V Congreso de Antropologia Social

La Plata - Argentina

Julio-Agosto 1997

Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
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"LA BUSQUEDA DE LA "AUTENTICIDAD" EN LOS DISCURSOS SOBRE IDENTIDAD"

CONGRESO ARGENTINO DE ANTROPOLOGIA SOCIAL
LO LOCAL Y LO GLOBAL. LA ANTROPOLOGIA SOCIAL EN UN MUNDO DE TRANSICION
LA PLATA, ARGENTINA, 29 DE JULIO AL 1° DE AGOSTO DE 1997
AUTORES:
MARIA TERESA POCCIONI (JEFA DE TRABAJOS PRACTICOS - INVESTIGADORA CATEGORIA C)
SERGIO CAGGIANO (AYUDANTE DIPLOMADO - COLABORADOR DE INVESTIGACION).
INSTITUCION: FACULTAD DE PERIODISMO Y COMUNICACION SOCIAL - UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA

Introducción

El trabajo que presentamos a continuación forma parte del proyecto de investigación denominado "Los mundos semióticos posibles del Gobierno y la Comunidad", dirigido por el Prof. Juan A. Magariños de Morentín y desarrollado bajo el Programa de Incentivos en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP . Constituye la segunda etapa de dicho proyecto, cuyo objetivo principal consiste en analizar las formas discursivas a partir de las cuales se materializan las relaciones de poder establecidas entre la sociedad y el Estado, para detectar la existencia o no de contradicciones entre ambos y las huellas de posibles cambios en sus modos de relación.

Al hablar de "sociedad", somos concientes de las dificultades que conlleva la utilización de ese término en oposición a "Estado"1 . Por lo tanto, utilizaremos aquí el concepto de "sociedad civil" propuesto por Arato y Cohen2 , quienes lo utilizan para nombrar una esfera de interacción social situada entre el régimen político de gobierno y el régimen social de acumulación, "compuesta sobre todo por la esfera íntima (especialmente la familia), la esfera de las asociaciones (especialmente las asociaciones voluntarias), los movimientos sociales y las formas de comunicación pública"3 .

Nuestro interés radica fundamentalmente en el análisis de las imágenes recíprocas construídas en ambos discursos, el papel del Estado tal como es percibido tanto por sí mismo como por distintos sectores de la sociedad, y a su vez, el lugar ocupado por las organizaciones no gubernamentales en el espacio social, en la compleja trama de relaciones sociales entre el gobierno y la sociedad civil. Con este juego de imágenes, intentamos analizar hasta qué punto el desmantelamiento del Estado Benefactor se presenta en las prácticas discursivas y cómo surge de las mismas una nueva imagen de Estado y de su relación con la sociedad.

Abordaje del tema:

Frente a la desaparición del Estado Nacional como elemento de identificación y constitución de la ciudadanía política y social, comenzamos a pensar en los movimientos sociales como espacios articuladores entre las demandas concretas de la sociedad y la posibilidad y/o voluntad de respuesta por parte de las instituciones oficiales. En la primera etapa de nuestra investigación vimos desplegarse un campo de lucha por la significación en torno a qué era percibido como la calidad de vida por unos y otros, lucha a partir de la cual podría decirse que se configuran las nuevas identidades políticas, sociales y culturales en torno a la ciudadanía, tal como viene planteándose en distintas perspectivas teóricas.

En esta etapa de la investigación el aspecto que nos interesa abordar tiene que ver precisamente con esta configuración de identidades culturales, a través de las actividades de organizaciones no gubernamentales tales como fundaciones, clubes, asociaciones culturales, etc, y el papel que el Estado (y los partidos políticos tradicionales) cumple en la constitución de las identidades y la construcción de una idea de cultura y de nación.

