49 Congreso Internacional del Americanistas (ICA) |
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Quito Ecuador7-11 julio 1997 |
Graciela Benedetti
Las Contribuciones Geográficas de Alcides D'Orbigny al conocimiento de la flora y fauna del área de Bahía Blanca.
Por:M.A. Graciela M. Benedetti
Introducción
En la obra literaria Viaje a la América Meridional de la Bibliotheca Indiana , Alcides Dessalines d Orbigny escribe varios capítulos dedicados al descubrimiento científico de las tierras al sur de Buenos Aires. En estos capítulos describe y analiza una gran variedad de temáticas. Se alternan los enfoques puramente geográficos y aquellos de carácter más social, político y/o histórico. Su lectura aporta al campo de la ciencia conocimientos invalorables, como las primeras observaciones y descripciones. A posteriori de este ejercicio intelectual, realiza las determinaciones de los elementos naturales que encontraba a su paso en estas latitudes. Si bien DOrbigny puso máxima dedicación en el campo de las ciencias naturales y dentro de éste en el de los animales fósiles, no dejó de lado la vida vegetal y animal que encontraba en sus recorridos. De gran valor son por lo tanto los primeros recuentos de flora y fauna de las regiones que iba atravesando. Las enumeraciones de las plantas van acompañadas de descripciones precisas y de relaciones con el suelo y el ambiente natural que las circunscribía. Por ejemplo señala: ...por todas partes una vegetación pobre, un suelo árido, desprovisto de árboles o sólo cubierto de zarzales achaparrados; regiones salvajes frecuentadas únicamente por algunos pájaros de presa......
Su viaje por América Meridional se extendió desde 1826 a 1833. Desde Buenos Aires inició largos viajes hacia el Sur y hacia el Norte de Argentina. Algunas de estas excursiones las realizó Narciso Parchappe, ingeniero agrimensor, quien fue el encargado de explorar los alrededores de Bahía Blanca para definir finalmente, junto al Coronel Juan Ramón Estomba, el emplazamiento del fuerte que luego crecería como una ciudad. Las descripciones de Parchappe son las incluídas en la obra de DOrbigny. Si bien el mismo DOrbigny no recorrió este área propiamente dicha, sus conocimientos y aportes científicos se vuelcan en cada uno de los párrafos.
En cuanto al marco histórico, es el gobierno argentino quien le encarga la búsqueda de lugares para el establecimiento de futuros centros de población. Las autoridades de la Provincia de Buenos Aires tenían que cumplir con los objetivos de su tiempo: extender las fronteras del Sur y fomentar la creación de nuevos puertos. En ese entonces la responsabilidad política caía en manos del Coronel Dorrego. Es por ello que DOrbigny viaja desde Buenos Aires hacia el sur de la provincia del mismo nombre hasta llegar a la Patagonia, donde por primera vez en esas tierras se hace una exploración científica verdadera. Como observador nato, aporta todos sus conocimientos para la determinación del paisaje de esta región. Este es uno de los primeros conceptos geográficos para revalorizar dentro de su obra ya que paisaje, para nosotros los geógrafos, es el área de la tierra perceptible por todos los sentidos. La percepción y la descripción de un área es el primer paso en la investigación científica y DOrbigny bien sabía que sobre las regiones poco conocidas y recorridas, ello era de primera importancia. También realiza aportes de carácter ambiental. Busca los vínculos necesarios para comprender la relación entre el Hombre y la Naturaleza. Sus textos tienen valor de documento, sobre todo para el tema que nos ocupa: la flora y la fauna del sur de la Provincia de Buenos Aires.
En síntesis, el capítulo XVI Viaje a Bahía Blanca y el capítulo XVII Partida y Viaje de Buenos Aires al Río Negro de Patagonia son los textos analizados en esta oportunidad para definir el paisaje natural encontrado en todo el recorrido. Se debe aclarar que el viaje a Bahía Blanca lo lleva a cabo Parchappe por tierra; mientras que a Patagones sí va el propio DOrbigny por mar. Por lo tanto, son sus narraciones las que se incluyen en la obra. Sin embargo, como DOrbigny es el compilador general y ha puesto sus propios aportes, es que consideraremos a ambos capítulos como una totalidad narrativa para la determinación de las contribuciones geográficas. El texto Viaje a La América Meridional es una fuente histórica importante para conocer el pasado de los ambientes naturales de este área a partir de las percepciones humanas. Así surge entonces, el rescate de esta obra y la lectura minuciosa del diario de este viajero que definen las primeras contribuciones geográficas al conocimiento de la flora y fauna del sur de la provincia de Buenos Aires.
