49 Congreso Internacional del Americanistas (ICA)

Quito Ecuador

7-11 julio 1997

 

Olga Paterlini de Koch

49 CONGRESO INTERNACIONAL DE AMERICANISTAS

HISTORIA URBANA DE LAS AMÉRICAS

PUEBLOS INDUSTRIALES DEL CONO SUR LATINOAMERICANO

Olga Paterlini de Koch

Universidad Nacional de Tucumán

RESUMEN

En un período de aproximadamente cien años, entre 1830 y 1930, distintas actividades productivas se insertaron en el cono sur latinoamericano condicionando el desarrollo de extensas áreas territoriales. Entre ellas pueden mencionarse la actividad de la agroindustria azucarera del norte de Argentina, la del tanino en el área nordeste, la de la carne en el litoral entrerriano y la del salitre del norte de Chile. Este trabajo se origina en el estudio detallado del habitat construido por influencia de la actividad azucarera en la Provincia de Tucumán ; éste permitió identificar una serie de características particulares tanto para la escala territorial, la urbanística y la de la arquitectura que distingue este patrimonio respecto del existente hasta el momento en cada región.

La industria ejerció su influencia en la escala del territorio dando origen a un sistema de ocupación reflejo de la intensa trama de relaciones que se activaba para efectivizar su funcionamiento. En la escala urbanística se consolida el pueblo azucarero, cuyo trazado responde a la línea orgánica, introduciendo una tipología de asentamiento opuesta a la de los pueblos civiles de la región, sustentados en el trazado regular de la tradición hispanoamericana. La estructuración del asentamiento se materializa en la relación armónica de distintos bloques funcionales que generan áreas homogéneas de acuerdo al destino de ocupación. Finalmente, en la escala arquitectónica, la construcción de viviendas y de edificios para la comunidad, así como de la fábrica y sus anexos, permite la introducción de variados estilos arquitectónicos y de la tecnología más avanzada en regiones donde la experiencia era otra.

El estudio de los ingenios azucareros motivó la extensión del conocimiento a otras experiencias similares y contemporáneas. A partir de los trabajos realizados por distintos investigadores se ha abordado la problemática del salitre, del tanino y de la industria de la carne observando algunos ejemplos en particular y con ellos se ha elaborado una serie de ideas que permiten caracterizar el urbanismo producido por acción de determinadas actividades productivas industriales en esta región latinoamericana.

Introducción

A mediados del siglo XIX se da en Latinoamérica un considerable impulso económico que se acelera en la década de 1870 como consecuencia del crecimiento de la economía capitalista y que va a transformar física, económica y socialmente a extensas regiones, orientando su especialización en relación con determinadas actividades productivas y definiendo su organización y desarrollo territorial y urbanístico. En la actualidad, distintas áreas del cono sur latinoamericano evidencian la construcción de un cuadro ambiental generado en el marco de esta situación y que posee notas coincidentes o particularidades con los de otras regiones de acuerdo al lugar y a la actividad productiva que le diera origen. Entre las que incidieron en esta dirección pueden mencionarse la del azúcar en el noroeste argentino, la relacionada con la explotación del tanino en el área nordeste, la de la carne en la zona pampeana, o la del salitre en el norte chileno. En algunos casos como los del salitre, de la carne o del azúcar, la actividad económica evolucionó desde una etapa de producción artesanal o de pre-industrialización que se inicia alrededor de 1820 y 1830, a una de franca industrialización a partir de 1870, durante la cual se consolida y construye el cuadro ambiental que llega hasta el presente ; en otros como el de la explotación del tanino en la región nordeste de Argentina, se comenzó desde cero. Finalmente hacia 1930, por distintas causas, se inician los procesos de declinación que se prolongan en algunos casos hasta la actualidad.

Este trabajo se origina en el conocimiento de la influencia que ejerció la agro-industria azucarera en la estructuración y desarrollo del territorio de la provincia de Tucumán, consolidando un sistema de ocupación integrado por pueblos industriales o ingenios , colonias agrícolas y una extensa área cañera en la zona pedemontana y la llanura fértil de la provincia, servidos todos por una red de canales y acequias e interconectados con alto nivel de eficiencia por el trazado de diversas líneas del ferrocarril y una red de caminos vecinales que se fue desarrollando paulatinamente. Este territorio estuvo integrado a la llamada región del Tucumán la cual, hasta fines del siglo XVIII actúa como área intermedia entre el norte y el sur del Virreinato del Perú y se caracteriza por constituir una unidad productora diversificada en la que se practica, en estrecha vinculación con las riquezas naturales, la agricultura, la ganadería y el trabajo de la madera, abasteciendo las necesidades del Alto Perú y las propias. La situación varía con la disminución de la explotación de las minas de Potosí, la apertura del puerto de Buenos Aires y las guerras de la independencia que clausuran la Quebrada de Humahuaca durante más de catorce años, orientando la actividad productora de la región hacia el puerto de Buenos Aires.

La fuerte incidencia de la industria azucarera en la conformación del territorio tucumano y las particularidades del urbanismo que produce, motivaron el conocimiento de otras experiencias latinoamericanas consecuencia del desarrollo creciente de distintas actividades industriales a partir de 1870 aproximadamente ; ello ha permitido identificar sistemas de ocupación del territorio y tipos urbanísticos con características comunes los que serán presentados en la exposición de este trabajo.

El contexto azucarero

Con la apertura del puerto de Buenos Aires en 1776, la región del Tucumán orienta su actividad hacia el Río de la Plata. Algunas actividades como el tráfico de mulas entran en declinación, otras como la producción de muebles rústicos persisten y hacia 1836 la economía de la ahora Provincia de Tucumán está representada por los azúcares, el procreo de mulas, la destilación de aguardiente de caña y la agricultura. La actividad relacionada con el cultivo y transformación de la caña de azúcar se había iniciado alrededor de 1770 por los jesuitas en la Reducción de Lules, emplazada a pocos kilómetros de la ciudad capital, pero nada prosperó después de la expulsión de la orden. Cincuenta años más tarde resurge por acción de otro religioso, el Obispo Colombres, quién inicia la etapa de afirmación y difusión de la actividad. En 1821 su fábrica es la única existente en la provincia, pero en 1827 suman siete los establecimientos similares, todos en las cercanías de la ciudad hacia el este ; en 1850 el número ha crecido a trece, funcionando todos con trapiches movidos por bueyes ; en momentos en que se levanta el Primer Censo Descriptivo de la Provincia,hay numerosas plantaciones y su producto es considerable ; consiste en azúcares, aguardiente, tabletas, chancacas, alfeñiques, guarapo ; todo de calidad superior se consume en el país y el sobrante se extrae con aprecio a las provincias limítrofes y hasta Buenos Aires.

