Investigadores y Redes de comunicación electrónicas.
Estrategias culturales y de conocimiento que implican las nuevas tecnologías comunicacionales en los investigadores, docentes y estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Trabajo Final de Grado
Carrera Ciencias Antropológicas
Directora de tesis: Lic. María Rosa Neufeld
Alumna: Claudia Maria Cóceres
3. 1. 2. Crónica de una experiencia
3. 1. 7. Observación- Participante II
3. 1. 8. Observación- Participante III
3. 1. 9. Observación –Participante IV: Mis conclusiones y supuestos como coordinadora de NAyA.
[ INDICE ] [ CAPITULO 1 ] [ CAPITULO 2 ] [ CAPITULO 4] [ ANEXOS ] [ BIBLIOGRAFIA ]
3. @Metodología:
Investigar este tema me replanteó los enfoques vistos en la carrera, y la necesidad de desarrollar una metodología para abordarlo.
Para hacer este replanteo tomé como referencia los trabajos que están desarrollando los ciberantropólogos además de los llevados a cabo en las ciencias de la comunicación social.
La unidad de estudio está constituida por las relaciones que los antropólogos y arqueólogos dicen establecer a través de las nuevas tecnologías comunicacionales y los usos que les dan a las mismas.
Analicé las relaciones sociales contextualizando los cambios sociales, políticos y de conocimiento académico que el fenómeno de la incorporación de las nuevas tecnologías de la comunicación está proyectando. Mi eje de trabajo se basó en las transformaciones y apropiaciones de los sujetos con respeto a estos nuevos medios y desde el cual busqué mostrar que dichas apropiaciones no son homogéneas, más bien, muestran ciertas desigualdades sociales entre los investigadores.
Trabajé interesándome por los discursos en que los sujetos hablan sobre los usos y posibilidades que tienen en sus acciones con los nuevos medios.
También analicé los discursos presentados en las páginas de Internet de las instituciones, marcando a través de ellos su posicionamiento en el mundo virtual. Esto me permitió establecer relaciones entre los discursos de los sujetos y el de las organizaciones a las cuales pertenecen, los cuales manifiestan contradicciones entre discursos y prácticas.
Otros discursos que tuve presentes para mi trabajo fueron las correspondencias por e-mail con estudiantes e investigadores usuarios de las nuevas tecnologías; reflexioné con ellos acerca del cambio en la búsqueda de la información y el uso de la misma.
Dada la complejidad del tema entrevisté a especialistas de diversas áreas buscando ampliar mi percepción de los ejes que atraviesan la temática. Entrevisté a antropólogos, sociólogos, comunicadores sociales, programadores, analistas de sistemas, filósofos, investigadores, docentes y estudiantes con el objeto de dar cuenta de cómo perciben el cambio tecnológico en general.
A una parte de estos especialistas los consulté en eventos importantes para la disciplina a los que asistí (Congreso Nacional de Antropología - La Plata 1997 y Córdoba 1999, el RAM III – Misiones 1999, Encuentro de Arqueología Histórica - Lujan 2001, Congreso Nacional de Antropología - Mar del Plata 2001, entre otros.) teniendo en cuenta que pertenecen a la disciplina y que son usuarios de estas nuevas tecnologías.
Retomé los recursos metodológicos que utilizó la Comunicación Social sobre la teoría de la recepción, en donde se consideró que para analizar la comunicación no sólo hay que realizar estudios sobre el emisor-productor monopólicos de mensajes. Algunas investigaciones no tuvieron en cuenta a los sujetos como “receptores que tienen otras lecturas o pueden construir otras formas de actuar mas allá de las pautadas en los medios masivos de comunicación” (Marafioti). Esto hizo que se reconsiderara la necesidad de trabajar también desde la recepción.
El enfoque antropológico amplía y profundiza más el estudio permitiéndonos acercamos a los procesos de comunicación cultural, que aportando elementos culturales para entender que los sujetos eligen, seleccionan, resignifican, imponen o reproducen discursos o prácticas sociales de acuerdo a sus necesidades y a sus interpretaciones. Entiendo que esto da una visión más ajustada a los análisis comunicacionales, teniendo en cuenta las culturas donde están inmersos los sujetos, vistos en procesos sociales dinámicos.
