1er Congreso Internacional "Pobres y Pobreza en la Sociedad Argentina" |
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Universidad Nacional de Quilmes - ArgentinaNoviembre 1997 |
Ponencias publicadas por el Equipo NAyA https://www.equiponaya.com.ar/ info@equiponaya.com.ar |
POBREZA Y POLITICAS SOCIALES
Autor: Mónica Gutvay
La propuesta de este trabajo consiste en intentar relacionar algunos aspectos problemáticos de la compleja configuración social actual con las características mas sobresalientes de las políticas sociales vigentes.
La pobreza constituye un problema social que si bien no es nuevo, impacta cada vez con mas fuerza, no solo por el número de personas que afecta sino también por las formas que asume llegando en sus extremos a la exclusión.
Este fenómeno no puede ser conceptualizado, analizado, ni abordado de manera aislada, descontextualizándolo. El contexto esta atravesado por elementos muy variados y según las posiciones que se ocupen dentro de la estructura social varían los modos de percibirlo, las relaciones que se establecen con él y hasta los "límites" de espacio y tiempo que se le pueden dar.
Las necesidades "permitidas", los satisfactores deseados para cubrirlas, los recursos efectivamente disponibles, los valores vigentes, los saberes imprescindibles y los modos de relación son sustancialmente diferentes si se vive en una pequeña comunidad rural de San Luis o si se vive en el conurbano bonaerense.
Habitualmente se utilizan algunos parámetros a partir de los cuales se puede definir cuantas personas tienen N.B.I.
y cuantas perciben ingresos superiores o inferiores a la Línea de Pobreza. Con ello se hace referencia a quienes son estadísticamente pobres, pero no siempre coincide con quienes son "socialmente pobres". Estos indicadores dan cuenta de las mayores o menores posibilidades de acceso a determinado bienes y servicios considerados básicos, y si bien no se discute que la carencia económica es la base de las situaciones de pobreza, esto no es lo único y están quedando afuera otros factores que sí son tenidos en cuenta por los sujetos al momento de autoidentificarse o no como pobres. Hay aspectos no materiales que tienen que ver con los saberes, las relaciones y las representaciones y que entran en juego a la hora de "ubicarse" en ese recorrido que va de la integración/ vulnerabilidad/ exclusión.
La propuesta de Robert Castel de considerar dos ejes para la integración: trabajo e inscripción relacional, y los distintos valores en cada uno de esos ejes ,en que están posicionados los individuos, permite entender y abordar el problema de una manera más integral, donde se reconocen otros aspectos que van mas allá de los considerados en los indicadores tradicionalmente usados. La idea de proceso además de poner un fuerte acento en lo dinámico, permite pensar esos aspectos en su doble condición de riesgo y de posibilidad ( Castel R. 1991).
El trabajo es la actividad humana que por excelencia satisface las necesidades materiales y no materiales de las personas, hasta incidir inclusive en la constitución de la identidad. Las transformaciones cuali y cuantitativas del mercado de trabajo afectan las condiciones de vida de la mayoría de la población. "El mercado de trabajo funciona como mediador entre la lógica del modo de acumulación, sus transformaciones y la estructura de oportunidades de la vida de la población. El posicionamiento de los individuos en la estructura ocupacional, junto con la distribución de la propiedad, determina en gran medida sus niveles de ingreso y las probabilidades de acceso a otros bienes y servicios estratégicos -capital cultural, prestigio, reconocimiento, poder, etc.-" (Tenti Fanfani, E. 1993). Las crisis de los modos de trabajo predominantes hasta no hace muchos años, y el no poder avizorar aún cual será el modo futuro; sumerge a la mayor parte de la población en una situación impregnada de desesperación o incertidumbre, según el valor que se ocupe en el eje trabajo. Si bien siempre han sido diferentes las posibilidades de relación con "el trabajo" en función de los modos de producción y de características particulares del contexto y de los sujetos; la crisis, la ruptura con aquello incorporado como futuro posible refuerza la sensación de vulnerabilidad.