Hasta la década del 70 Tucumán es una provincia diversificada ; se cultiva maíz, arroz, trigo y alfalfa y otros productos de menor importancia como la batata, maní, mandioca, porotos, papa ; las plantaciones de naranjos rodean la ciudad capital. Entre las industrias se destacan las del tabaco y de la curtiembre, de más valiosa exportación , con unos cincuenta establecimientos diseminados en el territorio. En esa fecha se menciona ya a la industria de caña-azúcar como la más importante, la que requiere mayor capital y la que ocupa mayor número de operarios. Ella ya está entre nosotros en camino de perfeccionar sus productos y producir al empresario un tercio más de lo que produce. Un establecimiento de caña que representa un capital invertido de cincuenta mil pesos en terreno, edificios máquinas y toda clase de útiles, produce 25.000 pesos al año ; da pues, un cincuenta por ciento de beneficio sobre el capital invertido.

Hacia 1870 el sistema de fincas y estancias ordena el territorio, originadas en algunos casos en las tierras otorgadas en merced a partir de 1685 al trasladar la capital a su actual emplazamiento. Sólo el trazado de algunos caminos les permiten comunicarse con Salta al norte y desde allí a Bolivia, con Santiago del Estero y Córdoba hacia el sudeste y desde ese punto al litoral pampeano o hacia el sur con la región de los valles catamarqueños. Para Tucumán, un viaje a Córdoba es un viaje a Rusia, todo es inconveniente y dificultad ; es preciso hacer mercado, hacer tropas, y tantas dificultades para hacer un negocio desalienta. Hasta la llegada del ferrocarril en 1876, la instalación de los ingenios o fábricas chancaqueras se realiza mayoritariamente en la margen este del Río Salí, en un área muy próxima a la ciudad capital, con algunas extensiones en las haciendas del sur del territorio. En 1872 sólo el 42,22% de los trapiches son de madera movidos por bueyes y el 53,33% son de fierro y a la energía animal se suma la hidráulica. La revolución tecnológica se inicia con la construcción durante la presidencia de Avellaneda (tucumano de origen) de la primera línea ferroviaria de penetración en territorio argentino y que permite comunicar en 1876 a la provincia con el litoral pampeano ; un año después, en la estancia La Cruz Alta se instala el primer trapiche a vapor de construcción inglesa. Durante la Presidencia de Roca se crea el Banco Hipotecario Nacional cuyas hipotecas se orientaron hacia la actividad azucarera, permitiendo la innovación de los sistemas de producción y la creación de 34 ingenios equipados con la tecnología más avanzada de los países europeos. Los cambios tecnológicos se reflejaron en el territorio : los cañaverales se extendieron de 223ha en 1850 a 106.800ha en 1916, conformando el área cañera de la provincia ; en ella se localizó la totalidad de los ingenios azucareros y todas las poblaciones de importancia ; ante una demanda cada vez más creciente de caña de azúcar, se valoró su cotización en el mercado y se produjo el abandono de las actividades tradicionales de la región as que, organizadas alrededor de la estancias o fincas habían caracterizado a Tucumán desde la época de la colonia.

El habitat del azúcar

En 1876 el Ferrocarril Central Córdoba, línea del estado, vincula a Tucumán con el puerto de Rosario ; en 1885, el Ferrocarril francés es una línea privada que conecta los ingenios de la llanura ; en 1891, el de Buenos Aires y Rosario une los establecimientos del departamento Capital y zonas aledañas. Todos los ingenios de alguna importancia están situados a inmediaciones de las estaciones del ferrocarril o ligados a éstas por ramales .El tendido resulta a veces irracional ya que las líneas del estado y las privadas compiten durante kilómetros por la estrecha franja de territorio en la cual están localizados los establecimientos industriales. De las líneas principales deriva una extensa red secundaria que llega hasta la entrada misma de los galpones de las fábricas, los cañaverales y las estaciones de embarque. El azúcar lleva implícita una intensa trama de relaciones que excede la expresión física y que, haciendo uso de ella dinamiza el funcionamiento del territorio. De Córdoba a Salta se trasladan maderas para el combustible ; desde Santiago del Estero leña y tropillas de mulas ; desde Catamarca ganado para el transporte interno ; la mano de obra para la zafra proviene de Catamarca, Santiago y Salta ; de las porciones más próximas de la pampa húmeda llega el maíz y el trigo. Todo ello significa la concepción de un área conectada con un territorio mucho mayor que excede los límites físicos de la provincia.

Perfectamente organizado, con una población estable, el tipo urbano de pueblo azucarero se consolida a comienzos de siglo. Conforma una superficie urbanizada que se define con precisión respecto del área rural circundante ; sus límites son netos, los caminos o el cañaveral, no existiendo nunca transición, dilución o superposición entre una zona y otra. Posee una estructura monocéntrica y ese centro está constituido por la fábrica y sus anexos a los que se suma el chalet del propietario con su parque. No se conoce la existencia de una planificación previa de los asentamientos - con excepción de los creados por el francés Clodomiro Hileret en Lules y Santa Ana - pero se observa una fuerte influencia de la tipología europea con la que los industriales tucumanos mantuvieron contacto por sus viajes para la adquisición de las maquinarias y por la llegada de los técnicos extranjeros para instalarlas.

El trazado del poblado revela un sistema de ejes directrices que ordenan los elementos del conjunto y que responde a la aplicación de una red de vías de circulación entre las que se distinguen por orden de jerarquía : la avenida o boulevard, - eje compositivo del poblado - las calles de penetración o enlace - que diferencian o separan bloques funcionalmente homogéneos - y las calles de derivación o pasajes peatonales - que vinculan interiormente los distintos sectores. La avenida conecta los cultivos, la fábrica y la estación de ferrocarril ; es su eje directriz por excelencia, pero el asentamiento se estructura en función de una serie de áreas homogéneas por el destino que se les otorga y que se sintetizan en : a) la fábrica y sus anexos ; b) el chalet con su parque ; c) los servicios comunitarios ; d) las viviendas de los empleados y técnicos ; e) las viviendas de los obreros permanentes y f) las viviendas de los obreros transitorios. La propiedad de la tierra es sólo de quién posee el sistema de producción y carece de divisiones más allá de la red vial. Esta situación varía a partir de 1930 cuando se superpone una trama de loteo con el fin de definir un área para cada propiedad e iniciar la transferencia a nivel individual. Es el momento en que los asentamientos, sustentados en un urbanismo de tipo orgánico, inician la asimilación de las notas del urbanismo clásico, situación que se ha mantenido en el tiempo.