Para proyectar el tema en el trabajo de campo consideré, más que importante, la permanencia en el campo y la necesidad de involucrarme completamente en lo que es el uso de las nuevas tecnologías. Por esto mi lugar como participante y coordinadora de una lista de discusión y como directora de un sitio Web de antropología me aporta mayores posibilidades de interpretar amplios aspectos del proceso comunicacional.
Incluso ahora en un texto de Daniel Oliva, quien integra la lista de discusión ant-arq, un intercambio sobre cómo acercarse al análisis del fenómeno Internet.
From: "Daniel " <.....@.com.ar>
Subject: ant-arq : Antropologia virtual“Hace dos años que entre en Internet por primera vez y hace veinte que trabajo en el área Informática. Mi formación antropológica comenzó en el 86 y desde entonces fui cambiando mi forma de ver las cosas para aplicar la visión antropológica a todo, incluyendo mi actividad laboral. Para aquellos interesados en el tema de la Antropología e Internet, las relaciones virtuales, etc., les recomiendo investigar tomándose a ustedes mismos como parte del estudio, esto es invertir horas y horas frente a la PC navegando, metiéndose en diferentes foros de discusión, en infinidad de chat rooms, en listas de correo, en suscribirse a diferentes paginas y sitios, sacando varios free e-mails pero no poniendo los datos reales de uno sino poniendo datos distintos en cada uno, ya que de esos datos depende la información que luego recibirá, etc. En definitiva tratar de usar todo lo que hay y lo que va a venir en Internet, para luego poder elaborar alguna hipótesis de trabajo, o poder llegar a alguna conclusión preliminar, la cual prontamente se deberá desechar, por la velocidad del cambio que se esta dando en esta área.Yo también estoy interesado en el tema y lo que les digo es lo que hago, por ejemplo de meterme en los chats, foros y listas de correo ya tengo impresas muchas hojas en donde hay dos tendencias bien marcadas: un grupo de gente se mete seriamente para buscar información, amigos, etc., sin ningún problema, y esta el otro grupo, compuesto por los que se meten para agredir anónimamente a quien sea, insultar casi sin motivos, criticar destructivamente, tomarse en broma absolutamente todo, no proponer nada serio, difundir la pornografía, no les interesa informarse de nada, y estorban al primer grupo generando muchas veces las cataratas de unsuscribe que se ven a veces, o el silencio momentáneo de una lista, donde la mayoría pierde el interés de escribir para evitar ser agredido a vuelta de correo electrónico.Por mi parte use los free e-mails para personificarme en integrante de diferentes grupos de edad y de ingresos anuales. De esta forma la recepción de información varia de acuerdo a los datos que puse, por ejemplo cuando puse que ganaba más de U$S 150.000 al año me llovieron todo tipo de propuestas económico financieras, ofertas increíbles, y otras invitaciones a eventos, fiestas, viajes, etc.Si les interesa la sigo en otro momento, ya que se me hace tarde para ir a trabajar”.Daniel
En cierto modo esta fue mi manera de acercarme a Internet involucrándome y al mismo tiempo entrevistando a los sujetos, para una mayor interacción con quienes utilizan los medios electrónicos.
Es verdad que estos cambios son complejos y están inmersos en la rapidez de un fenómeno globalizante que da la inmediatez de las comunicaciones. En ningún momento intenté fingir una identidad sino que evalué mi participación en un chat con un amigo virtual. Los chats implican un ritmo muy acelerado y hay que considerarlos desde el objetivo que se proponen. Como Daniel describe, yo también leí las agresiones que se generan en las listas (por ejemplo: las referentes a las dinámicas de discusión cuando se abordan desde las subjetividades con temas que la antropología trata, tales como religión, patrimonio, bioética, etc) desde las cuales es interesante ver como reaccionan las personas o grupos ante determinadas temáticas que a veces van in crescendo dentro de los grupos. Estas son algunas consideraciones importantes en el inicio del trabajo en este tema.
3. 1. Trabajo de campo:
La construcción del trabajo de campo me llevó a una constante reflexión que se sumó a los supuestos que mis propios sujetos tenían sobre el tipo de abordaje a realizar.
