 1er Congreso Virtual de Turismo Cultural
1er Congreso Virtual de Turismo Cultural
									
								UNA NUEVA VISION SOBRE EL APROVECHAMIENTO DE LOS SITIOS ARQUELOGICOS AL TURISMO Y A LA COMUNIDAD
Alejandro Sausa
El legado cultural como pieza de turismo a partir de una ruina 
              arqueológica.
              Entendemos como ruina arqueológica al sitio ó construcción 
              donde se desarrolló una actividad y que en la actualidad 
              se encuentra deshabitada ó ya dejó de cumplir su función.
              El turismo como industria trata de aprovechar los recursos, tanto 
              naturales como artificiales, para atraer a visitantes.
              Las antiguas culturas americanas han proporcionado una fuente inagotable 
              de recursos artificiales para el aprovechamiento del turismo, que 
              fue ofrecido de una forma estática al visitante, debe ofrecerse 
              en forma dinámica, para el mejor entendimiento del turista 
              y para el aprovechamiento de la comunidad.
              La evolución de las ciudades en la historia americana, nos 
              muestra un continuo abandono de estos tras unos cientos de años 
              de vida propia. Este abandono se profundizó a partir de la 
              conquista de los pueblos americanos por las culturas invasoras europeas. 
              Esto trajo consigo la fundación de nuevas ciudades donde 
              se podía controlar la "encomienda", ó sea 
              el control sobre la población de manera eficiente por las 
              nuevas autoridades autoimpuestas.
              El constante abandono de las ciudades, permitió a la arqueología 
              el estudio de sus modalidades de hábitat y desarrollo. Sitios 
              descubiertos durante fines del siglo XIX y a principios del siglo 
              XX llevaron a crear las bases de la "arquelogía americana". 
              Al estudio de estos lugares se acompaña como segunda etapa, 
              la de pasar a ser considedrados como "piezas turísticas" 
              y dejarse preparados para su explotación.
              Acá es donde debe preguntarse si esta explotación 
              turística está solamente pensada para que el visitante 
              cumpla con el "rito del turista", que consta de la consabida 
              fotografía y la compra de alguna artesanía, ó 
              si estos lugares tienen aún algún interés en 
              el recuerdo colectivo de los habitantes que aún habitan la 
              zona.
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE SITIOS ARQUEOLOGICOS
El sitio arqueológico está concebido como un lugar 
              estático, donde se reconstruye según una hipótesis 
              de máximo esplendor, y el que se llega a anexar un museo 
              de sitio donde mejor se comprenda su historia. En todos los casos 
              la presencia del hombre actual es sólo aleatoria y sólo 
              para cumplir, en unos pocos casos, ritos algunos emparentados con 
              el esoterismo.
              El caso de Chavín de Huantar y de Cerro Cechín, ambos 
              en Perú, se pueden comparar para el análisis. Ambos 
              sitios fueron descubiertos en el siglo XIX y forman parte de los 
              sitios clásicos en la historia de la arqueología. 
              En ambos casos se ha realizado la reconstrucción del sitio 
              y se anexó el Museo de Sitio, siendo en el caso de Chavín 
              un museo donde se encuentran algunas piezas sueltas sin ningún 
              tipo de apoyatura a su historia, respondiendo solamente a exposiciones 
              fijas. Se puede contraponer con el Museo de Sitio de Ingapirca en 
              Ecuador, donde se encuentra una muy buena información sobre 
              el lugar, la arquitectura del mismo, las costumbres de sus habitantes, 
              etc..
              En las ruinas de Quilmes en Argentina, se encuntra la construccion 
              de un hotel, manteniendo un lenguaje acorde con las culturas antiguas, 
              pero construído aún sobre algunas edificaciones antiguas 
              y acompañando el lugar un museo de sitio mayores falencias 
              al de Chavín, pero con una gran tienda de venta de artesanías.
              La muestra de las ruinas por sí sólas, pasa a ser 
              un material frío y carente de valor, si no se respetan algunas 
              de las pautas con que los antiguos constructores concebieron a estos 
              lugares, por sobre todo en su relación con el medio ambiente, 
              donde debemos reconocerlos como verdaderos pioneros de la "arquitecutra 
              orgánica", escuela que durante el siglo XX tuvo como 
              máximo exponente al estadounidense Frank Lloyd Wright, quien 
              en sus primera obras incluyó motivos de la arquitectura maya. 
              El reconocimiento de la obra con el medio ambiente debe ser un elemento 
              que ni para el turista ni el estudioso pueda ser dejado de lado. 
              Sin duda que las ruinas incaicas del Valle Sagrado son su máximo 
              esplendor, pero sin duda que tanto Tikal como Palenque cumplen con 
              la necesidad del visitante de respirar con el verdadero espíritu 
              con que fue construído y habitado el lugar. Quizás 
              la contraposición se encuentre en la ruina de Chichen Itzá, 
              donde el agobio que produce el movimiento incontrolado de masas 
              de turistas deja al visitante con el deseo de disfrutar del lugar.