Si analizamos el eje inscripción relacional, las perspectivas no son mucho más halagüeñas. Los cambios producidos tanto a nivel económico como institucional parecen enviar señales de que "en este mundo ya no hay lugar para todos". La ley que rige es el "sálvese quien pueda" y, se puede agregar "como pueda". Los valores, comportamientos y expectativas del mercado han traspasado lo económico y han invadido lo social en general. Las relaciones sociales se han mercantilizado, "los otros" se vuelven instrumentos y es cada vez mas difícil trascender el particular. Hay una invasión de mensajes que refuerzan lo individual y la posibilidad de ser o de pertenecer esta mediada por la posibilidad de consumir. Desde el poder se implementan mecanismos de fragmentación que constituyen una verdadera política de desorientación social. La sociedad queda atomizada en grupos con escasa capacidad de poder, orientados hacia fines exclusivos y parciales que no generan adhesión e incapaces de articularse entre sí.
La gran cantidad de tiempo que se debe destinar a conseguir los medios para asegurar al menos la supervivencia, afecta las posibilidades de ampliar o incluso mantener ciertas relaciones.
La familia extensa, los vecinos o amigos, actúan en determinados momentos como soportes para enfrentar un mundo exterior que se vuelve cada vez mas agresivo. Pero esto varía según el problema se perciba como temporario o como permanente ya que en este último caso, con el paso del tiempo, las relaciones tienden a deteriorarse. Esto permite valorar al eje trabajo como de mayor importancia para incidir en la integración/exclusión.
La heterogeneidad de la pobreza esta dada no solo por lo económico sino por el volumen disponible de otros tipos de capital (cultural, simbólico, social). Así se generan distintas percepciones del problema y distintas disposiciones para desempeñarse en esa situación, por ejemplo los grupos de nuevos pobres, si bien están mejor posicionados que los pobres estructurales por disponer de mayor volumen de los distintos capitales, deben sin embargo pensar sus posibilidades de reproducción actual y futura desde un nuevo lugar en el cual no tiene historia ,y por lo tanto son escasos los saberes útiles incorporados. Entonces se puede ver que aún en las mismas condiciones objetivas externas los modos de incorporación de esas condiciones son diferentes.
Si a estas diferencias se le suman los aportes discursivos promoviendo el individualismo, la competencia y el estigma podemos pasar fácilmente de la heterogeneidad a la fragmentación. La falta de argumentos capaces de rescatar lo homogéneo sin negar las diferencias, es otro factor que incide obstaculizando la posibilidad de reconocer al otro y poder articular con él para insertar el problema en la agenda pública.
Ahora bien ¨que pasa en el ámbito de las políticas sociales con respecto a esta compleja configuración de lo social?, ¨que aspectos de toda esta problemática pasan a ser reconocidos como partes de "la nueva cuestión social"?, ¨de que modo se los conceptualiza para intervenir en ellos?.
Cada vez que se diseña una política, subyace una teoría con sus correspondientes supuestos epistemológicos que incluyen concepciones de hombre y del mundo, que son la base sobre la que se "arma" la situación deseada para el futuro.
Toda teoría cuando aborda un fenómeno debe construirlo, mediarlo para poder transformarlo en objeto de conocimiento y/o de intervención. En esa construcción no todos los aspectos del fenómeno adquieren la misma importancia y siempre, algo se muestra y algo se oculta. En esa construcción, intervienen también formas discursivas capaces de imponer representaciones que aportan a la producción de sentido.
Las características de las políticas sociales vigentes presuponen la construcción de un consenso surgido de la lucha entre diversos actores con intereses en dichas políticas y que tienen capacidad de proponer, impugnar o disputar, por la imposición de sus interés, en un determinado escenario. Estas características actúan a modo de líneas de demarcación en cuanto a recursos disponibles, contingencias a cubrir, beneficiarios, acciones a implementar, etc., delimitando de esta manera lo que Claus Offe llama espacios de posibilidad de las políticas sociales (Offe, C. 1995).
La fragmentación de la sociedad en un sinnúmero de grupos que parecerían estar encapsulados en sus situaciones problemáticas particulares y que no pueden construir o encontrar un discurso que los represente, impide la presencia en este escenario, de los potenciales destinatarios de las políticas sociales, como un actor que "tiene algo para decir". En este circulo vicioso donde se quedan sin voz, sin palabras y no se visualizan alternativas posibles, parece que sólo queda la adaptación dada por la adecuación de la demanda a los recursos disponibles.
