49 Congreso Internacional del Americanistas (ICA)

Quito Ecuador

7-11 julio 1997

 

Konrad Tyrakowski Findeiss

Congreso Internacional de Americanistas, Quito, julio de 1997

Coloquio de Historia Urbana de las Américas. HIST 16

El plano urbano de México-Tenochtitlan en el momento de la conquista.

Análisis cartográfico-urbanístico del llamado "Plano de Cortés"

Konrad Tyrakowski Findeiss, Eichstätt / Alemania

Resumen:

El presente trabajo se propone obtener informaciones nuevas y conocimientos más profundos del primer plano de la Ciudad de México-Tenochtitlan, hecho en tipo "rueda" o "isla" y visto desde una perspectiva europea, impreso en Nuremberg / Alemania en 1524, tres años después de la conquista del centro imperial azteca por los españoles. Se apoya sobre el método de desmontar el croquis en sus diferentes niveles de configuración. Se investiga la expresión cartográfica y estilística, los detalles de la geografía física y la estructura urbana confrontando el plano con las fuentes históricas, arqueológicas y literarias.

1. Planteamiento de la problemática

Fue el 30 de octubre de 1520 cuando Cortés escribió en Segura de la Frontera (hoy Tepeaca / Edo. de Puebla, México) su segunda carta dirigida al rey español Carlos V. (1976, pp. 29-97) informándole de su aventurera entrada en la ciudad mexicana de Tenochtitlan el 8 de noviembre de 1519 así como de su forzosa retirada el 30 de junio de 1520.

Junto a esta carta debería encontrarse a su vez un plano de la ciudad, puesto que de hecho Cortés se refiere a éste an su tercer informe fechado el 15 de mayo de 1522 al aludir a un dique cuya existencia podría ser constatada en el mismo plano: "[...] según que por la figura de la ciudad de Temixtitan, que yo envié a vuestra majestad, se podrá haber visto."(op. cit. p.111).

En una edición en lengua latina del segundo y tercer informe de Cortés (Praeclara Ferdinandi Cortesii [...]), publicada en Nuremberg / Alemania en 1524, aparece un grabado de la ciudad de Tenochtitlan diseñado por un autor desconocido (fig. 1) y que resulta ser la realización impresa del desaparecido plano o croquis original, mencionado en lo siguiente Plano de Cortés.

El análisis moderno del diseño cartográfico y urbano de esta representación de la isla, con rótulos en latín y cuya delineación se podría asemejar a la de los mapas con forma circular, se instauró relativamente pronto. Una de las aportaciones más importantes y dignas de mención ha sido la amplísima investigación llevada a cabo por ALCOCER (1935) y TOUSSAINT / GÓMEZ de OROZCO / FERNÁNDEZ (1938, pp. 86-126), de la que destaca además su exhaustividad y tratamiento en profundidad. Aquí, los distintos elementos serán, por lo tanto, nombrados, analizados, comentados criticamente y comparados con el diseño estructural. De este modo, en el tiempo sucesivo, el Plano de Cortés será tenido en cuenta tan sólo en muy determinados casos (PALM 1951, NICHOLSON 1955, NEWIG 1977).

Además, hay que añadir la persistencia de una cierta desconfianza hacia el plano debido al hallazgo de ciertos errores en lo que se refiere al emplazamiento de algunos elementos. Así bien, llamará la atención en numerosas ocasiones la falsa localización del templo principal, situado en realidad al oeste y no al este como se indica en el plano (TOUSSAINT 1938, p.11; CARRASCO 1987, p. 137): Y puesto que muchos de los copistas continuaron difundiendo estos errores, contribuyendo a la simplificación del plano o bien añadiendo nuevos elementos, frutos de fantasía (TOUSSAINT 1938, pp. 101, 103-105; BENÍTEZ 1981, pp. 171-195); no es de extrañar que la credibilidad del plano original se viera ensombrecida por una razonable duda.

Existe otra fuente documentativa, casi coétana, de la que, sin embargo, apenas se tiene conocimiento. Se trata de un boletín, de autor desconocido, datado por algunos en el año 1522 (WELLER 1872, pp. 38-48) y por otros en en 1523, y proveniente, según parece ser, de Augsburgo / Alemania (WAGNER 1929, pp. 184-185). En éste se difunde, en un alemán temprano y muy antiguado, el contenido de la segunda carta de Cortés, anteriormente mencionada, lo que prueba la recepción rápida de estas noticias en el territorio germanohablante.

2. Objetivos planteados

El presente trabajo pretende actualizar la visión del Plano de Cortés, que ya de por sí es graficamente inabarcable, así como profundizar en el análisis tanto de los medios cartográficos como de la estructura urbana. Así pues, a lo largo de los siguientes apartados, se tratará de elucidar tanto los componentes geográfico-naturales como las estructuras antropogeográficas:

a) En primer lugar se procederá a analizar las inscripciones, ciertamente confusas, procurando descifrar el orden y la orientación inherentes a éstas.

b) A continuación se hará hincapie en los elementos paisajísticos naturales, que serán fehacientemente cotejados con hallazgos arqueológicos y acontecimientos históricos a fin de probar la veracidad del mapa.

c) Después se proseguirá contrastando los elementos de la estructura urbana con aquellas descripciones de los conquistadores y se evaluará el influjo de la iconografía europea en la configuración del diseño cartográfico.

d) Por último, se intentará mostrar cómo pudo surgir esta inusual deformación que impidió la comprensión de lo representado.

2.1. En torno al problema de la orientación cartográfica

Un problema hasta ahora no abordado es el de la orientación de este plano. Una orientación difícil de reconocer si se tiene en cuenta que la estructura circular no señala una dirección concreta a seguir. Un análisis exhaustivo permite, sin embargo, profundizar en el tema. En el conjunto cartográfico (fig. 1), el lector puede ver como el plano de la ciudad se encuentra orientado hacia el oeste, lo cual ya supone el primer error. Tan solo con esto ya ha manchado el impresor el nombre del cartógrafo primitivo, al haber visualizado todo desde un punto de vista totalmente diferente, como de hecho lo prueban los grandes rótulos invertidos.

