Especial NAyA 2001 (version en linea del cdrom)

Danzas y Música Afro-Uruguaya

Andrés Cuenca
Junio 2000
Universidad de la República - Uruguay
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

"Para los africanos la música no es un lujo sino una manera de vivir. Con ellas expresan su felicidad y su júbilo en las bodas y en las fiestas, su orgullo y refinamiento en las ceremonias, su devoción y su sentimiento de soledad en los rituales religiosos, su impetuosidad en el amor, su vigor en el trabajo, su sencillez y su humildad en el hogar y su valor en la guerra."
Solomon Mbaki-Katana

Introducción de los africanos a nuestras tierras

Según los datos recogidos en el año 1742 ingresa el primer barco negrero perteneciente al Portugal. Los portugueses fueron quienes emplearon más buques en la trata de esclavos al puerto de Montevideo hasta 1842 trayendo 1.200 personas.

Los ingleses utilizaron 25 buques entre 1788 y 1805 trayendo aproximadamente 5.000 personas.

Los buques bajo bandera norteamericana fueron 32 entre 1796 y 1807 trayendo aproximadamente 2.800 personas como esclavos.

Los buques franceses fueron 8 entre 1797 y 1804 con 1.200 africanos aproximadamente.

También existieron 22 buques en los cuales no se identifica el pabellón los que trajeron 1.000 personas como esclavos.

Se calcula que fueron  más de 30.000 africanos introducidos como esclavos a Uruguay.

Con respecto al medio en el cual los traían, cada barco negrero de 200 toneladas tenía capacidad para transportar 250 piezas, algunos buques más grandes transportaban hasta mil quinientos. (Pereda Valdes, 1965)

Estos seres humanos eran hacinados en los barcos unos contra otro, en bodegas infectas.

A Montevideo se trajeron  "esclavos" desde África en dos modalidades: en forma directa, desde Quiloa (Kilwa, costa de la actual Tanzania), Mozambique, Cabo de Buena Esperanza, Angola, "Costa de África", Bonny (actual Nigeria), Senegal y en forma indirecta pasando por puertos del Brasil como Río de Janeiro, Santa Catalina y Bahía.

Con respecto al termino bantú, ("hombres", "gente", "pueblo") zona de la cual fueron traídos gran parte de los africanos como esclavos a estas tierras, Pierre Bertaux anota: "Precisemos que el nombre bantu no designa una unidad racial, sino únicamente cultural. Los negros que llamamos así corresponden a tipos físicos muy diversos. Por el contrario, los innumerables dialectos que hablan presentan características comunes que

sólo se pueden explicar presuponiendo un origen común, buscando un hipotético foco de donde habría partido la expansión de los pueblos que hablan un dialecto bantu".

Los lingüistas han establecido los siguientes límites geográficos para los pueblos bantu parlantes: al sur de una línea imaginaria que corre desde la comba africana (entre Nigeria y Camerún) hasta las riberas norteñas del lago Alberto, luego, desde el este, hasta las orillas orientales del lago Victoria y finalmente en dirección sureste atravesando Kenia y Tanzania hasta la costa del Océano Indico, hallamos los diferentes grupos de lenguas bantu.

Las diferentes culturas a las cuales los africanos pertenecían, según la partida de los buques esclavistas o según los censos de la época, se dividían de la siguiente forma (Montaño, 1997):

Pueblos sudaneses

  • Los Minas
  • Magis o Mahis
  • Minas Nagó
  • Calabarí, Carabalí o Carabelí
  • Santés o Sandes
  • Ararás
  • Yoruba
  • Los Guinea

Pueblos guineo-sudaneses-islamizados

  • Fula-Folá
  • Ausá-Ansá- Hausa-Auza
  • Mandingos o Mandingas

Pueblos del tronco bantú

  • Pueblos congos
  • Congos -- Angunga o de Gunga
  • Musorongo
  • Songo
  • Muzumbí
  • Bertoches
  • Monyolo -- Munyolo -- Mocholo -- Munllola
  • Loango
  • Cabinda

Pueblos angolas

  • Kisama -- Quisma -- Ysama -- Guisamá
  • Lubolo
  • Ngangela
  • Bangala
  • Benguela
  • Loandas o Luandas
  • Casanche o Casancha
  • Mozambiques
  • Maqua

Una vez traídos a estas  tierras los africanos  eran identificados por medio de marcas denominadas carimbo (carimbo es un vocablo Quimbundu Ka, prefijo nominativo de primera clase y rimbu: marca). Estas marcas consistían de una planchuela  de hierro caliente con las cuales de la misma forma que se marca el ganado se les aplicaban a los personas bajo el régimen de la esclavatura,  para de esta forma ser identificados por la persona la cual los compraba como meras piezas.