Las preguntas que intentamos responder apuntan a la identificación de las formaciones discursivas (en el sentido dado por Foucault4 ) vigentes en la sociedad a partir de las relaciones entre enunciados que apunten a la construcción de "cultura" e "identidad" en tanto objetos de discurso y a las modalidades enunciativas puestas en juego. Dichas preguntas podrían ser formuladas de la siguiente manera:

¿Cuál es el sentido que adquiere la cultura tanto desde el discurso oficial como desde el discurso social?, ¿Con qué ámbitos de la vida cotidiana está asociado?, ¿Cuáles son los componentes de la cultura de la que se está hablando cuando se habla de identidad y qué papel juega lo mediático en esto?

¿Qué lugar se atribuyen unos y otros en la legitimación del discurso acerca de la cultura? ¿Cuál es la imagen que tanto gobierno como comunidad construyen acerca de los deberes y derechos en torno a la cuestión cultural y por lo tanto, el papel otorgado al Estado en torno a la misma?

A pesar de la multiculturalidad...

Si bien en el discurso académico vigente en torno a la identidad se habla acerca de la muerte de las esencias, la existencia de multiculturalidades, de identidades fragmentadas, etc., en nuestra primera aproximación a las relaciones entre Estado y cultura nos encontramos con la política actual de la gobernación bonaerense en este ámbito, fundamentalmente a través de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia, cuyo eje de acción principal consiste precisamente en la "recuperación de la identidad bonaerense", perdida por causa de los distintos fenómenos caracterizados como "globalización".

Pareciera que el discurso oficial apunta a identificar los componentes de la identidad de los habitantes de la provincia de Buenos Aires, componentes que se asocian inmediatamente con lo rural, con las tradiciones folklóricas, con las raíces, etc., y a actuar para que dichos componentes permanezcan en la memoria y se conviertan en elementos de identificación e integración. Esta política de recuperación de la identidad bonaerense apunta en gran medida a la juventud, la cual se considera más expuesta a la pérdida de los valores culturales debido en gran medida al "poder" de los medios masivos de comunicación.

Sin embargo, resulta difícil pensar en "una" identidad bonaerense , sobre todo si se tienen en cuenta los grandes procesos migratorios desde dentro y fuera del país, la conformación de los distintos asentamientos urbanos, en los cuales conviven tanto paraguayos, bolivianos, japoneses como chaqueños, santiagueños, etc.. Además, hay que tener en cuenta tanto la composición social de las ciudades, distinta del sector rural, como las diferencias entre la capital y el resto de la provincia, etc. Sin embargo, el discurso oficial es claro: en el mensaje de apertura de la asamblea legislativa en marzo de 1995, el gobernador concluía con las siguientes palabras:

"Tengo la íntima convicción de que estamos recreando un espíritu auténticamente bonaerense y que ello es un aporte para la revalorización de nuestra identidad y para sentir orgullo de pertenecer a la hermana mayor de las provincias argentinas".5

Como esta etapa de la investigación está aún en realización, nos proponemos presentarles a Uds. nuestras impresiones a partir del primer contacto con el corpus, que será sometido a análisis semiótico una vez concluída la serie de entrevistas que estamos llevando a cabo, y con los conceptos teóricos que nos servirán como marco de contrastación en la elaboración de nuestras conclusiones.

Los componentes de la identidad en el discurso gubernamental

Si analizamos los contextos discursivos en los cuales aparece la palabra identidad, vemos aparecer una serie de elementos que nos permitirán analizar cómo se construye el concepto desde la política oficial:

La identidad es:
Algo que hay que consolidar.
Algo que hay que recrear.
Algo que hay que revalorizar.
El espíritu auténticamente bonaerense.
El punto de partida para reconocernos y crecer con bases sólidas.

Está vinculada a la historia: Desde la memoria de todo nuestro pueblo,la historia de la Provincia sigue viva y palpitante...

Definida de este modo, la identidad pasa a ser, tal como se expresa en el discurso oficial, "Un eje fundamental de la labor de la Subsecretaría de Cultura." De ahí, el papel del Estado en torno a la cuestión de la identidad:

La labor de la Subsecretaría de Cultura tiende a consolidar el sentimiento de pertenencia a esta tierra, a través del estímulo y promoción de las diferentes expresiones artísticas de nuestro pueblo.

La conservación y preservación del patrimonio bonaerense son entendidas como una tarea indelegable.

