CASA DE EJERCICIOS ESPIRITUALES
UN DOCUMENTO VIVO DE LA ARQUITECTURA CONVENTUAL DE BS. AS. ACCIONANDO SOBRE LA INDIFERENCIA Y EL OLVIDO
Monumento Histórico Nacional
Avda. Independencia 1190 (1099)
Ciudad de Buenos Aires
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PERSPECTIVAS DE LA CONSERVACIÓN
Casos de Conservación de Edificios
Autores* : Arq. Andrea Fabiana Morello
Arq. Graciela Edith Aguilar
Resumen:
Desde 1795, la ciudad de Buenos Aires “conserva”, uno de los edificios más antiguos que aún la componen, la Casa de Ejercicios Espirituales.
Situado en la manzana limitada por la Av. Independencia y las calles Salta, Lima y Estados Unidos, nace como resultado del trabajo infatigable de su fundadora, Sor María Antonia, constituyéndose en un testimonio casi completo de las construcciones religiosas del siglo XVIII, manteniendo su estructura original, como así también, cerramientos, herrería, mobiliario e imaginería religiosa de la época.
Hoy, es un documento viviente de la arquitectura conventual del periodo, con claustros y capillas como generadores de un sistema que aun se conserva con integridad, a pesar de su estado de abandono.
Nuestro proyecto de intervención se apoyó en un proceso metodológico, que centró sus acciones al necesario reconocimiento del monumento antes que cualquier tipo de acción pudiera ser realizada; reconocer la historia de su construcción desde todas las variables intervinientes para responder a los interrogantes que iban surgiendo, y para reconocer los conflictos más importantes que nos llevarían finalmente a encontrar las oportunidades de intervención más adecuadas. El proceso se inició con el reconocimiento físico del convento y de su entorno, basado en registros fotográficos, cateos, relevamientos planialtimétricos, relevamientos de patologías y deterioros que, apoyados en un importante proceso de investigación histórica, nos permitirían llegar a un diagnóstico ajustado e integral y al posterior proyecto de consolidación y puesta en valor, para poder finalmente proyectar este testimonio de nuestra cultura hacia el futuro, con toda la riqueza de sus contenidos y todo el valor de su autenticidad.
PRESENTACIÓN DEL CASO DE INTERVENCIÓN
Desde 1795, la ciudad de Buenos Aires “conserva”, uno de los edificios más antiguos que aún la componen, la Casa de Ejercicios Espirituales.
Situado en la manzana limitada por la Av. Independencia y las calles Salta, Lima y Estados Unidos, nace como resultado del trabajo infatigable de su fundadora, Sor María Antonia, constituyéndose en un testimonio casi completo de las construcciones religiosas del siglo XVIII, manteniendo su estructura original, como así también, cerramientos, herrería, mobiliario e imaginería religiosa de la época.
Hoy, es un documento viviente de la arquitectura conventual del periodo, con claustros y capillas como generadores de un sistema que aun se conserva con integridad, en momentos donde la ciudad presenta ejemplos que ponen de relieve las pérdidas generadas por los procesos de renovación urbana que han tratado con indiferencia a nuestro patrimonio.
Al hablar de integridad, no solo hacemos referencia al edificio como contenedor, sino a lo que este alberga poniendo en valor el concepto de “Patrimonio Integral”: un contenedor de objetos de arte, de equipamiento, de vegetación original, de habitantes y vivencias religiosas, de atmósferas, capaces de perdurar en la memoria de la sociedad a través del tiempo.
La integridad de contenedor y contenidos es lo que lo ha preservado en parte, de los arrasadores procesos de transformación a los que sí han sido sometidos otros edificios de esta tipología tales como el Convento de Clausura de Monjas Clarisas (situado primitivamente en la manzana delimitada por las calles Piedras, Alsina, Tacuarí y Moreno), o el de Las Catalinas (en las calles Reconquista, San Martín y Viamonte, ocupando originariamente también el frente sobre Avda. Córdoba), donde la renovación del tejido ha superado los límites imaginables, constituyéndose en el agente determinante de la pérdida de cada uno de los sistemas. Se provoca de esta manera la generación de fragmentos urbanos desde la perspectiva de un modelo de ciudad distinto, donde las operaciones van mas allá del reemplazo de edificios obsoletos, creando un tejido nuevo en el que la manzana pierde su homogeneidad y se desarticula en función a la tipología de torres sobre espacios abiertos, que apenas logran recomponer los limites de un espacio fracturado.