Debido al gran nivel de infecciones como causa del ausente nivel sanitario de las bodegas de los barcos en los cuales los "esclavos" eran traídos en condiciones paupérrimas, muchos llegaban muertos y gran cantidad con graves enfermedades.

Es debido a esta causa que se crea, lo que se denomino "el caserío de los negros" (1787) ubicado, según De Maria,  en la boca del arroyo Miguelete (Pereda Valdes, 1965). Allí eran trasladados los "esclavos" con el objetivo de que se recuperaran de sus enfermedades. En caso de que muriesen en el "caserío" el Cabildo acordó que "sean enterrados en aquel lugar, y no sean sus cadaveres  (conducidos) al Campo Santo de esta Ciudad unico en ella y su Feligresia" (Montaño, 1997).

       

Aquí se ven algunas de las marcas practicadas a personas tratadas como esclavos en el Río de la Plata.("Todo es Historia", 2000:14)

                         

Danzas Y Músicas Africanas Introducidas a Nuestras Tierras.

En Uruguay convivimos, con una gran cantidad de aspectos culturales heredados por los africanos que fueron traídos a estas tierras. En este trabajo pretendo poner especial énfasis en aquellos relacionados con la música y las danzas.

Una vez traídos los africanos a estos se comenzaron a organizar. Según su procedencia cultural en lugares que recibieron la denominación de "las salas de nación", o también  "tangos", "sitios"  "candombes"  o "canchas".

Estos lugares en la época colonial (más o menos por el 1800) se ubicaban en la zona sur de la antigua ciudad de Montevideo en lo que era el cubo del sud, actual templo ingles. En el año 1853 es citada una sola ubicada al final de la calle Piedras y al año siguiente otra ubicada "...frente al antiguo recinto en el cubo del sud".

Hubo "salas de nación" las cuales contaban con reyes y las denominadas "sociedades". El ritual de estas últimas era el mismo que el de las "naciones" con la diferencia de que al "rey" le llamaban "presidente".

Posteriormente debido a la extensión de la ciudad de Montevideo, las salas se desplazaran a la llamada "nueva ciudad" ubicadas en su mayoría en el Barrio Sur.

Los Congos Africanos estaban en el barrio Centro, en la actual calle H. Gutiérrez Ruiz y Soriano y la Sala de las Animas de los Congos estaba a la vuelta, por la actual calle Paraguay entre Canelones y Soriano. (Ferreira, 1997)

 La sala de los Benguelas quedaba en el barrio Centro-Sur, en la calle H. Gutiérrez Ruiz entre Durazno y Maldonado. Los Mina-Magí tenían muchas subdivisiones y un gran número de lugares de asamblea en el Barrio Sur en la calle Maldonado y H. Gutiérrez Ruiz, en el Barrio Cordón sureste, en la calle Canelones cerca de Blanes.

Los Mina-Nagó tenían su sala en el barrio cordón sureste, en la calle Joaquín Requena y Durazno. Los Mozambiques estaban en todo el barrio Cordón.

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Cuadro de texto: Plano de la antigua y nueva ciudad de Montevideo. 
Autor: Carlos Zuchhi, dibujante J.M. Besnes e Irigoyen (1839) 
(Reyes Abadie -- Vazquez Romero, 1981: 39)
                         

La Sala de los Lubolos era en el barrio Cordón norte en la actual calle Fernández Crespo y la actual La Paz o en Fernández Crespo y la actual Miguelete

Con respecto a la música afro-uruguaya, está debe de ser dividida en dos partes como nos cuenta Ayestarán (Ayestarán, 1972). La inicial es secreta y esta constituida por la danza ritual africana sólo conocida por los iniciados, sin trascendencia socializadora y desapareció cuando muere el último africano llegado del otro continente. La segunda es superficial --superficial en el sentido de su rápida y extendida afloración- y fuertemente colorida, en el siglo XVIII constituyó la Comparsa, que acompaña a la custodia en la festividad del Hábeas Christi, de la cual hablare más adelante, organizo luego la "calenda" , "tango", "candombe" "chica" "bambula" o "semba" que se bailaban entre la Navidad y el Día de Reyes alrededor de 1800 y se transformo por último en la comparsa de carnaval de las sociedades de negros desde 1870 (Ayestarán, op. cit.) hasta nuestros días, temas que desarrollare posteriormente.