Es ya un hecho geográfico el que el lago de Xochimilco y Chalco (representado en el grabado como una pequeña laguna) está orientado hacia el sur. Partiendo desde una orientación hacia el oeste se pueden leer bien las inscripciones del territorio sagrado, sin embargo las otras inscripciones están invertidas. Girando este centro a 180 grados se solventa este error, por el que la parte principal permanecerá orientada hacia el este. Ésta será la situación correcta y además por diversas razones:

1. En el plano de Tenochtitlan hay en total 17 rótulos (fig.1 y 2, tabla 1). La clasificación de éstas, partiendo desde el oeste, sería el siguiente:

- Seis inscripciones ilegibles, puesto que éstas total o inclinadamente invertidas; casi todas éstas (1,2,3,4,5) se encuentran sorprentendemente en el territorio sagrado. Solamente otra inscripción (13), la de Iztapalapa, se encuentra en el margen.

- Tres anotaciones (6,7,8) que, siendo perpendiculares al eje oeste-este, ocupan una posición neutral.

- Siete leyendas, todas ellas situadas fuera del territorio sagrado, pero que se pueden leer fácilmente, tanto en posición normal (10,11,17) como en posición inclinada (12,14,15,16).

Lo cual significa que nos tendríamos que decidir entre la orientación hacia el este o hacia el oeste.

2. La orientación hacia el oeste tendría ser la correcta. Esto se reafirma con la representación de las canoas: En el lago están representados trece botes dirigiéndose hacia el sur, ya sea con la proa o bien con la popa por delante. Es decir, que todas estas barcas, y con esto también la imagen del mapa, deben ser observadas desde el oeste hacia el este.

Tabla 1 (adjunta a la fig. 2): Inscripciones del Plano de Cortés de 1524

según el ejemplar conservado en la Biblioteca Universitaria de Munich

Inscripciones originales Escritura correcta Significado
(1) Templum ubi sacrificant, Templo en que se sacrifica
(2) Capita sacrificatorum Cabezas de sacrificados
(3) Idol lapideum Ídolo lapidario
(4) Capita sacrificatorum, Cabezas de los sacrificados
(5) Doms aimalium Domus animalium Casa de los animales
(6) TEMIXTITAN Tenochtitlan
(7) Platea, Calle, callejón
(8) Doms D. Mutezuma Domus Domini Muctezumae Casa del señor Moctezuma
(9) Forum, Plaza principal [Tlatelolco]
(10) Aggeres ad tutelam domorum a Lacus fluctibz Aggeres ad tutelam domorum a lacus fluctibus Diques para asegurar las casas en contra de las subidas del lago
(11) Templum ubi orant, Templum en que se ora
(12) Tesqua, Texcoco
(13) Iztapalapa, Ixtapalapa
(14) Domus ad uoluptatem, D, Muteezuma, Domus ad voluptatem domini Muctezumae Casa a la voluntad del señor Moctezuma
(15) Viridariu, D, Muteezuma Viridaria domini Muctezumae Jardines del señor Moctezuma
(16) Ex isto Fluuio Conducut Aquam in Ciuitatem, Ex isto fluvio conducant aquam in civitatem De este río conducen agua a la ciudad
(17) Atacuba, Tacuba

3. Aún queda por plantearse si se ha llegado realmente a la inversión del texto en el territorio sagrado. La hipótesis viene a decir que esta inscripción (con alguna excepción), originariamente girada a 180 grados, comenzaría por el oeste. La demostración se realizaría de la siguiente manera: El cuadrado central puede ser invertido sin problema alguno, por lo que se lograría que la escritura estuviese en la posición correcta de lectura. Con esto la doble pirámide-templo vendría a estar en su sitio, en la parte oriental del territorio sagrado. Ahí es donde le corresponde estar al templo, como ya de hecho lo han probado claramente las excavaciones llevadas a cabo en la Ciudad de México. La localización inexacta del templo principal se puede tomar así como un fallo técnico, cuyo origen, no obstante, aún está por aclarar, puesto que en el impreso original es imposible percibir que aquí se hubieran acoplados dos maderas diferentes por equivocación. El parque zoológico ha sido también anexionado al templo sagrado por una línea claramente delineada. Este fallo contradice la interpretación anteriormente presentada por lo que el planteamiento permanece a la espera de una explicación más razonable.

Con esto tiene también muchísimo que ver la inscripción (5) Doms aimalium, cuya posición se resiste a un razonamiento rápido. Debido a la inversión efectuada en el territorio sagrado, ésta aparece bastante alejada del objeto en cuestión al que califica: el parque zoologico de Moctezuma. Llama la atención, sin embargo, el hecho de que esta inscripción cumpla sólo a medias su objetivo, puesto que el nombre TEMIXTITAN (6) aparecía presumiblemente en un principio pero después, debido a la escasez de espacio donde poder grabar, éste se suprimió. Un razonamiento más exacto de cómo se pudo producir esta tergiversación permanece también a la espera de nuevos resultados.

2.2. Elementos paisajísticos fisico-geográficos

Tuve que pasar el tiempo para que los Mexica , tras su inmigración, lograran crear un espacio vital propio entre las ya existentes culturas tribales. Fue en el año 1325 cuando éstos fundaron en una isla (de larga tradición como lugar colonizable, como lo demuestra el hallazgo de restos arqueológicos datados en la segunda mitad del siglo XI (REYES CORTÉS/GARCÍA BARCENA 1979, p.20)) del lago Texcoco el que sería su asentamiento más importante: Tenochtitlan - México. Población y poder crecieron, especialmente después de que, bajo el mandato del rey Itzcoatl a partir de 1426, el imperio se desarrollara y Tenochtitlan se convirtiera en la capital de este territorio en visible proceso de crecimiento.

2.2.1. Superficies de agua

En la época prehispánica Tenochtitlan disfrutaba de un entorno particularmente anfibio. La laguna cambiaba de tamaño y de nivel de agua en función de la intensidad del tiempo de sequía y de lluvia. Con un sinnúmero de canoas se activó el tráfico entre las ciudades costeras. De todas maneras, no era extraño el que a menudo hubiese inundaciones en la ciudad-isla. Con el fin de prevenir y evitar los desastres que pudieran ocasionar estas inundaciones, Nezahualcóyotl, rey de Tezcoco, instó en 1499 al rey Moctezuma I. a construir un dique (MARTÍNEZ 1985, pp.67-68).

