud y/o de estudio
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Goffman, Erving. (1968) Estigma. Buenos Aires: Amorrortu. En Fericgla. Op. cit.
p.p. 140
Gracia Fuster,E. (1997) El apoyo social en la intervención comunitaria Barcelona: Ed.Paidós
Martínez Garcia, García Ramírez y Mendoza Sierra. (1993) Integración Social y Ancianidad. Aportaciones desde el Apoyo Social. Universidad de Sevilla. En Psicología Comunitaria.Comp. Manuel Martinez Garcia. Madrid: EUDEMA. p.p 197
Sluski,C.(1990) Disrupción de la red y reconstrucción de la red en el proceso de migración en Sistemas Familiares Año 6- N° 2 . ASIBA Bs. As.
Sluski,C. (1995) De cómo la red social afecta a la salud del individuo y la salud del individuo afecta a la red social en Dabas,E. y Najmanovich,D. (comps.) Redes. El lenguaje de los vínculos. Hacia la reconstrucción y el fortalecimiento de la sociedad civil. Buenos Aires: Ed.Paidós.
Sluski,C. (1996) La red social: frontera de la práctica sistémica Barcelona: ED.Gedisa
1 Castel, Robert (1991) La dinámica de los procesos de marginalización en Revista Topía, Año 1,N°II Buenos Aires.
2 Fericgla, Josep M. (1992) Envejecer una antropología de la ancianidad ANTRHOPOS. Barcelona: Editorial del Hombre. p.p.119.
3Goffman, Erving. (1968) Estigma. Buenos Aires: Amorrortu. En Fericgla. Op. cit.
p.p. 140 4Martínez Garcia, García Ramírez y Mendoza Sierra. (1993) Integración Social y Ancianidad. Aportaciones desde el Apoyo Social. Universidad de Sevilla. En Psicología Comunitaria.Comp. Manuel Martinez Garcia. Madrid: EUDEMA. p.p 197 5 Sluski,C. Disrupción de la red y reconstrucción de la red en el proceso de migración en Sistemas Familiares Año 6- N° 2 . ASIBA Bs. As.
6Extractado de Sluski,C. (1996) La red social: frontera de la práctica sistémica Barcelona: ED.Gedisa pp. 44 7Fericgla (1992). Op. cit. p.p. 159 8 De La Gándara, J. y Alvarez,M. (1992) Repercusiones psicosociales de la soledad en las mujeres ancianas: síndrome de Diógenes. en Psicogeriatría Volumen 8 (9)
9 Sluski,C. (1995) De cómo la red social afecta a la salud del individuo y la salud del individuo afecta a la red social en Dabas,E. y Najmanovich,D. (comps.) Redes. El lenguaje de los vínculos. Hacia la reconstrucción y el fortalecimiento de la sociedad civil. Buenos Aires: Ed.Paidós.
10 Gracia Fuster,E. (1997) El apoyo social en la intervención comunitaria Barcelona: Ed.Paidós.
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