ENTRE EL MITO Y LA HISTORIA:
INKARI EN EL VALLE DEL COLCA, AREQUIPA - PERÚ
Julio Cesar Portocarrero La Rosa.
Universidad Nacional San Agustin de Arequipa.
Resumen
Inkari en los andes, ha sido considerado una divinidad mesiánica, error en el que han caido muchos estudiosos del tema debido a que no existe traducción para el termino en el idioma quechua. El presente trabajo, intenta explicar como los mitos y la historia oral pueden guardar la memoria de un pueblo, no es necesario tener un profundo conocimiento acerca de la etnohistoria, la arqueología y la historia pueden de manera mas directa explicar un mito como lo hacemos en este caso.
-I-
Existen numerosos estudios realizados acerca del mito de Inkari así como versiones del mismo, existen versiones diferentes del mito en cada lugar de los andes [i] , pero todas coinciden en que Inkari es un ser superior, con poderes sobrenaturales y rodeado de cierto mesianismo.
En realidad la mayor parte de los trabajos tratan el tema del mito desde un punto de vista ideológico, mesiánico o simbólico, tratando de descubrir ideologías, mensajes o representaciones ocultas en la tradición oral, tratan de explorar el subconsciente del hombre andino a través de la interpretación de mitos actuales.
Para comprender el real significado del término Inkari mas que revisar crónicas y documentos manuscritos en los archivos y utilizar metodologías de análisis simbólicos e interpretaciones psicoanalíticas, considero pertinente buscar el significado del término en la gramática quechua y en la historia andina.
En los diccionarios quechuas antiguos y modernos, no existe referencia al término Inkari, este es un concepto actual que alude al Inka Rey y así ha sido convertido con el correr del tiempo en un supuesto Mesías, sucede algo así como Inka Rey = Inkarri = Inka Mesías, y para comprenderlo es necesario ingresar en el subconsciente del hombre andino mediante complicados esquemas metodológicos, al alcance de un reducido número de especialistas. Tal vez uno de estos expertos tenga mejor suerte que nosotros.
Efraín Trelles hizo un breve análisis del significado del término Inkarri [ii] , transcribiéndolo como Inkari (pronunciándolo con una sola "r", sin el arrastre de la consonante como sucede con el término rey), de su análisis podemos descomponer la palabra Inkari en Inka y el sufijo ri, este último en la gramática quechua indica duda o interrogación cuando lleva fuerza de voz o acento [iii] . De esta descomposición, al pronunciar la palabra Inkari tendríamos un significado que sonaría algo así como ¿será el Inka? o ¿el Inka?. Pero no nos quedemos sólo en el probable significado de la palabra, vayamos un poco más allá en el análisis.
-II-
Los mitos le otorgan a Inkari poderes sobrenaturales que le permiten: a) Ordenar las piedras para que se construyan andenes o terrazas de cultivo; b) Hacer brotar agua; c) entregar buenas semillas que aseguran una buena cosecha. Ahora, esos poderes sobrenaturales que le permiten hacer cosas que parecen imposibles a simple vista acaso ¿no pueden ser logradas por los hombres?. La respuesta es indudablemente sí, el hombre andino poseía los conocimientos tecnológicos y técnicos suficientes para lograr las proezas de un supuesto ser sobrenatural.
El ordenar las piedras a la manera de Inkari es una técnica conocida en los andes peruanos desde la época Wari y mucho antes, es producto de una tecnología que tuvo que desarrollarse a lo largo de los siglos, pues dada la geografía del territorio peruano el relieve presenta muy pocas extensiones de tierra plana para constituir un terreno apto para la agricultura, por lo cual la agricultura se desarrollo en terrazas de cultivo, primero en los fondos de los valles luego en las faldas de los cerros, para finalmente utilizar las pendientes de estos en los valles [iv] . La tecnología utilizada en la construcción de andenes no es un descubrimiento que se haya hecho de la noche a la mañana, tomo un largo período y muchas generaciones de hombres para lograr perfeccionarse [v] .