Desarrollo
El Punto de Vista Geográfico
La geografía de la vegetación tiene por objeto de estudio principal el conocimiento de las comunidades vegetales que se localizan y distribuyen en un espacio. Es el paisaje, determinado por la cobertura vegetal, quien nos da los primeros elementos para definir un área en cuanto a su clima, suelos y vegetación.
Cada paisaje vegetal tiene una composición florística determinada dentro de un espacio y tiempo analizado. Si se tienen en cuenta los elementos naturales en una escala espacial y temporal , puede decirse que la vegetación es quien tiene más probabilidades de cambiar o modificarse por las acciones humanas y/o acciones de la misma naturaleza. Por ejemplo, se han observado cambios climáticos a nivel local y regional en los últimos 100 años. Los registros de temperatura, humedad, precipitaciones, vientos, radiación solar, han ido cambiando. El paisaje vegetal observado por DOrbigny en 1828 es muy distinto al que se nos presenta hoy en día en nuestra región. La composición florística ha sido transformada para formar un espacio donde las actividades económicas regidas por el hombre dominan en su totalidad. Hoy, los pastizales naturales pampeanos se han transformado en pastizales artificiales donde sólo dominan una o dos especies que alimentan al ganado. No se registran grandes cambios en la fisonomía pero sí en la composición florística general por la gran variedad de especies exóticas que se han introducido en la región. De todas formas, la fisonomía perdura porque las familias de los vegetales e incluso algunos géneros se mantienen, como por ejemplo cebadilla (Bromus uniloides) o cebadilla criolla, nativa incorporada al cultivo mundial.
Como el tema que nos ocupa es el de la vegetación natural la podemos definir como vegetación que se desarrolla sin recibir una apreciable interferencia y/o modificación del hombre. DOrbigny realiza no sólo una descripción florística en forma indirecta y no sistematizada de las especies vegetales encontradas, sino también una descripción estructural, es decir, según el modo en que se distribuye en el espacio la flora de un determinado lugar.
Como sabemos, a partir de la observación directa, la vegetación se halla fuertemente influenciada por la morfología del terreno y el suelo. DOrbigny en general, menciona a la formación pampeana, pero hace notar claramente que en esa formación hay un conjunto de pequeñas unidades. Estas subdivisiones del medio vegetal se denominan hoy en día hábitats (zonas bajas, zonas altas, áreas rocosas, acantilados, dunas). Las mismas están muy bien acotadas y aclaradas en el escrito de este autor. Por ejemplo se menciona: ....atravesando las dunas, que se deshacían bajo mis pies, o trepando una barranca pelada con la mayor rapidez, .... . También podemos hablar de ambientes naturales o paisajes naturales donde una forma del modelado terrestre predomina: llanuras, sierras, costa.
Cuando DOrbigny realiza las descripciones estructurales de la vegetación se refiere en la mayoría de los casos a :
1- formas biológicas, es decir si son árboles, arbustos o hierbas
2- tamaño y estratificación de las plantas
3- cobertura o expansión horizontal (dispersa, discontinua, en fragmentos o grupos, continua)
4- función o periodicidad, es decir, la respuesta del follaje de las plantas al ciclo climático anual: caducifolias, perennes, semicaducos, suculentas de hoja perenne, cactiformes
5- forma y tamaño de la hoja (hojas anchas, aciculares, espinas, graminoide, compuestas)
6- textura de la hoja: membranosa, peliculares, esclerófilas
Debemos tener en cuenta que el autor no sistematiza estos seis puntos en sus escritos, para toda la vegetación que describe, pero sí destaca algunos de sus rasgos más sobresalientes.
