IMÁGENES Y PERCEPCIONES DE LA CIUDAD: PRÁCTICAS PARA LA EDUCACIÓN DEL PATRIMONIO HISTORICO Y CULTURAL

 

BOTELHO, Daniel
Profesor de la Universidad Católica de Pelotas/RS-Brasil y Geógrafo

SOARES,  Paulo Roberto Rodrigues
Profesor de la Universidad Federal do Rio Grande/RS-Brasil y Doctor en Geografía

UEDA , Vanda
Profesora de la  Universidad Federal do Rio Grande do Sul/RS–Brasil y Doctora en Geografía

 

Resumen:  El turismo es hoy una de las actividades que más tiene generado empleo y renta a las comunidades del entorno. Actualmente, con la globalización de la economía las personas tienen y sienten el deseo de buscar nuevos destinos turísticos, además de valorar otros, como el patrimonio histórico y cultural. La ciudad de Pelotas es un espacio privilegiado, pues proporciona a los turistas distintas actividades, aprovechando su historia y su cultura. Por lo tanto, la educación para el patrimonio es una práctica que suele dar cierto una vez que sirve para conocer la historia y la cultura de la ciudad de forma sostenible, pues ayuda y enseña los ciudadanos a leer lo que sí debe ver.

Palabras-clave: Turismo cultural, Patrimonio histórico y cultural, ciudad de Pelotas y  educación para el patrimonio.

 


IMÁGENES Y PERCEPCIONES DE LA CIUDAD: PRÁCTICAS PARA LA EDUCACIÓN DEL PATRIMONIO HISTORICO Y CULTURAL

 

BOTELHO, Daniel
Profesor de la Universidad Católica de Pelotas/RS-Brasil y Geógrafo

SOARES,  Paulo Roberto Rodrigues
Profesor de la Universidad Federal do Rio Grande/RS-Brasil y Doctor en Geografía

UEDA , Vanda
Profesora de la  Universidad Federal do Rio Grande do Sul/RS–Brasil y Doctora en Geografía

 

“Parece haber una imagen pública de cualquier ciudad que es la superposición de imágenes de muchos individuos. O talvez, lo que exista sea una serie de imágenes públicas, cada una de las cuales son mantenidas por un número considerable de ciudadanos”. LYNCH (1988:57)

 

Introducción

La ciudad es hoy un espacio privilegiado a la práctica turística, una vez que constituye y presenta una oferta compleja de productos. La principal particularidad de la ciudad es que tiene varios elementos de atracción, que suelen ser las instalaciones y los equipamientos. La ciudad es también un espacio para interpretar el tiempo y la historia a través de su patrimonio. Las relaciones entre el turismo y el patrimonio tiene sido discutido en casi todos los municipios, una vez que están estrechamente relacionados con los modelos turísticos integrados en la economía y en la sociedad. Por lo tanto, la sostenibilidad es uno de los ejes integradores de ese tipo de actividad turística, una vez que respecta el patrimonio arquitectónico y el medio ambiente.

El turismo cultural puede ser una salida para la ciudad de Pelotas, una vez que presenta uno patrimonio arquitectónico grandioso. Nuestro objetivo en esta ponencia es presentar las múltiplas dimensiones del fenómeno turístico, a través de su patrimonio arquitectónico sin olvidar de las cuestiones históricas y culturales de la ciudad.

Turismo, cultura  y patrimonio

 

El turismo es un fenómeno espacial de naturaleza compleja y concebido como uno conjunto de actividades diversas, ha constituido y constituye un factor de transformación y un componente estructural de nuestra sociedad. Estas se concentran en distintas manifestaciones (sociales, geográficas, económicas, políticas) y por eso tiene sido abordada por las distintas disciplinas científicas (VERA y otros,1997).

Existen múltiples definiciones del fenómeno del turismo, y pueden ser agrupadas de acuerdo con su función y naturaleza. Entre las primeras que podemos citar es de la Organización Mundial del Turismo (1998) que define la actividad turística como, “actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año con fines de ocio, por negocios y otros motivos”.