Fuertes intereses económicos son los disparadores de estos importantes desarrollos inmobiliarios y su influencia dinamizadora se hace sentir en sectores olvidados de la ciudad. La consigna de los inversores es encontrar oportunidades que sean rentables, oportunidades que involucran en forma directa o indirecta la integridad del patrimonio.
Sin embargo, no es posible encontrar una oportunidad de presente tomándonos de lo que nos lego el pasado?
O debemos quedarnos prisioneros de la vertiginosa actualidad que nos desvincula de la historia, sin saber cuales son nuestras verdaderas procedencias?
Porque creemos en la factibilidad de crear desde lo existente, con respeto y sensibilidad por el pasado, es que ponemos en valor este edificio y buscamos nuevas respuestas a situaciones que vienen repitiéndose y que dejan huérfanas de historia a nuestras ciudades.
EL EDIFICIO COMO TESTIGO DE UNA ÉPOCA
La expulsión de los jesuitas en 1759 de Portugal y en 1767 de España y sus dominios, marca el comienzo de la historia del edificio.
En 1779, llegaba a Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, la Beata María Antonia de la Paz y Figueroa, con el propósito de instaurar nuevamente la práctica de los Ejercicios Espirituales desarrolladas por los Jesuitas, expulsados de España y sus colonias.
Al finalizar el año 1795, gracias a las donaciones recibidas, comienza la construcción del convento, interviniendo los alarifes Juan Bautista Masella (hijo de Antonio Masella, quien tuviera a su cargo la obra de la Catedral y Santo Domingo) y Juan Campos.
Al levantarse los primeros claustros se pasearon por ellos personas ilustres de la Historia Argentina. Así mismo, la Congregación cumplió una importante misión educativa formando a quienes se convertirían en iniciadoras de Congregaciones Argentinas.Será por su importancia histórica que es declarado en 1942, Monumento Histórico Nacional.
LA CONSTRUCCIÓN - DECONSTRUCCIÓN DEL FRAGMENTO URBANO QUE LO INTEGRA
En 1788 le fueron donados a Sor María Antonia las tres fracciones de terreno que conforman la manzana, periférica del casco urbano, en tiempos donde el perfil de la ciudad de Buenos Aires estaba dominado por las cúpulas y torres de los templos e iglesias parroquiales.
Hasta entonces, el área no tenía nombre. Durante los primeros años del siglo XIX, la zona estará fuertemente influenciada por la presencia de los padres betlemitas quienes dirigirían el Hospital de Santa Catalina y una casa destinada a enfermos crónicos y convalecientes. Por ello el primer nombre con el que se la designó es el de Convalecencia.
La llegada del ferrocarril será luego el determinante más importante del desarrollo del sector, convirtiéndolo con el tiempo en un importante nudo de trasbordo a medida que los límites de la ciudad se iban expandiendo.
Así el edificio pasó de una localización periférica a una centralizada, con un entorno que se ha ido modificando con el correr del tiempo, evidenciando un proceso de renovación natural. Si bien el convento se ha mantenido casi íntegramente, el área lindante a la calle Lima ha sido desprendida del conjunto, vendido por la Congregación y luego demolida para dejar paso a la construcción posterior de una Estación de Servicio.
Se conservan en su entorno inmediato tipologías edilicias de principios del siglo XX, configurado a partir de viviendas de rentas, que dan un perfil consolidado sobre las calles Salta y Estados Unidos, mientras que sobre Avda. Independencia, el perfil está determinado por importantes edificios en altura, que han crecido con cierta homogeneidad, destacándose el edificio de la UADE (Universidad Argentina de la Empresa) que ha generado un importante impacto, rehabilitando un área hasta el momento deprimida con el asentamiento de actividades centradas en la oferta de servicios a los estudiantes.
Las condiciones inmediatas del área se han ido modificando sustancialmente a través del tiempo. Principalmente con las excavaciones realizadas a lo largo del siglo XX para dar cabida al subterráneo, sumándose a esta, la posterior localización de la estación de servicio. El primero, generador de fuertes vibraciones y movimientos en el suelo, fue con el tiempo dando lugar a la localización de patologías en el interior del edificio; mientras que la segunda, se constituye en un agente de riesgo importante frente a una situación de siniestro, por su alto nivel de combustibilidad.