Es interesante traer a acotación la división que realiza  Roger Bastide (Bastide,1967) entre lo que el llama folklore africano y folklore negro. El plantea que ha medida que el folklore africano desaparece gradualmente se convierte en folklore negro.

Con respecto a Uruguay dice que el folklore africano, en relación a la música y a los bailes,  han desaparecido una gran cantidad  como la Calenda (mismo nombre que en Luisiana, caracterizado por las ombligadas) la bambula que aquí es un baile guerrero, en el que intervienen palos y escudos, el chica, baile erótico y finalmente los famosos Candombes (en el río de la Plata se da el nombre de candombe a los bailes profanos mientras que en Brasil son bailes religiosos) con sus rondillas y procesiones danzantes, el candombe no ha desaparecido aún totalmente pero se fue transformando a finales del siglo XIX quedando reducido en Montevideo a una gran procesión danzante, que sigue teniendo lugar todos los años el día de Carnaval con el nombre de Lubolos" (Bastide, op. cit).

Con respecto a los bailes nombrados anteriormente, Bambula, Chica, Calenda, Pereda Valdes nos  dice que probablemente fueron las primeras formas de las danzas africanas del Río de la Plata pasando posteriormente al candombe y la semba.

La Bambula

Pereda Valdes (Pereda Valdes, 1965) nos cuenta que en el número 3241 del Comercio del Plata del año 1857 se encuentra una sugestiva referencia a dos danzas, la Bambula y la Chica.

Sobre la Bambula hay comprobación de su sobrevivencia hasta por lo menos 1903, así como datos precisos de su coreografía.

En el 1903 el compositor uruguayo Alberto Zóboli recogió en la plaza Colón de la ciudad de San Fructuoso (hoy Tacuarembo) los motivos de una Bambula, que él viera y oyera bailar a los morenos.

La Bambula era una danza guerrera.

Sobre esta nos cuenta, formaban una rueda o círculo y bailaban sin cantos, con instrumentos de percusión, parecidos a los tambores a base de lonjas. Alberto Zóboli, recogió 4 motivos que se pueden apreciar en su "Bambula".

1.  desfile

2.  se observan unos a otros y realizaban una serie de movimientos de estrategas o táctica guerrera.

3.  fintas y ataques a fondo con retroceso volviendo a su anterior formación.

4.  entrevero, como en el último motivo del candombe.

 

La Chica

La Chica es un baile apasionado, novelesco, es decir, la Cachumba de los negros.

 

La Buena

Otra danza que se bailo hasta la primera década del siglo XX fue "La Buena".

Su coreografía tiene cierta semejanza, según lo que nos cuenta Pereda Valdez, con la "Capoeira" y con el "Batuque boi".

Al encontrarse dos comparsas en el carnaval de Montevideo, comparsas rivales por lo general, se hacía rueda de tambores con sus respectivos elementos de defensa (lanceros y hacheros)  y empezaban "La Buena" que tenía en la exposición de valores de los escoberos una finalidad, la de demostrar cual de los dos podía, con una zancadilla, derribar o hacer tocar el piso con pies y manos al adversario, finalmente las 2 comparsas terminaban con un combate cuerpo a cuerpo en el que usaban lanzas y las hachas y que terminaban frecuentemente con heridas o consecuencias fatales entre los contendidos dando intervención a la policía.

 

El Tango

"Tango" en el Plata desde la colonia era el nombre que los africanos daban a sus parches de percusión, la noticia más remota alcanza 1808, en el cual se le pide a un capataz que prohibiera "los tangos de los negros"  por el barullo que producían (Rossi, 1958).

Por otro lado encontramos que ya el 26 de septiembre de 1807 el gobernador Francisco Elío convoca al Cabildo y resuelven que se prohíban los "Tambos bailes de Negros" (Montaño, 1997).

Los mismos negros, titulaban a sus reuniones por el acto principal de ellas "tocá tangó" (tocar tambor).

En  1866-67 se propagó en Montevideo un "tango" titulado "El Chicoba" (en  bozal, "El Escoba", o "El Escobero") pero era un candombe según los que lo conocieron.

