V Congreso de Antropologia Social |
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La Plata - ArgentinaJulio-Agosto 1997 |
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Comisión: Antropología y Educación
Estudiantes secundarios: relaciones y vínculos entre pares
Mónica M. Maldonado Lic en Antropología Social
Centro de Estudios Avanzados y Esc. de Cienciasde la Información. U.N.C.
Pensar en los adolescentes -jóvenes hoy, representa todo un desafío para la investigación social puesto que cada vez la problemática se complejiza y se entrecruza más entre distintas dimensiones de lo social que atraviesan lo que antes parecía un campo prácticamente destinado para la pedagogía o la psicología evolutiva. Abordar un fenómeno como adolescencia-juventud nos remite a enfrentarnos a categorías relativas, que no tienen una sustancia o esencia que las determine sino que se hallan en estrecha relación con aspectos culturales, socio-económicos e históricos que irán otorgándoles formas específicas de presentarse.
Es decir, si bien pueden encontrarse ciertas características psicobiológicas para definirlas, éstas no serán suficientes ni únicas para todo tiempo o lugar. Serán apenas indicadores que sirvan para marcar etapas que no tendrán la misma significación simbólica en distintos grupos humanos o tiempos diferentes.
Mientras el adolescente vive profundas transformaciones psico-biológicas, es atravesado desde lo social por un mundo de incertidumbres, donde los adultos se debaten en encrucijadas de adaptación forzada o intolerancia, con parámetros que desconocen o rechazan, con reglas del juego nuevas, de un juego que no se sabe cuándo ni dónde termina.
El problema que me ocupa es el de las relaciones sociales entre los adolescentes, más específicamente entre los adolescentes-jóvenes. El espacio social escogido para abordarlo es la escuela secundaria, en tanto que representa un lugar que entrecruza grupos humanos heterogéneos que portan saberes e historias personales y sociales diferentes y que allí deben ser puestas en juego. Pero donde además se encuentra un universo cautivo que tiene que convivir cotidiana y "obligatoriamente" con un grupo conformado por la institución al azar, pero dentro del cual en un proceso que aparece como "natural" los estudiantes van seleccionando grupos de pertenencia con fuerte carga significativa para ellos. Trabajo con un grupo de alumnos que transitan del quinto al sexto año de su bachillerato en una escuela pública, mixta, heterogénea socialmente y ubicada en el centro de la ciudad de Córdoba. Con ellos como sujetos, como agentes del proceso, intento reconstruir las significaciones que le otorgan a las prácticas que desarrollan respecto a las relaciones vinculares con los pares. Estas interpretaciones de primer orden, serán confrontadas con las prácticas observadas y reflexionadas a nivel teórico, en la búsqueda de construir el objeto a partir de un análisis interpretativo. En este sentido, la pregunta que orienta este trabajo tiene que ver con los procesos y los modos en que los adolescentes se seleccionan y clasifican entre sí, se buscan y se rechazan, se integran y se excluyen, momento en el que ponen en juego prácticas y representaciones sobre "el otro", en este caso sus pares, y sobre sí mismos.
Cuando el sujeto selecciona, toma una de entre varias alternativas posibles, pero debemos tener en cuenta que en estos procesos de selección, en la re-presentación de sus elecciones, los sujetos juegan el rol que les fijó su pertenencia a una cultura, a un modo de vida que se internalizó de forma tal que es parte de sus actos, de sus gustos, de su cuerpo, donde lo social y lo individual se funden y el sujeto pone en juego inconcientemente el mandato en el que lo instruyó su clase.
Según lo planteado por Bourdieu, a través de la formación de habitus los sujetos han sido impuestos e imponen un modo de seleccionar, de clasificar y de experimentar la realidad. Y es en esta estructuración de la vida donde los saberes inscriptos en su cuerpo se vuelven acto, y donde las diversidades sociales y culturales se vuelven desigualdad, pues parecen responder a una lógica "natural" y no a una construcción social estructurada y estructurante.
Clasificaciones que clasifican tanto a los destinatarios de la clasificación como a sus clasificadores, que al mostrar los criterios de selección muestran al mismo tiempo los de exclusión, y que al excluir hablan de la conformación del grupo de quienes clasifican.
Ahora bien, a partir del trabajo de campo, comienzo a pensar en ciertas "anticipaciones de sentido" o al menos vislumbrar algunos indicios que me permiten unir fragmentos, trozos sueltos productos de la observación, en un comienzo de análisis que posibilite orientar caminos de búsqueda antropológica.