Los Ambientes Naturales en la Región Pampeana
La Región Pampena, representada en su mayor parte por la provincia de Buenos Aires, se define básicamente por una planicie naturalmente sin árboles, de clima templado, sin estación seca, cubierta por gramíneas todo el año. Esta región tiene una extensión de Norte a Sur de 800 kilómetros (entre Santa Fe - Bahía Blanca) y otros 800 kilómetros de Este a Oeste (Cabo San Antonio - Victorica). En total, la superficie es de 535.000 kilómetros cuadrados, lo cual representa el 19,3 porciento del territorio argentino continental.
La homogeneidad es el rasgo físico predominante. Pero esta homogeneidad está interrumpida por la cuenca del Salado y sus afluentes. Este es un río autóctono que puede provocar inundaciones considerables sobre todo en la parte baja de su curso. También, hay dos plegamientos muy antiguos que rompen la monotonía de esta llanura: Sistema de Tandilia y Sistema de Ventania.
Los siguientes ambientes (llanura, sierras y costa) son los observados en el viaje que se inicia en febrero de 1828 en la ciudad de Buenos Aires, hacia el sur de la provincia del mismo nombre para culminar un año después en las puertas de la Región Patagónica.
Ambiente de Llanura
Hoy sabemos que el ambiente de llanura está formado por vegetación herbácea alta. Los árboles y los arbustos están prácticamente ausentes. Sin embargo, pueden encontrarse dentro de estos suelos llanos fragmentos de bosque denso o de bosques más claros en los valles y otras depresiones topográficas. Las hierbas tienen profundas raíces y forman un césped continuo y denso. Florecen en primavera y a comienzos del verano. Existen varias hipótesis que explican la ausencia de árboles en la pampa prístina argentina. Hay un cierto acuerdo en sostener que las plantas de especies leñosas no pueden competir con las gramíneas. Las hierbas poseen un sistema radicular intensivo, muy ramificado en poco volumen de suelo. Las leñosas tienen, por el contrario, un sistema radicular extensivo, profundo, y con menor ramificación, pero ocupan mayor volumen en el suelo. Por ello se desarrollan bien en los suelos rocosos y donde la distribución del agua es irregular. Las leñosas no pueden vivir en los luagres donde no encuentran agua en el suelo durante la sequía. En zonas de precipitaciones inferiores a los 350 milímetros anuales, las gramíneas conservan toda el agua y las sabanas se presentan como herbáceas sin árboles. Sin embargo, cuando las precipitaciones son superiores a los 350 milímetros como en el caso de nuestra región donde se registra una precipitación promedio de 500 milímetros anuales, las gramíneas ya no absorben toda el agua contenida en el suelo y dejan crecer las plantas leñosas. Como en esta zona, en el verano, la evapotranspiración está casi equilibrada con la precipitación, la temperatura del aire y del suelo es elevada, de modo que en las zonas altas la humedad del suelo no es la adecuada para permitir el crecimiento de los árboles, ya que las fuentes de agua están a gran profundidad. Por lo tanto, del consumo de agua de las gramíneas depende la existencia de las leñosas. Esto explica en parte nuestra pampa tierra sin árboles, aunque aún no está claro la cantidad de precipitaciones que definen la presencia de uno u otro vegetal (A. Cabrera, 1976). Otra hipótesis plantea que debido a la naturaleza compacta y firme de los suelos, formados por una capa de materiales muy finos, de loes y limos loésicos, se impide el arraigo de tipo espontáneo de los árboles; sin embargo, estos crecen sin dificultad cuando son implantados por el hombre (A.Strahler, 1986). Una tercera explicación, complemento de las demás y dada en los textos de Cabrera, indica que las plantas leñosas no pueden competir con las herbáceas, cuyas raíces se extienden hasta los 80 centímetros de longitud por debajo de la primera capa de suelo. Sólo cuando se extraen estas hierbas, y se evita su desarrollo, los árboles pueden prosperar
Es por ello que DOrbigny encontraba un paisaje tan monótono, con horizontes tan lejanos, sin árboles, desnudo...... los alrededores de la Guardia de Monte están tan pelados como el resto de la provincia; las ondulaciones de la llanura huyen y se pierden en un horizonte sin límites....
