Uso del espacio: vivienda y economía en la unidad doméstica, Puna meridional argentina

por Silvia García de Rossi /silviagr@antrposg.edu.ar /y Diana Rolandi /diana@bibapl.edu.ar/ antropólogas, directora e investigadora INAPL,
Mariana López, antropóloga, becaria Fondo Nacional de las Artes y Paula Valeri, estudiante de
antropología, FFyL, UBA.

Antofagasta de la Sierra se halla ubicada a una altura media de 3.500 m, es parte de la llamada "puna salada". Tiene mucho menos precipitaciones y humedad que el altiplano boliviano - peruano, pero en comparación con otras zonas de la misma puna salada, puede soportar mayor cantidad y diversidad de cultivos, incluso árboles, gracias a   cursos de agua permanente.

La estructura familiar tradicional, del mismo modo que otras poblaciones de la Puna de Atacama, establece que   las mujeres y niños de ambos sexos, dueños y cuidadores del ganado -ovejas, llamas y cabras- permanezcan en los puestos. Los hombres, más relacionados con el mundo externo, trabajaron   en las minas y canteras de la zona y en cosechas y zafras para conseguir el dinero contante y sonante, realizaron las tareas pesadas de la escasa agricultura: -"bordear" las acequias por ejemplo- y organizaron los viajes a lomo de mula hacia las zonas bajas.

Debido a la rigurosidad del clima los rebaños de las tres especies explotadas deben ser trasladados a distintas alturas en diferentes épocas del año. Por esta razón cada unidad familiar posee más de una vivienda, aunque una de ellas sea la principal. Ésta casi nunca está ubicada en el pueblo. La villa de Antofagasta y otros pequeños pueblos del departamento han sido y son centros administrativos y educativos en los que los pobladores realizan trámites, permanecen durante el período escolar o asisten a las fiestas religiosas y cívicas.

La casa de campo principal sirve para el alojamiento de sus moradores, para guardar en determinada época del año y del día a los animales domésticos -por lo tanto hay corrales- y están rodeadas generalmente de campos de pastoreo (potreros) sembrados de alfalfa que crece gracias al riego artificial mediante un sistema de acequias. La mayoría de las casas tienen su oratorio dedicado al santo patrono como construcción aparte. De no ser así, un rincón de la habitación principal estará dedicado a altar doméstico. Las secundarias son poco más que un alojamiento y un corral.

La construcción de la vivienda es tarea de hombres y, aunque hay quienes se emplean para hacerlo y son considerados más hábiles, todos saben construirse la propia y es común ver a los pobladores arreglar o agrandar su casa. Al terminar la construcción de la casa, algunos pobladores suelen sahumarla con lo mismo con que se sahuma a los animales en la señalada: elementos vegetales y minerales que se queman. También se sahuma la casa en la noche del 31 de julio al 1° de agosto, día de la Pachamama. Otra ceremonia que a veces se realiza al inaugurar una casa es la corpachada o el dar de comer a la tierra. Si hace mucho que uno no cumplió con este ritual, los que viven adentro de esa casa, pueden enfermar.

Las viviendas más tradicionales estuvieron hechas de piedra revocada con barro o de cimientos de piedra y pared de adobe con techo a dos aguas construidos por tirantes de cardón traídos de los valles Calchaquíes, caña, badre y barro. Una pequeña ventana con su cuadrante hecho también con cardón, piso de tierra y "estrado" para dormir, completaban la habitación. Cuando estuvieron disponibles los postes de álamo traídos desde la vecina localidad de El Peñón, los techos se hicieron a un agua y hoy la mayoría de las casas son así. Contemporáneamente y en parte, a instancias de la Municipalidad y de los planes de vivienda implementados por ella, las aberturas son industriales y metálicas. Se ve algún techo de chapa y hasta ventanas espejadas.

Pero todos estos cambios son visibles en los pueblos, no en las casas de campo que siguen conservando su aspecto tradicional.

Presentaremos el caso de dos casas de campo situadas en los parajes denominados La Banda y La Laguna. Las hemos relevado siguiendo en lo fundamental una ficha de descripción confeccionada por la licenciada Catalina Saugy . Los dueños de ambas viviendas eran conocidos de nuestros anteriores viajes de relevamiento de antropología cultural.

La Banda y La Laguna son parajes muy cercanos a la villa y casi parte de ella. Los diferencia la posibilidad de tener potreros y corrales de "alfa"; en el centro mismo del pueblo sólo es posible la huerta y unos pocos animales. Los rituales más importantes de la señalada o el 1° de agosto sólo se pueden hacer en los corrales, por lo tanto la villa no los alberga.