Esta albarrada de los indios (fig. 3), de 12 kms de largo y 6 metros de ancho, atravesaba el lago de punta a punta al norte cerca de la Villa de Guadalupe y al sur cerca de Iztapalapa. Ésta estaba formada por un muro de piedra con una superestructura de ramos trenzados y sus consiguientes puertas. Cuando había crecidas éstas podían ser cerradas. De este modo también se impidió la intrusion del agua salada de la parte oriental de la laguna en el agua dulce de la parte occidental. Cortés verifica la existencia de este dique al informarle al rey español de la presencia de éste en el plano enviado (CORTÉS 1976, p.111).

Tabla 2 (adjunta a la fig. 3): Elementos paisajísticos naturales

[1] Área de agua salada del lago de Texcoco

[2] Área de agua dulce del lago de Texcoco

[3] Lago de Tochimilco y Chalco

[4] Fuente de Chapultepec

[5] Isla Ahuehuetla " junto a los árboles ahuehuete" (GONZÁLEZ APARICIO 1980, mapas adjuntos)

[6] Bosque de Chapultepec

[7] Tepetzinco, Peñol de los Baños (SCHOTTELIUS 1934/35, p.174; GONZÁLEZ APARICIO 1980, mapas adjuntos)

[8] Pedregal de San Ángel

[9] Cerro de la Estrella

[10] Xochítepec "monte de flores"

Es de destacar la cantidad muy reducida de agua salada presente en el lago de Texcoco así como en lago bastante empequeñecido de Tochimilco y Chalco (fig. 3), lo que demustra claramente el interés primordial del cartógrafo por la ciudad y el espacio existente en torno Tenochtitlan.

Como bien informa Cortés en su segunda carta (1976, pp. 62, 65), a través de unos canales se podía acceder a la ciudad tomando como punto de partida la laguna. En su plano no se puede percibir con precisión la linearidad de estos canales, sin embargo se deja de entrever la posibilidad de acceder en bote y a través de los afluentes y brazos del lago al centro de la ciudad e incluso hasta el territorio sagrado o bien hasta el mismo mercado de Tlatelolco.

Una fuente enclavada ya en tierra firme, en el bosque de Chapultepec, aseguraba el abastecimiento de la ciudad con agua potable. En el espacio reservado a los templos había también tres fuentes sagradas (SAHAGÚN 1976, 2. libro), de las que sin embargo no se hace mención en el Plano de Cortés.

2.2.2. Las áreas de chinampas

El aumento de la población hizo necesaria la habilitación de otros terrenos, ya fuera como lugar de asentamiento, ya fuera como lugar de explotación agrícola. La construccíón progresiva de bancales - más conocidos con el nombre de chinampas, cuyo surgimiento es fruto de discordia entre numerosos investigadores (WEST/ARMILLAS 1950, CALNEK 1972, GONZÁLEZ 1992) - fue aumentando de un modo considerable, lo que conllevó a la ampliación de la isla (fig.3). Tanto dentro de la ciudad como a las afueras de ésta o entre las poblaciones limítrofes a ella es facil reconocer la existencia de este complejo de bancales con forma de escalera (fig.1). De todos modos, lo que sí que resulta chocante es la omisión de éstas en el Plano de Cortés referente a Tlatelolco (tabla 1, (9)). Por otra parte, CALNEK (1972, p.113), basándose en los documentos archivados referentes a Tlatelolco, sólo ha podido demostrar la existencia esporádica de estas chinampas. En la orilla de la tierra firme, este geógrafo desconocido reconoce tan sólo la existencia de estas chinampas alrededor de la ciudad de Iztapalapa, enclavada al suroeste, sin embargo admite la posibilidad de que éstas hubieran sido más numerosas. El cartógrafo GONZÁLEZ APARICIO (1980) reconstruyó para Iztapalapa una parte de esta zona, por la que numerosos rastros pudieron ser seguidos hasta bien entrados los años ochenta (ÁVILA LÓPEZ 1991, p.8).

2.2.3. Parques y bosques

Una particularidad más la supone la existencia de grupos de árboles en la ciudad-isla (fig.3). Los árboles fueron objeto de culto puesto que cielo, tierra e infierno fueron llevados y unificados por un árbol. De esto se puede deducir la relación existente entre el grupo de árboles y territorio sagrado. De hecho, el gusto de los aztecas por las flores y plantas será mencionado en más de una ocasión (CORTÉS 1976, pp. 50, 65, 67, 124). Aparte de en la ciudad, en las islas se pueden contemplar dos casas de Moctezuma en las que destacan de forma especial los árboles. La importancia de éstos es de tal magnitud que incluso una de estas islas le debe su nombre topográfico a los denominados cipreses calvos (ahuehuetes): Ahuehuetlan (fig. 3, [5]).

De especial interés es el bosque de Chapultepec, considerado hasta hoy en día como uno de los principales espacios verdes de la actual ciudad de México y cuyos ahuehuetes (fig. 3, [6]) deberían haber sido mandados plantar por el ya mencionado Nezahualcóyotl alrededor del año 1430 (MARTÍNEZ 1986, p.67).

2.2.4. Islas y tierra firme

El litoral de Tenochtitlan estaría conformado en su mayoría por las siluetas de las construcciones emplazadas en la orilla del lago (fig.3). En torno a la isla central se agrupan algunas islas pequeñas cuyas fronteras, sin embargo, no estarán en gran parte claramente delimitadas. Con lo que vienen a demonstrar que el lago no debería haber tenido demasiada profundidad.

Se tiene conocimiento de la existencia de una isla bastante particular situada al norte de la albarrada y donde además se encontraba el cráter del volcán del Peñol de los Baños (fig.3, [7] cerca del actual aeropuerto), volcán cuyo nombre proviene de las fuentes termales a las que se encontraba muy cercano. Este jalón fue localiado por el cartógrafo de un modo bastante preciso.

2.2.5. Montañas y rocas

Muy a conciencia se ha efectuado la representación de montañas y rocas, que serán integradas en el horizonte (fig.3). Éstas presentan una forma esférica y han sido matizadas con sombras, acentuando de este modo su plasticidad. La lava del Pedregal de San Ángel (fig.3 [8]) desciende del volcán Xictle. Un lugar especial lo ocupa el Cerro de la Estrella (fig.3 [9]), importante lugar en la ceremonia del fuego nuevo cada 52 años y que constituye una visible señal de orientación que se extiende más allá del lago. El que la montaña Xochitepec sea en realidad el ya mencionado volcán es algo todavía incierto (fig. 3, [10]).