Esa definición pretendía superar el modelo tradicional de turismo, en que la concepción económica era la más importante en la actividad turística. Actualmente, el concepto fue ampliado y extendido valorizando los aspectos sociales y espaciales. La concepción social del turismo hace hincapié en las motivaciones y necesidades que mueven al turista a desplazarse  y en las relaciones que éste establece una vez en el lugar de destino. Según MONTANER (1996:20) el turismo es “el conjunto de relaciones y fenómenos sociales producidos por el desplazamiento y permanencia de personas fuera de su lugar de domicilio por motivos no laborales, sino culturales, recreativos, de descanso, esparcimiento y de placer, y en tanto que dichos desplazamientos y permanencias no estén motivados por una actividad lucrativa”.

Las concepciones espaciales del turismo son evidenciadas por el grado de vinculaciones que la actividad establece con el espacio geográfico. SÁNCHEZ (1985:104) añade que el turismo es “aquel desplazamiento en el espacio realizado por personas con el fin de servirse de otros espacios como lugares de ocio, bien para disfrutar de los recursos y atractivos geofísicos diferenciales que ofrece el territorio al cual el turismo acude, bien para contemplar elementos genealógicos contenidos en él, es decir, para admirar residuos y obras históricas que perviven en el territorio, y las cuales se les atribuye un valor monumental, artístico o cultural”.  

Es evidente que la actividad turística es un resultado complejo de interrelaciones entre diferentes elementos. En este sentido, se pueden distinguir cuatro elementos básicos que intervienen en el sistema turístico:

1-la demanda: formada por el conjunto de consumidores  -potenciales o reales- de bienes y servicios turísticos;
2-el espacio geográfico: base física (soporte) donde tiene lugar el encuentro entre la oferta y la demanda turística. El espacio geográfico, además de cómo soporte, puede actuar como factor de localización, recurso (incorporándose a la oferta) y como factor de atracción turística;
3-la oferta: compuesta por el conjunto de productos, servicios y organizaciones involucrados activamente en la experiencia turística y;
4-los operadores del mercado: son aquellas empresas y organismos cuya función principal es facilitar la interrelación  entre la oferta y la demanda. Entran en esta consideración las agencias de viajes y aquellos organismos públicos y privados que, mediante su labor profesional son artífices de la ordenación y/o promoción del turismo (OMT, 1998:45).

Percibimos que existen innumerables definiciones y enfoques con relación al fenómeno turístico, además de algunos elementos básicos que intervienen en el sistema turístico. Volviendo a las definiciones del turismo, concordamos con CRUZ (2003:5) cuando pone en manifiesto que el turismo es una práctica social, que envuelve el desplazamiento de las personas por el territorio y que tiene en el espacio geográfico su principal objeto de consumo, por ser una práctica social, el turismo es fuertemente determinado por la cultura.

Así como el turismo, la noción de cultura según LEIMGRUBER (2000) es bastante abstracta y las definiciones numerosas. Si entiende por cultura el modo de vida, las artes, las tradiciones, algunos objetos específicos, los elementos de la vida social, etc. FRIEDMAN (1990) emplea él termino como sinónimo de la especificidad, insiste en las estrategias de consumo que definen los entornos de un espacio con identidad especifica. La cultura, por lo tanto, es un compartimiento adaptado a una situación particular y que alcanza todas las relaciones de un individuo o grupo con los otros y con la naturaleza. Del punto de vista personal, si entiende por cultura, la cuantidad de valores y tradiciones que caracterizan a una sociedad y que son transmitidas a través de la historia, modificadas sucesivamente. Por su vez, MITCHELL (2000:4) añade que la cultura es estática  (en uno determinado momento) y dinámica,  una vez que esta en constante evolución.  En las ciencias humanas y sociales el concepto puede ser entendido como manifestaciones generales de la humanidad, una vez que es un patrimonio de un grupo o sociedad especifica. 