a) La fábrica y sus anexos :

Es el germen y el foco compositivo del pueblo azucarero. La instalación de la actividad azucarera produce la concentración de la población rural que se emplaza inicialmente en forma precaria alrededor de una fábrica primitiva. Los cambios tecnológicos exigen contar con mano de obra permanente y para estabilizarla los industriales, entre otras medidas, construyen viviendas y equipamientos a su alrededor, organizando el pueblo azucarero o ingenio. En la fábrica converge la avenida o boulevard a través de la cual ingresan los fardos de caña desde las zonas de fincas, trasladados primeramente en grandes carros cañeros tirados por bueyes, reemplazados luego por el ferrocarril decauville . La materia prima se entrega en el canchón , antiguo patio de labor de la estancia o de la finca. Se trata de un gran espacio a cielo abierto limitado por los volúmenes de fábrica y los depósitos de azúcar y caracterizado por una gran congestión de medios de transporte, materia prima, ruidos estrepitosos, olores, polvo y hollín por sobre los cuales actúa la grúa, con experta habilidad, recogiendo los fardos de caña y arrojándolos a los trapiches en continuo movimiento donde se inicia el proceso de transformación. Los distintos volúmenes de la fábrica se construyen a medida que el proceso industrial en constante renovación lo requiere ; la lectura de los edificios permite detectar distintas etapas evolutivas que se inician con la aparición del galpón para depósito de las mieles y colocación de bateones de madera, tinas de barro, fondos de hierro, utilizados todos en la etapa pre-industrial del proceso. En este período las construcciones son de adobe, con muros gruesos y estructuras de madera muy sencillas; en una segunda etapa el ladrillo reemplaza al adobe ; las cerchas de madera admiten la resolución de un espacio interior de mayores dimensiones y las crecientes fenestraciones posibilitan la aireación e iluminación de los locales. Con el ferrocarril ingresan el vidrio, el hierro y el acero y los edificios se construyen con dimensiones suficientes para albergar los más avanzados procesos de transformación. Se trata ahora de un esqueleto de sostén con cerramientos de ladrillo de fábrica, entre los que se intercalan grandes paños acristalados. En el interior el obrero se desplaza entre maquinarias que superan varias veces sus dimensiones. A su izquierda penetra el jugo negro de la caña ; a su derecha vuela el polvillo blanco del azúcar. En el exterior, cada fábrica adquiere su propia imagen.

b) El Chalet o la Sala con su parque :

Es la residencia de los propietarios del ingenio ; se manifiesta como una importante construcción a la manera de una villa palladiana emplazada en un amplio terreno tratado con los criterios del jardín-parque del siglos XVIII europeo. Cada industrial concreta una residencia que evidencia su prestigio económico y social. Se construyen salas pintoresquistas, académicas, neorrenacentistas, o del renacimiento colonial. Para el parque se utilizan formas blandas en concordancia con el ambiente natural ; entre sus diseñadores estuvieron Charles Thays que proyectó y construyó los parques públicos y privados de mayor jerarquía del cono sur latinoamericano. La línea curva caracteriza el diseño y es utilizada tanto para las caminerías como para el tratamiento de las aguas ; grandes estanques o lagos contribuyen a la composición. El paseo se estructura en base a un camino de cintura que enlaza el chalet y la iglesia privada de la familia ; en el recorrido las visuales hacia estos elementos son siempre distintas por las diferentes perspectivas que se ofrecen.

c) La Vivienda de los empleados jerárquicos :

Constituyen un bloque especial por su ubicación próxima a la fábrica y a los edificios de administración y por los diseños adoptados para las construcciones. Se trata de un área en la cual las viviendas siguen el estilo arquitectónico del chalet y se organizan como volúmenes aislados rodeados de generosos jardines con plantas ornamentales e imponentes árboles. El usuario, inicialmente en su mayoría extranjero, vive hacia adentro ; la estructura organizativa de las unidades es reflejo de la vida urbana ; los pasillos vinculan a las distintas dependencias en algunos casos distribuidas en dos niveles, permitiendo a los volúmenes destacarse en el paisaje. En el exterior, la galería protege del clima y genera un área transicional de esparcimiento.

e)Las viviendas de los obreros permanentes

Las soluciones que se ofrecen en este campo son muy variadas. Cada ingenio adopta las propias y en cada ingenio es posible leer las etapas de construcción ya que los conjuntos no se repitieron. Las viviendas para los obreros permanentes se construyen para estabilizar la mano de obra y su número crece a medida que el proceso requiere mayor número de brazos. También el incremento se produce cuando se reduce la jornada laboral de 12 a 8 horas y de dos turnos de obreros permanentes se pasa tres. La vivienda representa casi un cuarto del salario que recibe por su trabajo ; el estado y calidad de las construcciones varía de un establecimiento a otro.

El origen de las unidades es el rancho individual aislado, vivienda espontánea de las zonas rurales que se construye con quincha, paja o malhoja, es decir, la hoja de la caña que se retira del cañaveral ; como el espacio interior es muy estrecho y el clima lo permite, la mayor parte de la vida se desarrolla al exterior. A medida que el pueblo azucarero se organiza, las unidades se alinean a lo largo de los ejes compositivos y se reemplaza el techo por tejas y chapas de cinc. La última etapa significa la construcción de casas de material localizadas en forma individual, apareadas o agrupadas de a cuatro unidades. También se construyen viviendas colectivas constituyendo bloques de seis, ocho y hasta doce unidades. Estas son las unidades actuales y para su construcción se utilizan ladrillos, hierro, cinc, tejas, entre otros. Es importante el espacio exterior que se otorga a cada unidad, aún en el caso de las colectivas, ya que las familias conservan el estilo de vida al exterior, utilizando el interior para dormir durante el invierno y para conservar sus bienes muebles. No existe separación entre el espacio exterior de cada familia y el espacio público ; la tierra es una sola, tiene un solo dueño - el industrial - y las familias obreras viven en forma pública. Los locales se comunican entre sí en forma directa porque no hay pasillos y en ellos se desarrolla más de una actividad.

f) Las viviendas de los obreros transitorios :

Cada año la población de los ingenios crece casi hasta duplicarse ya que para hacer la zafra se trasladan los golondrina desde las provincias vecinas y permanecen desde mayo hasta octubre. Para ellos se construyen tiras o conventillos , unidades más precarias que las anteriores que en muchos casos significan un gran espacio longitudinal sin divisiones interiores.

