II Encuentro Nacional "La Universidad como Objeto de Investigación"

Centro de Estudios Avanzados (CEA - Universidad de Buenos Aires -UBA)

Noviembre 1997

 Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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"La escuela Argentina de Fisiología: los memes de Houssay y el linaje houssayano en el 50§ Aniversario del Premio Nobel"

a- Nombre del Autor: Enrique T. Segura
b- Título Profesional: Dr. en Medicina
c- Institución de pertenencia: *Facultad de Psicología-UBA,
Profesor Regular Titular ; *IBYME (CONICET), Investigador Principal
d- FAX: 786-2564; T.E.: 783-2869;
e-mail: esegura@proteus.dna.uba.ar
e- Area temática elegida: 6- Dimensión histórica de la Universidad, de sus disciplinas y actores

Resumen:

En esta comunicación se aplica la noción de meme, en tanto unidad de transmisión cultural y la formación de linajes científicos a la escuela de fisiología fundada por Bernardo Alberto Houssay, Premio Nobel de Fisiología y Medicina, 1947.

Se describen los distintos momentos de la gestación del movimiento fisiológico argentino a partir de la obra de su fundador y promotor. La formación cultural, la vocación y la formación científica de Houssay. Su decubrimiento del método y su tarea como divulgador del mismo. La producción científica, la formación de discípulos. Nacimiento, crecimiento y expansión internacional de la Escuela Argentina de Fisiología. La dispersión mundial de los memes de Houssay y la institucionalización de la investigación científica. El legado científico de Houssay, su linaje y proyección hacia el tercer milenio.

La escuela Argentina de Fisiología: los memes de Houssay y el linaje houssayano en el 50§ Aniversario del Premio Nobel:

El Premio Nobel de Houssay fue y sigue siendo motivo de orgullo y alegría no sólo para la Argentina, país en el que nació el maestro, sino también para toda latinoamérica, región que amó entrañablemente y comprendió en sus necesidades de desarrollo científico-tecnológico y para la cual preconizó y en rigor contribuyó a crear un verdadero Mercosur de la inteligencia y de la investigación científica, mucho antes de que los gobiernos de la región, decidieran asociarse en otros aspectos.

Aludir a los valores de personajes verdaderamente grandes como Houssay, no ofrece mayor dificultad. Basta con tomar un diccionario de sinónimos, seleccionar los términos más laudatorios y ampulosos, construir sobre esta base un texto más o menos elaborado y leerlo con buen tono. Decir algo original, es en cambio bien diferente y difícil. Trataré de hacer algo al respecto sin ninguna garantía.

LA HERENCIA DE HOUSSAY

Me parece atinado en este momento hablar de la herencia que Houssay nos dejó a todos los argentinos y quisiera decir a Latinoamérica toda. Su Premio Nobel forma parte desde luego de su legado, porque no es poca cosa el haberlo logrado por primera vez para la región. Pero, con toda su importancia, esta verdadera joya se suma a otras no menos trascendentes para nosotros, su descendencia científica. En primer lugar, Houssay descubrió en forma autodidacta el método de las ciencias naturales, guiado tan sólo por la lectura de la obra de su maestro en espíritu: Claude Bernard. Bernard, fue como sabemos uno de los fundadores de la fisiología moderna y figura estelar del positivismo francés en las ciencias naturales. Houssay desde luego estuvo al tanto de las otras corrientes teórico-experimentales de fines del siglo XIX. En primer lugar, los fisicalistas germanos de Berlín y Viena, von Helmholtz, Hering, Ludwig y Du Bois- Reymond, todos ellos discípulos del mítico Johanes Müller.

También conocía perfectamente la escuela fisiológica de habla inglesa y la rusa. Pero, con una autonomía de criterio y una audacia sin límites, se propuso crear una escuela de fisiología independiente a nivel internacional y lo que resulta más increíble, lo logró en plenitud. Sin ninguna duda, pocos países tuvieron, entre 1920 y 1950, un elenco de científicos en el campo de la fisiología, superior en número y calidad al de la escuela de Houssay en la Argentina. Tengo la impresión de que el alcance histórico de este suceso no ha sido todavía bien evaluado.

Houssay nos dió con esta parte de su obra, una profunda lección de nacionalismo en el mejor de los sentidos. Nos quiso decir algo así como: la ciencia es ciertamente universal pero ­no seamos provincianos para cultivarla!. Como hombre culto, usaba el término en su acepción clásica: pro-vincial: territotio destinado a los pueblos sojuzgados.