Puede observarse que el primer ámbito de identificación es el territorio. No es la Nación, como en el Estado Moderno, o la Patria, en distintos momentos de la historia, sino la provincia el territorio que nos provee "el punto de partida para reconocernos".

¿Cómo nos reconocemos? Por un "espíritu auténticamente bonaerense", vinculado en el discurso oficial al "ánimo hospitalario, leal y noble que caracteriza al pueblo de nuestra Provincia". Este espíritu se materializa a su vez en diferentes "expresiones artísticas", entendidas como "patrimonio bonaerense", cuyo custodio debe ser sí o sí el Estado. La conservación y preservación de dicho patrimonio no forma parte de las áreas a privatizar o "descentralizar".

En los contextos discursivos en los cuales aparece la labor de la Subsecretaría de Cultura, vemos que la misma se desarrolla en distintas direcciones que convergen siempre en el mismo punto: hacer surgir el "ser bonaerense", aquello que por un lado nos identifica y por otro lado nos diferencia del resto del país.

Se mencionan actividades que involucran : acciones en torno al Teatro Argentino, "el apoyo y sostén de los sitios históricos, monumentos y museos bonaerenses", la propuesta de una bandera propia de la Provincia de Buenos Aires, un ciclo de videos por canales de aire y de cable "Los Bonaerenses" , con homenajes y reconocimientos; los torneos juveniles; concursos, salones, entruentros, vinculados a la actividad coral, literaria, a las artes plásticas, al teatro, etc.; un encuentro en torno a la Historia de los Pueblos, según se expresa "para la mayor comprensión del pasado de las comunidades bonaerenses".

Contraste entre el discurso académico y el discurso gubernamental

Si tomamos como discurso de contraste las posturas vigentes en torno a la identidad en el campo de los estudios culturales, vemos que la identidad se presenta en el discurso gubernamental provincial como una esencia ahistórica, como un espíritu que el paso del tiempo no ha logrado destruir, que se manifiesta en el patrimonio cultural en tanto objetos museificados, detenidos en el tiempo y por lo tanto desvinculados de todo contexto.

Por otra parte, hace ya más de diez años se insiste desde distintas disciplinas sociales y diferentes posiciones teóricas en la inadecuación de las perspectivas esencialistas para abordar los campos de la cultura, lo popular y las identidades, y en los peligros que estas conllevan en el ámbito de la investigación social. Podemos recordar, como ejemplo, la crítica que Néstor García Canclini dedica a las "ilusiones de lo concreto" del inductivismo, movimiento dentro del cual agrupa al culturalismo antropológico y a las doctrinas populistas.

En pocas líneas, la antropología culturalista y el folklore, desde una visión atomizada y tradicionalista de lo popular, que dejaría fuera del análisis las estructuras y procesos macrosociales, habría provocado la reducción de la pluralidad y diversidad de las identidades y culturas populares y la cosificación de los procesos sociales señalando, en última instancia, las diferencias sin explicar las desigualdades. El populismo, a su vez, se acercaría a estos problemas desde dos operaciones principales: la biológico-telúrica que "somete la cultura a la naturaleza, cree que ser pueblo es ser una fuerza originaria, un conjunto unido por lazos físicos -el espacio geográfico, la raza- o irracionales - el amor a una misma tierra, una religión que expresa verdades 'naturales'"6 ; y la estatalista que consiste en que las clases subalternas acepten que el Estado condense los valores populares, concilie los intereses de todos y arbitre los conflictos.

Estas dos líneas convergentes (el culturalismo y, en especial, el populismo), al parecer superadas,podrían tener puntos de contacto, al menos en sus aspectos centrales, con la política oficial de recuperación de la identidad bonaerense.