Pero no se puede sólo construir andenes y esperar que den su fruto, es necesario sembrarlo y cultivarlo, para lo cual es indispensable y necesario tener una fuente permanente de agua que permita disponer de ella aún en las andenerías y durante todo el año, para ello se necesitó un sistema de canalización y almacenamiento de agua, no es que Inkari hiciera brotar el agua, sino que se traía el agua por medio de canales, se la almacenaba en reservorios y se la utilizaba de acuerdo a las necesidades. Existen suficientes evidencias arqueológicas como para asegurar que existió una gran red hidráulica en el territorio andino mucho antes y durante la gran expansión Inka [vi] .
Una vez que se a tenido asegurado el terreno y el agua, es hora de echar las semillas, pero no cualquier semilla, sino aquellas que previamente han sido seleccionadas, mediante un lento y largo proceso de observación, cosecha por cosecha a través de generaciones [vii] , pero no basta una buena semilla y agua también es indispensable el abono, la utilización de fertilizantes para nutrir el suelo es conocida desde tiempos remotos [viii] .
No se trata de un ser sobrenatural, basta con recordar que la sociedad Inka tuvo una cultura que fue una síntesis de elementos culturales desarrollados por las diferentes sociedades que habitaron los andes a los largo de más de 10,000 años. El mérito de la sociedad Inka no es el haber construido andenes, acueductos, reservorios, almacenes, etc. (sin restarle méritos a sus obras) sino más bien el haber desarrollado un estado que poseía un ordenado sistema de aprovechamiento de la mano de obra (a través de la mita) que le proporcionaban las sociedades que integraban el Tahuantinsuyo. Sólo basta recordar que el principal tributo que daban al estado Inka las sociedades sojuzgadas eran hombres para trabajar, los mitmaqs y su mano de obra representada en la mita [ix] . Esto le permitió al estado Inka contar con una mano de obra extra que provenía de todo el Tahuantinsuyo y utilizarla de acuerdo a sus intereses. Al momento de la conquista española, se intentó utilizar el sistema de la mita en beneficio del estado colonial español, resultando perjudicial para los conquistados.
Un solo valle no es capaz de producir los diferentes alimentos para un determinado grupo humano (llámese etnía, ayllu o parcialidad), conforme éste va creciendo las necesidades de espacio y alimentación también lo hacen, por lo que se hace necesario nuevas tierras de cultivo y obtener diferentes y más productos alimenticios y suntuarios que los producidos en su territorio. Por lo tanto se tiene que buscar nuevos territorios para obtener espacio y alimentos. El lograr un control de diversas ecologías no es cuestión de ideales compartidos por sociedades, sino de subsistencia mientras más centros productivos tenga un grupo humano determinado o una sociedad, más autosuficientes e independientes serán. El control de diversas ecologías no necesariamente sigue un patron vertical u horizontal, se da en la dirección en que se logren obtener los productos deseados y mediante la instalación de enclaves en diversos puntos, formando una especie de archipiélago [x] .
-III-
Hechas estas previas aclaraciones pasaré a tocar el tema por el cual me decidí a escribir este corto artículo. El mito de Inkari en el Valle del Colca es algo diferente a los demás y a decir de Franklin Pease, constituye una versión ecológica [xi] .
El libro La Doncella Sacrificada de Ricardo Valderrama y Carmen Escalante contiene numerosos mitos recopilados en el Valle del Colca [xii] , entre ellos se hace mención a Inkari. Estos mitos se refieren a las andanzas de Inkari en el Valle del Colca en dirección Este - Oeste, siguiendo el curso del río Colca y de las altas y frías punas hacia el Valle cálido. Empieza su recorrido por la margen izquierda en Callalli (3.867 m.s.n.m.) luego cruza el río en dirección de Sibayo (3.810 m.s.n.m.) continúa bajando en dirección de Chivay (3.633 m.s.n.m.) en donde nuevamente regresa a la margen izquierda y vuelve a cruzar a la otra margen al llegar a Yanque (3.417 m.s.n.m.) para luego regresar a la margen izquierda en Achoma (3.450 m.s.n.m.) y Maca (3.262 m.s.n.m.) y terminar su recorrido en Cabanaconde (3.287 m.s.n.m.) [xiii] . Ahora veamos las características de este personaje a lo largo de su recorrido, primero es bondadoso con los que le obedecen y vengativo con los que no lo hacen, es inteligente y racional, es ante todo un ser sobrenatural con facultades ordenadoras del medio ambiente, puede ordenar las piedras a manera de andenes o dejar agua donde no la hay.