Para el ambiente de llanura DOrbigny nombra en general suelos llanos cubiertos de hierbas, pastos, pasturas. No hay nombres científicos para los mismos, pero consideramos que los géneros Stipa y Poa ya estaban representados. Esto queda comprobado en los escritos de Charles Darwin quien también fue uno de los principales viajeros de esta zona y asiduo recolector de especies. A continuación se definen las especies nativas más difundidas en el área:
face=Symbol · Stipa neesiana (flechilla), nativa muy difundida en la región pampeana
face=Symbol · Stipa brachychaeta (paja vizcachera)
face=Symbol · Poa ligularis en el centro del país y Patagonia (Coirón poa)
face=Symbol · Poa lanuginosa, especie samófila fijadora de suelos arenosos
face=Symbol · Kocleria, en la estepa bonaerense prístina
face=Symbol · Bromus (cebadillas), forrajeras nativas, incorporadas al cultivo mundial. Ejemplo:Bromus catharticus (cebadilla criolla)
face=Symbol · Hordeum stenostachys (cebadilla de campo), buena forrajera de la región pampeana.
También se mencionan a los cardos silvestres, cardones o carda(Eryngium), plantas con grandes rosetas, de hojas paralelinervadas y de bordes espinosos, pertenecientes a la familia de las Umbeliferales (plantas con frutos secos), más comunes en las partes húmedas de la región, pero con largos períodos de sequía que hoy causan daños a la agricultura y ganadería. Estos cardones se registran en las colinas cerca de Guardia del Monte.
Las alcachofas silvestres (Cynara scolymus: alcaucil, alcachofa), exóticas americanas cultivadas, aparecen en las cercanías de los cursos de agua. Cactos mamilares, plantas crasas, xerófilas suculentas que tienen la propiedad de almacenar agua y luego la utilizan durante las épocas de mayor sequía, se ubican en ambientes más secos dentro de la llanura.
En los cursos de agua, a lo largo de los arroyos y ríos aparecen los Sauces, Salix humboldtiana (Sauce criollo, Sauce colorado) . Ellos tienen una gran importancia para DOrbigny porque son los primeros árboles nativos que ve desde su salida de Buenos Aires. También hay ciperáceas como Carex fecunda, planta herbácea, generalmente perenne, rizomatosa, por lo común en suelos húmedos o inundados con hojas graminiformes. Otros géneros son Scirpus californicus (juncos) ciperácea áfila de 1,5, a 2 metros de altura, Bambusa (cañas) y Cortaderia selloana (cortadera),de penachos blancos común en los lugares bajos, depresiones intermedanosas, con agua a poca profundidad. También se mencionan las plantas crucíferas que son plantas anuales o perennes, herbáceas, rara vez subarbustos. Ejemplos de crucíferas son las mostazas (Sinapsis alba). Cuando atraviesan el Arroyo Viruta o de las Mostazas, se encuentran con estas crucíferas que han dado origen a esta toponimia.
De regreso a Buenos Aires, pasan por varios arroyos, entre ellos el Arroyo de las Achiras, que tiene dirección NO-SO. El nombre es en alusión a estas plantas que son hierbas perennes, con grandes hojas envainadoras, flores grandes y hermafroditas, que llegan desde zonas más cálidas hasta la región del Plata. Hay diversas especies de Canna (achiras) por ejemplo Canna glauca (de flor amarilla), y Canna indica (flores rojas).
Asociada a la pampa, la fauna de la región se compone principalmente de mulitas, peludos y tatú pichi (Dasypus hibridus ,Dasypus villasus y Dasypus minimus). Estos constituyen un excelente alimento para el hombre y tienen la ventaja de ser fáciles de atrapar. Cuando llegan a la región de Tandil, ven por primera vez liebres (Mara aguti), llamadas así por los españoles. Los indios, en cambio, las denominan maras. Los viajeros quedan sorprendidos por su velocidad y su tamaño. Estos animales son los característicos de la pampa que aparecen y desaparecen en el horizonte lejano. Otros animales de la llanura son las perdices y los matacos. También se encuentran con suelos muy removidos y socavados, con formaciones de galerías subterráneas realizadas por un roedor del tamaño de una rata pequeña, del género Eténome. El nombre vulgar es tucu-tucu. Los campos ocupados por este roedor son difíciles de atravesar y se los lugareños los denominan guadales o campos guadalosos. La avifauna es escasa, sólo avistan algunos caranchos e iribúes. Estos pájaros nos indican la presencia de algún cadáver en las cercanías.