Sumados a ellos, varios agentes contemporáneos atentan hoy contra la consolidación del entorno inmediato al edificio siendo estos:
* la contaminación visual, fundamentalmente a través de la publicidad desplegada por la Estación de Servicio Shell, aledaña al edificio conjuntamente con la variada publicidad en formas y tamaños, derivada de la actividad comercial que se desarrolla sobre la Avda. Independencia.
* la contaminación sonora y ambiental provocada por el incesante tránsito vehicular, especialmente en días de semana, convirtiéndose en el detonante principal de una serie de desajustes y patologías importantes en el edificio. Por un lado las Avdas., vías rápidas utilizadas por vehículos de transporte público, privado, y de transporte de carga, sumándose a la problemática, su vinculación directa con las Autopistas. Por otro lado, las calles Salta y Estados Unidos, con un nivel de tránsito inferior al anterior, pero también con una incidencia importante. El elevado nivel de ruidos, vibraciones y emanaciones tóxicas, producto del transito permanente, dan lugar a una atmósfera densa y con un alto grado de contaminación.
EL EDIFICIO COMO DOCUMENTO TIPOLÓGICO
Una de las características fundamentales de los edificios conventuales es su composición tipológica, con patios como piezas irremplazables en torno a los cuales se organiza la vida religiosa. Un sistema de claustros, con patios de dimensiones variadas, casi siempre de formato cuadrado, con celdas y locales de diversa amplitud en torno a ellos, implantados con un diseño ajustado y sujetos a leyes de simetría.
Durante la segunda mitad del siglo XVIII, se tiende a regularizar el trazado y a complejizar funcionalmente. Si bien las áreas urbanas ocupadas no tienen la extensión de los del siglo XVII, mantienen la idea de conjunto representada por la ocupación total de la manzana.
El paquete programático de esta tipología estará compuesto por: las porterías, los claustros de celdas, el refectorio, eventualmente el salón de profundis, la sala capitular, la sacristía y los lugares colectivos como lavaderos, cocina, refectorios, y salas de costura, como complementos.
El extenso conjunto de la Casa de Ejercicios, edificado entre los años 1795 y 1900, fue creciendo siguiendo los lineamientos propios de la tipología conventual urbana, con patios como elementos generadores de su organización espacial. El hecho de mantenerse intacto el sistema tipológico que representa constituye uno de los valores a rescatar en el Proyecto de Puesta en Valor, por el carácter de integridad que le confiere.
El edificio se inicia con el primer patio y la Capilla Doméstica o del Sagrado Corazón, siguiendo su crecimiento paulatino con el Patio Principal llamado también de la Cruz o del Milagro, en cuya celda numero 8 muere Sor María Antonia. La Casa fue creciendo así, acorde a las épocas y circunstancias.
Funcionalmente, comprendió por orden cronológico los siguientes Institutos: la casa de Ejercicios Espirituales, la Casa para la Rehabilitación de Mujeres y Niñas, el Colegio y la Casa para Reclusas. Hoy, de todas estas dependencias surgidas por extensión de la Casa, sólo subsiste el departamento de Menores que está a cargo de las religiosas, así como en la Casa de Reclusas y otras dependencias, funciona la Academia de Bellas Artes Beato Angélico.
Básicamente integran hoy la Casa de Ejercicios Espirituales las siguientes áreas:
- la Capellanía, que ocupa la esquina de Salta y Avda. Independencia, y tiene entrada por esta última. La conforman siete habitaciones y un patio.
- El ámbito reservado para la práctica de Ejercicios Espirituales, al cual se accede por un largo corredor que conduce a los claustros, la capilla y el comedor propios.
- La residencia de las religiosas con sus salas de recibo y oficinas, la Capilla Privada que con aquellas configura uno de los patios, la Capilla de Nazareno a la que se puede acceder directamente desde la Avda. Independencia; las habitaciones de las religiosas en Planta Baja y alta, y las dependencias de servicio que encuadran el jardín.
No obstante ello, las necesidades funcionales actuales son:
· El desarrollo de actividades administrativas
· La residencia permanente de internadas y religiosas
· Las actividades religiosas, sostenimiento de Capillas y Casa de Ejercicios Espirituales, preparada para recibir fieles durante un período de tiempo.
