La pobreza como categoría cultural.
Ensayo antropológico sobre los procesos
de marginación.
Por Leon Garcia Lam
Se le ha querido entender como la carencia extrema de recursos materiales. Los economistas hacen entender que el principal reto de sus políticas y propuestas es abatirla. Se conceptuan categorías tales como tercer y primer mundo, desarrollo, lucha de clases, progreso, etc., para ubicar a aquellos que participan de ella de los que no. El cristianismo hace especial hincapié en ella como principal característica de trascendencia. Y las grandes ideologías, capitalismo y socialismo (incluso el socialismo cristiano), la izquierda y la derecha tienen en ella el sustento de su existencia. Pocos temas abaten tan profundamente la historia humana, tan así, que su problemática trasciende la universalidad del mundo occidental. En efecto, la pobreza tiene bien justificada su presencia en los estudios antropológicos, luego también en este pequeño análisis que intenta balbucear el reflejo de lo entendido como pobre.
Primeramente hay reconocer que los estudios de Redfield y Oscar Lewis han contribuido enormemente a la investigación actual de la antropología. En aquellos tiempos se les criticó, de la forma más grosera, por mencionar situaciones que eran vergonzosas para un pais que se encontraba, supuestamente, en vías de un desarrollo que hoy se nos antoja inmensamente intolerante , tan así que Bonfil tuvo que salir en defensa científica de Lewis, a pesar de no coincidir con los métodos, incluso con los resultados de la obra de éste . El día de hoy nos encontramos investigaciones sobre el machismo, el relajo, los nacos, las niñas bien, los pochos, los chicanos, lo teco, lo chilango, lo chundo y lo guadalupano como fenómenos de una institucion que se nos escapa de la realidad científica, pero que indudablemente tiene su base conceptual en el trabajo de Lewis y en menor medida de Redfiel, incluso de Malinowski. Negar la importancia del trabajo de Lewis hoy, es como negar la existencia de la familia Martínez o Sánchez de aquel México de los 50's que todavía nos encuentra.
Antes de empezar con lo que nos corresponde, quisiera hacer una pequeña crítica a esto que se ha venido llamando antropología urbana . Por lo menos, en México, solo se ha realizado a grupos urbanos populares, pobres. Pues la antropología actual sigue perteneciendo a la antropología decimonónica. Sigue acercándose solo a lo que considera exótico. No se hacen estudios sobre la burguesía o la aristocracia, ni se estudia los procesos culturales y problemática de los ricos, solo de los pobres, etc. Se sigue persiguiendo, de cierta forma "a los salvajes", se pretende, palabras más, discursos menos, revindicar a los pobres. En este sentido el antropólogo se sigue sintiendo el juez de la realidad social, puesto que juzga lo que está bien o no de la sociedad, y sigue creyendo que tiene el derecho de cambiar una realidad que no entiende, por eso la estudia, que tiene el derecho de decidir por los otros, y de imponer una cientificidad que considera superior a la del todo el resto del mundo.
Podemos abordar el tema que nos toca desde la profundidad que se desee o que se pueda, tan grande es su extensión y universalidad. Me interesa tocar, rápidamente, tres puntos de vista, diferentes incluso en profundidad: el cristiano, el marxiano y el progresista estos últimos de corte moderno. Para los cristianos, la pobreza es uno de los medios escenciales de salvación y de trascendencia, es una bienaventuranza. El Cristo propone deshacerse de todo cuanto se posee sin alguna otra preocupación, quizás a esto llamó "pobreza de espíritu" cosa que ni los mismos miembros de la Iglesia han podido terminar de definir. Pero sea cual sea la justa definición de pobreza de espíritu, la pobreza no es vista como un mal, ni siquiera como un bien-en-si, sino como un remedio, como un instrumento. Para Marx o para el marxiano, este discurso de la pobreza de espíritu no es otra cosa que un instrumento de los burgueses para distraer los intereses del proletariado y así mantener el control de los famosos medios de producción. Es decir, mientras para el cristiano (el verdadero) la pobreza es una bendición y un estado más bien de gracia, para el marxiano la pobreza es la realidad dominical y tiránica de un grupo al que se le niega el valor de su trabajo y se le arrebatan las posibilidades de producir para si. En cambio, la pobreza para el progresista es una situación que desequilibra su sistema, entre menos pobreza haya, más cerca se encuentra del ideal del progreso, es decir, es anticristiano, el progresista frunce las narices cuando observa niños sin saber leer, sin desayunar o descalzos.