La Región Pampeana tiene a su vez dos subregiones que comúnmente se denominan pampa seca y pampa húmeda. Después de Sierra de la Ventana, hacia el sur, las precipitaciones disminuyen y comienza a perfilarse la estepa pampeana, con pastos más duros. Es la zona ecotonal entre la propia Región Pampeana y la Patagonia. En estos textos se observan y describen muy bien estos cambios. En su viaje hacia Carmen de Patagones, menciona repetidamente a los zarzales. La comunidad vegetal dominante de los zarzales es el chañar (Geoffroea decorticans). El chañar es un arbolito o arbusto con raíces gemíferas que suele alcanzar los 15 metros de altura. Pertenece a la familia de las leguminosas, subfamilia Papilionoideas. Su fruto es comestible. También se menciona la subfamilia de las mimosoideas. Hay numerosas especies arbustivas y arbóreas que pertenecen a esta división, entre ellas el género Acacia y Prosopis (Prosopis caldenia, caldén, P.nigra, algarrobo negro). Estos ejemplares forman parte del monte arbustivo. DOrbigny hace especial mención de estas especies en sus escritos. También debemos suponer que en este monte, junto a los chañares se encontraban en comunidad Condalia microphylla (piquillín), Prosopidasrum globosum (manca caballo), Prosopis caldenia (caldén), entre otros, tal como se encuentran hoy en día, aunque ya modificados por las actividades ganaderas y agrícolas. Para ejemplificar estas observaciones, el texto dice así: .....seguí avanzando remontando el río y tuve oportunidad de ver que los zarzales que cubren y caracterizan las alturas difieren por su forma de los que conocía; muchos, cubiertos entonces de hermosas flores compuestas, perennes, y de un hermoso color amarillo, hacen, por las espinas que las protegen, muy parecida la región de las landas en Bélgica. He observado que todos los zarzales de los lugares elevados son espinosos y que la mayoría pertenece a la serie de plantas leguminosas, de los géneros mimosa y acacia; pero lo que les da un aspecto más triste es la pequeñez de las hojas de esos zarzales frondosos y achaparrados y el largo de las numerosas espinas que los erizan por todas partes......
El monte de zarzales está acompañado por una fauna distinta a la de la llanura propiamente dicha. Una especie de serpiente de colores muy vivos , rojo, amarillo y negro recorre las plantas leguminosas. Se avistan nuevos pájaros, entre ellos un águila (Falco aguya). Al pie de los zarzales, en los terrenos más arenosos aparecen pequeños cobayos o conejitos de la India (Cavia australis) que están acostumbrados a la presencia humana. Descubren las lechuzas (Strix cunicularia), las vizcachas y los zorros. En especial estos últimos son muy comunes en la Patagonia. Es un animal muy astuto , poco querido por los pobladores ya que se apoderan de las aves de corral y molestan al ganado. Los españoles lo llaman Guaracha término que proviene probablemente del guaraní , Aguarachay. Los zorrinos o zorrillos (Colidea patagónica), conocidos por el olor fétido que lanzan a quienes se les acercan, también son muy conocidos en estos parajes
El paisaje de espinal o monte, de estructura fisionómica achaparrada y espinosa, se ha convertido hoy en día en campos de cultivo. A algunos montes se los conserva con fines de explotación forestal futura. Otros se utilizan para la obtención de leña y maderas para muebles (muebles de algarrobo). Pero, en la mayoría de los casos esos montes fueron totalmente desmontados y/o quemados para dejar espacios libres para ser ocupados por una ganadería extensiva. Hoy aparecen en manchones aislados, sobre las banquinas de las rutas, en las cercanías de los cursos de agua, en el medio de los campos para resguardo de ganado y, en el medio urbano, en algún terreno baldío.
Ambiente Serrano
El sistema orográfico de Tandilia, de estructura muy antigua emparentada con el macizo de Brasilia de la era precámbrica, tiene una dirección N.O-S.E. Las alturas máximas oscilan entre los 300 y 500 metros sobre el nivel del mar. La vertiente hacia el N.E forma arroyos de escaso caudal que fluyen hacia la cuenca del Salado y la laguna de Mar Chiquita. Las vertientes del Sur dan lugar a ríos importantes como el Quequén que va a desembocar en el Atlántico.