El Valle del Colca cuenta con 15 poblados distribuidos a lo largo del Valle, siguiendo el curso del río. Cabe destacar que las ubicaciones actuales de los pueblos no corresponden a los asentamientos de la época prehispánica, aunque algunos poblados fueron levantados en lugares donde ya existían asentamientos o cercanos a estos como en el caso de Tuti Viejo, Coporaque y Cabanaconce.
Una síntesis del referido mito sería: Inkari aparece por Callalli, donde sólo deja a los pobladores ganado y leña, luego en Sibayo deja lo mismo pero les da posesiones en la costa, baja luego a Chivay en donde sólo deja sara senqa (desecho de maíz) y agua, continúa su recorrido hacia Yanque donde los curacas no lo respetan, así que no les deja nada, tan solo por casualidad deja un grano de maíz. Continúa hacia Achoma y Maca, en donde les deja agua y finalmente llega a Cabanaconde, donde dejó un choclo íntegro de maíz con instrucciones específicas de como sembrarlo, es aquí donde finalmente culmina su recorrido [xiv] .
En la entrada del valle, en la zona alta se ubican los pueblos de Callalli y Sibayo, la ecología de esta zona no permite en cultivo de plantas como es el maíz y la papa, los pobladores se dedican a la ganadería, razón por la cual es fácil suponer que Inkari no podía dejarles otra cosa que leña y ganado, pues la agricultura en esa zona es imposible dadas las condiciones climáticas. Se dice en el mito que en compensación, a los pobladores de Sibayo les entregó unas caletas en la costa, de esta manera los pastores de Puna podían acceder a los diversos productos agrícolas del valle bajo mediante el trueque por productos marinos. Hasta aquí todo bien, pero estamos hablando de un control local, es decir desde un pueblo se controla el acceso a recursos marinos dentro de una etnía y los demás pueblos no tienen acceso a ellos; aquí sucede algo que no me atrevo a afirmar pero amanera de hipótesis sostengo que en el Valle del Colca la división por ayllus en la etnía de los Collagua y Cabana fue impuesta por el Estado Inka como un sistema de control de mano de obra, razón por la cual al desaparecer la organización estatal Inka los lazos por ayllus se desvanecen lentamente. Tal es así que para los siglos XVII - XIX es difícil rastrear los ayllus de procedencia de los individuos, siendo mas fácil ubicarlos por parcialidades o pueblos como lo plantea María Benavides [xv] . Así que es posible que los ayllus de pastores que gran parte del año tenían tiempo disponible hayan sido los encargados de las caletas e islas guaneras en la costa, esto explicaría las migraciones estacionales a la costa, y como al momento de establecer las reducciones estos ayllus fueron agrupados en el pueblo de Sibayo.
Continuando con el tema y siguiendo en curso del río Colca, antes de llegar al pueblo de Chivay nos detenemos en Tuti (3.790 m.s.n.m.). Este pueblo tiene la particularidad de ser el sitio más alto del valle en el cual se practica la agricultura (cultivo de habas y papas), en la parte alta del actual pueblo de Tuti existen unas grandes cavernas al parecer naturales y dentro de ellas existe evidencia arqueológica de la existencia de collcas, al parecer esas cavernas se utilizaron como depósitos de alimentos. Hay un mito que cuenta que el Inka habitaba una casa en Tuti y cerca de ella había un ojo de agua de donde se alimentaban las tierras de cultivo, pero el Inka se marchó y cerro el ojo de agua, razón por la cual se abandonaron tierras de cultivo y el pueblo se trasladó a su actual ubicación. La evidencia arqueológica de las collcas de Tuti, la mención a la estancia del Inka, la existencia de un pueblo viejo (Tuti Mauqallacta) con construcciones Inka y su ubicación estratégica entre el límite de la agricultura y la ganadería le otorgan a Tuti cierta importancia.