2.3. Infraestructura urbana y configuración de la ciudad en barrios

2.3.1. Estructura viaria

El poder mostrar la conexión existente entre Tenochtitlan y tierra firme ha sido una de las principales aportaciones del Plano de Cortés (fig.4). Un enrejado asimétrico conformada por los caminos sobre los dique partía del lado del territorio sagrado en donde se encontraban los templos. Estos caminos fueron en parte interrumpidos por canales que se podía cruzar a través de puentes consistentes y frágiles pasaderas.

Tabla 3 (adjunta a la fig. 4): Canales, construcciones palaciegas y edificios religiosos

A Calzada Tenochtitlan - Churubusco

B Dique del lago de Texcoco

C Calzada Tenochtitlan - Tepeyac

D Empalme Tenochtitlan - Tenayuca (?reproducción errónea?)

E Calzada Tenochtitlan - Tacuba

F Calle hacia el embarcadero de canoas

G Secciones de calzadas entre las islas de Moctezuma

H Calzada Tlatelolco - Tenayuca

J Calle Tlatelolco - Tenochtitlan (el final está reproducido de una forma errónea)

K Calzada Tlatelolco - Tacuba

L Calzada que pasa por la ciudad-isla de Tlatelolco

M Pequeñas calzadas de Chimalhuacán

a Palacio de Cuauhtemoc

b Palacio nuevo de Moctezuma

c Parque zoológico de Moctezuma

d Casas antiguas de Moctezuma o palacio de Axayacatl

e Palacio de Moctezuma

f Palacio desconocido

g Palacio "Casa de la Celada"

h Palacio y jardines de Moctezuma

i Muro de las serpientes (coatepantli) del recinto sagrado deTenochtitlan

j Templo de Tlatelolco

k Templo del sapo

l Pirámide fortificada de Xoloc

(según TOUSSAINT 1938; FERNÁNDEZ 1938; MARQUINA 1957, pp.4ss.)

Las calzadas habían sido construidas de forma desigual. La del sur (fig.4, A) situada entre la bifurcación de Churubusco y Tenochtitlan que había sido además la misma que la empleada por los españoles en su primera intrusión, disponía tan sólo de un puente cercano a la entrada de la ciudad y de diez pasos de ancho según CORTÉS (1976, p. 51). La torre emplazada a mitad del camino representa supuestamente la pírámide amurallada de Xoloc, que con dos torres hacía al mismo tiempo de puesto fronterizo militar (op.cit.p.51).

La calzada que va hacia el norte en torno a Tepeyac (fig.4, C) muestra solamente algunos detalles en las cercanias de la ciudad y hasta la bifurcación de los caminos. SCHOTTELIUS (1934/35), TOUSSAINT (1938, p.100) y FERNÁNDEZ (1938, pp.110-111) no se muestran de acuerdo en afirmar la veracidad de la travesía orientada hacia el noroeste en dirección a Tenayuca (fig. 4, D). Posiblemente sea una representación errónea.

Sobre la calzada occidental que va en dirección a Tacuba (Tlacopan) aparecen seis puentes (fig.4, E). Refiriéndose a este camino, CORTÉS (1976, p.81) habla en una ocasión de la existencia de ocho puentes sobre la calzada, mientras que en otra alude a ellos como si fueran seis o siete (op.cit. p.142). En realidad eran siete los puentes erigidos sobre la calzada como prueba y certifica CASO (1956 pp.16-17).

Dos puentes aparecen sobre la calzada oriental (fig.4, F), más corto y que desemboca en el puerto de canoas, donde además se puede divisar un templo con forma de torre. El cartógrafo pudo observar esto bastante bien, llegando a reproducir incluso el puerto de las canoas.

A través de algunos puentes edificadas entre calzadas pequeñas (fig. 4, G) resultó un camino circular que unía la isla de descanso del rey con sus parques y jardines (figs. 1,2).

Un entramado de calzadas muy similar al de Tenochtitlan existe también en Tlatelolco. De los lados de la plaza principal parten cuatro ejes principales: Una en dirección al noroeste, hacia Tenayuca; otro más corto que va hacia el sur y que acaba un poco antes de llegar a Tenochtitlan (fig. 4, H y J). El cartógrafo se equivocó al trazar el recorrido de este último, puesto que éste se tendría que haber encontrado, al oeste del centro de Tenochtitlan, con el que iba hacia Tacuba (MAUDSLAY en GARCÍA, vol. II, 1910, p. 342 ss.; TOUSSAINT 1938 pp. 99, 100, 102). La calzada que va hacia Tacuba tiene cuatro puentes, una pequeña parte de esta avenida atraviesa la ciudad-isla en dirección al este (fig. 4, K y L). Cerca de Chimalhuacán se observan pequeñas secciónes de calzadas (fig. 4, M).

Lo que también fue de vital importancia fue el acueducto que, partiendo del bosque de Chapultepec y a través de canales, se adentraba en la ciudad. ALCOCER (1935, p. 12 ss., pie de página 16) cree equivocadamente poder identificar dicho acueducto en la plaza.

2.3.2. Barrios y periferia

CASO (1956) expuso en su día como la ciudad de Tenochtitlan se encontraba configurada por una multitud de barrios o zonas urbanas. Por supuesto que el esquema de los calpullis en sus propios barrios no ha sido reproducido a medida. Una observación detallada del Plano de Cortés permite, no obstante, reconocer fácilmente la existencia de núcleos de población separados por chinampas y canales o afluentes (fig. 4).

El mismo CORTÉS describe (1976, pp.136,144) cómo las casas se asemejaban a islas edificadas sobre el agua, por lo que de esta manera la ciudad se iba adentrando cada véz más en el lago. En los años cuarentas APENES (1944) pudo identificar aún muchas de las elevaciones artificiales ancladas en el fondo de la laguna y que supuestamente habían servido de fundamento para las casas edificadas sobre agua o bien habían formado parte de las chinampas.

Las casas eran de forma cúbica, dato que concuerda con el informe de CORTÉS (1976, pp. 81, 138), quién además informaba a menudo del peligro que suponía para los jinetes españoles el que los defensores estuvieran en los terrados.

En torno al centro del territorio sagrado se encontraban los edificios majestuosos y las casas de los nobles. CORTÉS (1976, p.155) hace referencia, en sus informes sobre la fase final de la conquista, a construcciones en forma de castillo (fig. 4, a). Claramente visible es la planta del patio del palacio de Moctezuma (fig. 4, b), junto a la que se encontraba su "parque zoológico" (op. cit. p.67), descrito y analizado por NICHOLSON (1955). Los corrales donde vivían animales (pájaros, gatos de presa) y personas deformes son fácilmente identificables (fig. 4, c).