El progreso es una de esas cosas que nadie sabe que son pero de las que todo el mundo habla. El progreso es un punto muy alto en la escala evolutiva que va de lo general a lo particular, de lo peor a lo mejor; o bien, progreso es el fenómeno del desarrollo económico y que tiene su base material en la acumulación.
La mayoría de los estudios o posiciones frente a la pobreza tienen algo de estas tres visiones. Mi investigación trata de estar encaminada a encontrar algo que podriamos llamar, "la dignidad de la pobreza". Es decir reconocer que ser pobre es una categoría cultural, como la belleza, es decir, ser pobre no es ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario. La pobreza, dicen los especialistas, siempre viene acompañada de múltiples problemas, tales como la drogadicción, la prostitución, la homosexualidad, el machismo, la ignorancia, el analfabetismo (que no son lo mismo), etc., cosa que no es sino una verdad a medias, la cosa más perniciosa que existe, puesto que estos problemas se encuentran,como veremos a continuación, en todos los ámbitos sociales, no importando que tan ricos o pobres sean sus actores. ¿Qué puede ser pobreza, entonces? Si no es la escazes de recursos económicos o materiales, si no es buena, ni mala, sino todo lo contrario; si los problemas que acarrea tambien los acarrea la riqueza.... La situación bien puede ser la siguiente, la pobreza es el modo en que se acarrean estos fenómenos.
Los hombres de barro. San José del Barro.
San José del Barro, no es siquiera un "pueblito", es un conglomerado de casas de adobe, en algunos casos de lámina y cartones que se encuentra en la periferia, hacia el norte de la cd. de S.L.P., debatiéndose entre ser una comunidad rural y una colonia urbana. No tiene la mayoría de los servicios urbanos como teléfono, agua potable, o servicios de transporte, menos aun internet o cable.
Tiene no más de 400 habitantes, está lo suficientemente lejos del centro de la ciudad como para que no haya camiones que lleguen hasta allá y lo suficientemente cerca para considerarse parte de la ciudad. En el Barro existen una gran diversidad de actividades, pero la mayoría se dedica a la construcción de ladrillos o a trabajar en una fabrica de comida para perros. El lugar obtiene su toponimia de la calidad de la tierra para el adobe, el ladrillo y el barro. "Antes" , la manufactura de ollas y jarros de barro, era la actividad característica del lugar.
Los pobladores de este lugar han pretendido, desde hace mucho tiempo ya, cosa de 10 años, el acceso a vías de comunicación, pavimentación, servicio de agua potable, etc. Las autoridades municipales han hecho poco caso al respecto, de tal modo que cuando le pregunté a un diputado del Congreso Estatal, sobre la posibilidad de llevar algunos servicios a San José del Barro, me contestó que ya estaban trabajando en ello, pero bajo un programa donde la creación de estos servicios sea 50-50, es decir donde el capital (va la mano de obra incluida) sea puesto el 50% por el estado y el 50% por estas gentes; para darnos una idea, la construcción del pozo que permitiere agua potable a la comunidad costaría aproximadamente entre 300 y 500 mil pesos, entonces la comunidad tendría que aportar como mínimo 150 mil pesos.