· Instituto de Arte Beato Angélico, abierto al publico en general.
· Museo de Arte Sacro
LA HISTORIA DE CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO A TRAVÉS DEL DIAGNÓSTICO DE SUS COMPONENTES
El conocimiento de la técnica y la optimización de los recursos constructivos desarrollados a partir del siglo XVIII en toda la región bonaerense, le debe mucho a la influencia de los arquitectos y constructores jesuitas. De este modo, no solo los materiales sino la utilización de los mismos en pos de una técnica aplicada con el saber europeo, dio lugar a nuevas manifestaciones hasta el momento desconocidas en nuestras tierras.
Las construcciones destinadas a albergar escalas comunitarias, como el caso de los Conventos, requirieron de espacios proporcionales a tales funciones, como así también las estructuras jerárquicas de sus protagonistas, establecieron posiciones relativas en función de esos roles. Esto se manifestó obviamente, en la elección de los materiales y el tratamiento dado a los mismos. De esta manera, asumió una gran importancia la intensidad lumínica, la elección de los revestimientos, la direccionalidad de los espacios, etc. Estos últimos, debían caracterizarse con las funciones y los habitantes que los ocupaban.
Para la interpretación de la Casa de Ejercicios nos fue indispensable realizar una lectura de la totalidad a partir de sus componentes y de estos con sus vínculos, permitiéndonos ver de que manera se arma el sistema y como cada una de sus partes interactúa y se compatibiliza.
Al mismo tiempo, las patologías detectadas fueron primordiales para la interpretación de la historia de construcción del edificio, en relación con su medio. Para ello fuimos realizando un estudio exhaustivo de análisis de la documentación existente del edificio, y de relevamiento y trabajo de campo, de donde se desprendió que el mismo se encuentra asentado sobre cimientos que llegan a una profundidad de 1.50 metros apoyando en una zapata de mampostería de ladrillos de 20 cm. , más ancha que el muro que sostiene.
En apariencia los suelos se encuentran estabilizados y no presentan erosiones como consecuencia de causas naturales. En el interior del edificio, en determinados sectores de la galería en torno al patio principal de la espadaña, se han producido asentamientos diferenciales, provocando elevaciones a nivel del suelo con el consecuente desprendimiento del solado. La acción invasiva de las raíces pertenecientes a la vegetación existente en zonas aledañas, es la causa probable de este deterioro.
La estructura del edificio como toda su construcción es sumamente sencilla debido a la escasez de recursos con los que se contó desde el momento de su construcción. Hablamos así de muros portantes, con techos de poca pendiente, sustentados por envigados sencillos de madera o troncos de palmera, y una cubierta con doble capa de ladrillos.
Toda la caja muraria constituye el elemento principal del sistema estructural del edificio por su calidad de portante. Muros de metro, metro y medio de espesor, construídos con ladrillos asentados en barro, se transforman en una importante aislación térmica y acústica por su grosor, configurando la típica composición constructiva de la arquitectura del virreinato.
Su estado es muy disímil, siendo el agua el agente de mayor degradación. Esta se presenta de variadas formas dando lugar a distintas patologías. Se han detectado humedades ascendentes debido a fallas en aislaciones de cimientos y a la acumulación de agua en los patios, como consecuencia de problemas en los desagües de los mismos y a la falta de escurrimiento en alguno de ellos. Acorde con relevamientos anteriores a nuestra investigación, no se han encontrado en los cimientos capas aisladoras de humedad, pero se presume que la argamasa que se usó, debió poseer algún tratamiento hidrófugo especial.
El nivel de deterioro registrado es extensivo a aquellos pertenecientes a ampliaciones posteriores, siendo la falta de mantenimiento el factor decisivo para la generación y propagación de patologías.
Buena parte de los daños se encuentran localizados en determinados sectores y no de manera generalizada. Uno de ellos es la galería del Patio Principal, con fisuras marcadas principalmente en dinteles de puertas y ventanas, no así a nivel de piso. Es posible que la modificación de las cargas estáticas provocadas por la ampliación del edificio en uno de los sectores, sea la causa de las mismas, dando lugar a sobrecargas para las cuales la construcción no se encuentra preparado, y poniéndose de manifiesto a través de estas patologías.