Hacia el sur, el sistema orográfico de Ventania también tiene una dirección N.O-S.E. Estas sierras son mucho más elevadas llegando hasta los 1200 metros sobre el nivel del mar. Su formación es de la Era Paleozoica, por lo tanto son más jóvenes que Tandilia. La vertiente N.E. forma arroyos que se pierden en la llanura pero que en forma subterránea llegan a la Cuenca del Salado. Por otro lado, la vertiente Sur forma ríos de mayor importancia para nuestra región como el Sauce Grande y Sauce Chico y el Napostá, que atraviesa la ciudad de Bahía Blanca, para luego desembocar en la bahía del mismo nombre.
En cuanto a las sierras de Tandil dice el texto .... las montañas de Tandil son bajas y no parecen más elevadas que los morros de Río de Janeiro, de los que difieren en que la roca se presenta siempre desnuda, sin que se vea árbol, ni arbusto, ni vegetación.....
En general, la fisonomía dominante de las sierras es el pastizal serrano. Los géneros Stipa, Piptochaetium, Festuca y Briza son los más representativos.
En Sierra de la Ventana, no se mencionan los helechos, que crecen a más de 800 metros de altitud, como Poa iridifolia, Polystichum elegans. Probablemente los viajeros eligieron los valles para cruzar esta zona y no ascendieron las sierras. Tampoco se menciona el famoso pino plateado (Plántago bismarkii) endémico de Sierra de la Ventana y hoy en día en peligro de extinción. Sí hace referencia a bosquecillos espinosos, densos, representados por chañares (Geoffroea decorticans) en las barrancas de los arroyos permanentes. El ambiente serrano se ve matizado por la presencia abundante de ciervos (Gauzu-ti), los avestruces y los taúes. El ñandú (Rhea penata) encontrado más al sur es otro de los ejemplares relevados por nuestro autor.
La llegada al río Sauce Grande marca una diferencia importante en cuanto a paisaje. Se observan los primeros árboles y nuestro escritor lo señala así: .....nombre que le es común con otro río menos importante y que ambos deben a los sauces que los bordean. Vi finalmente árboles, los únicos que plantó la Naturaleza en todo el trayecto de Buenos Aires a Bahía Blanca; por eso experimenté una sensación deliciosa al sentarme a su sombra....... .
Luego de estos dos ambientes naturales (llanura y sierras) se descubre un nuevo marco: la costa, que por sus características estructurales describe otras comunidades vegetales y animales.
Ambiente Costero
La costa del sur de la Provincia de Buenos Aires es baja, anegadiza, con muchas curvas. La ciudad de Bahía Blanca está enmarcada sobre una verdadera bahía, escotadura amplia y curva, como una abertura de la tierra en el mar. La bahía es en sí misma una red de canales de marea, con islas e islotes de distintas dimensiones, de origen sedimentario, separados por algunos bancos de arena. Las costas de estas islas son bajas y anegadizas , pero tienen superficie no inundable. Durante la bajamar estos canales quedan prácticamente sin agua y ello hace muy difícil la navegación. Sin embargo, dentro del conjunto de estos canales hay un canal, llamado Principal cuya longitud es de 60 kilómetros con una profundidad actual de 14 pies (lograda por dragados continuos) que permite el acceso de los barcos. En las hondonadas de la bahía, de suelos limosos y salinos hay cangrejales que dificultan el tránsito, pero que constituyen un hábitat muy particular del lugar.
El área costera se cubre de vegetación halófila, que ha sido perfectamente detectada por el naturalista quien reconoce varios géneros y las engloba como plantas y arbustos marinos. En el texto dice: ....costeando las dunas que rodeaban a la bahía, me dirigí al ESE, para buscar el navío visto a la víspera. A nuestra derecha veíamos inmensos terrenos llanos, cubiertos de plantas y arbustos marinos, en medio de los cuales se distinguían grandes espacios desnudos, blanquecinos, cargados superficialmente de eflorescencias salinas, que brillaban al sol......... Estas hierbas y arbustos tienen en su mayoría hojas y tallos carnosos, aparentemente áfilas, y pertenecen a la familia de las Quenopodiáceas. Por ejemplo encontramos: Suaeda, Salicornia, Allenrofea (jumes), Atriplex (zampa).