Existen más o menos 3 familias preponderantes en el lugar: los García, los Teniente y los Aguilar. Todos ellas emparentadas entre si. Es fácil reconocer la familia a la que pertenece alguien por los rasgos físicos que tienen. Cosa aparte, los muchachos prefieren a las muchachas que son de las comunidades vecinas, y así los muchachos de estas otras comunidades les gustan las mujeres del Barro. Prefieren esta clase de matrimonio exogámico tratando de evitar el incesto. Ya que, repito estas familias están tan emparentadas que ya cualquier matrimonio caería dentro de peligrosos límites, como el parentesco tía-sobrino, tengo que mencionar que el matrimonio entre primos, ya cruzados, ya paralelos(no penalizado legalmente) es muy común en el Barro.
La comunidad tiene, y bien aceptada, su banda de muchachos, que es condierada como de "pandilleros". Tienen la barda que "enmuralla" a toda la comunidad llena de graffittis, haciendo alusión a distintos temas típicos a esta clase de bandas, como la Virgen de Guadalupe, el Iron Maiden, y los nombres de todos los que pertenecen a la banda (tengo que agredecerles que me permitieran ser uno de ellos, poniendo mi nombre en una de estas "placas") La banda tiene el nombre de "Chichos" que puede significar "chingón", "cabrón" "padre", algo que en su género es muy bueno. Salió el nombre cuando alguien dijo que unos panes estaban bien chichos, queriendo decir que estaban, aparte de bonitos, muy ricos, es decir que los panes eran muy buenos como panes. Así ellos son muy buenos, muy "cabrones" como banda. Las drogas, sobre todo marihuana, no se excentan de la banda. Alguien, seguramente de otra comunidad, la siembra en macetas y la vende, no tengo ni idea (no se me ha permitido el acceso a esta realidad) dónde consiguen las semillas. Han habido varias desgracias no muy graves por el uso indiscrimado de estas. Sin embargo todos ellos reconocen que es algo malo, seguramente porque el discurso oficial lo dice y ellos solo lo repiten, pero la realidad es que siguen, a pesar de su reconocimiento, drogándose a menudo.
Una vez llevé al productor de un progrma de televisión, para que los entrevistara y cuando les preguntaron la razón de pintar, "plaquear" las paredes ellos contestaron, por cierto bien nerviosos, que era para expresarse; y cuando les preguntaron sobre si se drogaban evidentemente ellos contestaron que no. Es bien sintomático que el discurso de quienes defienden a las bandas dicen que las "placas" son formas de expresión artística, lo cierto es que las bardas plaqueadas tienen una realidad social y cultural mucho mas profunda que lo que un critico de arte pudiera entender como una expresión artística. En efecto la barda cumple un papel similar al del topónimo, es decir de apropíación. Los Chichos se apropian de la barda cuando la pintan y cuando le añaden sus nombres, la hacen suya. En su barda se reunen para beber cerveza hasta caer de borrachos, los señores ya mayores ( que son pocos) se les unen para hablar de los problemas comunes a la comunidad. Es decir, la barda y la cerveza crean un espacio social donde se discuten y resuelve el destino de la comunidad. Es donde se desahoga todo el trabajo hecho durante el jornal.
Hemos hablado de la excelente calidad de la tierra, y que ésta ya no se usa para la creación de ollas y jarros de barro, cosa que le daría nombre a la comunidad. Bien, ahora esta calidad es aprovechada haciendo ladrillos y bloques para la construcción. Como la tierra es de ellos, ellos mismos hacen los ladrillos y los venden. El proceso es el siguiente hay que hacer el "corte" de la tierra o sea cavar lo suficiente, mas o menos 2 metros hasta encontrar la tierra correcta (una más obscura que la superficial), hay que cernir la tierra para que "le entre el aire" y quitarle las impurezas, luego mojarla, y acomodarla en cajones hasta que se sequen, luego hay que meter los ladrillos al horno (se utiliza árbol de mezquite como madera) para cocerlos; hay que estar al pendiente para que no se quemen los ladrillos. Existen otros fenómenos alrededor de esto, como la brujería que son bien interesantes pero que aquí que no nos corresponden) Luego, el fin de semana pasa un camión que les compra (mejor dicho que les paga) el material hecho.