El termino tango, citando a Daniel Vidart (Vidart, 1958), vendría de la voz tang, que es uno de los idiomas hablados por los negros y significaría acercarse, palpar, tocar. Hay una lengua Tanga dentro del sector Kale en el gran grupo bantú u otra Tangui en el sector Tchwezi del mismo conglomerado. El tangalé a su vez, se habla en el grupo nigeriano-chadiano de las lenguas sudanoguineanas.

La Milonga

En la banda oriental del Plata se llamaron "milongas" según Rossi (Rossi, 1958) a las reuniones de los africanos a payar en los suburbios ciudades, dispensándoles el título de "milongueros", porque se reservaba el de "payadores" para los genuinos improvisadores camperos por quienes el pueblo tenía sincera admiración y respeto.

La Milonga dio nombre y carácter a las propias reuniones; solía decirse "milonguear" en sustitución de "reunirse" de "bailar" y de "cantar".

Los negros angolas fueron los que en mayor número  se importaron al Brasil y los únicos  en  Sudamérica que lograron un lenguaje. A ese lenguaje se le llamo "bunda" y al  de todos los negros por antomasia,   porque decir "bunda" equivale a "bozal".

"Milonga" es término bunda y significa "palabras", "palabrerio", "cuestión".

Rossi además nos dice que "milonga" voz africana adoptada por el criollo brasilero, haya pasado a ser vocablo rioplatense, es tan lógico como sencillo.

La Habanera

 En los puertos del Plata como en los de todo el mundo estaban ubicados los clubs bares y refugios con que el marino sueña durante su viaje..

En ese suburbio el baile (Rossi, op. cit.) era imprescindible, por lo tanto la Danza llego a él como providencial regalo.

El marino cubano, indefectiblemente negro, que frecuentaba el puerto de Montevideo con asiudad y en viajes exclusivos y directos fue el introductor de la Danza Cubana en el Plata. (Rossi, op. cit.)

Su segundo nombre de Habanera, lo obtuvo la Danza en atención a su origen.

El Candombe

Así como hoy las corrientes inmigratorias de españoles e italianos, por ej., solo muestran  sus danzas vernáculas una vez al año así también el africano sólo en reunión secreta recuerda sus rituales ancestrales y ante los blancos dejan aflorar una suerte de versión pigmentada (de lo cual desarrollaré más adelante) de la contradanza o el minué unida a una escena africana que recuerda la coronación de los Reyes Congos.

A esto último le llamaron Candombe los viajeros y viejos memorialistas.

Sobre el origen de la palabra Candombe hay varias versiones, de las cuales citare la que a mi parecer es la más convincente. Néstor Ortiz nos dice que la palabra candombe deriva del prefijo Ka y de Ndombe (negro) del idioma Kumbundu, rama de las lenguas bantúes que se hablan en el Congo, en Angola y en distintas zonas de África del sur.

Significa "negro", "perteneciente a los negros", " propio de los negros", etc.

Sobre la primera vez que figura escrita la palabra candombe podemos citar el diario el Universal el cual data del 27 de noviembre de 1834 en el "Canto Patriótico de los negros, Celebrando á la ley de vientres y á la Constitución" (Montaño, 1997) en este aparecen también algunos pueblos que las mismas personas afectadas por esta ley mencionan,

"Compañelo di Candombe
Pita pango e bebe chicha

Ya le sijo que tienguemo

No se puele sé cativa:
Po leso lo Camundá,
Lo Casanche, lo Cabinda,
Lo Banguela, lo Monyolo,
Tulo canta, tulo glita.
Ne tiempo den Potugá
Y ne tiempo den Galicia,
Le Flicana lisendensia
Tlite secreva nasia..."

Sobre los instrumentos que formaban parte del candombe figuraban las mazacallas la marimba, las tacuaras, y los tambores entre los que figuraba el macú y la sopipa.

Sobre la fabricación de los primeros tambores estos se realizaban con duelas provenientes de barriles de roble, los mejores contenedores de la época colonial, que llegaban desde Cuba y otras posesiones españolas conteniendo ron, caña, azúcar etc.

Con el correr del tiempo y el desarrollo del comercio, la yerba mate las aceitunas, el vino, los licores y otras mercaderías empezaron a llegar en barricas de  madera, generalmente de pino o cedro de menor peso y tamaño que los viejos barriles, por los que sus duelas resultaron más apropiadas para construir tambores.