2.3.3. El área de los grandes templos

A Cortés le tuvo que ser evidente, durante su estancia en la Tenochtitlan, que el centro del imperio azteca se encontraba en el núcleo sagrado de la ciudad (fig. 1). El poder imperial del soberano mexicano estaba legitimado por el mandato divino proveniente de aquel área. Desde el suelo del territorio sagrado se elevaban los montañas sagradas de las pirámides, sobre las que el ciclo solar se alimentaba y el orden cósmico de la vida se mantenía (MATOS MOCTEZUMA 1986, pp.69-81).

CORTÉS (1976, p. 64). calculó la existencia de unas cuarenta "torres". Su plano registra, sin embargo, tan sólo una pequeña parte de esta arquitectura sacra (fig. 1): En la (originaria) parte oriental se encuentra la pirámide principal que Cortés, totalmente fascinado, calificó de obra milagrosa (op. cit.) y a la que, con sus más de cien escalones (op. cit. pp. 80, 137), consideró más alta que la de la catedral de Sevilla (op. cit. p. 64). El plano muestra, en la parte izquierda de la pirámide, una cruz que presumiblemente vendría a significar que Cortés, en un primer impulso misionario, habría arrancado las imágines de los dioses, a los que se les rendía culto, sustituyendo éstos por imágenes cristianas (op. cit. p. 64). Sobre la cúspide de la pirámide se encuentran los templos de Huitzilopochtli y de Tlaloc, a través de los que brilla la luz del sol naciente.

Al lado derecha de ésta se puede ver un templo consagrado a Tezcatlipoca (LEÓN PORTILLA 1978, pp. 82-83). Al otro lado se encuentra uno de los soportes de cráneos (tzompantli) de los siete que nombra Sahagún. En el centro se puede reconocer un grupo de árboles (teutlalpan) apuntalados por un muro (op. cit. 2. Libro, pp. 111r-111v), y un poco más allá un monstruo sin cabeza. En la (originaria) parte occidental y en el centro son identificables dos torres, una a la izquierda y otra a la derecha del templo, y un cráneo.

El área casi cuadrada, donde estaban los templos, tenía lados de aprox. 400 metros de largo. Este área sagrada estaba rodeado por un muro con puertas. Es de destacar que la puerta que da a la parte del dique oriental viene a desembocar, parece ser que defectuosamente, a la calle (fig. 5).

2.3.4. Las colonias en tierra firme

Las poblaciones costeras (fig. 4) fueron aquellas ciudades que o bien se alieron a Cortés en sus propósitos o bien aquellas a las que Cortés tenía bajo dominio. Éstas, dispuestas de un modo casi simétrico, se hallan en su mayoría en una posición bastante elevada con respecto al nivel del lago, por lo que desde éstas se podría tener un control casi absoluto de todo cuanto acontecía en el lago. Su representación cartográfica es algo estandarizada. Tan sólo Coyoacán será puesta de relieve por medio de una bandera con escudo del águila bicéfala imperial.

2.3.5. Estilo cartográfico y expresión artística

El Plano de Cortés ha sido contemplado desde el punto de vista europeo y tallado en madera con inscripciones europeas hechas a mano. Desde un punto de vista teórico, se trata de una muestra de un mapa con forma circular o de rueda en el que todo gira en torno al centro. La extraña cultura surgida en torno a Tenochtitlan fue juzgada y calificada a partir de la propia experiencia. Un buen ejemplo de ello lo constituyen los templos con forma de pirámide, que ni Cortés ni su gente conocían de su espacio cultural europeo. Así pues, éstos se remitieron a sus experiencias en la reconquista española denominado a los lugares de culto indígenas mezquitas. La arquitectura de éstas las compara Cortés con torres, que el desconocido xilógrafo toma por piezas legítimas (fig. 5). El boletín anónimo datado en 1522 habla en un modo ciertamente exagerado de la existencia de 400 torres (WELLER 1872, p. 41).

El artista ha hecho uso de una amplia riqueza de ideas al construir sus torres basándose en modelos medievales y renacentistas. En aquella época, este tipo de torres era de lo más corriente para los impresores europeos (SCHRAMM 1934, 1935). Visto desde una perspectiva funcional, sin embargo, éstas vienen a indicar en el plano la existencia de lugares y construcciones de carácter ceremonial.

Una construcción similar a la de las naves de las iglesias con fachada alta es lo que aparece en el casco urbano de Chimalhuacán. En México, sin embargo, no existía una arquitectura de este tipo (fig. 5).

La presa que separa a la laguna de agua dulce de la del agua salada será reproducida en el impreso como una verja trenzada, sin que parezca que el artista conoce en profundidad la técnica del trenzado. La interpretación ofrecida por el anónimo en el boletín ya mencionado deja lugar a dudas, la ciudad será

"[...] acotada con grandes estacas de madera a fin de que ningún barco pueda zarpar o arribar en contra de su voluntad [...]" (WELLER 1872, p.41).

WAGNER (1929, p.206) añade que esta descripción del dique no aparece en el segundo informe con lo que el anónimo debería haber visto el plano original.

El artista no era consciente de que la arquitectura indígena no conocía los arcos de medio punto puesto que si lo hubiera sabido no hubiera tallado (fig. 5) puentes con forma de arco en la calzada que hay antes de llegar a Churubusco, así como tampoco puertas arqueadas en diversas casas (Chimalhuacán, Coyoacán).

Las embarcaciones muestran una proa bastante afilada. El panfleto se refiere a éstas de la siguiente manera: "[...] se viaja en chalanas [en alemán Zillen], a las que los lugareños llaman canoas [...]" (op.cit.). Las chalanas son pequeñas embarcaciones típicas de la zona de Danubio (MITZKA 1933, pp. 21,33), por lo que queda demostrada la procedencia sureña del boletín (GRIMM 1956, columnas1273-1275).

La bandera con el doble águila, propia de los Austrias, no pudo haber aparecido en el mapa original. TOUSSAINT (1938, p.102) y MARQUINA (1957, pp.4 ss) no coinciden a la hora de localizar con una denominación exacta del lugar de procedencia de esta bandera. Debe de tratarse, sin embargo, del lugar Coyoacán, en el que Cortés, en la conquista de la ciudad, instaló su cuartel y donde, además, estableció su residencia durante la reconstrucción de la ciudad. Desde allí, Cortés informó acerca de este hecho, pero ya en el tercer informe, de 1522, cuando el plano de Tenochtitlan ya estaba levantado. Esto quiere decir que la bandera debió de haber sido añadida más tarde por alguna mano ajena.