De aquí se desprende, la acción determinante del agua como principal agente de deterioro, atentando contra la constitución de los materiales componentes que arman la estructura.
En cuanto a las cubiertas, son en su mayoría de poca pendiente, sustentadas por un envigado sencillo de madera o bien, por troncos de palmera, completándose con una doble capa de ladrillos, asentados estos por una argamasa a base de cal. La sencillez de la construcción y la carencia de materiales determinó la simpleza de las mismas y la imposibilidad de realizar techos abovedados, como era común en construcciones de la época.
Pudo verificarse a través de reparaciones hechas con anterioridad a este trabajo, que el techo de la cocina se encontraba terminado por baldosas rústicas de color terracota claro, de 21 cm de lado y 19 mm de espesor, emparchadas por otras de color rojizo, con superficie vitrificada, de 19,5 cm de lado y 15 mm de espesor; en el revés de estas aparecía la inscripción “Pierre Maurel, Aubagne”. Se cree que este material llegó al país en 1850, llevando a suponer que estas piezas fueron colocadas como elementos de terminación y cubierta final de algunos de los techos.
En cuanto a los desajustes relevados, se han localizado filtraciones constantes en casi la totalidad de la superficie de cubierta, llevando a la necesidad de reponer buena parte de los troncos de palmera que constituyen los techos, en una posterior intervención. Del mismo modo casi un 70 % de las tejas fueron repuestas.
El agua vuelve a ser agente de degradación como consecuencia de su acumulación en terrazas debido a malos escurrimientos, constituyéndose en un serio factor de riesgo para la totalidad del edificio y del patrimonio mueble que en su interior alberga.
Ventanas, postigos, puertas y portones fueron elementos de expresión acorde a las circunstancias histórico culturales de la época. “ Muchas veces las aberturas, especialmente las exteriores, tuvieron dimensiones y calidades que excedieron a su funcionalidad para pasar a convertirse en mensaje”. Por otro lado, la lejanía de los artesanos bonaerenses con respecto a los grandes centros culturales determinó la existencia de puertas y ventanas pertenecientes a un determinado periodo realizadas con técnicas de un periodo anterior, como consecuencia de esa fuerte tendencia de conservar tecnologías antiguas.
Con estos antecedentes, las carpinterías de la Casa, constituyen uno de los elementos más destacados del edificio, por la diversidad de diseños y tipos, la combinación de tableros variados en forma y relieve, y los perfiles peraltados de los altares, propios de la arquitectura colonial.
Sobre la fachada de la Avda. Independencia, se encuentra el portal de acceso principal constituyendo una de sus piezas más importantes. Este data de fines del año 700, época de construcción del mismo. De igual modo, sobre la calle Salta, un portal de similares características al de la entrada principal, da acceso a una de las Capillas.
Ambos presentan deterioros debido especialmente a la falta de mantenimiento. En el caso del portal de acceso, su ubicación en la fachada principal, carente de marquesina o alero de protección, lo someten a la acción continua y agresiva de la lluvia y el sol, provocando el resecamiento de la madera que lo compone.
En los interiores, las puertas completan la variedad de tipologías en marco y hojas de madera, con tableros replanados trabajados ciegos en su totalidad o combinados con vidrio repartido en la parte superior.
El estado general de las aberturas es bueno; tanto marcos como hojas tienen un excelente estado de conservación. Sólo algunas piezas en contacto con patios con problemas de escurrimiento, presentan patologías que alteran su estado, tratándose del comienzo de degradación de la madera. Esto se ve acentuado, como lo señalamos con anterioridad, en aquellos locales totalmente inhabitados y con una falta de conservación total. En su mayoría si bien presentan un buen estado de estanqueidad, tienen dificultad en el movimiento y en la hermeticidad.
Con respecto a los herrajes, estos son en su totalidad de hierro forjado, con sutiles motivos de reminiscencias orgánicas (flora- fauna), constituyéndose en un elemento más de la relevante artesanía de la época.
Las terminaciones superficiales por su parte, por constituir elementos aditivos en el sistema constructivo, fueron siempre dando una respuesta sensible a lo que la moda imponía y los recursos que al momento se disponían. Son las que sufrieron el desgaste por el uso a través del paso del tiempo, llevando a su renovación periódica.