Los candombes se llevaban a cabo en las ya mencionadas "salas de nación". A las tres de la tarde se iniciaba el candombe en todas las salas, esto en sentido figurado, pues no se bailaba en ellas sino en la vía pública.

El acto se precedía con una breve ceremonia, entrando en funciones otras 2 figuras de esta tradición: el "ministro" y el "juez". El rey salía de su sala acompañado de los citados y se detenía en la calle a unos 3 metros de la vereda, en medio de una rueda de asientos de toda especie, colocados allí expresamente. Los tocadores y bailadores rodeaban a este terceto y a una señal del juez se ubicaban en los asientos; pasando unos instantes de silenciosa expectativa, no interrumpida ni por el numeroso público que presenciaba la escena, el rey declaraba inaugurando el acto levantando una mano y enseguida los típicos instrumentos africanos rompían su tan-tan.

Ayestaran, (Ayestaran, 1972) nos cuenta sobre la coreografía del candombe lo siguiente. Esta constaba  de 5 partes diferentes: cortejo, formación en calle, y "ombligadas", cuples, rueda, y entrevero.

1)  Cortejo:  abre la marcha una imagen de San Benito sobre una parihuela llevada en hombros por 4 negros. Detrás, el Rey, La Reina y el o los  Príncipes. Más atrás, como en un séquito, hombres y mujeres en pareja y por último, los instrumentos. El Gramillero y el Escobero avanzaban haciendo cabriolas alrededor del cortejo. Después  de colocada la imagen del Santo sobre una tarima a cuyo  pie se sentaban los reyes y príncipes, los instrumentistas se colocaban a la derecha del Santo.

2)  Formación en calle y "ombligada". Los hombres y mujeres se colocaban frente a frente en 2 filas y al ritmo de los instrumentos avanzan lentamente cantando un estribillo que durara toda la sesión. Al juntarse las filas, hombre y mujeres sacan hacia fuera sus vientres como si quisiera chocarlas, luego se retiran un paso y avanzan sus caras como para besarse, y por último, se entrecruzan y avanzan para colocarse en los lugares opuestos. Dan media vuelta y recomienzan todo la pantomima, lo que se repite  8 o 10 veces.

3)  Culpes. Vueltos a colocarse en calle sin moverse de su sitio flexionan las rodillas al ritmo de la música. Entonces el Escobero y el Gramillero se colocaban en medio de ambas filas y comienzan a realizar cabriolos, tal cual las vemos hoy en día en cualquier comparsa. Del extremo de la fila avanzan un hombre y una mujer y danzan en pareja, chocándose los vientre y dibujando la silueta -el hombre- de la mujer en el aire, casi como acariciándola. Vuelven otra vez a su fila, pero al último lugar y sigue la siguiente pareja. Esto se repite hasta que las parejas hayan efectuado su danza.

4)  Rueda. Vuelven a acercarse las 2 filas, y comienza una evolución en rueda, girando 2 o 3 veces frente a los reyes, tomados del brazo.

5)  Entrevero, los tambores comienzan a aumentar la intensidad del sonido y comienza el candombe propiamente dicho.

El movimiento queda librado a la improvisación del momento: las parejas ya no se reconocen como tales o se cambian y todo el andamiaje coreografía se viene abajo. Los únicos que conservan su tranquilidad y dignidad son los reyes.

Hay sin embargo un detalle muy importante y que caracteriza al candombe: el  movimiento de los bailarines parece originarse de las caderas hacia arriba; frente al ondular de la parte superior del cuerpo, las piernas quedan aferrados a la tierra y los pies avanzan siempre arrastrándose en el suelo, no hay saltos. Estamos frente al paso de candombe.

       
Pedro Figarí (1861-1938) a través de su pincel logro registrar muchas de las costumbres que tenían aquellos hijos de África en nuestra tierra.
En este caso, el motivo que se puede apreciar en ambas pinturas, es referido al Candombe

 

Con respecto al acceso por parte del público en general  a las salas, De Maria da por seguro que el día del candombe el de mayor jolgorio "La gente entra y sale a la sala a ver los reyes que es un contento, aunque la atmósfera con el calor no sea del todo agradable". Marcelino Bottaro (escritor Negro) sostiene lo siguiente "....el comienzo de la organización de los candombes la concurrencia no era pública, como lo dicen algunos narradores de cosas africanas. Loa amos o protectores de sus adeptos y sus familiares eran los únicos que eran admitidos con placer pero se interrumpía si en ese momento se realizaba la parte de un ritual de alguna sala. Se ejecutaban entonces otro número de canto o de danza que consideraban sin importancia".  El mismo anota "con un amigo pasábamos, a una cuadra de distancia: notamos público agrupado en la calle y corrimos a curiosear: corrimos de veras porque éramos muchachos. Encontramos un auditorio de pueblo haciendo marco de candombe" (Pereda Valdes, 1965)

Su periodo de mayor auge fue de 1875 a 1880.