Preguntarse respecto a prácticas y representaciones de los adolescentes en relación a esta problemática, implica inscribir esas prácticas y esas representaciones en un campo más amplio, esto es, anclarlas en un tiempo y un espacio particular, con una historia social, institucional y de los agentes que las operan, movilizan, las legitiman o las resisten. Participamos de una época donde las fracturas sociales parecen agudizarse cada vez más y las distancias entre los distintos sectores sociales crece creando un foso que va desarticulando las capas medias e incorporando a unos pocos al sector de los integrados al mundo del trabajo y el consumo y a los otros al sector de los carecientes y excluidos. Mientras desaparecen las clases sociales como grupos identitarios de alianzas y oposiciones, se agudizan las distancias entre ricos y pobres.
Esta imagen, nueva en nuesta sociedad, ya que la misma se caracterizaba desde fines de los años veinte por el crecimiento acelerado de una clase media que llegó a homogeneizar la imagen social del país, genera una serie de fracturas en el nivel de las representaciones sociales mientras se van legitimando nuevas concepciones de lo social.
Las expectativas de movilidad social ascendente que estuvieron históricamente unidas al ideario de la escuela pública argentina se desvanecen aceleradamente entre los jóvenes que ven a las generaciones pasadas debatirse entre la obsolescencia y el desempleo. Aunado a ello, la oferta educativa genera propuestas de alta calidad y elevados costos para reducidos sectores de élite que serán los encargados de ocupar los puestos de mayor jerarquía en el mercado laboral. Baja calidad en la enseñanza para muchos, excelencia y competitividad para pocos. Proceso que está generando una clasificación social diferencial entre escuelas públicas y privadas y contribuye a resignificar ambas categorías.
El ajuste por parte del Estado de los recursos para mantener la educación pública, las denuncias y reclamos emprendidos por las agrupaciones gremiales y por los grupos de padres sobre el desmantelamiento de las escuelas ha ido contribuyendo a conformar una representación social de la educación pública que se va legitimando en el tiempo. Las escuelas públicas son visualizadas como escuelas para pobres, "de segunda", mientras que las privadas parecen dar cuenta de "gente pudiente", con poder, y como tales están organizadas a modo de ofrecer servicios actualizados "de primera". El marketing, la propaganda, los servicios, las relaciones sociales, la tecnología, son parte de la oferta que realizan los colegios privados a los padres que "pueden" invertir y prevenir el futuro educativo y social de sus hijos.
Pareciera que sólo los pobres y las clases medias empobrecidas, entre las que se encuentran los docentes, siguen defendiendo el espacio de la escuela pública como la única posibilidad de educación para sus hijos. El abandono de las mismas, se nota con sólo recorrer sus aulas, sobre todo las de nivel medio, donde la pobreza, la carencia, se palpa en las paredes despintadas, los vidrios rotos, los bancos semidestruidos. Dentro de las aulas, también está presente en los chicos la percepción de que están en una escuela pobre para pobres.
En este contexto se establecen las relaciones y las luchas dentro de la escuela. Luchas de la dirección por un proyecto educativo; conflictos de relación llevados al plano de lo jurídico a nivel ministerial; conflictos y problemas de vínculo entre los estudiantes sujetos de este trabajo.
Atendiendo a las vínculos que los alumnos manifiestan tener con sus compañeros dentro del aula, parecieran respetarse ciertos patrones de agrupamiento que responden a identificaciones al interior de los grupos de compañeros con rasgos similares; mientras que entre los grupos se denota un rechazo cargado de una serie de clasificaciones del "otro", marcadas por altos niveles de prejuicio.
Hasta el momento encuentro distintos aspectos en los que puedo ordenar el análisis, cada uno de los cuales conlleva un conjunto de categorías clasificatorias puestas en acto por los adolescentes. Aspectos o facetas que nos sirven para trabajar analíticamente pero que en la realidad cotidiana de las relaciones y los vínculos se entrecruzan y mixturan de manera permanente. Distingo los siguientes: el social y cultural; el de género y dentro de éste el sexual por las características particulares que tiene dentro de la vida del aula; el aspecto comunicacional y el etario.