TURISMO ESTATICO Y DINAMICO
La manera de presentar un sitio para que el visitante simplemente 
              recorra el lugar y reconozca las actividades que se desarrollaban 
              a partir del discurso del guía de turno, conlleva a llamar 
              a este tipo de turismo como "Turismo estático". 
              La mayoria de los lugares descriptos más arriba cumplen con 
              esta especificación.
              En cambio cuando se muestra el lugar con actividades propias a su 
              ejecución primitiva, es mostrarlo de manera dinámica 
              y conlleva a comprender mejor su utilización y vida propia. 
              La utilización de las terrazas de cultivo, principalmente 
              en sitios incaicos es la mejor demostración del aprovechamiento 
              de estos espacios, para la explotación además de la 
              comunidad. Las terrazas de Tipón, a 60 km. de Qosqo, conjuntamente 
              con su riego es un muy buen ejemplo de la utilidad actual del lugar.
              Un caso especial y quizás el mejor paseo para que un turista 
              reconozca a una cultura en su hábitat natural, es el "Camino 
              Inca", un tortuoso recorrido que permite conocer a la esencia 
              de un pueblo desde su propio medio ambiente y poder entender mejor 
              el diseño y la construcción de la ciudad que corona 
              ese recorrido, Macchu Picchu.
              CONSIDERACIONES FINALES
El estudio y su posterior apertura al turismo masivo de las "ruinas 
              arquelógicas" fue mediante la presentación y 
              la hipótesis de culturas pasadas ya extinguidas. En ningún 
              momento se reconoció que el verdadero hombre que las creó, 
              aún sigue vivo. El discurso propio del europeo, de haber 
              terminado con la raza que originariamente pobló esta tierra, 
              se evidencia en esta forma de mostrar estas realizaciones, llegando 
              hasta proponer un pseudo científico que fueron culturas extraterrestres 
              las que propiciaron tales logros.
              El conflicto centrado en la Selva Lacandona en el estado de Chiapas, 
              es la evidencia de una cultura que a pesar de los esfuerzos por 
              la nueva cultura "globalizada" de la centralización 
              del dominio financiero por sobre los intereses populares por lograr 
              su extinción, sigue luchando y dando muestras de larga vida. 
              El caso de los "carga mochilas" en el "Camino Inka", 
              nos muestra a personas que en muchos casos sólo hablan la 
              lengua quechua y que sin necesidad de equipos deportivos ni grandes 
              musculaturas viven perfectamente pese a lo severo de la altura y 
              a las exigencias de la orografía.
              El rescate de los lugares no podría ser posible si no se 
              tuvieran en cuenta a estos habitantes y no dándoles la espalda 
              como hasta ahora.
La puesta en valor de los sitios arqueológicos debe pasar 
              de ser un elemento estático a uno dinámico. La estática 
              de encontrarse con los lugares tal la descripción de los 
              libros debe ofrecerle al visitante la vivencia del modo de vida 
              de los que ahí habitaban.
              A la anexión de un museo de sitio donde se enseñe 
              cronológicamente las distintas etapas de su evolución, 
              la descripción de su forma de vida, de los distintos sectores, 
              de sus actividades, sus herramientas, utensilios, vestimenta, armas, 
              etc., debe sobre los distintos sectores revivir la vida del lugar 
              y que el visitante forme parte de estas actividades.
              Se deberán habilitar los sectores de labranza y como el caso 
              de Tiwanaku, estudiar las posibilidades de agricultura que mejor 
              hayan rendido al habitante. El estudio del movimiento de las aguas 
              y su canalización se debería volver a poner en funcionamiento, 
              dejando a la vista las obras de ingeniería hidráulica 
              que en el pasado tan buen resultado les había dado.
              Conjuntamente con la agricultura también debe rescatarse 
              a la ganadería con sus sectores demarcados y con los ejemplares 
              que la componían.
              Una actividad en la que su puede compartir es en el área 
              de la alfarería y la metalurgia, realizando talleres para 
              la fabricación de vasijas y herramientas.
              El sector de juegos ó las plazas centrales con la actividad 
              de mercado, que aún encontramos en varias ciudades, como 
              la feria artesanal de Písac en Perú ó de Cuenca 
              en Ecuador, con una ó dos veces por semana. La organización 
              de partidos de pelota en los sitios maya aportaría un nuevo 
              interés al visitante.
Con esta pequeña descripción de actividades, se busca 
              darle nueva vida a los sitios, recuperar a sus habitantes en actividades 
              productivas tanto para él como para su comunidad, que el 
              turista sienta el lugar de una manera mucho más cercana a 
              la realidad y que forma parte de su vida. Esta nueva dinámica 
              podría producir circuitos entre los distintos sitios enlazándose 
              las actividades, ofreciendo en alguna de ellos el pernocte, actuando 
              como hoteles, pero manteniendo sus hábitat originales.
              El trabajo debería ser multidisciplinario, donde arqueólogos, 
              historiadores, arquitectos, artesanos, etc., tendrían que 
              trabajar en forma conjunta con los habitantes que serían 
              los únicos en condiciones de dotar del alma al sitio, y que 
              en definitiva es lo mejor que puede ofrecerse a un turista.
            
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