En el caso de los pisos de la Casa de Ejercicios, es en ellos donde se pone en evidencia la carencia de materiales y recursos, debido a la utilización de ladrillos como solado en muchos sectores del edificio, y con el inconveniente que en el uso estos generan. Acorde a documentaciones y a la evolución de los materiales en la ciudad, se presume que después del virreinato se comenzó a usar la baldosa en los pisos, reemplazando así, después del siglo XIX, al ladrillo. No obstante ello, las celdas del primer claustro, sobre la calle Salta y en las que siguen en posición perpendicular a ambos lados del corredor de entrada, mantienen hoy sus pisos con este material. Con el tiempo buena parte de estos fueron sustituidos por materiales más prácticos y resistentes al desgaste.
En cuanto a los revestimientos en paramentos, los revoques interiores se realizaron con una mezcla de barro y estiércol recubierta con enlucido de cal como era costumbre en la época de construcción del edificio.
La Casa posee también un toque de color importante; se lo dan los azulejos que cubren las paredes de la cocina y las piletas del antecomedor y el lavadero. Es un material de procedencia francesa, fabricado en Devres, en el Paso de Caláis, y en Aubagne, en las Bocas del Ródano. Los que se encuentran en la Casa de Ejercicios no poseen el sello que los identifica, pero se estima que son los típicos de aquella procedencia por sus características y dimensiones. Tienen una variedad de colores y diseños bellísimos, con motivos geométricos y flores en colores azules y blancos, característica que los distingue sobre los demás por el contraste sobre el blanco, dándole una suave tonalidad.
OPORTUNIDADES GENERADORAS DEL PROYECTO DE PUESTA EN VALOR
Las acciones que se prevén están dirigidas prioritariamente a la Comunidad de la Congregación Hijas del Divino Salvador, y a la promoción de las actividades que en ella desarrollan; al tiempo que no podemos eludir la responsabilidad que generacionalmente nos compete, siendo este un MONUMENTO HISTÓRICO NACIONAL, por lo que, de manera directa e indirecta cualquier intervención tendrá como destinataria final a la comunidad toda.
Nuestro trabajo detectó una serie de conflictos que se convirtieron, a partir de su tratamiento preferencial, en las oportunidades generadoras del proyecto de puesta en valor, a saber:
Carácter de su declaratoria de Monumento Histórico Nacional: Las dificultades económicas sumadas a la inercia que muchos edificios con declaratorias de Monumentos tienen en cuanto a quien, como y por que se hace cargo, han puesto de manifiesto el paradigma existente entre su conservación como objeto en sí mismo o la protección del edificio en función de una sociedad que debe proteger su patrimonio como testimonio de su historia, patrimonio que involucra incluso a la actividad que allí desarrollan las religiosas.
Al mismo tiempo, la investigación nos sorprendió al conocer que sólo los primeros claustros levantados, están protegidos por la declaratoria de Monumento Histórico Nacional. Si acordamos que construímos permanentemente historia, no es posible que aún se acepten reducciones que consideren históricos sólo una parte del edificio. Esta concepción permitió la demolición de uno de sus componentes y el abandono de buena parte del conjunto. Su desvalorización lo condenó al olvido y a la indiferencia, mientras que su declaratoria le genera inacción y le obliga su congelamiento.
Existencia de necesidades insatisfechas: Tienen la necesidad inmediata de producir mejoras en cuanto a habitabilidad y confort de las dependencias que conforman no sólo la casa de Ejercicios sino también el Instituto Beato Angélico, en lo referente a:
· Accesibilidad a las distintas dependencias según criterios de circulación públicos, semipúblicos y privados
· Habitabilidad: ventilación e iluminación natural y artificial de las distintas áreas.
· Confort: acondicionamiento térmico y acústico
· Seguridad: medidas preventivas y detectoras de incendios
· Servicios: Sobre todo en el área de cocina y lavaderos, hoy en mal estado y que necesitan una puesta a punto urgente conjuntamente con la aparición de nuevos núcleos de servicio.
Problemas de mal uso y no uso: La Casa de Ejercicios posee sectores subocupados, principalmente aquellos donde hoy funciona el Instituto de Arte Beato Angélico, al mismo tiempo que existen amplios sectores prácticamente abandonados por su no uso y que atentan directamente contra su estado de conservación generando continuamente nuevas patologías. En el futuro, se pondrá mayor énfasis en el uso de áreas inutilizadas, por ejemplo el Museo de Arte Sacro, cuya actividad se encuentra restringida por la falta de infraestructura adecuada para el desarrollo de estas actividades.