En este trabajo nos abocaremos al social y cultural, por el tipo de temas que aparecen con mucha recurrencia en las entrevistas con este grupo de alumnos, y también, porque disponemos de un tiempo restringido para esta presentación. -El aspecto social y cultural: Algunos fragmentos extractados de las entrevistas ofrecen ricas posibilidades de análisis e interpretación. Son temas que aparecen en las entrevistas la mayor parte de las veces de manera espontánea sin que yo haya preguntado sobre los mismos, como parte de las explicaciones que los adolescentes me ofrecen y se ofrecen sobre la conformación y la historia del curso. Por empezar, el curso se autodefine como "conflictivo" porque hay muchos enfrentamientos entre personas y entre grupos, y "aquí, nadie banca a nadie". Clasificaciones de los grupos como "cizañas", "tragas", "moluscos o nerds" "pulentas", "mocos" dan una idea del nivel de conflicto y lucha. Escuchemos algunas interpretaciones: Nora: -A mi modo de ver, ese grupito que separó al curso son chicas de colegios privados que tienen otros grupos sociales, se manejan de otra forma, y nosotros somos más... éramos más amigos, éramos más unidos y ellas en ese sentido son frías, porque están porque son compañeros, pero no se identifican con una amistad realmente.
Soledad por ejemplo, venía de un colegio privado, entonces se creía mucho y acá chocó eso y por eso no la aceptaron el año pasado. Ella comparaba y decía - en mi curso eran todos rubios de ojos verdes- acá eramos todos morochos de ojos oscuros, eso chocaba... - en mi colegio hacíamos tal cosa-... todo comparaba, porque era el primer año, por eso debía ser...
Yo:- ¿Y este año? Laura:- Ya está más superada (sonríen) pero el año que viene se cambia de colegio. Se ha adaptado un poco, pero no olvida eso, no lo puede dejar de lado. Seguramente en un colegio privado tenía mejores condiciones tal vez que en éste, entonces no se acostumbró tanto a esto...
Yo: -¿Acá son todos morochos...? Nora: - Nadia es la única rubia, los demás somos todos morochos. (se ríen todas) Este año lo sigue diciendo, pero de algunos compañeros, que les dice "negros de qué sé yo" porque esa es la verdad... Lo que pasa es que es (un compañero) cuartetero...
Es interesante destacar, que los compañeros que vienen de 1º año provienen de familias que han sido obreras, mientras los que se han incorporado y han "invadido" el curso con problemáticas que antes no existían, son chicos de clase media, algunos empobrecidos y otros que vienen de otros colegios y son alumnos de bajo rendimiento académico.
Hay luchas de "distinción" a partir de quién tiene capitales más legítimos, luchas por ser posicionados en lugares legitimados, donde los modelos de lo legítimo se encuentran afuera de la estructura escolar, y donde los que tienen más posibilidades pelean duro, y los que tienen menos posibilidades son excluídos y se autoexcluyen, pero se sienten agredidos.
Lo que se mide es el tipo de ropa que se usa (marquistas o no-marquistas), el barrio donde se vive, la música que se oye (cuarteto vs. marcha), los lugares donde se sale, los lugares donde se divierten en las noches (bailes vs. boliches de moda). Capital económico puesto en la ostentación del consumo, donde tanto el capital como el consumo son más virtuales que reales, pero donde la necesidad de "diferenciarse" de los sectores más pobres debe reforzarse, pues cada vez resulta más difícil lograr esa distancia social, y cada vez crea más resentimiento en ambas partes.
Sonia: - Eso es ahora, porque en 1º año nada que ver...
Natalia: - Todo empieza porque el año pasado entró un grupo muy diferente.
Laura: Esa chica Soledad siempre hace comparación con el colegio privado y dice que este colegio es una porquería al lado de aquel, critica porque aquel es un colegio de plata y éste como es un colegio así que las paredes se están cayendo... (se miran y se ríen porque hay algo de cierto) N: - Y todos los chicos le empezaron a tomar bronca por la comparación que hacía, aparte, todo lo cataloga de "negros", "negro" esto, "negro" lo otro...
L: - Se cree superior a nosotros...
Natalia y Pablo: - A todos no, a algunos...
P: - La discriminación así de "negro" no es por negro en la piel sino "negro" en la forma de ser...
L: -De adentro...
P: - Por ej. yo soy bastante morochito de piel, Ariel también y de nosotros no habla...
N: -A nosotros tampoco, (ellas son blancas ) pero con los que tiene mala relación y ve que son malos por dentro les dice "negros"... y bastantes cosas más...
Ariel: - No, no es por eso... En el curso hay mucha diferencia social, el que tiene plata por un lado y a los que no tienen los molestan o los separan por otro.
L:- Sí, esa es la verdad.