Por lo tanto, el patrimonio no es sólo un conjunto de bienes valiosos que deben ser preservados, sino también una forma de entender la cultura que tiene que ver con una determinada actitud social, una mentalidad colectiva que otorga un respeto especial a determinados objetos o manifestaciones. Este patrimonio debe ser considerado desde una perspectiva general, una vez que es el conjunto de elementos naturales o culturales, materiales o inmateriales, heredados del pasado o creados en el presente, donde un determinado grupo de individuos reconocen sus señas de identidad (P.G.B.C.,1997:9).

En esto sentido, el tipo de turismo que, por definición, se encuentra más interesado en la preservación de la cultura y del patrimonio es el turismo cultural. El turismo cultural debe reunir algunas características que le distingan del resto de la actividad turística. Según la Organización Mundial del Turismo (1997), turismo cultural es “el movimiento de personas debido esencialmente a motivos culturales como viajes de estudio, viajes a festivales u otros eventos artísticos, visitas a sitios y monumentos, viajes para estudiar la naturaleza, el arte, el folklore, y las peregrinaciones”. Ya no es exclusivamente la visita a los monumentos, una vez que lleva en consideración el modo de vida de las comunidades del entorno, o sea, es un concepto mucho más amplia. 

CAMPILLO (1998) añade que el patrimonio cultural es como uno “conjunto de bienes que, como consecuencia de un proceso de desarrollo y acumulación, una sociedad considera como valores que deben ser protegidos, difundidos y conservados como expresión de la propia cultura”.

Las nuevas formas de gestión del patrimonio y de producción turística, según el antropólogo PRATS (1997), debe cumplir tres papeles básicos en ese binomio patrimonio-turismo. En primer lugar puede ser considerado como recurso básico de la actividad turística, ser la causa fundamental que genera dicha actividad. Es el caso menos frecuente pero desde luego de gran interés. El patrimonio aparece en otras ocasiones asociadas a otros atractivos o recursos. Así pasa a ser un elemento más de viajes que no podemos considerar estrictamente como culturales, pero que mantienen un importante porcentaje de motivación vinculado a los bienes culturales. Por último puede jugar un papel como elemento añadido y/o complemento de otros productos turísticos. Ese ejemplo puede ser encontrado en la publicación de la Organización Mundial del Turismo (1997) en que la misma vincula el turismo cultural con el ecoturismo.

El patrimonio cultural como recurso turístico puede traer para la ciudad algunos impactos, tanto positivos como negativos para las comunidades del entorno. En ese sentido, es necesario una planificación y acciones que garanticen un desarrollo integrado del turismo en las comunidades, asegurando la satisfacción de las necesidades de los turistas, pero maximizando el bienestar de los residentes (OMT, 1998:237). 

Construir la imagen del patrimonio de la ciudad requiere una complicidad del observador y del medio en que esta inserido. La practica a través de la educación turística nos promociona comprender las distintas territorialidades y temporalidades del espacio urbano.

¿De que espacio hablamos?

La ciudad de Pelotas esta localizada en el extremo sur de Brasil (muy cerca de la frontera con Uruguay), tiene actualmente más de 300 mil habitantes y es considerada la tercera ciudad de Río Grande do Sur. Fundada en el primer cuartel del siglo XIX, tubo el apogeo económico en finales del siglo XIX e inicio del XX. Su trazado original en damero e reticulado diferenciaba de otras ciudades brasileñas, cuyo estilo era el colonial y que presentaba un trazado irregular. Fue durante este periodo que la ciudad transformase en uno prospero centro comercial e industrial propiciando una cultura urbana. SOARES (2002:3) apunta que la historia de la ciudad esta profundamente marcada por este período de glorias de la Atenas del Sur, que era como sus propias elites se referían a la urbe.

La riqueza de los agentes locales estaba vinculada a la producción de la carne salada. En poco tiempo los propietarios de tierras y los industriales cambiaran sus residencias para el núcleo urbano de la ciudad. La necesidad de adaptar la ciudad con todas las infraestructuras urbanas como el gas, la red de alcantarillado, de agua, de luz y un sistema de teléfono rápido eran necesario para que los agentes locales tuviesen en la ciudad la comodidad y pudiesen utilizarlos para sus bienes (UEDA, 2002).