Para revertir la situación se propone caracterizar cada función a través de la apropiación de los patios; mejorar los sistemas de accesibilidad y abrir determinados sectores del edificio para el reconocimiento de la comunidad.
Por ello este trabajo se centró en los siguientes objetivos:
· PROPONER LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO COMO UN RECURSO IMPORTANTE PARA ALCANZAR EL DESARROLLO SUSTENTABLE DE UNA COMUNIDAD.
· LA PUESTA EN VALOR DE “LA CASA DE EJERCICIOS” Y LA REHABILITACIÓN DE SU ENTORNO URBANO.
· FRENAR EL PROCESO IRREVERSIBLE DE DETERIORO EN QUE SE ENCUENTRA SUMIDO EL EDIFICIO.
· SU DIFUSIÓN Y RECONOCIMIENTO CULTURAL, AMBIENTAL, HISTÓRICO.
A corto Plazo nos propusimos:
* Asegurar las condiciones mínimas de habitabilidad y confort para los residentes temporarios (en el caso de quienes concurren a hacer Ejercicios Espirituales) y permanentes (religiosas, novicias, jóvenes huérfanas).
* Asegurar las condiciones funcionales y ambientales para la optimización del Instituto de Arte Beato Angélico.
* Asegurar el invalorable patrimonio mueble. Se alberga en el edificio una importantísima colección de Arte Sacro. Las Capillas y retablos fueron en su mayoría creación de los indígenas de las Misiones Jesuíticas, o traídas desde España. Al mismo tiempo se conserva gran cantidad de mobiliario perteneciente a la época virreinal y al período de la Revolución de Mayo.
En el futuro:
* Optimizar espacios y garantizar los recursos necesarios para el mantenimiento del edificio, sin alterar las condiciones de vida de las religiosas. Para ello se intentará asesorar sobre posibles usos y apertura de determinadas áreas para el acceso público y/o restringido de la comunidad.
PLAN DE ACCIONES PRIORITARIAS DEL ANTEPROYECTO DE PUESTA EN VALOR
Creemos que la recuperación de este Monumento Histórico Nacional, no sólo debe basarse en los criterios de autenticidad y reversibilidad en los que se centran fundamentalmente este tipo de acciones, sino que debemos contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad que lo habita, contribuyendo de alguna forma a su mejoramiento socioeconómico como medio para garantizar su existencia. La preservación, así entendida propone combinar la conservación y consolidación de los espacios heredados, con las acciones adecuadas para el mejoramiento de las condiciones de accesibilidad, habitabilidad y confort; adecuando así el edificio, a las condiciones de nuestro tiempo.
Ante ello, las acciones recomendadas son:
· Consolidación, de los patios de origen posterior, no sólo en cuanto a usos sino en lo que se refiere de dotarlos de significados y características espaciales que los diferencien. Ejemplo: Equipamiento, forestación, galerías perimetrales, etc.
· Terminación del edificio, en el área que encuentra su medianera con la estación de Servicio y la Calle Peatonal que las separa.
· Terminación del conjunto, caracterización de cada uno de los claustros en lo que se refiere a características ambientales y funcionales.
· Mejoras en el funcionamiento integral con el entorno:
1.- En lo que respecta a las dimensiones de las calzadas y su falta de forestación actual, situación que se hace imprescindible revertir para atenuar las agresiones de contaminación, ruidos y vibraciones que el tránsito rápido de la Avda. Independencia, especialmente genera.
2.- En la agresión que significa para el edificio tener una calle de servicio (Fuelle con la Estación de Servicio Shell) sobre una de sus caras.
PLAN DE ACCIONES ESPECÍFICAS DEL ANTEPROYECTO DE PUESTA EN VALOR
En cuanto al exterior del edificio:
· Ampliación de la calzada sobre Avda. Independencia, de forma de atenuar los efectos adversos provocados por el intenso tránsito desarrollado por esta arteria.
· Desafectar el tránsito de carga desarrollado sobre la Avda. Independencia, en el tramo ocupado por el Convento.