¿Cuántas veces le oímos decir en todos los escenarios en que actuó que la ciencia es la clave del desarrollo de las naciones y que sin ella, el atraso y la dependencia se imponen?. Hoy esto suena a lugar común pero ¿sabe o no a extraña profecía en la boca de un fisiólogo, en los años veinte o treinta, cuando los economistas y los políticos proclamaban eufóricos el eterno latiguillo de "Argentina granero del mundo" con el ingenuo logotipo del cuerno de la abundancia? ¿Sería incorrecto decir que aún hoy no hemos terminado de asimilar este increíble ejemplo de anticipación-predicción? Pensemos solamente en las muchas vocaciones frustradas de jóvenes sin cupo para la excelencia de sus talentos. De modo pues que de Houssay heredamos el método y sobre todo la exigencia de su difusión. Si es cierto que Darwin dijo "sin teoría no hay datos" Houssay agregaría "sin método tampoco".

Esta misión houssayana de difundir obsesivamente el método científico sólo es comparable a la asumida visceralmente por otro iluminado argentino y universal: Sarmiento, en su prédica alfabetizadora. De hecho Houssay es una suerte de Sarmiento de la promoción científica.

Porque no satisfecho con crear una escuela autóctona, apoyó sin reservas la formación de cada grupo que se iniciara en el mismo sentido dentro y fuera del país. Así surgieron a su influjo muchos de los centros que aún hoy subsisten.

De igual trascendencia en el legado de Houssay, es la creación del profesional de la ciencia: una fuerte vocación, probada en el sacrificio cotidiano, una formación de altísima exigencia, dedicación exclusiva, disciplina rigurosa, especialización y formación de discípulos = carrera del investigador.

Pero aún faltaba el gesto final del gran político de la ciencia: crear las instituciones que sirvan a una prédica tan ambiciosa y así nace el CONICET.

LOS MEMES DE HOUSSAY Y EL LINAJE HOUSSSAYANO

En los minutos que restan desearía comentar un aspecto de la herencia de Houssay, que no vacilo en considerar como lo más importante. Me refiero al éxito evolutivo del proyecto de Houssay que, como señalé antes, atravesó todas las instancias: desde el descubrimiento del método y su difusión intensiva, la formación de una escuela científica independiente, la elaboración de un modelo de investigación y un patrón de investigador, hasta la política científica que consolidara instituciones reales como el CONICET, Institutos, Fundaciones y Cátedras. Y formales como leyes y reglamentaciones. Todo esto encaró y lo concretó Houssay por el imperio de su voluntad indomable al principio y la influencia de su gran prestigio más tarde. Pero al mismo tiempo su obra como maestro desencadenó un efecto en cascada a través de sus discípulos directos e indirectos.

Este fenómeno se produce con independencia de los actores directos, en los términos de la propagación de ideas, ejemplos personales y modos de hacer y pensar. Este tipo de propagación es comparable a la dispersión de genes de una población determinada y el soporte propuesto para la propagación de ideas y conductas aprendidas se denomina "meme". Es el vector entonces de toda transmisión cultural como la comunicación, las modas, las dietas, las adicciones, etc. Los ecólogos del comportamiento lo consideran la unidad material de las transformaciones culturales. En el caso de Houssay, como de todos los grandes pioneros y maestros, desde Sócrates a Prigogine, por citar dos personalidades paradigmáticas, su obra inicia un linaje que tiene como vector no a los genes sino a los memes. El diagrama siguiente presenta un árbol memético que tiene a Houssay como agente inicial, constituyendo una red incontenible que hoy continúa y continuará más allá de cualquier dificultad externa, ya sea política o social.

(Diagrama N§ 1: CorelDRAW: Memes) Esta permanencia y su multiplicación, es una prueba del oportunismo del "meme" que, como el "gen" se adapta a las circunstancias más adversas.

Consideraciones finales

Decir que Houssay era un científico excepcional nada agrega. Houssay era también un hombre culto que sumaba a su proverbial erudición una cualidad que sólo exhiben los investigadores egregios: era también un sabio integral.

Tomando el aforismo de Kant quien dijo de la ciencia que "es la puerta estrecha que conduce a la sabiduría", Houssay nos dice que sin sabiduría no hay ciencia posible.

Necesitamos tanto la erudición como la experiencia, pero la ciencia verdadera nace, madura y florece, acunada en los brazos de mujeres y hombres lanzados a la búsqueda de la sabiduría.

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