En principio elegí la facultad de Ciencias Económicas - UBA dado que su infraestructura me permitiría tener base real para realizar entrevistas, ya que allí dictan cursos a distancia vía Internet y correo electrónico. Existe además una bolsa de trabajo para estudiantes en una de sus páginas de Internet. Tuve un previo acercamiento a la Secretaría Pedagógica con entrevistas a las coordinadoras del área, quienes evidentemente no estaban dispuestas a mostrar sus actividades tan abiertamente ni tampoco me brindarían demasiada información sobre su tarea. Esto me hizo reflexionar sobre los lugares de poder y sobre la información que tenían esas personas, que si bien estaban realizando cursos de actualización a graduados, no hablaban sobre su tarea muy explícitamente.
En una de mis entrevistas las respuestas cerradas que me daba la Lic. en ciencias de la educación de la Secretaría Pedagógica de Ciencias Económicas, no me permitía reformulaciones dándome a entender que sólo podía preguntar si eran efectivo o no los cursos. La entrevista con esta persona me indicaba que le disgustaba ser interrogada sobre su tarea ya que sus respuestas eran escuetas y en tono desganado.
Si bien este lugar estaba muy bien organizado, desde mi presentación a la coordinadora general entendí que iban a tratar de conducirme en mis observaciones y entrevistas ya que pautaron todo mi primer encuentro. Decidí entonces cambiar el ámbito, eligiendo la facultad donde estudio, suponiendo que seria relevante ver como se trata este tema en las ciencias sociales.
Dentro de nuestra facultad de Filosofía y Letras - UBA en 1997 me acerqué a Filored, en donde funciona hasta la actualidad el servidor con la página Web de la institución y el correo electrónico para estudiantes, docentes e investigadores. De estos tres grupos, los únicos que no consultan el correo en su propio domicilio son los estudiantes, ya que a los profesores e investigadores se les habilita la posibilidad de acceder telefónicamente. A diferencia de los estudiantes de Ciencias Exactas y Económicas que además reciben sus trabajos prácticos vía e-mail, en Filosofía recién en 1998 se realizaba esta práctica en forma incipiente.
En 1997 en el Congreso Nacional de Antropología Social de La Plata, consultando a estudiantes y graduados noté que quienes tenían mayor acceso a Internet y correo electrónico eran los integrantes de la Facultad de Filosofía- Universidad de Buenos Aires. En las otras universidades argentinas no era masivo el acceso a las nuevas tecnologías, y sólo las utilizaban algunos docentes. Los estudiantes dependían de que sus profesores les ofrecieran compartir el correo electrónico además de poder conectarse a Internet.
Este era el panorama en general sobre las posibilidades materiales y de capacitación entre los antropólogos. Las diferencias eran evidentes desde la infraestructura montada en Ciencias Económicas y la capacitación que allí se ofrece en contraste con nuestra facultad de Filosofía y Letras.
La capacitación es más sistemática en Ciencias Económicas ya que se corresponde con un programa de actualización docente semi-presencial, estas actividades dependen de la Secretaría pedagógica que realiza seguimientos de los cursos implementados.
Inicié algunas entrevistas con quienes trabajaron temas de globalización en antropología y me sugirieron que realizara mi tesis sobre lo que sucedía en nuestra disciplina, y que iba a resultar en un análisis provechoso. Decidí trabajar entonces en Filosofía y Letras con los antropólogos, ya que podía sumar mi actividad como directora de Noticias de Antropología y Arqueología donde implemento mis conocimientos en el área comunicacional para difundir información sobre la disciplina.
La perspectiva en Filosofía y Letras en 1997 no era de las mejores ya que carecía de presupuesto como para tener un mayor número de computadoras y tampoco contaba con una asignación para un especialista que coordinara un proyecto global para toda la facultad. Las tareas de coordinación eran llevadas a cabo por estudiantes y graduados de las carreras de Ciencias de la Educación y Geografía que se capacitaron en el tema.