N: - Ayer lo vimos a eso porque una chica de ese grupo le dijo a Cristian: -vos sos un negro y vos nunca vas a estar a la misma altura que yo en clase social, a la altura de mi familia, vos no tenés nada. Vos no tenés que amenazarme a mí y poner a mi familia en el conflicto de tener que venir a buscarme todos los días porque vos me vas a amenazar. Si sos tan macho porqué no venís negro asqueroso y le dijo de todo... (imita con un tono de altanería y asco hacia el otro). ¡A ver qué vas a hacer afuera del colegio!... Y le dijo Negro de todo...
Yo: -¿Eso fue durante la clase? L: - Sí, ayer. Y Soledad también le dijo, Negro... todas las veces que puede. Negro de mierda quiere decir. Hoy yo pasaba al lado de Gabriela y pasó Cristian y... se me estaban matando de risa, y yo no sabía porqué y me dice: - viste ese negro, tiene un olorón que no se lo aguanta más!... y se iban matando de risa... y mientras bajaban la escalera le decían otras cosas que no escuché.
Yo: - (Miro a Ariel y le digo)Vos me decías que en el curso hay divisiones sociales, ¿te parece que parte del problema va por ahí? A: - Yo sí, porque Cristian no tiene plata, no tiene recursos y saben que Belén sí, es de una familia pudiente y la base de los problemas que hay de Belén con Cristian todo el grupo se separó ¿porqué? porque Belén hace fiestas, salen con Belén en cambio ahora nadie hace nada.
Yo: - En el grupo de las chicas, ¿todas tienen más nivel económico? - Que Cristian, sí, que nosotros, no.
A: -No, no, no, no.
L y S. - Uds. las conocen más, nosotros no las conocemos...
N: - La que tiene más plata en ese sector sería nada más que Belén...
Yo: - ¿Y Soledad? N: - No, le digo que agranda demasiado las cosas para lo que es.
Una de las "anticipaciones hipotéticas" que insiste en interpelarme es que entre los chicos de las escuelas públicas se está dando un fenómeno que no ocurría antes: esto es, que hay menor tolerancia entre ellos, sobre todo de la clase media que busca separase, diferenciarse de los sectores más populares, y para eso hace ostentación de un lugar social que para los compañeros más pobres aparece como superior, pero que en realidad es sólo virtualidad o recuerdo. En la actualidad, prejuicios o racismos que décadas anteriores se intentaba controlar o por lo menos ocultar, hoy se hacen explícitos sin ningún tipo de prurito o de pudor. Todo eso crea malestar en ellos y en los compañeros, posiblemente un malestar que no logran visualizar claramente ni ellos mismos, un estado agresivo, defensivo en constante alerta.
Franco: - Yo me considero al lado de él por ej. o de él y ellos me dicen a mí - sos un negro- sí soy un negro y yo me quiero así... pero el tema de la discriminación es muy fuerte, por ej acá constantemente se está discriminando.
Alvaro: - Son todos piojos resucitados y se vienen a hacer acá... Mirá Pablo...
Andrés: Un piojo moribundo, ese...
F: -Gente de plata en el curso no hay. Plata tiene una sola persona que es Vanina. Sergio: - (Con voz de extrañado) ¿Vos la conocés a la casa de Vanina? F: - Yo sabía que tenía plata, el padre...
S: - No, no tiene plata.
F. - Bueno, Soledad entonces... S: - ¡No, no tiene! Si no porqué no van a colegios privados.¡Porque no tiene, si el padre labura en un remis! ¡Se cree! Wieviorka, aporta una idea interesante para continuar la búsqueda: "El prejuicio no se fundamenta aquí en la fuerza del elemento dominante de una relación social o intercultural sino en la combinación de dos elementos: por una parte, la crisis del agente, su debilidad, su sentimiento de menoscabo o de amenaza, y por otra parte, su capacidad para extraer, en medio de las referencias históricas y culturales o de la inferioridad manifiesta de un grupo ya racializado, los elementos de una identidad no social, negativa para el otro - equiparado con el mal y la inferioridad - y positiva para el agente racista".
Quizá seguir indagando sobre las relaciones de los adolescentes desde ellos, posibilite encontrar respuestas nuevas a problemas que se están haciendo crónicos en nuestros colegios. Temas como la violencia, la disciplina, o el simple malestar de los adolescentes en las escuelas, pueden encontrar nuevas ópticas de análisis, pistas originales, que generen profundos replanteos educativos.
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