Con respecto a la organización de la sala, este se basaba en un "régimen monárquico" con las diferentes autoridades cuyos títulos nobiliarios se mantenían durante todo el  año pero que únicamente salían a la luz pública cada 6 de enero, aunque los cargos ya hubieran sido nombrados antes.  A medida que fueron falleciendo los últimos africanos se fue haciendo cada vez más difícil encontrar sucesores.

Con respecto a la coronación de reyes José P. Barran (Ferreira, 1997) nos cuenta "desde el período colonial con sus ´candombes´  la epifanía, el 6 de enero (en que)...todo el mundo iba a visitar las salas donde los reyes negro presidían".

En Uruguay "las comunidades negras de todo el país celebraban tres fiestas religiosas como propias: la de su Patrono San Benito, el moro de piel oscura, la de Reyes, por el rey negro Baltasar y la de la Virgen del Rosario, (estas fiestas) a fines del siglo XIX habían caído en desuso".(Barran:138 en Ferreira, 1997)

También una vez abolida la esclavitud, 1846, las "salas de nación" comenzaron a desaparecer y los afro-uruguayos se reagruparan en asociaciones de ayuda mutua.

De las naciones afro uruguaysas retendrían la capacidad de hacer música con los tambores, de danzar, de cantar, con sus rasgos interculturales

 

Marimba, instrumento empleado por los africanos que llegaron a estas tierras y que actualmente  ha desaparecido. Es similar al xilofón, excepto por contar con mates debajo de las teclas,  por medio de los cuales se obtiene un gran sonido.

 

Las Comparsas

La comparsa más antigua según Pereda  Valdes (Pereda Valdes, 1965) sería la Sociedad Carnavalesca  "Pobres Negros Orientales" fundada en 1894.  Además de esta existieron otras como "La Raza Africana", "Los Negros de Sud América", "Negros Esclavos", "Negros Argentinos", "Negros Bayán", "Esclavos de Nyanza", "Estrella de África" y "El Sol de África".

Por otra parte Montaño cita la formación de una comparsa con motivo de la celebración del "Hábeas Christi" ya en el  1759 (Montaño, 1997).

En 1874 se crean los "Negros Lubolos" cuyo nombre deriva de Lubolia, región africana (Carambula, 1952). En principio estas agrupaciones lubolas eran formadas por personas blancas, comerciantes y gente de la sociedad montevideana que se pintaba el rostro de negro y se disfrazaban con trajes típicos.

En el presente el candombe olvidó su sincretismo con la Iglesia católica, sus Santos, varios de sus instrumentos musicales y toda su lujosa y ordenada coreografía que recordaba la coronación de los Reyes Congos.

De todo aquel ceremonial de homenaje, pervive hoy día un instrumento: el tamboril y varios personajes sueltos que integran la comparsa carnavalesca: escobero, gramillero, Mama Vieja, negros jóvenes de ambos sexos, tamborileros etc.

Toda la música afro-uruguaya actual es profana lo que hoy surge en forma profana en Montevideo pertenece aun ciclo original de carácter religioso hoy desaparecido.

Sobre los instrumentos que hoy en día perduran, encontramos únicamente al  tambor. Existen  tres tipos de tambores, cada uno con su nombre respectivo y su toque, ellos son el tambor piano, el tambor chico y el tambor repique.

Citando a Luis Ferreira (Ferreira, 1997) el nombre de tambor piano se podría deber a una analogía entre el toque básico del piano tambor con la coordinación de las manos y la relación de planos sonoros del piano-teclado de las viejas orquestas de tango y milonga en la que algunos buenos tamobreros de la época habrían tocado.

El origen de los nombre s chico y repique es debido a que chico es el tambor más chico, repique es el tambor en el que se repica es decir se toca con más golpes.