Describiremos dos viviendas principales de campo.

1. La primera ubicada en el paraje la Banda y ocupada por una madre con sus siete hijos. La vivienda mira al este. Es una hilera de habitaciones cuyas paredes son todas de piedra y se construyó a partir de un oratorio del santo patrono de la familia. La dueña actual nació en ella y la vivienda fue construida por su padre. Consta de una cocina, dos dormitorios comunicados por una abertura y un depósito. En el espacio peridoméstico encontramos: un fueguero , un horno de barro, un corral para las ovejas más débiles (llamado ranchito) y más alejados hay dos " canchones " de piedra para guardar el alfa, uno de la dueña y el otro de su hermana. Como aquélla no tiene animales, su corral lo usa la persona que le alquila el potrero de alfa para guardar sus propios animales. El potrero es de 85 x 95 de largo y tiene una acequia que lo riega.

Las habitaciones no tienen, como entre nosotros, una sola función. Una de las piezas sirve para dormir, para guardar la mercadería, para recibir y a veces para comer. En el techo, cuelgan carne, uvas, y de la pared los delantales blancos de los niños, almanaques, carteles políticos. En la cocina, hay dos aparatos para cocinar: uno de gas y otro a leña, los elementos para cocinar, una cama con bolsas con lana, y una cruz bendita de rosa y apio. Este recinto se usa para cocinar, hacer los deberes, zurcir, hilar y allí duermen las gallinas.

2. Ubicada en el paraje de La laguna.   Fue la casa principal de su dueño y constructor. En este momento es vivienda temporaria en invierno. Esta construida en forma de L y mira al Este y al Norte. La parte más antigua de la casa es una pieza que ahora oficia de dormitorio y la usó para almacenar y vender mercadería que traía de otras zonas. En esta casa es muy importante el patio. Allí se encuentra el pozo de agua, las piedras de moler, y unos cuantos árboles le dan sombra. Las paredes son de piedra y adobe. Consta de una cocina -en la que dormían sus hijos pequeños en invierno- tres piezas, un baño muy alejado y tres habitaciones para depósito: uno para mercadería, otro para lana y el tercero para diversos implementos como bicicletas. El dueño de esta casa, ganadero y cazador ha construido en el espacio peridoméstico , corrales, chiqueros, baño para la hacienda, recintos para esquilar, potreros para la siembra y hasta un garage para su viejo jeep.

Como antropólogas nos interesa señalar la relación entre el uso del espacio y las actividades desarrolladas por la unidad doméstica, dentro de un ámbito cultural determinado por la tradición y los cambios sociales que a Antofagasta también llegan.

Las actividades de esos pastores, su estrecha relación con los animales, se plasman en la construcción de sus viviendas. También todo el mundo de sus creencias: el corral en el que señalar y guardar a los animales y en donde propiciar a la "Pachita" o a "nuestra madre tierra", o el oratorio para festejar al santo patrono de la familia, muchas veces también patrono de alguna especie animal. Tampoco están ausentes sus preferencias políticas reflejadas en carteles pegados en las paredes.

Esta es una presentación preliminar, con planos y fotografías que se mostrarán en la exposición oral. Nos queda por delante el registro sistemático de otras viviendas, sobretodo de la Villa y sus posterior comparación con las viviendas del campo, que seguramente nos hablarán de la adaptación de las novedades introducidas. El cruce de la información sobre el uso del espacio, tanto en el caso de las viviendas como en el de los pueblos en sí mismos, con los datos genealógicos que poseemos   aportarán acerca de interesantes aspectos de la estructura social.

Bibliografía

García, Silvia, Diana Rolandi y Daniel Olivera. Puna e Historia , Buenos Aires, AINA, 2000.

García, Silvia y Diana Rolandi . Viajes comerciales, intercambio y relaciones sociales en la población de Antofagasta de la Sierra,   (Puna meridional argentina ). Carlos E. Berbeglia (coordinador) Propuestas para una Antropología Argentina, V: 201-217 . Buenos Aires, Biblos , 1999.

•  Plano de vivienda en el paraje denominado La banda.

•  Plano de vivienda en el paraje denominado Vega de la laguna.

•  Foto correspondiente al plano n° 1, puede observarse el oratorio
que es la parte más antigua de la vivienda.

•  Frente de casa de adobe y piedra con tranquera de madera de álamo en la localidad de El Peñón.

•  Patio y frente de casa de piedra en el paraje denominado Cortaderas.



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