El artista cometió un fallo bastante llamativo en los alrededores de una de las islas de descanso de Moctezuma. Aquí es de vital importancia el señalar que una franja inconcluso ha sido colocada debajo del rótulo "Domus ad uoluptatem, D, Muteezuma"(fig. 5).

TOUSSAINT (1938, pp.95-99) ha deliberado concienzudamente en torno al autor del dibujo reginal sin haber llegado a ningún resultado. Lo mismo ocurre con el autor del grabado. Puesto que las representaciones estandarizadas son difíciles de atribuir de un modo preciso a un artista determinado, las formas artísticas individuales resultan ser de gran importancia. Éstas son, por ejemplo, las representaciones de los árboles, rocas y de la verja trenzada así como las letras, puesto que éstas descubren la escritura personal del autor. Éste será, por lo tanto, el camino más apropiado a seguir y a tener en cuenta en la consiguiente búsqueda del artista en cuestión.

3. Dudas en torno a la datación y procedencia del plano

El libro "Praeclara Ferdinandi Cortesii de Nova maris Oceani Hyspania [...] Nurembergae 1524" debió de haber sido impreso en una edición ciertamente limitada puesto que de hecho VOGT (1753, pp.217-218) lo sitúa entre las publicaciones más minoritarias1).

En las bibliotecas consultadas, hasta ahora se ha demostrado la existencia de tan solo doce ejemplares de dicha obra:

Tabla 4: Ejemplares existentes de "Praeclara Ferdinandi Cortesii [...]" y del Plano de Cortés

Biblioteca Ejemplares Ejemplares

del libro del plano

Staats-u. Stadtbibliothek, Augsburgo 1 ---

Staatsbibliothek, Munich 1 ---

(1 ejemplar desaparecido)

Studienbibliothek, Dillingen 1 ---

Universitätsbibliothek, Erlangen-Nurenberg 1 ---

Universitätsbibliothek, Munich 2 1

Österreichische Nationalbibliothek, Viena 2 2

Archivo de Indias, Sevilla --- ---

Biblioteca Colombina, Sevilla 1 1

Biblioteca Nazionale Marciana, Venecia 3 ---

(Fuente: investigación propia del autor, resultados hasta marzo de 1997)

Es de subrayar que solamente en cuatro de doce libros aparece el Plano de Cortés. En todos los demás ejemplares falta este plano. Además es de gran interés el hecho de que la clase de papel utilizado en el libro y en el plano no coincida y de que el tipo de letras sea también diferente en ambos casos. De todo eso resulta que tomamos por cierto que el libro y el plano formen una unidad, que el Plano de Cortés pertenezca a esta obra2). Pero todavía queda aclarar la diferencia entre el número de los libros y el de los planos, así como la historia de su publicación e impresión. Por otra parte, parecía encontrarse otro ejemplar del plano en el Museo Nacional de Historia de Chapultepec de la Ciudad de México (MARTÍNEZ MARÍN 1974, p.182). No obstante, ALCOCER (1935, p.10) aporta suficientes motivos como para poder sospechar que en este caso se trata tan sólo de un facsimil algo inexacto. La respuesta ofrecida por el Museo Nacional de Historia de la Ciudad de México a tal respecto confirma la sospechas al certificar que se trata de una reproducción originaria del siglo XIX3). Esta copia presenta, respecto al original de Munich, algunas variaciones en la inscripciones así como diferencias en el diseño (forma de olas, puente de Churubusco). Como de hecho lo prueba la comparación establecida entre las ilustraciones de ALCOCER (1935, pp. 12 ss) y las de TOUSSAINT (1938, ilustración 13 y 14). Éstos tomaron como base el ejemplar de Chapultepéc (TOUSSAINT llegó incluso a utilizar a modo complementario - ?sin darse cuenta?- un ejemplar correcto, tal vez lo de la Biblioteca Colombina de Sevilla), sin embargo, parece ser que éstos no llegaron a darse cuenta de estas diferencias4).

4. En cuanto a la composición del Plano de Cortés

El Plano de Cortés puede ser solamente tenido en cuenta concediéndole a la representación una intención funcional y no una topográfica (fig.6). En una clasificación jerárquica de los diferentes niveles estructurales se impondrá visiblemente el significado de Tenochtitlan como centro imperial. En la cuenca montañosa de Anahuac se encuentra el lago de Texcoco, cuya parte más importante era la del oeste. En comparación con esta significativa laguna, el lago vecino de Chalco era tan sólo un accidente geográfico más.

Tenochtitlan como centro de esta parte occidental del lago llegará asi mismo a ser considerada como el ombligo del mundo azteca. En esta formación anfibia, situada entre agua y tierra firme, se localizaba el pomposo mundo de los nobles mexicanos. Tlatelolco, por el contrario, se presentaba por el tiempo de la conquista española como un anexo más sin el más mínimo valor.

El poder del imperio azteca se debió primordialmente a la importancia de su territorio sagrado. En este lugar, la filosofía vital y un aterrador culto a los muertos se aunaron en una fuerza imperial. El Plano de Cortés no es, por lo tanto un plano topográfico en el sentido más estricto, sino interpretación de un sistema estatal y de una legitimación del estado, lo que quedará especialmente patente (fig.1) con el epigrama dedicatorio adjunto al conjunto cartográfico5):

Res fuerat quondam praestans, & [et] Gloria summa

Orbis subiectus Caesaris Imperio,

Hic longe praestat, cuius nunc Orbis Eous,

El Novus, atque alter panditur Auspitijs [sic].

[Existió antaño un reino espléndido y de ensalzada gloria

orbe sujeto al imperio de César,

pero más espléndido es éste (emperador), cuyo orbe oriental,

el nuevo y el otro se someten a su dominio.]

La comparación con el imperio romano, que al final fue derrotado, está hecha a sabiendas. La idea de una ruptura con el mundo ya existente y el intento de crear otro nuevo ha sido ya mencionado por OCTAVIO PAZ (1987, p. 184) en relación al concepto de soledad.