Los bloques funcionales mencionados mantienen entre sí distintas relaciones : la fábrica sus anexos y el chalet con su parque están siempre localizados contiguamente y generan una extensa superficie de ocupación dentro del asentamiento ; el parque, a pesar de su proximidad inmediata a la fábrica está independizado de ella por un colchón de material vegetal que le crea un espacio propio. Los servicios comunitarios, y las viviendas de permanentes y transitorios se localizan alineadas a lo largo de las vías de comunicación y sólo excepcionalmente generan una trama. La irregularidad de los trazados genera intersticios y baldíos urbanos. Ellos conforman el espacio público por excelencia y su falta de especificidad las transforma en zonas degradadas ; la plaza central, característica de los pueblos civiles próximos a los ingenios está ausente, así como los parques públicos, preocupación de los pueblos industriales europeos y de la América del norte. El elemento focal es aquí el sistema productivo con la casa del propietario. Las construcciones aparecen como volúmenes libres sobre terrenos de dimensiones generosas. En la percepción de la calle priman vacíos sobre llenos ; la altura de edificación es casi uniforme para la zona obrera y no supera una planta. El uso del color contribuye a distinguir a los bloques funcionales, predominando los ocres, azules y rosas violentos en la zona de vivienda obreras.

Estos pequeños asentamientos de 3.500 a 5.000 habitantes estables, se construyen como vehículo de inversión de la ganancia industrial y son el resultado de las metas que cada propietario de tierra, sistema productivo y poblados, se propone. El fuerte paternalismo instauró un orden social que controlaba desde las formas de las construcciones hasta el comportamiento de los obreros y sus familias. Sin embargo, la convivencia permitió o facilitó el desarrollo paulatino de la legislación laboral obrera. En 1904 se planteó la primera huelga de obreros de la provincia y a partir de allí se inició el camino de las conquistas sociales que incluyeron la jornada laboral de 8 horas, el feriado dominical, el trabajo de las mujeres y los niños y la protección social. La industria estuvo siempre subsidiada por el estado, lo que significó, en diferente escala, otro tipo de paternalismo que subsistió por más de un siglo.

Incidencia del salitre, del tanino y de la industria de la carne en la construcción del habitat

La incidencia de la actividad azucarera en la estructuración del territorio y la definición de un tipo de pueblo organizado sobre bases distintas a las de los pueblos civiles de la misma región, motivó la ampliación de este estudio a otros casos del cono sur latinoamericano, zona en la que, a mediados del siglo XIX, el desarrollo capitalista se manifiesta en un crecimiento del área económica mediante la evolución de actividades productivas o la introducción de otras. El incremento del comercio internacional determinó una especialización entre los países industrializados y las regiones productoras de materias primas y alimentos, hecho que demuestran las investigaciones Garcés Feliú sobre el norte chileno, Rossi y Viñuales en el nordeste argentino y Canavessi en el litoral, quiénes estudiaron actividades productivas como las del salitre, del tanino y de la carne. El análisis comparativo del conjunto de experiencias ha permitido elaborar una serie de opiniones que se exponen a continuación :

· Durante casi cien años, desde 1830 hasta 1930 aproximadamente, se produjo un crecimiento sostenido de las actividades mencionadas, incluyendo la del azúcar, lo que incidió en forma considerable en el ordenamiento y equipamiento de extensas áreas territoriales, excediendo la escala puntual del asentamiento industrial para ordenar físicamente a nivel de regiones, la trama de relaciones necesaria para su funcionamiento . En todos los casos, la tecnología, el capital y la comercialización fueron los elementos que promovieron el cambio e incorporaron la Revolución Industrial en estas zonas.

El desierto de Atacama en el norte chileno, con escasas aptitudes agrícolas para el asentamiento de población, fue objeto de una ocupación acelerada a partir de 1870 debido a la explotación de un recurso natural abundante, el salitre, cuya extracción y exportación como fertilizante y para la fabricación de explosivos, generó una actividad en las llanuras desérticas de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Tacna, 80 kilómetros al este de la costa del Pacífico, que permitió una sistemática ocupación del territorio. La importancia económica decisiva de la actividad salitrera es la de inaugurar la conducción productiva del Norte Grande, a partir de la primera exportación de salitre a Europa, fechada según Darwin en Julio de 1830. Entre 1830 y 1880 la producción se incrementó de 14.00 tn a 300.000tn. En 1910, el cincuenta por ciento del ingreso de la nación dependía de su producción.

El proceso de explotación del quebracho colorado con destino a la fabricación de tanino significó para la provincia de Santa Fe y los territorios de Chaco y Formosa, el desarrollo de una actividad que durante más de cincuenta años configuró la estructura productiva y espacial de terrenos que hasta fines de 1870 se encontraban prácticamente vírgenes.En 1895, los hermanos Harteneck, alemanes, organizaron la primera planta en Fives Lilles ; cuatro años más tarde trajeron maquinaria desde Amberes para instalar su planta Calchaquí ; posteriormente se asociaron con el Barón de Portalis (que había fundado dos ingenios azucareros en Tucumán y participado de la construcción de una línea ferroviaria) y fundaron la Forestal Land, Timber and Railway Co. Ltd.. En 1910, La Forestal había capitalizado la totalidad de la producción argentina, exportando a Inglaterra, Estados Unidos y Alemania. 

Por la misma época la provincia de Tucumán dejó de ser un área diversificada por la práctica de actividades como el cultivo del arroz, del maíz o del trigo para transformarse en una región dependiente casi exclusivamente de la agro-industria azucarera.

La agricultura y la ganadería eran las actividades tradicionales de la pampa argentina. La producción de tasajo como medio de aprovechamiento de la carne dió origen a los primeros saladeros. El antiguo establecimiento de Perucho Verna en Entre Ríos, que en 1860 aglutinaba sólo un caserío a su alrededor, se transforma a comienzos del siglo XX en el Frigorífico Liebig, un moderno establecimiento destinado a la industrialización de la carne que exige para su funcionamiento la adquisición constante de tierras para la cría de ganado, así como la instalación de un equipamiento industrial del máximo nivel. La primera planta industrial, para aplicar el método que Justus von liebig había descubierto en Alemania veinte años antes para producir extracto de carne, se instaló en Fray Bentos, Uruguay. Giesbert, el industrial que inició la actividad, la trasladó luego de dos año exitosos a la Argentina y en 1865, utilizando capitales ingleses organizó la Liebigs Extract of Meat Company Ltd. 