Las transformaciones urbanas no eran solamente no que se refiere a las infraestructuras y a la ampliación del tejido urbano, se trataba de dotar la ciudad de monumentalidad. Empezaran entonces construirse los teatros, los edificios públicos, los palacetes de las familias más ricas, hoteles, la biblioteca, toda no entorno de la Plaza de la Regeneração (hoy Coronel Pedro Osorio). SOARES (2002:53) en su Tesis Doctoral evidencia que “estas construcciones han convertido  esta plaza en la principal, aumentado por el hecho que entre 1870 y 1880 se construyeron en su entorno los palacetes de las familias más poderosas (charqueadores y terratenientes), verdaderos testimonios de estos “decenios de gloria” de la ciudad de Pelotas. Es decir, que en realidad éste es el momento de producción del centro aristocrático de la ciudad, en el sentido de dotar la misma de un núcleo monumental, que además de edificios y construcciones importantes, tuviera un significado simbólico para la población. Aquí se trataba de transmitir la idea del poder político, económico e intelectual de los grupos dominantes de la ciudad.”

Demostrar la riqueza a través de sus edificios era una práctica común en la ciudad que pretendía ser considerada la Paris del sur de Brasil. La modernización y la “europeización” cambiaron también el uso de los espacios urbanos. Aparecieron nuevos espacios públicos, como las plazas, las confiterías, además de nuevos espacios de reunión como los clubes, teatros y cafés.

En las calles cerca de la Plaza Coronel Pedro Osório fueron construyendo otras edificaciones como el Mercado Público, la Universidad, casas bancarias y edificios residenciales de las elites. La Plaza estaba localizada entre las calles Félix da Cunha, 15 de Noviembre, Marechal Floriano y Riachuelo, además de ser recortada por la calle Anchieta. En éstas calles estaban localizadas los principales establecimientos comerciales de los grandes propietarios. Por ejemplo la Calle Félix da Cunha fue la primera en ser ocupada por las comerciantes. Trazada en 1815, estaba destinada a concentrar las primeras casas de negocios, o sea, las primeras tiendas de la ciudad. Según el historiador M. O. MAGALHÃES (1994: 44-45), en esta calle se vendían tejidos, ropas en general y artículos para cocinar, instrumentos musicales y artículos de plata, entre otras mercancías. En la calle 15 de Noviembre estaban los principales establecimientos comerciales y sus propietarios hacían esfuerzos para que sus establecimientos estuviesen localizados en esta calle. Con la acumulación de riquezas y las transformaciones económicas, sociales, políticas e urbana, la ciudad tornase un gran centro comercial y industrial de la región. 

El patrimonio histórico-cultural del entorno de la Plaza

 

Inmersa en una prodigiosa pujanza, la elite pelotense llegó al siglo XX demostrando toda su riqueza, lo que sí manifestaba a través de sus construcciones y reformas de los edificios, principalmente del entorno de la Plaza. La suntuosidad, la pujanza y la ordenación de la ciudad fueron evidenciadas nos escritos de los visitantes extranjeros que pasaron por aquí.

La riqueza de la ciudad con relación a otras del estado de Rio Grande do Sul ya era destacada por los viajantes que por ella transitaban. SOARES (2002) destacó que el más famoso de ellos fue el francés Auguste de Saint-Hilaire (1974:82), que con la asistencia de uno de los principales propietarios de la ciudad, Antonio Gonçalves Chaves, conoció Pelotas con detalle en 1820 y la describió de esta manera: “situada en una vasta planicie, fue erguida la sede de la parroquia y cuenta con más de cien casas. Se adoptó un plano regular en la construcción de la aldea. Las calles son bien anchas y alineadas; la plaza pública donde está construida la iglesia es pequeña, pero muy bonita. El frente de la mayor parte de las casas es aseado. No se ve en São Francisco de Paula una única casilla, todo aquí denuncia bienestar. En verdad las casas solo tienen un pavimento, pero están muy bien construidas, cubiertas de tejas y guarnecidas de cristales”. 