Hacia comienzos de la década del 50 el chico también se denominaba pino y se recordaba que anteriormente se lo llamaba congo. Otra denominación antigua es antes de la década del ´40 era el peló o belé.

El término piano vino a denotar todo tambor grave de boca ancha y de forma abarrigada y barrigona. Desaparece así él termino bombo del uso común: excepcionalmente se lo emplea para denotar un piano antiguo, culatón bajo y poco barrigón.

Estos tres tipos de tambores representan los diferentes niveles de la voz humana (Ayestarán, 1983):

  • Piano----------------Barítono
  • Chico----------------Soprano
  • Repique-----------Contralto

También hasta no hace mucho tiempo aparecía un tambor denominado bombo, la función musical del mismo era la del denominado piano -- llevador. Otra denominación para el piano es la de Gon que se corresponde con un nombre más antiguo el de Ngongon.

Al igual que el chico y el piano, el repique tenía en el pasado otra denominación pero que se ha perdido en el recuerdo.

Las llamadas

El primer desfile de llamadas fue organizado por la institución A.C.S.U. (Asociación cultural y social Uruguay) en el año 1955.

Pero en la antigüedad las llamadas eran otra cosa.

En vísperas de Navidad durante el Carnaval conjuntos de tamborileros desfilaban por aquellas la calle Cuareim, Durazno, Ansina etc. haciendo tronar los tamboriles.

Aquellos de antaño tenían un objetivo, recordar a los que se había dormido a la hora de la salida de la comparsa a los rezagados y que no habían concurrido a su hora al salón de la  "nación" para dar cumplimiento a los compromisos prestablecidos de visitas programadas a las autoridades.

Influencias del Candombe en otros géneros musicales

La música de los tambores y las llamadas y de los tambores de los candombes de las comparsas (las cuales responden todas a un mismo entramado) no solamente han generado una extensa familia musical sino que han  influido prácticamente en todos los géneros musicales  en nuestro país.

Algunos ejemplos son en los ´60 el candombe rock y el canto popular, en la década de los ´70 y los ´80 la presencia del candombe-beat, también en los ´80 la creación de la misa candombe y la realización del candombe ballet.

Como conclusión de este trabajo citamos a Lauro Ayestaran (Ayestarán, 1977) quien nos dice que la música afro -- uruguaya actual es profana. Lo que hoy surge en forma profana en Montevideo pertenece a un ciclo original de carácter religioso hoy desaparecido.

BIBLIOGRAFIA


-  AYESTARÁN, Lauro. 1977. "El folklore musical uruguayo". Arca. Montevideo

-  AYESTARÁN, Lauro. AYESTARÁN Alejandro. FLOR DE MARÍA RODRÍGUEZ de Ayestarán.1990. "El tamboril y la comparsa". Arca. Montevideo.

-  AYESTARÁN, Alejandro. 1983. "El Candombe a través del tiempo". Fono Música. Montevideo.

-  BASTIDE, Roger. 1967. "Las Américas Negras". Alianza. París.

-  CARAMBULA, Rubén. 1952. "Negro y Tambor". Editorial Folklórica Americana. Buenos Aires.

-  CUNARD, Nancy. 1934 "Negro Anthology". London.

-  DE RIDDER DE ZEMBORAIN, Maud. Abril 2000. "Cuando en Buenos Aires se remataban negros". En Todo es Historia. Nº 393. pag.14. Buenos Aires.

-  FERREIRA, Luis. 1997. "Los tambores del Candombe". Colihue Sepé. Montevideo.

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-  MONTAÑO, Oscar. 1997. "Umkhonto". Rosebud. Montevideo.

-  OLIVERA CHIRIMINI, Tomas. VARESSE, Antonio. 1996. "Memorias del tamboril". Editorial Latina. Montevideo.

-  PEREDA VALDES, Idelfonso. 1965. "El negro en el Uruguay: pasado y presente". Separata de la Revista del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay. Montevideo.

-  PERIODICO ESTACION POCITOS. Marzo 1993. "Llamadas: cuando los negros no hacen negocio". pp. 6 y 7. Nº 25. Montevideo.

-  REYES ABADIE, Washington -- VAZQUEZ ROMERO, Andrés "Crónica general del Uruguay", Montevideo, Banda Oriental, 1981.

-  ROSSI, Vicente. 1958.  "Cosas de Negros". Hachette. Argentina.


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