· La concentración y especialización de una actividad determinada fue la consecuencia de una serie de avances tecnológicos que se introdujeron paulatinamente. La actividad dinamizó y activó el desarrollo de regiones pero, al declinar, produjo el estatismo, involución o desaparición de áreas completas .

La subordinación a una actividad no facilitó una ágil transformación ; así se observa hoy un alto grado de obsolescencia, desaprovechamiento o abandono del equipamiento instalado, sea éste de escala territorial, urbano u arquitectónico. La cultura generada alrededor de la monoactividad durante varias generaciones, no resultó fácilmente sustituible ; tampoco los reemplazos tendieron a aprovechar ese capital cultural disponible ; por el contrario, el desplazamiento forzoso de los grupos poblacionales de estas áreas hacia los centros de servicios de los sistemas urbanos provinciales o regionales, lleva implícita su aculturación.

· Los industriales fueron los propietarios del sistema completo. El control del sitio fue total. El paternalismo estableció un orden social y el habitante de los pueblos fue sólo un engranaje del sistema.

El obrero pertenecía al cuerpo de trabajadores del establecimiento pero quedaba arraigado a un poblado determinado ; carecía de libertad para movilizarse ocupacionalmente y se encontraba prácticamente aislado y condicionado a ciertas reglas de trabajo y a un pago cuyo monto y forma de entrega estaban fijados por el industrial. Al mismo tiempo éste necesitó de una mano de obra estable que permitiera el funcionamiento del sistema y de allí surgió la construcción de los pueblos para su radicación. Mientras el perfeccionamiento tecnológico eliminaba aquellos establecimientos que no podían transformarse, exigía una cada vez mayor número de obreros para su atención. En los ingenios, de 82 establecimientos existentes en 1870, sólo quedaron 34 diez años después. Se generó así un mecanismo en que el obrero necesitó de la compañía y ésta del obrero. En el frigorífico Liebig los inmigrantes constituyeron el grueso de la mano de obra ; en los ingenios el criollo fue irremplazable. La convivencia, en muchos casos forzosa trajo en el tiempo el surgimiento de sociedades en defensa de sus derechos. Este movimiento se inicia con los primeros años de este siglo y resulta coincidente para las distintas regiones : huelgas de obreros azucareros en 1904 y en 1906 y 07, de los tanineros en 1905, de los mineros de Iquique en 1907. Los planteos no siempre estuvieron orientados en la dirección más conveniente, pero fueron regulando la relación patrón-obrero que se había gestado unilateralmente.

· La empresa privada accionó para promover el funcionamiento en todos sus aspectos en un período en que el estado mantenía una actitud de laissez-faire ; los industriales ejercieron en muchos casos los roles principales en las funciones de gobiernoo integraron el sistema propietario de varias empresas simultáneamente.El obrero era un pequeño pero valioso engranaje sometido por el tipo de trabajo y la remuneración, canalizada en numerosas situaciones mediante el sistema de vales que sólo podían ser canjeados en la proveeduría del establecimiento.

El habitat industrial : la escala del territorio

· Las actividades industriales desarrolladas en la segunda mitad del siglo XIX configuraron un sistema de ocupación territorial .

Las Oficinas Salitreras del norte chileno formaron pueblos independientes organizados en una unidad geográfica mayor a la que denominaron cantones ; otro vínculo fue el de la propiedad, por su pertenencia a la misma empresa. La Lautaro Nitrate Company Ltd. fundada en 1889 era propietaria de aproximadamente 27 oficinas vinculadas a los puertos de Tocopilla, Taltal e Iquique. Garcés Feliú menciona cuatro cantones principales en la región de Antofagasta : el Cantón Central y Puerto de Antofagasta, el Cantón de Aguas Blancas y Puerto de Caleta Colosso, el Cantón Taltal y Puerto de Taltal y el Cantón El Toco y Puerto de Tocopillas ; en ellos se organizaron más de setenta Oficinas Salitreras. Hacia 1870 se fundaron las primeras oficinas en Cantón de Aguas Blancas y Cantón Central, pero el proceso de mayor actividad tuvo lugar entre los primeros años del siglo XX y hasta 1930, fecha en que inició su declinación por el descubrimiento del proceso Haber-Bosch p para la fabricación de salitre sintético. El sistema de ocupación se formalizó por la fundación de pueblos vinculados directamente con la explotación del salitre, las oficinas salitreras , los puertos del litoral, ciudades de servicio como Pampa Unión y pueblos de ferrocarril como Baquedano. Esta acción se complementó con el tendido de una extensa red ferroviaria tendiente a vincular las oficinas de un determinado cantón y con su puerto de embarque, así como los puertos entre sí. Obras complementarias como las destinadas a la captación de aguas subterráneas o la primera planta desalinizadora solar de agua del mundo (1872) se desarrollaron en forma paralela.

La actividad relacionada con la extracción del tanino del quebracho colorado promovió la organización de un sistema de pueblos y de asentamientos menores subordinados a ellos en plena selva chaqueña vinculados, al igual que los salitreros por la propiedad del sistema y el sistema de comunicación ferroviario. Su máxima expansión se dió en forma coincidente con la actividad salitrera entre 1880 y 1930, extendiéndose prácticamente sobre una propiedad única, la de la empresa La Forestal hasta 1950. En esa fecha el centro de interés se traslada hacia el Brasil y Sudáfrica por el agotamiento de los quebrachales y las cada vez más exigentes leyes sociales argentinas, en la búsqueda de la explotación de la mimosa y una mejor rentabilidad empresaria. Cada una de las acciones desarrolladas en una extensión de casi cien mil kilómetros cuadrados significó una modificación de territorio prácticamente virgen ; la primera de ellas, el obraje , constituía un campamento itinerante que se conectaba con las picadas o centros de acopio en los cuales la población se radicaba ya en forma estable ; desde ese punto, por ferrocarril, se trasladaban los rollos de quebracho hasta la fábrica alrededor de la cual se organizaba el pueblo industrial. El producto elaborado era derivado desde allí hasta las estaciones de ferrocarril conectadas a su vez con puertos como Reconquista y Resistencia. Cada fábrica daba origen a pueblos perfectamente organizados y se relacionaba con poblaciones menores y pequeños caseríos que aportaban las labores de acopio y extracción respectivamente. Todo este sistema estaba unido por vías férreas de trocha angosta que, a su vez, tenía ramales hacia puertos propios en los ríos principales. A la línea troncal de vías se va agregando poco a poco una interminable red de caprichoso dibujo que cumple perfectamente con los fines de las empresas. Estos rieles vinculan ciudades ya existentes como Reconquista o Resistencia pero, principalmente surgirán fábricas y lugares de acopio que generarán nuevas poblaciones.