Una semana en que puede irles mal, pueden vender hasta $1,500 mexicanos. El salario mínimo oscila entre $165 y $200 semanales. Si trabajan 3 o 4 les toca de $500 a $400, es decir más del doble de lo que gana un obrero común.
Los pepenadores.
Alrededor de San José del Barro, existen pequeñas casas construidas de cartones, láminas y plásticos donde viven dos o tres familias y que son algo rechazadas por los del Barro. Son marginados por los marginados Estos viven en terrenos que tienen su juridicción, pueden pertenecer al Barro a Milpillas o a otra comunidad, y viven de separar basura. Hay por el rumbo, a unos 5 kms, una colonia de pepenadores que viven junto al basurero municipal. No existen relaciones entre estos pepenadores y lo que viven en los alrededores del Barro. Los pepenadores del Basurero municipal viven cercas de la comunidad del Peñasco y podríamos calificarlos de "oficiales" puesto que reciben dinero del municipio, pertencen incluso a un sindicato, tienen sus propios líderes y, además de ser bastantes, están organizados, aunque viven las mismas condiciones de marginación que los "no oficiales".
Ser pepenador implica separar la basura de lo que todavía no lo es, aquí hay un margen de utilidad. El pepenador busca entre los montones de basura, cartones, aluminio, papel, botes de plástico, etc., para venderlo en las recicladoras, podemos de calificar a los basureros de auténticas minas, por ejemplo un kilo de aluminio puede varíar entre $5 a $10 pesos, un pepenador puede recolectar "montañas" de latas de aluminio en pocos días.
En el peñasco, los hombres trabajan para el municipio arrojando y acomodando la basura en el "relleno sanitario" en la fosa de basura, mientras sus mujeres, los ancianos y niños se dedican a la pepenación, es decir a separar la basura. Los viejos finalmente la llevan, a estos centros de reciclaje donde es vendida. Es tanto el aluminio y el plástico que se recoge que no terminan de llevar a vender todo. Por supuesto, a excepción de cuando hay necesidad. Es como una acumulación de capital, pero esto lo veremos más adelante.
Las casas donde viven están hechas, como ya mencioné de láminas y plásticos. Si en San José del Barro no hay servicios, los del Peñasco los envidian. En efecto, al lado del basurero, no hay un solo servicio para estas gentes. Para poder bañarse, (cada semana) los pepenadores van a hacerlo a casa de algún familiar que viva en la ciudad cuando llega el fin de semana, y pasan ahí el domingo, por lo general estas visitas se hacen a los familiares de los padres de familia; la madre tiene que resignarse a visitar a sus familiares muy pocas veces, excepto si el hombre carece de familiares a los cuales visitar.
Pequeño análisis
En una primera encuesta que realizé en el centro de la ciudad, todos los encuestados expresaron que la actividad de pepenación es una de las que indican mayor pobreza. Ser obrero es, en cuanto a la escala social, mucho superior que ser pepenador. Sin embargo, los pepenadores ganan más que cualquier obrero. En San José del Barro, continuamente se quejan de que lo jóvenes y niños son discriminados cuando asisten a la escuela primaria o secundaria de la ciudad; incluso "los Chichos" se quejan de que cada fin de semana, cuando juegan fut-bol, les gritan "nacos", "tecos", etc., cosa que les molesta en sumo grado y a lo que contestan que no existe razón para que les insulten así, puesto que sus agresores "ni la primaria han terminado", por otro lado, los del Barro discriminan duramente a los pepenadores, recuerdo una vez que mientras estaba con los niños del Barro, de pronto salieron corriendo todas las señoras "armadas" con tinas de agua, persiguiendo a otras señoras, que dicen "andaban marihuanas" y que eran pepenadoras; se les acusaba de robarse la ropa.