Otro aspecto descrito por los viajantes fue con relación al capital comercial migraba para la ciudad, como apunta el relato del “viajero” Carl Seidler: “esta localidad se distingue ventajosamente de las otras ciudades por sus bonitas cercanías, así como por la riqueza de sus habitantes (...) Tanto aquí como en Rio Grande hay muchos europeos que poseen importantes establecimientos y que con certeza por la influencia de su dinero y de su cultura, han contribuido para que los habitantes tengan más civilidad y más gusto por la vida social...”.      

El aspecto de la ciudad en este período también fue destacado por otros viajeros. El francés Arsene Isabelle apuntaba en 1834 que “São Francisco de Paula es una encantadora ciudad pequeña” y que contando con pocos años de existencia, ya rivalizaba con la capital de provincia (Porto Alegre) por la actividad de sus habitantes, la importancia de sus transacciones comerciales y el gran número de construcciones que se erguían en la ciudad. Señalaba el autor que las calles son rectas, con aceras anchas y se ve fácilmente que reina allí el mismo espíritu de emulación que en Rio Grande, por el progreso de la ciudad naciente, la construcción de edificios notables y, en general, por todo aquello que puede contribuir a su belleza, favorecer el comercio y atraer a los extranjeros. Hay un teatro muy bonito, realmente elegante y cómodo.

El alemán Nicolau Dreys estuvo en la ciudad en 1839, cuando la villa ya había ascendido al rango de ciudad (1835) y adoptado definitivamente la denominación de Pelotas. Consideró la ciudad nueva y populosa, además, de “ejemplo espantoso de la rapidez que marcha la población” y el “desarrollo de la prosperidad en el Nuevo Mundo”. Dreys la describió así: la ciudad de Pelotas está levantada en un terreno alto que principia en el margen izquierda del río São Gonçalo, y se extiende entre los ríos Pelotas y Santa Bárbara; su rápido adelantamiento resulta de su proximidad de las charqueadas y, por consiguiente, del concurso de los charqueadores, hombres prósperos y que generalmente adoptan posiciones liberales; su voluntad era, en efecto, suficiente para operar la transformación que se hace notar: ellos quisieron que el lugar prosperase y el lugar prosperó; cada uno de ellos tiene allí su casa urbana; y cuando en los domingos o días santos, la población de las charqueadas se junta en la ciudad para asistir el servicio divino y después se dispersa en visitas recíprocas o en busca de los tejidos que las tiendas ostentan con igual aseo y abundancia, es difícil hacerse idea del ambiente de vida y opulencia que respira la ciudad de Pelotas.             

Las construcciones del entorno de la Plaza siempre fueron las más suntuosas. En la Calle Félix da Cunha situaban los edificios pertenecientes a las familias de los charqueadores (industriales de la carne salada). Hoy encontramos y podemos observar tres bellas edificaciones del final del siglo XIX que fueron catalogadas por el Patrimonio Histórico. El Casarão nº. 2, construido en 1830 inicialmente en estilo colonial, por el charqueador José Vieira Viana. Años mas tarde (1880) fue adquirida por otro charqueador José Antonio Moreira (Barón de Butuí) que la regaló a su hijo Ângelo Gonçalves Moreira. El mismo, hizo una reforma en que contracto el arquitecto José Izella Merote, que la identificó con los edificios vecinos, adoptando en la edificación un aspecto más clásico. MOURA Y SCHLEE (1998:6) añaden que la operación tenia dos objetivos básicos: modernizar el aspecto del inmueble y adecuar a lenguaje arquitectónico de los edificios vecinos. Las transformaciones en el edificio buscaba cambiar su aspecto colonial y presentar un nuevo aspecto, el clásico. Para eso, construyo uno pavimento mas, implantando “platabandas” y otras modificaciones fueron realizadas para adecuarse a un modelo más clásico. Además se construyo un mirante, para que los propietarios pudiesen observar todo el movimiento del puerto de la ciudad. (Figura 1)

 