En la provincia de Tucumán el pueblo industrial es el ingenio y con él está relacionada la la colonia de ingenio , sistema mediante el cual los industriales producen la materia prima en las tierras de su propiedad ; el elemento de enlace es el cargadero al cual llegan los carros o el ferrocarril decauville para pesar los fardos de caña y desde allí derivarla al ingenio . A las líneas ferroviarias ya mencionadas se suma la construcción de acequias y canales tanto para riego del cañaveral como para alimento del sistema fabril. También se produce el trazado incipiente de una intensa trama de caminos vecinales que al llegar a las proximidades del ingenio se transforman en espléndidas avenidas arboladas con plátanos o jacarandáes. Esta ocupación del territorio se superpuso a la red de centros urbanos ya existentes y se integraron también con los pueblos que surgen por acción del ferrocarril como Lamadrid o Las Cejas. Paralelamente a esto, el crecimiento de los ingenios significó la declinación de pueblos civiles con un rol jerarquizado dentro del territorio, como el caso de la Villa de Medinas situada a dos kilómetros del ingenio La Trinidad.

Pueblos modelos como Saltaire, Bournville o Port Sunlight adquirieron la organización que los identifica entre 1870 y 1890. Se construyeron en un período en que se tomó la decisión de salir al área rural en busca de mejores condiciones para la instalación de los asentamientos. La selección del sitio estuvo determinada, al igual que en las experiencias aquí analizadas, por la existencia de una fuente de agua, una línea ferroviaria, caminos y terrenos de bajo costo ; buscaban al mismo tiempo mejores condiciones ambientales relacionadas con el sol, el aire y el verdor, elementos que después se revalorizaron en el marco del urbanismo moderno. Inglaterra tenía en vigencia una legislación urbanística a partir de la Public Health Act de 1848 ; Engels había publicado The conditions of the working class in England en 1844 ; Disraeli , Sybil en 1845 y James Silk Buckingham National Evils and Practical Remedies en 1849, en el cual, además de expresar con firmeza las difíciles condiciones de vida de las áreas industriales, definía las características que debía reunir una fábrica o un pueblo modelo. En 1898 Ebenezer Howard escribió Tomorrow : Peaceful Path to Real Reform, proponiendo una estructuración del territorio coincidente en muchos aspectos a lo que en la práctica se había obtenido con el sistema azucarero, la actividad salitrera y la del tanino. La idea de generar una serie de asentamientos como células vivas con crecimiento limitado, rodeados de un importante cinturón verde y con eficientes comunicaciones entre sí y con la ciudad central, resultó ser la organización de extensas áreas territoriales latinoamericanas. Cada asentamiento industrial fue efectivamente una célula viva independiente, vinculada por la vía férrea o la fluvial con las áreas productoras de materia prima y los centros de distribución del producto.

Los pueblos industriales

· El origen de los pueblos estuvo vinculado en algunas actividades a procedimientos pre-industriales como granjas, estancias, saladeros, pero sus características no influenciaron la organización física de los asentamientos industriales. Otros se fundaron ex-novo utilizando formas variadas ; en todos los casos se utilizaron criterios de organización que los identifican como un tipo urbano novedoso respecto de la tradición urbanística de la región..

· El trazado de los pueblos industriales refleja la aplicación de criterios de ordenamiento ya experimentados en el exterior y que expresan la relación armónica entre bloques funcionalmente homogéneos; su forma puede derivar de la conjunción de elementos múltiples pero siempre enlazados en una estructura clara subyacente ; reflejan la estratificación socio-económica que impone el sistema. Las experiencias del cono sur manifiestan algunas notas particulares que constituyen un aporte a la historia urbana.

· La construcción de un pueblo industrial se realiza como vehículo de inversión de parte de las ganancias de los industriales y como mecanismo apropiado para obtener mejor rendimiento del trabajo obrero. Todo el sistema fue iniciativa de la empresa privada. La legislación urbanística prácticamente no exisitió o llegó retrasada con respecto a la materialización de los asentamientos.

Bournville, asentamiento modelo que los Cadbury construyeron en las afueras de Birmingham, aporta con su diseño elementos como : - Un sistema de distribución -producto de la intervención de profesionales arquitectos bajo la dirección de los propietarios del sistema, cuya estructura organizativa tiende a imitar las formas blandas existentes en la naturaleza, tal como lo entendía la teoría de diseño paisajista. Este sistema implica, en concordancia con el punto anterior, variedad de diseño para el tratamiento de las vías de comunicación, las que adoptan también la línea curva y cuyos resultados son la utilización del close, del cul de sac y del crescent . En la necesidad de reforzar la idea de que se trata de un gran jardín, las calles llevan nombre de especies vegetales. Se margina la localización del ferrocarril y del canal evitando toda perturbación a la tendencia de lograr una naturaleza idealizada y perfeccionada ; se distinguen áreas para la circulación peatonal y vehicular, rescatando para el habitante la posibilidad de aprehender el espacio urbano en un recorrido a pié, hecho que se apoya también en las dimensiones del poblado. El parcelamiento posee mayores dimensiones en el área destinada a los empleados que en las zonas para obreros, reflejo de una fuerte estratificación socio-ocupacional. Al trazado se suma - Un sistema de ocupación que ordena a los edificios en áreas homogéneas según su función ; se identifican así : 1. El área de fábrica ; 2. Viviendas para empleados jerárquicos ; 3. Viviendas para obreros ; 4. Asilo para ancianos ; 5. Centro comercial ; 6. Edificios para los servicios comunitarios (escuela primaria, Colegio de Artes y Oficios, iglesia,) ; 7. Parques públicos. Los edificios se ubican en las parcelas en forma independiente, pero alineados por la vía de circulación y configurando un frente ; la morfología refleja el zoning y la estratificación socio-ocupacional ; diseños diferentes para funciones diferentes.

El tejido urbano resultante es producto de la combinación de ambos sistemas y expresa la organización en que basa la empresa todo su funcionamiento. Queda allí manifiesta una dualidad irreconciliable : por un lado, el diseño adoptado permite al habitante acceder a las teorías urbanísticas más avanzadas del momento donde la libertad de las formas utilizadas se contrapone a la estrictez en que se basa el sistema de trabajo vigente.