En los ambientes de dunas y medanos, se menciona una gramínea semejante a la Calamogrostis littorea, vista en Francia, Spartina densiflora (observada por Darwin) mata perenne, vigorosa, característica de los cangrejales y dunas litorales que fijan los suelos arenosos. Menciona en especial los pastos salados comunes en las zonas bajas, salobres, de suelo arcilloso de toda la provincia de Buenos Aires. Son gramíneas rizomatosas de poca altura dentro del género Distichlis. Otra planta marina que reconoce es la Trachinotia stricata(Decandolle) que cubre los arenales limosos del fondo de la bahía San Blas.
Las costas desde la bahía Blanca hasta el Carmen se presentan sinuosas, con muchos islotes y terrenos anegados, cubiertos de sal. DOrbigny viaja especialmente al sur para ver ....animales nuevos, debía ver las costas cubiertas de esos monstruos anfibios cuya pesca atrae a gentes de todas partes del mundo.... Realiza una excursión a la península de los jabalíes, llamada así porque antes había muchos pecaríes en medio de las grandes gramíneas que cubren las cañadas formadas entre dunas, pero que desaparecieron por completo después. También recorre la isla de los Elefantes. Ya en esa época estos animales marinos y otros del mismo tipo estaban desaparecidos. La explicación está dada en algunos casos por la introducción de otros animales, como los perros o ciervos, que diezmaron estas poblaciones. Una vez más la supervivencia del más apto y el espacio vital darwiniano, cobra vigencia.
En la Isla de las Gamas, y en otras islas, se observa la presencia de hornillos utlizados en otro tiempo para obtener el aceite de las focas, animales que tampoco han podido sobrevivir a la explotación despiadada. El texto hace una extensa crítica a la intensiva explotación comentando que por año eran más de 40.000 los elefantes marinos cazados. Desde Bahía Blanca hasta el norte de la bahía San Blas, fueron los mas atacados ya que esas aguas estaban fuera del alcance de la vigilancia del puerto del Carmen. Esa fauna ha sido destruída para siempre. En la zona de Punta Rasa D Orbigny observa la foca con trompa o elefante marino, también llamado lobo de aceite (Phoca leonina) y realiza una extensa descripción de la forma de vida de estos animales, la reproducción, su alimento y las formas de matanza.
DOrbigny queda sorprendido por la gran cantidad de insectos en la arena que pudo recolectar. Todos pertenecientes a la familia de los Melásomos. También conchillas y políperos (Virgularia patagónica), alcalefos o aguas vivas y moluscos (Voluta angulata). La observación de los bancos de conchillas en todo el litoral le indica, sin lugar a dudas, que toda la costa patagónica fue levanta en tiempos geológicos en más de 30 pies.
Plantas Vasculares y Animales Domésticos introducidos por el Hombre
DOrbigny no deja de mencionar a aquellas plantas de carácter exótico a la región, como aquellas que se encuentran en los puestos de los campos y en los primeros fuertes militares. Los frutales anotados son:
face=Symbol · Prunus persica (duraznero)
face=Symbol · Prunus domestica (ciruelo)
face=Symbol · Prunus avium (cerezo)
face=Symbol · Ficus carica (higuera)
face=Symbol · Malus domestica (manzano)
En cuanto a los árboles, con funciones ornamentales, de resguardo para animales y como cortina rompeviento, destaca a los álamos (Populus alba, P. nigra). Las plantas de uso doméstico encontradas en esa época son sólo las legumbres y papas. Las ubica en las chacras cercanas a Carmen de Patagones y observa que la agricultura es completamente europea ....ningún árbol, ninguna legumbre, ninguna planta cultivada es propia de aquel suelo.... Sólo las papas, que vienen del suelo americano, son nativas, todo lo demás ha sido introducido por el hombre.
Con respecto a los animales para uso doméstico, encuentra rebaños de ganado vacuno sobre los campos amarillentos, sobre todo en las cercanías de Monte. También se mencionan caballos negros, semi-salvajes, domados en ese entonces por los indios. Algunas vacas y ovejas se distinguen en las serranías de la Ventana.