Al lado encontrase la Residencia de Leopoldo Antunes Maciel –  Casarão no.6, cuyo edificio fue construido en 1879 por Leopoldo Antunes Maciel, hermano de Francisco Antunes Maciel e hijo de Eliseu Antunes Maciel. El proyecto fue atribuido a José Izella Merote. El edificio construido en el centro de la cuadra, es una edificación simétrica tanto en su fachada como en su planta, formando un H.  MOURA y SCHELEE (1998:23) pone en manifiesto que la utilización de nuevos materiales, el surgimiento de nuevas tipologías, la explotación formal y plástica de las fachadas y las nuevas soluciones de cobertura, hicieran con que el aspecto de las construcciones urbanas fuesen completamente modificadas, mismo que no sufriera transformaciones significativas en la técnica construida. El edificio actualmente es ocupado por la Secretaria de Cultura de la ciudad. (Figura 2)
  

La Residencia Conselheiro Maciel – Casarão no. 8 fue originalmente construida en 1878 por el arquitecto José Izella Merote, cuyo propietario era Francisco Antunes Maciel, el Barón de Cacequi. Una de las características del edificio fue el abandono de los modelos formales y plásticas de la arquitectura colonial portuguesa. La misma tiene una fuerte influencia del renacimiento italiano. El refino de la edificación está evidenciado en los trabajos de yeso, con vitrales y ladrillos coloridos. Construida en la esquina con recua frontales y laterales, cuyos accesos son ajardinados, lo que promocionaba la sensación de estar en el campo.

A otro lado de la Plaza en la calle 15 de Noviembre se construyeron los edificios del Ayuntamiento y de la Biblioteca Pública. Cabe añadir que la Iglesia Matriz seria construida en el terreno cerca de la Biblioteca. Su transferencia no se produjo, lo que promociona un diferencial con relación  a otras ciudades en que la Iglesia esta localizada en la plaza central. El edificio del  Ayuntamiento Municipal fue inaugurado en el año de 1881, pero la construcción empezó en 1879 cuando Leopoldo Antunes Maciel (presidente de la Cámara Municipal) contrató Carlos Zanotta para su edificación. Tiene la forma de uno rectángulo, con líneas estéticas del eclecticismo histórico, enriquecidos por elementos neoclásicos. El acceso es marcado por un pórtico que protege a una pequeña escalera y que sustenta una gran sacada. Fundada en 1875 por el periodista Antonio Joaquim Dias, la Biblioteca Pública Pelotense, fue proyectada originalmente por José Izella Merotte y construida por Manoel Jorge Rodríguez. Siendo inaugurada parcialmente en 1881 y definitivamente en 1888.  Entre los años de 1911 y 1913 paso a contar con más dos pavimentos, ahora proyectada por el arquitecto Caetano Casaretto. El lenguaje formal del edificio viene del historicismo ecléctico, compuesto por pilastras y pilares, tiendo el acceso central un frontón sustentado por cariátides, además de balcones.  

 

En la calle Marechal Floriano se construyo el  Theatro 7 de Abril, en 1831. El proyecto fue del arquitecto E. Kretschner y construido por José Vieira Vianna que fueron contractos por la Sociedad Scênica. La construcción del Teatro, según los integrantes de la Sociedad Scênica era que un gran numero de familias (las más ricas) pudiesen apreciar sus trabajos. El Teatro fue inaugurado en el 02 de diciembre de 1833. La antigua fachada del teatro contaba con dos pavimentos y en el térreo tenia tres puertas en forma de arco. No pavimento superior havia tres “puertas-ventanas” con banderolas rectangulares que se abría al balcón con balaústres trabajado en hierro. El teatro paso por varias reformas y hoy tiene características del Art-Decô. En la entrada fue acrecida de una barandilla de hierro, cuyos ornamentos son peculiares de la Art Nouveau.  Se trataba del primer teatro de la provincia y uno de los primeros de Brasil.(Figura 3)

En esa misma calle se construyo el Clube Caixeral, que fue fundado en 1879 por los cajeros viajantes ( comerciantes que no tenían una tienda fija y para vender sus productos viajaba de un lugar a otro) y su construcción quedó a cargo de Caetano Casaretto. El edificio de tres pavimentos, tiene una volumetría bastante acentuada y presenta elementos decorativos externos que garantiza un carácter excepcional. Su edificación es considerada como uno marco de la arquitectura ecléctica.