En Chivay Inkari dejó agua y sara senqa (desecho de maíz) y también cebada antes de continuar su recorrido. Los estudios arqueológicos nos revelan que en Chivay en el pueblo antiguo de Jusqallacta o Usqallacta [xvi] (parte alta del pueblo) existen construcciones Inka casas de hasta dos pisos de altura, al parecer fue un centro administrativo de jerarquía, también es importante mencionar que Chivay utiliza las aguas del canal Waranqante, que es el que provee de agua a Yanque y dicho canal pasa por Chivay.
Inkari continúa y llega al pueblo de Yanque, aquí los curacas no trataron bien a Inkari, tal parece que este pueblo era el lugar de residencia de los principales curacas de la etnía Collagua [xvii] al no prestarle obediencia a Inkari, este no les dejó agua ni maíz, excepto un grano de este que dejó caer de casualidad. La zona correspondiente al pueblo de Yanque no posee manantiales de agua suficientes para abastecer sus tierras de cultivo, tampoco existen en sus cercanías nevados para extraer agua de los deshielos. El agua es traída, para la margen izquierda desde el nevado Waranqante (17 km.) por medio de canales y para la margen derecha por medio del canal del nevado Mismi (24.5 km.) [xviii] . Yanque posee un clima apto para el cultivo de maíz, por situarse a 3.400 m.s.n.m., altura a partir de la cual disminuyendo es más frecuente la producción de maíz. El pueblo al que posiblemente se refiere el mito, debe ser el pueblo viejo de Yanque, es decir Uyo Uyo, situado frente al actual pueblo, en la Margen derecha. En Uyo Uyo, existen construcciones Inka importantes [xix] . Yanque poseía agua para sus tierras de cultivo por medio de los canales Waranqante y Mismi. Al referirse el mito a que en Yanque Inkari no les dejó nada, podemos decir que es posible que desde Chivay los Inka tomaran control del canal Waranqante utilizando sus aguas y lo mismo hiciera con el canal Mismi, es algo similar a la estrategia utilizada por los Inka en la conquista de los territorios de los valles costeños en el norte [xx] .
En Coporaque (3.575 m.s.n.m.), pueblo ubicado antes de llegar a Yanque, también existen evidencias de ocupación Inka, Los mitos se refieren que en este pueblo el Inka construyó su palacio, lo revistió de cobre y se casó con la hija del Curaca [xxi] . Existen evidencias arqueológicas de la ocupación Inka en diversos sitios arqueológicos de Coporaque, es también aquí donde se han registrado las terrazas de cultivo mas antiguas del Valle del Colca [xxii] , sin que esto último sea definitivo. Es posible que los Inka hallan fijado su residencia en Coporaque tras el enfrentamiento con los caciques de Yanque.
En Achoma y Maca, pueblos ubicados a menor altura que los anteriores, recepcionan bien a Inkari y este les deja agua y maíz, ambos pueblos poseen sus propias fuentes de agua. Una mención especial merece Maca, este pueblo se ubica a los pies del nevado Sawankaya (Sabancaya) que actualmente es un volcán en actividad, dicen los mitos que en este pueblo existían los Metalniyuq runa, que eran los especialistas en realizar ofrendas con sacrificios humanos a los Apus o deidades.