Toda organización de una Oficina Salitrera significó la resolución de un área de fábrica, alojamientos para el personal y servicios comunitarios. La organización es particular para cada establecimiento, pero en todos los casos, las unidades autónomas que constituyen estos pueblos, responden al planteo de armonizar bloques funcionales homogéneos. Se distinguen : 1.La fábrica y sus anexos con área especial para el ferrocarril y sus talleres ; 2. El barrio de empleados localizado generalmente en las proximidades de la fábrica y articulado con 3. La plaza y el equipamiento comunitario ; 4. El campamento obrero. El equipamiento para deportes se encuentra en general disperso en distintas zonas del asentamiento. - El sistema de distribución revela estructuras formales diferentes para el área de empleados y obreros. Para los primeros se genera una superficie continua que incluye, en casi todos los casos, el gran espacio público, la plaza, alrededor de la cual se localizan los edificios para la comunidad como Teatro, Filarmónica, Escuela, Biblioteca Pública, Pulpería, para citar algunos. El campamento obrero, en cambio, se ordena con una trama ortogonal precisa ; el módulo está determinado por manzanas de proporción rectangular y dimensiones variables según el tipo de viviendas que alojen (30x60 metros ; 25x100 metros) El uso del suelo evidencia casi la mitad de la superficie del poblado ocupada por fábrica-ferrocarril-vivienda de empleados-plaza ; el cincuenta por ciento restante lo ocupa el campamento obrero ; esto, en un establecimiento de 1180 trabajadores, significa una superficie de aproximadamente 200x250 metros. En Chacabuco, 3.144 trabajadores y sus familias se distribuyen en una superficie de 350 por 400 metros, Sorprende el área destinada a la circulación ; en algunos casos el ancho de las calles es de 25 metros y los pasajes de sólo 2,5 metros. En los pueblos del Sistema Guggenheim como Pedro de Valdivia y María Elena, la estructura de la forma es más compleja (un octógono en María Elena) y el Barrio Americano destinado a empleados jerárquicos tiene una clara distribución paisajística.

En los pueblos tanineros se verifica la zonificación funcional de los anteriores ; la estructura de la forma en La Escondida, cuyos dueños son franceses, plantea una atractiva red de caminos al estilo paisajista idea que se enfatiza destinando una importante superficie para un parque ; en Fontana, propietarios españoles prima el trazado regular hispanoamericano con plaza en cuyo borde se instala el edificio religioso ; la fábrica de quebracho y la desmontadora de algodón se localizan marginalmente entre el poblado y la laguna. Rodeando la fábrica se localizan las viviendas de los administradores y empleados administrativos, luego los empleados y operarios fabriles y por último los peones y hacheros.Para compensar la rigidez del trazado las calles están forestadas y se denominan de acuerdo a distintas especies arbóreas como en Bournville.

La organización de Pueblo Liebig en Entre Ríos se realiza, al igual que en los casos anteriores, para brindar alojamiento a su personal gerencial y administrativo y al personal obrero, ante la necesidad de contar con una población permanente para obtener una eficiencia mayor en la producción.El ordenamiento se ajusta a un zoning funcional ; la fábrica se instala en relación con el puerto por donde ingresan los insumos y se exporta la producción ; en sus proximidades se localizan los servicios comunitarios como Biblioteca, canchas de tenis, la administración, la Prefectura Naval y un grupo de viviendas para empleados, alineadas a lo largo de la vía de comunicación que vincula con la ruta nacional 14. Esta viviendas, agrupadas en forma apareada, conforman el barrio La Hilera , en cuyo extremo norte aparece el mess. La manga , barrera física longitudinal por la que se trasladaba a los animales desde los campos hasta la playa donde se iniciaba el proceso industrial, separa físicamente el barrio del personal jerárquico del de obreros. Desde la fábrica se controla a ambos. La estratificación social queda manifiesta por la localización de los elementos, su organización y y el tipo de arquitectura que se utiliza para las distintas funciones. En el primer caso, el barrio de empleados se emplaza en la zona de mejores condiciones físicas, la más elevada y la que permite visuales hacia el río Uruguay ; las construcciones disponen de un terreno exterior propio y de dimensiones generosas. El P ueblito en cambio, se localiza en la zona más baja, de visuales limitadas, en una edificación continua y con más alta densidad de edificación. Las viviendas, según el tipo adoptado, generan también tipos diferentes de agrupamiento. Se distinguen los amanzanamientos o corralones con patio interior común para todas las unidades desde el cual se accede a las unidades ; el de pasillo interior con viviendas en paralelo con acceso desde las calles perimetrales ; también la vivienda alineada a lo largo de una calle del asentamiento (treinta viviendas en trescientos metros). En todos los casos se genera una superficie de edificación continua. Como en los pueblos chilenos, los tipos edificatorios son muy diferentes para obreros y para empleados pero en Liebig no hay una estructura para los espacios públicos sino que su diseño libera residuos espaciales para el uso público ; los edificios comunitarios no configuran un área, sino que, tanto el almacén, la tienda la zapatería, la botica, la escuela o el club se localizan en distintos puntos del trazado pero en relación con el Pueblito o área obrera.

En los ingenios azucareros el trazado de líneas directrices ya mencionado se expresa con diferentes esquemas tipológicos : lineal (ingenio Cruz Alta o La Florida), en forma de T (ingenio San Juan), en forma de cruz (ingenio Santa Lucía) o en cuadrado (ingenio Santa Ana). El sistema de ocupación se ordena en base a una relación armónica entre los bloques funcionales homogéneos anteriormente explicitados. Los espacios libres de construcción configuran el espacio público ; su falta de especificidad las transforma en áreas deterioradas utilizadas como prolongación de las actividades familiares. No existe plaza o parque para la comunidad. El ingreso y salida de los pueblos está especialmente vigilado ; se localizan casillas de control en los puntos de ingreso y se cierra el recinto completo por medio del cerco ingenio.

· La radicación de la población en los pueblos industriales facilitó la integración del obrero ; esta cohesión interna fue la base de las organizaciones gremiales de la actualidad e inició el camino de las conquistas en el orden social.

· En los pueblos industriales organizados en la segunda mitad del siglo XIX es posible identificar una serie de criterios que significaron un aporte al urbanismo moderno.

Entre ellos pueden citarse el sistema integral de ocupación del territorio, la definición del rol funcional de cada elemento que lo integra, el zoning articulando áreas funcionalmente homogéneas, las dimensiones que permitieron su recorrido en breve tiempo de marcha a pié, la jerarquización de vías de circulación de acuerdo al tipo de elementos que conectan.

La vivienda y los servicios comunitarios

· La tipología funcional y constructiva adoptada para los barrios de viviendas revela la estratificación socio-económica del sistema.