 

En el otro lado de la Plaza, encontramos el edificio del Grande Hotel y de la Secretaria de Finanças del municipio. La historia del Grande Hotel empezó en 1922 cuando el intendente Pedro Osório tuvo la idea de construirlo. En el año de 1924 fue realizado un concurso publico para ver que  proyecto seria el ideal, ganó el de Theóphilo de Barros. El proyecto seguía  el mismo modelo de otros edificios de la época, con subsuelo habitable, andar terreo mas elevado que la simetría de la calle. Una planta más noble que ponía en evidencia la fachada y más dos pavimentos. Fue construido un jardín de invierno, cubierto con claraboya de cristales coloridos (importados de Francia) para los hospedes pudiesen tomar té. En la planta alta, de la parte interior había corredores y balcones conectados a las habitaciones. En la parte superior se construyo una cúpula, que esconde una caja de agua. Tiene 76 habitaciones, 6 departamentos tipo suite, salón de té y restaurantes, muestra el estilo Art-Nouveau. El Grande Hotel fue inaugurado en 1928, cuando la economía de la ciudad entraba en decadencia, una vez que las industrias de la carne salada sufrían la concurrencia de las empresas frigoríficas. Hoy el Grande Hotel pertenece al Ayuntamiento y no se sabe que uso que se dará a él, creemos que se transformará en un Centro Cultural. (Figura 4)

El actual edificio de la Secretaria de Finanças fue construido para ser la sede administrativa del Banco do Brasil. Su proyecto fue del ingeniero Paulo Gertum, empezó ser edificada en 1926 y inaugurada en 1928. El edificio de dos pavimentos y acceso por la esquina, que valora aun más la edificación y con una pequeña torre en la cúpula. El edificio presenta detalles y elementos arquitectónicos colosales. En el interior del edificio fue decorado con sofisticación y llego a utilizar hilos de oro y cristales en el mismo. En la parte de superior construyo la vivienda para vivir la familia del gerente del Banco, todo el edificio fue construido con mucho requinte. (Figura 5)     

En el interior de la Plaza se construyo también un chafariz “As Nereidas”, que fue importando de Francia por la Compañía Hidráulica Pelotense en 1875, con la finalidad de ornamentar la plaza y abastecer de agua la población local. El chafariz fue recientemente reformado y así como la gran parte de los edificios del entorno.  (Figura 6)

Todo ese conjunto en estilo neo clásico del entorno de la Plaza forma un paisaje heredada en la morfología urbana, que hoy esta bastante transformada por la modernización y la verticalización, propia de la especulación inmobiliaria. Por lo tanto, poner en evidencia el patrimonio histórico cultural de la ciudad a través de las imágenes y percepciones de los turistas que participan del curso ofrecido a los visitantes por una entidad no gubernamental es una de las actividades turísticas que se promocionan en la ciudad. Concordamos con LYNCK (1988:16) que señala que las imágenes del medio ambiente urbano son resultados de un proceso bilateral entre el observador y el medio. El turista puede percibir la importancia del patrimonio imaginando y percibiendo el patrimonio histórico y cultural existente, principalmente el del entorno de la Plaza.

Para reflexionar y no concluir...

Creemos que el entorno de la Plaza Coronel Pedro Osório, es un  excelente espacio que  sirve para interpretar el tiempo y la historia de sus calles, sus hilos y sus nodos. En este sentido, el patrimonio de la ciudad es un conjunto integrado de los componentes económicos, sociales, culturales y territoriales que configuran el verdadero espacio para el desarrollo del turismo de un municipio. Las verdaderas prácticas educacionales con relación al patrimonio histórico y cultural de la ciudad son aquellos que tienen como principio la ciudad sostenible y habitable.   

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