En el modelo imperante de políticas sociales las características mas sobresalientes están dadas por:
a) Fortalecimiento del proceso de privatización: el ejemplo mas claro está dado en el sistema de jubilaciones y pensiones, pero hay otras formas de privatización más sutiles como por ejemplo el cofinanciamiento donde los mismos usuarios deben pagar una parte del beneficio solicitado. Encubierto por una lógica de racionalidad donde "a precio nulo demanda ilimitada", pareciera olvidarse que la fuente de financiamiento de las políticas sociales es el régimen tributario, al cual aporta la sociedad en su conjunto y no precisamente de manera progresiva. El surgimiento y expansión del tercer sector que se hace cargo de algunos problemas que el Estado va abandonando, pero no ya con la idea de acceso de los beneficios por un "derecho", sino con un sentido filantrópicos de quienes consideran que tienen un "deber moral" que cumplir. Sin pretender desvalorizar estas acciones, se observa como riesgo que contribuye a debilitar aún mas nuestro frágil sentido de ciudadanía. Para algunos entonces estará vigente una "economía de mercado" y para otros solo les quedara apelar a una "economía de la sociedad".
b) Procesos de transferencia y descentralización: consiste en el traspaso de ciertos servicios a la órbita de los gobiernos provinciales o municipales. Si bien esto permite una mayor adecuación de la oferta a las necesidades de los destinatarios, y favorece la implementación de un control mas efectivo, se corre el riesgo de no garantizar un piso en la calidad del servicio.
c) Focalización: se da en un doble sentido, por una parte la determinación de quienes serán la población objetivo.
Para ello es necesario implementar criterios de clasificación que permitan decidir a quienes se va a beneficiar y quienes quedaran fuera. Los índices utilizados con más frecuencia (N.B.I. y L.P.), dejan por lo general fuera toda aquella amplia franja de población que por el momento se ubica como vulnerable. También la focalización se aplica a cuales serán los satisfactores disponibles para un determinado problema. Aparecen entonces adjetivos que limitan a los satisfactores y también a la calidad de vida: "educación básica","soluciones habitacionales", "atención primaria de la salud", etc.. Pareciera ser que cuando los destinatarios no tienen voz es fácil lograr que "la solución" pase por la reducción del sistema de necesidades, con lo cual muchas carencias ni siquiera llegan a transformarse en problemas.
d) Implementación de nuevos requisitos para el acceso a los recursos sociales disponibles: a muchos de los programas vigentes, no se accede por el simple hecho de pertenecer a una categoría determinada como por ejemplo "pobre", "desocupado", etc.. Se exige además la presentación de un proyecto, la participación conjunta de varias organizaciones, avales de otras, capacidad de organizarse, compartir el financiamiento, las responsabilidades, etc., para recién entrar a la etapa de evaluación donde se determina, cuales de todos los proyectos competidores están en mejores condiciones de ser financiados. Esto no sería más que otro mecanismo de focalización sino fuera por el agravante que partimos de la base que en esta sociedad, las capacidades, los saberes, las relaciones, la información, son recursos que no están equitativamente distribuidos. De esta manera tienen mejores posibilidades de acceder a estos beneficios quienes disponen de mas volumen de los distintos capitales en juego y por lo tanto favorecemos la regresividad en el impacto de dichos programas.
En general lo que se puede ver a partir de estas características de las políticas sociales vigentes es que, desde lo que se está dispuesto a reconocer como problema, pasando por la conceptualización del mismo, las focalizaciones en cuanto población objetivo, a recursos socialmente disponibles y las formas de intervención; el objetivo predominante que orienta las políticas sociales no va mas allá del control social por medios no represivos.
A modo de conclusión se proponen los siguientes aspectos que pueden ser "reflexiones sobre asignaturas pendientes": -Si se quiere realmente resolver un problema debemos partir por reconocerlo y construirlo incluyendo los componentes básicos que inciden en él. "Tener en cuenta las condiciones objetivas por una parte, y por otra lo incorporado bajo la forma de conocimientos, valores, lo percibido como posible por quienes participan de tales condiciones, parece necesario en el momento de elaborar políticas y estrategias de intervención para el cambio" (Costa, R. 1997).
- Es necesario que desde nuestra tarea podamos aportar en la construcción de un discurso que rescate la igualdad dentro de la diferencia, para superar esta situación de fragmentación que atenta contra la construcción de nuevos actores sociales ,que por lo tanto impide la incorporación de ciertos temas en la agenda pública, y contribuye a la pérdida de centralidad de la práctica política.
BIBLIOGRAFIA
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