Elección de Sitio: Fundación de Bahía Blanca
Después de recorrer tantos llanos, llegan a Bahía Blanca. Deciden que el lugar más apto para la fundación del fuerte es en la meseta, que es muy amplia y , al norte y al este, está bordeada por el arroyo Napostá. Los terrenos se ven llanos y firmes donde podrá desarrollarse una futura agricultura. Estas tierras están alejadas unos 7 u 8 kilómetros del mar y de los terrenos salinos inundables. Los pastos se presentan muy buenos en todo el valle del Napostá.
En las afueras del sitio elegido para el fuerte con rumbo N.O. hay una gran cantidad de grupos de chañares. Estos arbustos espinosos, de no más de un metro serán aprovechados como combustible.
Debido a que en el área no hay árboles, sólo algún sauce en las orillas del arroyo o este grupo de chañares, se traen desde el Carmen muchos pies de árboles frutales que se plantan en las márgenes del curso de agua. Estas serán las primeras plantaciones introducidas en el área.
Este paisaje se presenta muy distinto al observado por los primeros viajeros, sin embargo, aún podemos encontrar lugares relicto, poco modificados, en la costa y en el valle del Arroyo Napostá. En la actualidad, las calles de la ciudad se adornan de árboles de distintas especies, en su mayoría exóticas. Predominan los fresnos, olmos, catalpas, paraísos, acacias, pinos, entre otros. El arbolado es uno de los objetivos principales dentro de las políticas municipales, ya que los beneficios del árbol en los medios urbanos son bien conocidos por todos.
Conclusiones
La obra de DOrbigny, junto con la de Charles Darwin, ha sido ampliamente difundida en las aulas de nuestros centros de educación. A través de ellas se ha podido reproducir el paisaje natural de estas tierras que fueron tan inhóspitas como consecuencia de las características físicas que las asemejaban a una estepa arbustiva. La monotonía de la pradera pampeana, la presencia de leñosas arbustivas, con fisonomía de adaptación xeromórfica en las partes más altas y la magnificiencia casi deslumbrante del área costera con una cubierta vegetal achaparrada, densa, extendida, compuesta por Quenopodiáceas, comparable a las costas del sur de Francia, impactaron profundamente a los viajeros, hombres de ciencia cuyo asombro ha quedado registrado en sus diarios y de los cuales surgieron las investigaciones posteriores sobre taxonomía y fisiología vegetal.
La ciudad de Bahía Blanca rinde homenaje a estos viajeros a través de las calles que llevan sus nombres como un recuerdo permanente de estas sabias figuras que recorrieron la región.
Las primeras contribuciones científicas pueden y deben ser buscadas en los diarios de viajero, que con poéticas descripciones a veces y científicas otras, definen los paisajes de sus largas travesías. Tanto la geografía histórica como la geografía actual se enriquece con estos escritos. La Biogeografía, rama sistemática de nuestra disciplina, también vuelve al pasado para explicar el presente y consolidar el futuro. La Naturaleza nos incita a conocer estas contribuciones científicas desde la perspectiva de los viajeros de la historia.
Bibliografía:
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3. - Cutolo, Vicente O. 1969. DOrbigny Alcide Charles Victor Marie Dessalines. Nuevo Diccionario Biográfico Argentino, Buenos Aires, tomo 2, pág. 592-593.
4. -DOrbigny, Alcides D. Viaje a la América Meridional, Brasil, Rep. del Uruguay, Rep. Argentina, la Patagonia, Rep. de Chile, Rep. de Bolivia, Rep. de Peru, realizado de 1826 a 1833 por A. DOrbigny. Prólogo de Ernesto Morales. Tomo 1, Editorial Futuro, 1945, Buenos Aires.
5. -DOrbigny, A. 1836. Voyae Pittoresque dans les Deux Ameriques. Paris, Chez L. Terre, pág. 291-315.
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7. -Martinez Miranda, Fernando. 1962. Franceses dominadores de la Geografía. Diario La Prensa, Buenos Aires, 21 de enero 1962.
8. -Piccirilli-Romay-Gianello. 1954. DOrbigny, Alcides Dessalines. Diccionario Historia Argentina. Buenos Aires, tomo 3, pág. 203-205.
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