En los pueblos del salitre las viviendas para obreros se construyeron en tira ocupando la manzana rectangular y parcelada ; fueron unidades de una sola planta. La organización presenta dos tipos diferentes : viviendas apareadas por los fondos u otras separadas por los fondos y vinculadas por una estrecha vía circulatoria a manera de pasaje al cual se abren. Este tipo se utilizó también en Liebig ; podía ofrecer mayor protección climática y generar un área social privativa a sus ocupantes. En otros casos las viviendas, con distintas resoluciones, se abren a la calle, con un sistema de ocupación de la parcela que varía según los casos. Un volumen menor adosado resuelve la cocina ; en el patio se genera un espacio para sombra . El rigor del clima hace generar extensos aleros que algunas veces conforman pequeñas galerías hacia la calle y hacia el interior. Los sanitarios son en algunos casos, letrinas ubicadas en el límite de la parcela y otros están resueltos en forma colectiva, sistema similar al de los ingenios de azúcar. Las unidades tienen una o más habitaciones, comunicadas de local a local o través del patio. Este espacio, una constante, está siempre limitado por una construcción. El paisaje urbano es monótono, con calles entre 12 y 25 metros de ancho y pasajes de 2.50 metros ; la altura de la edificación es baja y se enfatiza la horizontalidad con un zócalo de aproximadamente 0.60metros de altura.

Los buques de Pedro de Valdivia conforman en sí mismos una manzana con una resolución integral para la vivienda colectiva : 19 habitaciones ordenadas linealmente a cada lado de un gran patio común desde el cual se accede a ellas constituyen las áreas de residencia ; en los lados menores y al centro se localizan los sanitarios colectivos y en el lado opuesto el ingreso al buque. En María Elena, los llamados pasajes evolucionan este tipo y es posible acceder desde adentro o desde la calle en forma directa a las unidades localizadas en el perímetro. Se organizan dos patios interiores con un espacio de conexión central. Están previstos lavaderos y sanitarios colectivos. En algunos ejemplos se emplea el adobe como material constructivo de los muros y calamina para los techos ; en otros, la calamina sobre estructura de madera se utiliza para la unidad completa.

Los corralones de Liebig son también como los buques o los pasajes , manzanas con patio central desde el que se accede a las viviendas, pero aquí cada una unidad posee parte de ese espacio central independiente del que hace uso la totalidad de los habitantes Las viviendas resueltas en paralelo liberan como las salitreras, una calle pasaje entre ambos fondos. El personal no calificado o los solteros ocupaban albergues colectivos, conocidos como cuartos de playa y se individualizaban como El Lazareto, El Dragón y El Guampazo, .llamado así porque albergaba amujeres solas. La soltería era una larga sucesión de habitaciones en hilera, cercana a la fábrica a la cual se accedía por medio de un zaguán único que daba acceso a una galería de distribución, desde la que se ingresaba a cada una de las habitaciones. En los puntos extremos de la construcción, equidistantes del acceso, había algunas duchas de agua fría y baños.

En los ingenios azucareros las unidades no superan las dos habitaciones, un pequeño local para cocina, adosado o no, una galería y en algunos casos una letrina. Los locales son de 4x5 metros o 5x5 metro ; en ellos se guarda el equipamiento y la familia vive al aire libre. La estructura de la forma incluye geometrías simples como la del cuadrado o la del rectángulo y otras de mayor complejidad como la del octógono o la cruz griega. Los volúmenes resultantes tienen jerarquía, ya que hay una intención de dar a estas pequeñas unidades cierta relevancia dentro del conjunto. La altura de los techos, el tipo de materiales empleados (ladrillo, techos de tejas o de chapas de cinc, pisos de ladrillos), el volumen compuesto por dos o tres elementos variados y el uso de estilos arquitectónicos que siguen la línea adoptada para la cada del propietario, así lo demuestran. La estrechez del espacio interior transforma el espacio exterior en un área vital y de allí surge, a partir de 1930, la necesidad de identificar la parcela de cada unidad.

· La construcción de las viviendas para obreros les permitió superar las características de la vivienda rural primitiva y significó la adaptación de familias a hábitos de vida urbanos. El resultado fue una propuesta de vivienda que no fue urbana ni netamente rural sino adaptada a este modo de vida rurubano.

· Las viviendas de los empleados jerárquicos se distinguen por su diseño, las dimensiones, el número y tipo de locales : comedor, estar, cocina, dormitorios y sanitarios. Conforman volúmenes importantes en uno o dos niveles ; algunos tipos presentan galerías o terrazas y zona para el servicio.

El barrio La Hilera, dedicado a los jefes y directivos de la Liebig se resolvió como un barrio-jardín con una forestación cuidadosa para las calles (avenida de paraísos) y con jardines que rodeaban las viviendas tipo chalet construidas en ladrillo con bow-windows, chimeneas importantes y grandes techos de chapa ; el mess estaba destinado a los ingleses de paso, sin familia y se resolvió como un edificio de planta central cuadrada, en dos niveles y con servicios complementarios para la recreación. En esta zona se localizan otros elementos como la estafeta de correos. El lawn tennis y un parque especialmente diseñado. En este asentamiento se independiza el área de fábrica, el barrio La Hilera y el mess, de la zona destinada a los obreros ; puestos de guardia controlan la accesibilidad.

Con la importación de maquinarias francesas, inglesas y alemanas, llegan a la provincia de Tucumán los técnicos de las casas fabricantes para dirigir su instalación ; muchos se radicaron en los ingenios en forma definitiva. Las viviendas para el personal jerarquizado se localizan en las proximidades de la fábrica y se diferencian en todo respecto de las unidades obreras ; poseen locales con destino específico, pasillos de circulación para comunicarlos, galería sólo para el ocio, un amplio jardín, sanitarios instalados con servicio de agua domiciliario. Resueltas con criterios pintoresquistas su volumetría alcanza en algunos casos los dos niveles.

Todos los ejemplos estudiados revelan una preocupación especial por resolver edificios para actividades comunitarias. La pulpería, el hospital, la botica, el teatro, la Filarmónica, el área deportiva, manifiestan la intención de introducir en estos pequeños asentamientos el equipamiento de la ciudad. Según la vocación de los patrones fue el tipo de resolución adoptada. En algunos pueblos configuraron un área funcional homogénea, en otros se localizaron en el perímetro del espacio público o se distribuyeron en la trama. En algunos casos se construyeron equipamientos independientes para el personal jerárquico. El sistema se acompañó con políticas motivadoras para el personal mediante la organización de campeonatos, torneos, días de recreación entre equipos de distintos pueblos, quebrando el aislamiento natural en el que se encontraban.

BIBLIOGRAFÍA Y NOTAS

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