La búsqueda de "nuestras raíces", la visión determinista de las fronteras provinciales como límite a la conformación de una especificidad cultural, el recurso a "próceres" de la provincia como referencias que indicarían una "forma de ser" o el proyecto de creación de una bandera bonaerense parecen discursos contradictorios con algunas reflexiones surgidas de las ciencias sociales y podrían señalar, en las estrategias gubernamentales, tendencias a procesos de re-territorialización y re-colección.7 Como ya apuntáramos, estas medidas emergen al tiempo que el discurso sobre la globalización ocupa la atención no sólo de los foros de discusión académica sino también de políticos, estadistas y otros sectores de la sociedad. Un trabajo de Ien Ang insiste sobre lo indispensable que resulta pensar la conformación de las identidades culturales a la luz de la imbricación de lo planetario y lo global. La autora explica allí cómo el proceso de globalización, fundamentalmente en su aspecto de transnacionalización de los flujos mediáticos, genera lo que nosotros entendemos como un doble movimiento. Por un lado, la perturbación de las identidades nacionales que provocaría la defensa de una identidad pretendidamente pura por parte de los estados. Por otro, las fuerzas de las trasnacionalización posibilitarían, a partir de otros ejes de diferenciación, la constitución de "nuevos lazos, nuevas solidaridades, nuevas maneras de forjar comunidades culturales"8 por parte de grupos sociales que actuarían por fuera de los espacios de decisión oficial.

Sin discutir ninguno de estos dos puntos, lo que nos alejaría de los objetivos de esta ponencia, queremos hacer notar la imposibilidad de incluir el proyecto de una recuperación de la identidad bonaerense en cualquiera de los dos movimientos descritos antes, si bien comparte con el primero el caracter primordial de tratarse de una política gubernamental.

Por último, podríamos citar nuevamente a la investigadora australiana Ien Ang, quien sostiene que "definir la identidad nacional en términos estáticos y esencialistas (creando inventarios oficiales de aquello que es por ejemplo típicamente británico, holandés, francés, etc.) es ignorar que lo que forma parte de la identidad nacional es muchas veces objeto de una lucha encarnizada entre una pluralidad de agrupaciones y de intereses culturales en el seno de una nación y que por esta razón la identidad nacional resulta, al igual que las identidades populares en América Latina y en otras partes del mundo, un fenómenos dinámico, conflictivo, inestable y fundamentalmente impuro"9 .

Para finalizar...

Lo que acabamos de presentar son algunas ideas que nos parecieron interesantes para compartir en este encuentro, si bien nuestro trabajo se orienta fundamentalmente a la contrastación entre los discursos producidos por la esfera gubernamental, por un lado, y la esfera de las asociaciones voluntarias, por el otro. Hasta el momento, hemos realizado contactos con algunas organizaciones no gubernamentales, tales como fundaciones, asociaciones, etc. , que se agrupan en torno a manifestaciones culturales consideradas como parte de nuestra identidad, sólo que la identidad a la que se refieren no siempre coincide con este "ser bonaerense" del que venimos hablando.

NOTAS

1 García Canclini es uno de los autores que critica el uso indiscriminado del concepto de "sociedad civil", como por ejemplo en Consumidores y ciudadanos, México, Grijalbo, 1995, p. 29.

2 Utilizado por José Nun en "Populismo, representación y menemismo", en Sociedad N° 5, Buenos Aires, Octubre de 1994 (y aceptado por García Canclini en op. cit.).

3 Cohen, J.L. y Arato, A. Civil Society and Political Theory, Massachussets, The MIT Press, Cambridge, 1992.

4 Foucault, Michel, Arqueología del Saber, México, Siglo XXI, 1990 (Primera Edición:1969).

5 Duhalde, Eduardo, Discurso de apertura de la 123° Asamblea legislativa de la Provincia de Buenos Aires.

6 García Canclini, Néstor. "Cultura y poder" 7 Estos procesos señalarían un desplazamiento contrario al aque detecta García Canclini en las actuales transformaciones socioculturales. Ver Culturas híbridas. Estrastegias para entrar y salir de la modernidad, Buenos Aires, Sudamericana, 1992.

8 Ang, Ien. "Cultura y comunicación: por una crítica etnográfica del consumo de medios en el sistema mediático trasnacional", en Causas y Azares N°1, Buenos Aires, primavera 1994.

9 Ang, Ien. Op. cit.

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