Un caso especial es Cabanaconde, es un pueblo que ya no pertenece a la etnía Collagua sino a la Cabana. Según la relación de Ulloa Mogollón, los Cabana llegaron al valle, expulsaron a los naturales por medio de la guerra y se asentaron ellos, aparte menciona que hablaban quechua similar al del Cuzco y muy diferente del aymara, lengua propia de los Collagua [xxiii] . Cabanaconde posee además su propia fuente de agua proveniente del nevado Wallka Wallka pues está ubicado a los pies de este. La arqueología en Cabanaconde revela la existencia de construcciones Inka bien acabadas (que aún se conservan), aparte existe una construcción a manera de fortaleza de posible ascendencia Wari. El clima de Cabanaconde es apto para el cultivo de maíz, produciendo este producto en cantidad y calidad. Este pueblo se ubica en la salida del valle y por su ubicación estratégica parece haber sido un asentamiento de mitmaqs puesto por los Inka para vigilar a los Collagua, dado que el mito refiere que Inkari en Cabanaconde dejó agua y un choclo íntegro de maíz, con instrucciones de como sembrarlo [xxiv] .
Hasta aquí: ¿quién es Inkari?, ¿acaso es una deidad ordenadora del mundo andino?, ¿un fenómeno climático? o simplemente es el avance de la sociedad Inka por el valle del Colca, organizando la mano de obra para su correcta utilización en favor de los intereses del estado. Si es así, Inkari no es más que un recuerdo de la grandeza de los antepasados del hombre andino, no sólo recuerdo de los Inka, sino como dijera anteriormente recuerdo de más de 10,000 años de tradición y cultura andina, y en momentos difíciles nosotros anhelamos tiempos mejores, y la esperanza de que esos tiempos volverán es lo que mantiene vivo el recuerdo de Inkari. Es por esta razón que desde mi punto de vista el término Inkari como recuerdo del Inka resulta más apropiado que Inkarri o Inka Rey.
Por esta razón, no podemos buscar en el pasado las respuestas a nuestros problemas, el pasado nos permite conocer nuestro presente, no vivir en el pasado, sino aprender de él.
NOTAS
[i] Ossio, Juan (1973).
[ii] Trelles, Efrain(1994).
[iii] Guardia, César (1973).
[iv] Teacy, John (1994).
[v] Ravines, Roger (1978).
[vi] Ravines, Op Cit.
[vii] Ravines Op. Cit.
[viii] Galdos, Guillermo (1992).
[ix] La información la encontramos en las visitas hechas a la provincia de Chucuito (1562/ 1967 y 1972) y Leon de Huánuco (1567/ 1964), tambien encontramos información similar en la Relación de Ulloa Mogollon (1586).
[x] Galdos, Guillermo (1995).
[xi] Pease, Franklin (1978).
[xii] Valderrama, Ricardo/ Escalante Carmen (1997).
[xiii] Rubina, Alberto et. al. (1997). Los datos referentes a la altitud, corresponden a los asentamientos actuales.
[xiv] Pease Op. Cit.
[xv] Benavides, María (1989).
[xvi] Linares, Eloy (1985/ 1993); Neyra, Máximo (1961).
[xvii] Según la Relación de Ulloa Mogollon (1586), "... yanqui es nombre venerado y lo dicen a los principales caciques ... su significado es pueblo donde residen los señores ...". Esta acotación va en el sentido de que el nombre del lugar del pueblo antiguo es Uyo Uyo y Yanque sería una referencia a aquel pueblo.
[xviii] Valderrama, Ricardo/ Escalante, Carmen (1988).
[xix] Linares, Eloy (1985/ 1993); Neyra, Máximo (1961).
[xx] Rostworowski, María (1988).
[xxi] Valderrama, Ricardo/ Escalante, Carmen (1997); también existe una versión proporcionada por Fray Jerónimo de Ore en Memorias para la Historia de Arequipa, tomo IV, (1952) de Juan Valdivia Cornejo.
[xxii] Treacy Op. Cit.
[xxiii] Ulloa, Joan (1586).
[xxiv] Sobre la importancia del maíz para la sociedad Inka ver Murra (1975) y Murra (1978).
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