Por otro lado, la encuesta arrojó que la actividad mas relacionada con la pobreza es aquella que tiene alguna asociación con la basura, como por ejemplo, toda actividad de limpieza ya sea doméstica o no, barrenderos, sirvientas, etc., carretoneros, y por supuesto, pepenadores. Al mismo tiempo la basura, o el hacer basura es ya un acto de marginación, la mayoría de las sociedades no occidentales no generan tanta, ni la misma basura, por ejemplo recuérdese el Kula de Malinowski, o la sociedad Azande de E-Prittchard. La basura es una cuestión propia de la modernidad, implica el desprenderse de algo que perdió su funcionalidad y que ha perdido la capacidad de reutilizarse. La basura, la escoria (aquel resultante del proceso de lixiviación del oro) es aquello útil que se ha vuelto despreciable. La basura es en cuanto pertenece a un proceso ya psicológico de desprecio. Por ende, el proceso de marginación de los pepenadores se basa, en una primera instancia, en su asociación con aquello despreciable, infuncional que es la basura. Hay que mencionar que el "relleno sanitario" la fosa que sirve para ocultar aquello, se encuentra muy a las afueras del centro urbano. El pepenador se margina con la basura y se le margina a ella. Su pobreza consiste en estar relacionados con la basura, algunos se sorprenderían de la aparente pobreza que recubre el lugar y que ya hemos descrito, pero mas se sorprenderían al conocer los ingresos de estas gentes. Se preguntará uno que si teniendo tal capacidad de acumulación, ser dueños de sus propios medios de producción y ese margen de utilidad, cómo pueden vivir de ese modo. La respuesta es aquella que respondía al principio de este texto. La pobreza o la riqueza lejos de ser categorías meramente económicas son fenómenos idénticos que solo varían en contingencia en su modo de ser idénticos.
Hace un par de semanas, pensaba titular a este análisis "los pepenadores contra Marx" pues éstos se niegan a acomodarse a la estructura marxiana, a establecer una lucha de clases, a formar parte del proletariado.... Si quisiéramos hacer un estudio marxista, tendríamos que reconocer que son dueños de los medios de producción, que son dueños de los montones de basura, y que hacen uso y abuso de la fuerza de trabajo, puesto que es suya y que venden, al precio que manda el mercado, su producción. Alguien pudiese preguntarse cómo estas gentes pueden seguir viviendo de este parco y frugal modo; en efecto, por eso son pobres, no porque no tengan los recursos suficientes, o porque falte inteligencia, o cultura, sino porque viven del modo que hemos venido describiendo. Los ricos tienen los mismos problemas de drogadicción, bandalismo, machismo, homosexualidad, enfermedad, etc., que los pobres, solo que unos lo hacen como ricos y otros como pobres.
Por otro lado, en el caso de los pobladores del Barro, hemos visto la diversidad de actividades que desempeñan sus trabajadores. Me interesa tratar aquí dos casos de actividades, el de aquellos que trabajan en la huesera (la fabrica de comida para perro) y los que trabajan en la ladrillera (pudiésemos incluir aqui a los dueños de ganado y que venden la leche y carne de sus animales) En el primer caso, los muchachos, muchachas, señores y señoras que trabajan en la huesera, son simples obreros, parten y lavan huesos (sufriendo a menudo graves accidentes). En tal caso son proletarios, gente que es obligada a vender su fuerza de trabajo y la cual no tiene acceso a los medios de producción, ni tiene oportunidad de invertir un capital en una fábrica como en la que trabajan. Por el otro lado tenemos a aquellos que trabajan en la ladrillera, ellos sí son dueños del terreno, son dueños de los moldes para los ladrillos, construyen sus hornos, etc. Es decir son burgueses, al igual que lo son los pepenadores. El sueldo por trabajar en la ladrillera (como se reparten la ganancia, entre mas sean les corresponde menos ganancia aunque produciendo mas ladrillo) es, por mucho, superior al que se gana trabajando en la huesera; sin embargo, los modos de vida son muy parecidos, en ambas los muchachos forman parte de la banda, hacen exactamente lo mismo; paradójicamente, en casa de la familia Aguilar Teniente, donde tanto el padre como el hijo trabajan en la ladrillera viven en una situación más necesitada y precaria que la de los Aguilar, donde los hijos trabajan en la huesera.Como diferencias principales podríamos ver las siguientes:
Familia Aguilar
La casa es propia. Poseen acumulación de inmuebles.(terrenos) La cocina se encuentra en un lugar construido especialmente para cocinar. Tiene 5 recámaras y es de dos pisos. Tiene letrina y patio con huerta. Tiene una pequeña tiendita. El hijo menor es el lider de la banda de la comunidad. El piso esta cubierto con loza. La casa tiene banqueta de cemento.