5. La situación actual

Si se trata de buscar las huellas de esta ciudad-isla y de su ambiente anfibio en el caos construido de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), entonces el visitante curioso se desilusionará muy rápidamente. El hombre, europeo y mestizo, tanto español como mexicano, extranjero u oriundo, fue capaz de transformar totalmente todo un paisaje en menos de un siglo.

Del lago, donde a fines del siglo XIX todavía se intentaba continuar con una navegación en barcos de vapor pequeños (SIERRA 1984), quedan solamente charcos insignificantes, situados lejos del área urbana. El ambiente natural ha cambiado totalmente: Los volcanes majestuosos del Popocatepetl y de Iztaccihuatl son visibles sólo en muy pocos días contados durante el año e incluso hasta en los periódicos se menciona su visibilidad. Los problemas de aire, agua y suelo son difíciles de solucionar (TYRAKOWSKI 1991), puesto que el incremento de la población, de más de 20 millones de habitantes, la negligencia y el descuido de la gente y de la administración pública, así como la falta de recursos económicos tanto en el presupuesto oficial como en el privado han originado una desaparición paulatina de toda la naturaleza que existía. Ahora el medio ambiente es casi absolutamente artificial. El bosque de Chapultepec es un pálido retrato de su estado original. El agua potable es el recurso más limitado: Por una parte, cuesta muchísimo traer el agua limpia así como canalizar el agua sucia en los pozos negros y sacarla de la cuenca. Por otra parte, la escasez de agua podría llegar a limitar su crecimiento desmesurado. El aire está contaminado por lo que la salud de la población se ve afectada; solamente en tiempo de lluvias está algo mejor. El suelo se ha transformado en un bien escaso; ahora es un objeto de especulación y la competitividad por su explotación es cada día mayor.

El centro antiguo imperial y religioso fue transformado en casco urbano español con manzanas de casas y otras construcciones sobre las ruinas de la Gran Tenochtitlan, y en parte, también sobre palafitos en el fango del lago de Xochimilco. La existencia de terremotos y el hundimiento del suelo lacustre por la sobreutilización del agua freática para el abastecimiento de la población creciente han colaborado desgraciadamente en la destrucción del conjunto. Así, hasta el año 1978, en el centro urbano se vieron solamente algunos testimonios aislados como cabezas de serpientes del coatepantli antiguo o algunos restos de otras construcciones.

No obstante, en aquel año, en un afán por rescatar las raices históricas y devolver al pueblo mexicano una parte noble y rica de su patrimonio cultural (TRUEBLOOD 1981), el presidente de la república de entonces hizo derribar algunas casonas viejas del centro histórico urbano y se empezaron a excavar los restos del templo mayor. Las mejores piezas del pasado están expuestas en el nuevo museo del mismo nombre, sin embargo, éstas no hacen visibles más que algunas de las ilusiones del pasado.

Notas

1) Utilizé la cuarta impresión de 1753. La primera edición de 1732 no pudo ser localizada, a pesar de que debería haberse encontrado en la Biblioteca Estatal y Bávara de Munich.

2) En la Biblioteca Nacional Austríaca de Viena se guardan dos libros con un plano en cada uno de ellos. Vale la pena mencionar que uno de éstos (conservado en la Colección de Mapas) está coloreado: El plano no está impreso sobre papel, sino sobre cuero fino. La finura de la estampa y el acabado de la pintura en colores verde, rojo, ocre, azul claro y oscuro, gris

y aúreo demuestran que este original suntuosamente elaborado pertenecía a la biblioteca del emperador.

Otro plano coloreado parece existir en The Newberry Library de Chicago / EEUU. Sin embargo, hasta ahora (marzo de 1997), no se han tenido conocimientos concretos acerca de éste.

3) Información recibida gracias a la carta fechada el 2 de abril de 1996.

4) La sospecha de que un ejemplar de este plano hubiera podido ser localizado en el Archivo General de Indias en Sevilla no ha podido ser confirmada.

5) Al observar el ejemplar coloreado de Viena, salta a la vista que la dedicatoria "Res fuerat quondam [...]" - en los otros ejemplares impresa - está aquí

escrita a mano y a pluma sobre líneas de lápiz muy bien marcadas. Según mi opinión

tenemos en este ejemplar el original del que fueron copiados todos los demás.

Bibliografía

ALCOCER, I.(1935): Apuntes sobre la antigua México-Tenochtitlan. Tacubaya

APENES, O.(1944): The "tlateles" of Lake Texcoco. En: American Antiquity 9, pp.29-32

ÁVILA LÓPEZ, R.(1991): Chinampas de Iztapalapa, D.F. INAH México

BAÑOS RAMOS, E.(1993): Distribución de cerámicas prehispánicas en Tlatelolco-Tenochtitlan. En: Estudios de cultura nahuatl 23, pp.221-249

BENÍTEZ, F.(1981): La Ciudad de México 1325-1982. Vol. 1: Tenochtitlan siglo XVI- siglo XVII. Barcelona

BRODA, J.; D.CARRASCO; E.MATOS MOCTEZUMA (1987): The Great Temple of Tenochtitlan. Center and periphery in the Aztec World. Berkeley-Los Angeles-London

CALNEK, E.E.(1972): Settlement pattern and chinampa agriculture at Tenochtitlan. En: American Antiquity 37, pp.104-115

CARRASCO, D.(1987): Myth, cosmic terror and the Templo Mayor. En: BRODA, J.(et al. 1987) pp.124-162

CASO, A.(1956): Los barrios antiguos de Tenochtitlan y Tlatelolco. En: Memorias de la Academía Mexicana de la Historia XV, pp.7-63

CORTÉS, H.(1976): Cartas de relación. Ed.Porrúa, México, 9.ed.

ENDRES, R.(1993): Der Beitrag Nurnbergs an der Entdeckung Amerikas. En: Mitteilungen der Fränkischen Geographischen Gesellschaft Bd.40, Erlangen, pp.19-37

ESPEJO, A.; R.H.BARLOW (1944): El plano más antiguo de Tatelolco. En: Tlatelolco a través de los tiempos, T.1, México, pp.43-67

GALINDO y VILLA, J.(1925) Historia suma de la Ciudad de México. México

GARCÍA, G.(1908-10): The true history of the conquest of New Spain by Bernal Díaz del Castillo [...]. Translated [...] by A.P.MAUDSLAY, Hakluyt Society. Vol.I, 1908, vol.II, 1910 (Reimpresión Nendeln 1967)

GIL, J.(sin año): Mundo Viejo - Mundo Nuevo. Selección de mapas del siglo XVI. Sevilla

GÓMEZ de OROZCO, F.(1938): Estudio Bibliográfico. In: TOUSSAINT, F. (et al. 1938), pp.118-126

GONZÁLEZ, C.J.(comp.,1992): Chinampas prehispánicas. INAH México

GONZÁLEZ APARICIO, L.(1980): Plano reconstructivo de la región de Tenochtitlan. INAH México, 2.ed.