· Caracterización de una calle peatonal, hoy de uso restringido de la Estación de Servicio, como fuelle ambiental, generando un área de forestación que atenúe alguno de los problemas generados por ella, y a la vez pueda servir como un acceso alternativo para la localización del Museo y el Instituto de Arte.
· Medidas que atenúen la contaminación visual provocada por la publicidad de los comercios ubicados especialmente sobre Avda. Independencia.
· Medidas de señalización y comunicación, de manera de recordar al habitante de la ciudad y al turista las características de este Monumento Histórico Nacional
· Conformación de itinerarios turísticos que tengan a este edificio como punto de interés, rescatando su importancia como monumento de sitio.
· Realización de trabajos de difusión Cultural y de Acción Social, a través de la labor docente de las distintas instituciones que componen el área, de medios de difusión masiva (diarios, radio, televisión), de la actividad divulgativa que se genera a partir del turismo, y por medio de las actividades que se pueden generar desde el edificio: religiosas ( Capilla, Casa de Ejercicios), culturales ( Instituto de Arte, Museo de Arte Sacro), sociales ( Asistencia de Jóvenes).
En cuanto al interior del edificio:
· Relocalización de determinadas actividades y asignación de nuevos usos
· Mejoras de accesibilidad y caracterización de espacios de usos Públicos, semipúblicos y privados.
· Caracterización de usos en función al valor ambiental generado por los distintos patios que lo componen.
· Puesta a punto de las distintas áreas de servicio
· Mejora de las condiciones de habitabilidad y confort
CONCLUSIONES.
Todo proyecto de intervención sobre el Patrimonio Construído se debe apoyar en un proceso metodológico, cuya base de información proviene del pasado en función de proyectarlo hacia el futuro con la integridad de todos sus valores.
Este proceso metodológico apuntó en el trabajo presentado, al necesario reconocimiento del monumento antes que cualquier tipo de acción pudiera ser realizada; reconocer la historia de su construcción desde todas las variables intervinientes para responder a los interrogantes que iban surgiendo, y para reconocer los conflictos más importantes que nos llevarían finalmente a encontrar las oportunidades de intervención más adecuadas. El proceso se inició con el reconocimiento físico del convento y de su entorno, basado en registros fotográficos, cateos, relevamientos planialtimétricos, relevamientos de patologías y deterioros que, apoyados en un importante proceso de investigación histórica, nos permitirían llegar a un diagnóstico ajustado e integral y al posterior proyecto de consolidación y puesta en valor, y poder finalmente proyectar este testimonio de nuestra cultura hacia el futuro, con toda la riqueza de sus contenidos y todo el valor de su autenticidad.
Hoy, la inacción y la indiferencia se constituyen en los mayores peligros a los que los monumentos están expuestos; ante el acelerado ritmo de vida que estamos desarrollando nuestros lazos con la historia parecen diluirse, y arrastrados por una velocidad que parece no tener límites, ponemos en estado de indefensión a nuestro patrimonio.
Porque creemos que la recuperación de nuestra historia es un ámbito de resistencia, de tozuda afirmación de nuestra humanidad es que, desde la pertinencia de nuestra especialidad, y en función a un edificio que corre grandes riesgos de ser perdido, escuchamos las voces de su historia y pretendimos tejer lazos entre pasado y futuro, con el objetivo central de transmitir nuestra herencia, comprender mejor nuestro presente y proyectarlo al futuro con responsabilidad.
Morello & Aguilar, Especialistas en Gestión, Intervención y Difusión del Patrtimonio
E-Mail: patrimoniocultural@ uol.com.ar
Bibliografia:
· Carlos Gil Casazza. “Tejido y monumento. Virginidad y violacion en el Patrimonio Urbano de Bs. As.” Revista S.C.A. Nº 187, Buenos Aires 1997.
· Vicente Cutolo. “Historia de los barrios de Bs. As.: Constitucion.”
· Jaim Etcheverry. “Saber, educacion y jerarquias”. Suplemento Cultura del diario La Nacion, Domingo 6 de agosto de 2000
· Monseñor Marcos Escurra, “Vida de Sor Maria Antonia de la Paz y Figueroa
· Carlos Moreno. “Españoles y criollos, largas historias de amores y desamores. De las viejas tapias y ladrillos.”
· Carlos L. Onetto. “Santa Casa de Ejercicios Espirituales”. Fundacion Banco de Boston.
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