Familia Aguilar-Garcia Teniente
La casa es arrendada No poseen ningún terreno La cocina es, al mismo tiempo, recámara y estancia. Solo tiene una recámara, aparte de la que es cocina y estancia. Utilizan la letrina de los Aguilar. No poseen otro negocio que la ladrillera. El hijo forma parte de los chichos. El piso es de cemento. No tiene banqueta.
No me interesa mostrar estas cosas sino para ejemplificar cómo viven de un modo idéntico, y cuyas diferencias no están marcadas por un ámbito meramente económico. Los Aguilar- García se reconocen como mas pobres que los Aguilar, y tienen más ingresos económicos que los Aguilar.
Conclusiones.
Hemos visto, rápidamente, cómo viven dos grupos de personas que conviven en la misma región, los pobladores de San José del Barro y los pepenadores. Hemos visto que estos grupos son marginados en varios niveles: Oficial, social y psicológico. Hemos visto la marginación oficial, por parte del Estado, como ve un derroche de recursos inviertiendo en infraestructura, permítaseme la expresión, para jodidos. Dicho sea de una vez, que a los colonos de, por ejemplo, las Lomas o el fraccionamiento Tangamanga, nunca se les pidió ningún capital para llevarles los servicios públicos, ¿por qué entonces a los pobladores del Barro o del Peñasco si?
La marginación social se da en el caso de san José del Barro, por un proceso histórico, ya que la mancha urbana fue la que se acercó a ellos, y no ellos los que escaparon de ella; sin embargo al momento de "comerse" a esta comunidad rural la incorpora de lleno y la considera actualmente "una colonia marginada" y al mismo tiempo, se le niega la participación en la vida social global de la urbe, y a sus pobladores se les reprime insutándolos como "nacos" "tecos", incluso como "indios". En el caso de los pepenadores la marginación social se da en un sentido bien parecido y relacionado con el ámbito psicológico. Están marginados, porque la basura es marginación y marginante. La basura se encuentra lejos y es indeseable, ellos son jodidos por trabajar con lo que se indesea, a pesar de sus ingresos económicos, que pueden ser mayores, repito, que los de cualquier obrero, eso sin contar que el obrero es expropiado de los medios de producción, y el pepenador no.
Lo que nunca pudimos observar es la carencia de recursos económicos, que sí se da en muchos ámbitos de la vida social, incluso en aquellos que consideramos ricos. Lo que puedo decir, basado en lo anterior, es que la característica esencial de la pobreza no es por mucho, la falta de recursos materiales, ni, por lo pronto, lo que decía Marx, formar parte del proletariado o el campesinado o el ejército de reserva, pues a ninguno pertenecen. Sin embargo, nadie puede pensar que no son pobres, que no son marginados, que no son jodidos. Lewis no estaría tan equivocado cuando definió la pobreza como "...el modo de vida del que participan mas de mil millones de personas de América, África y Asia..." Ser pobre en tal caso significaría afrontar los problemas de la existencia bajo un cierto molde, con un molde de pobreza.
A miércoles 23 de septiembre de 1998, San Luis Potosí, S.L.P.; México.
Leon García Lam Estudiante de 7mo Semestre de la Escuela de Educación Superior en Ciencias Históricas y Antropológicas de la Fundación Eduard Seler. Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología.
1er Congreso Virtual de Antropología y Arqueología
Ciberespacio, Octubre de 1998
Organiza: Equipo NAyA - info@equiponaya.com.ar
http://www.equiponaya.com.ar/congreso
Auspicia:
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