GRIMM, J.; W.GRIMM (1956): Deutsches Wörterbuch,Bd.31:Z-Zmasche, Leipzig

LEÓN-PORTILLA, M.(1978): México-Tenochtitlan: su espacio y tiempo sagrados. INAH México

MARQUINA, I.(1968): Templo Mayor de México. Guía oficial. INAH México

MARTÍNEZ, J.L.(1985): Nezahualcoyotl, vida y obra. FCE México

MARTÍNEZ MARÍN, C.(1974): Los primeros tiempos de Nueva España. En: Historia de México, t.4, México DF. pp. 177-194

MATOS MOCTEZUMA, E. (1986): Vida y muerte en el Templo Mayor. México

MATOS MOCTEZUMA, E.(1992): Arqueología urbana en el centro de la Ciudad de México. En: Estudios de cultura nahuatl 22, México, pp.133-141

MAZARI, M. (et al.;1989): Los asentamientos del templo mayor analizados por la mecánica de suelos. En: Estudios de Cultura Nahuatl 19, pp.145-182

MITZKA, W.(1933): Deutsche Bauern- und Fischerboote. = Wörter und Sachen. Beiheft 6, Heidelberg

NEWIG, J.(1977): Der Schachbrettgrundriß der Stadt México - antikes Vorbild oder indianische Tradition? En: Petermanns Geographische Mitteilungen 121, pp.253-263

NICHOLSON, H.B.(1955): Montezuma's zoo. En: Pacific Discovery VIII, pp.3-11

PALM, E.W.(1951): Tenochtitlan y la Ciudad Ideal de Durer. En: Journal de la Société des Américanistes t.XL, pp.59-66

PAZ, O. (1987): El laberinto de la soledad. FCE México, 2.ed./16.reimpr.

PICCARD, G. (1961,1978): Die Wasserzeichenkartei Piccard im Hauptstaatsarchiv Stuttgart, Stuttgart, Bd.I, VI

Praeclara Ferdinandi Cortesii de Nova maris Oceani Hyspania Narratio [...] (1524) Nurimbergae. [Universitätsbibliothek Munchen StO-Sign. 0014/W 2 H.aux. 52]

REYES CORTÉS, M.; J.GARCÍA-BARCENA (1979): Estratificación en el área de la catedral. En: VEGA SOSA, C.(1979), pp.17-21f.

ROJAS, J.L. de (1968): México Tenochtitlan. Economía y sociedad en el siglo XVI. México

SAHAGÚN, Fray Bernardino de (1979): Códice Florentino. Historia General de las Cosas de Nueva España. Faksimile 3 vol. Archivo General de la Nación, México

SCHRAMM, A.(1934): Der Bilderschmuck der Fruhdrucke. Bd. XVII: Die Drucker in Nurnberg: 1. Anton Koberger. Leipzig (Reimpresión en Stuttgart 1981)

SCHRAMM, A.(1935): Der Bilderschmuck der Fruhdrucke. Bd.XVIII: Die Nurmberger Drucker (ausser Koberger) Leipzig (Reimpresión en Stuttgart 1982)

SCHOTTELIUS, J.W.(1934/35): ?Cuántas calzadas comunicaban la ciudad México-Tenochtitlan con tierra firme? En: Ibero-Amerikaniches Archiv, pp.173-185

SIERRA, C.J.(1984): Historia de la navegación en la Ciudad de México. Colección: Distrito Federal 7. México, DF.

TOUSSAINT, M.; F.GÓMEZ de ORÓZCO; J. FERNÁNDEZ (1938): Planos de la Ciudad de México. Siglos XVI y XVII. Estudio histórico, urbanístico y bibliográfico. México

TOUSSAINT, M.(1938): Estudio histórico y analítico. En: TOUSSAINT, M. (et al. 1938), pp.92-105

TRUEBLOOD, B.(1981); El Templo Mayor. Bancomer, México

TYRAKOWSKI, K.(1991): Zur ökologischen Situation der Stadt Mexiko. En: Geoökodynamik XII, 1/2, pp.139-160

TYRAKOWSKI, K. (1997): México-Tenochtitlan um 1520. Kartographisch-stadtgeographische Analyse des sog. Cortés-Plans, der ersten europäischen Darstellung der alt-aztekischen Metropole. En: Die alte Stadt / Esslingen (en prensa)

VEGA SOSA, C.(1979): El recinto sagrado de México-Tenochtitlan. Excavaciones 1968-69 y 1975-76. INAH México

VEGA SOSA, C.(1990): La cronología relativa de Mexico-Tenochtitlan. En: mexicon/Berlin, pp.9-14

VOGT, J.(1753): Catalogus historico-criticus librorum rariorum [...]. Hamburgum, 4.ed.

WAGNER, H.R.(1929): Three accounts of the expedition of Fernando Cortés, printed in Germany between 1520 and 1522. En: The Hispanic American Historical Review 9, pp.176-212 (Reprint 1963)

WELLER, E.(Hrsg.,1872): Die ersten deutschen Zeitungen [...] mit einer Bibliographie (1505-1599). Stuttgart

WEST, R.C.; P.ARMILLAS (1950): Las chinampas de México. Poesía y realidad de los "jardines flotantes". En: Cuadernos Americanos 50, pp.165-182

Figuras

Fig.1: El Plano de Cortés del núcleo histórico de la Ciudad-isla de México con el golfo de México de 1524 (según el original en la Biblioteca Universitaria de Munich / Alemania)

Fig.2: Criterios del Plano de Cortés para una orientación al este (indicaciones ver tabla 1)

Fig.3: Elementos de la geografía física en el Plano de Cortés (indicaciones ver tabla 2)

Fig.4: Elementos de la estructura urbana en el Plano de Cortés (indicaciones ver tabla 3)

Fig.5: Expresiones estilísticas y errores técnicos del grabador en madera desconocido

Fig.6: Niveles de referencia en la presentación cartográfica del Plano de Cortés


Buscar en esta seccion :