Por aquel entonces Filored (centro de informática de Filosofía y Letras que organiza y provee casillas de e-mail y conexión a Internet a los estudiantes e investigadores de la institución) estaba a cargo de una persona que tenía formación básica en el área de informática y se aprovechaba de su espacio de administradora para construir relaciones de poder sobre el resto de los legos. Este es un comentario que me hizo un comunicador social y que tuve en cuenta para mis posteriores entrevistas y observaciones. Dichas cuestiones se repetirían en el análisis sobre las acciones de otros administradores que asumen sus espacios de trabajo como lugares de poder con respecto al uso y acceso de las tecnologías. (Con respecto a este punto el moderador de la lista brasilera de antropología ant-br tuvo un altercado en su lista a fines de 1999, cuando pretendió establecer normas de participación a los “listeros”. Se discutió entonces quien determinaría dichas normas y quien dictaminaría lo que era conveniente o no para una lista académica que aspiraba según sus palabras a “un alto nivel científico”. Lo interesante es que se revela así que estas aplicaciones tecnológicas no están lejos de las discusiones que también se dan en ámbitos no mediados por computadoras).
Desde Filored esto se evidenciaba también al momento de dar los permisos de uso de los correos y de la posibilidad de poner material de difusión, si bien en 1997 aún no existía un “control” o administración por un desconocimiento de cómo manejar la información desde una página académica.
Había un desconocimiento generalizado del valor de uso de este nuevo medio a diferencia de otras disciplinas tales como medicina o ciencias exactas, que ya la habían incorporado a sus aplicaciones y como medio de comunicación científica.
Este centro no era eficiente dada la administración y la forma de operar, los cursos de actualización eran poco efectivos dado la rapidez de los cambios informáticos y que tampoco tenían una amplia difusión. Consistían más que nada en la información sobre los programas de software para navegación y para correo electrónico. No existían cursos acerca de las posibilidades en la aplicación de las tecnologías en las carreras de la facultad y menos en ciencias antropológicas. Si tenemos en cuenta sus objetivos, éstos eran sólo del tipo informativo operacional. La administración en el área de comunicación informática estaba entre la falta de perspectiva (que no permitió construir una política de difusión con esta nuevas tecnologías) y el hecho de que los coordinadores de las áreas informáticas consideran a los lugares de administración técnica como espacios de poder centralizado, que obstaculizan la socialización de la información.
En el Congreso Nacional de Antropología Social realizado en La Plata 1997 hubo un cambio significativo dado que las ponencias del congreso no serían fotocopiados: por primera vez se publicaron en disquetes, generando la posibilidad de que todos se llevaran los trabajos en el momento, en un formato transportable y de bajo costo en relación a las fotocopias. Las respuestas fueron diversas en cuanto a su instalación y funcionamiento y con el tiempo se reconocería que tener en forma accesible esta información permitiría estar al día con la producción científica, evitando la dispersión de los trabajos que obstaculiza la búsqueda en las investigaciones.
Ese mismo año y en la misma ciudad se realizó en septiembre el Congreso Nacional de Arqueología. El tema del uso de las tecnologías comunicacionales no estaba demasiado instalado, pero en una de las mesas una arqueóloga portuguesa presentó un trabajo sobre aplicación de nuevas tecnologías aplicadas al tema de Patrimonio. Aproveché la ocasión para entrevistar a un arqueólogo sobre lo que generaría esta implementación.
El arqueólogo Daniel Olivera señalo que “Portugal puede desarrollar este tipo de programas no solo porque cuenta con la tecnología y los recursos, que nosotros no tenemos, sino porque además cuenta con leyes de protección al patrimonio que aquí no se aplican efectivamente. Si hiciéramos esto estaríamos armando un mapa para el huaquerismo”. Fue interesante contrastar las posibilidades del medio por un lado y reconocer por el otro que los distintos contextos y acciones políticas al respecto no respondían de acuerdo a las urgencias del tema. La tecnología permitía acciones que los arqueólogos no estaban preparados desde sus políticas patrimoniales cargadas de inercias institucionales y burocráticas.
Pregunté a arqueólogos especializados en el tema (Eduardo Berberian, Daniel Olivera y Zunilda Quatrin) y tuve en cuenta la opinión de los estudiantes sobre qué significaría realizar un registro de todo el Patrimonio inamovible volcado en una base de datos para hacerlo conocer y administrarlo, como el presentado por Portugal. Se reiteraron las afirmaciones sobre que “aquí en Argentina, en América Latina se convertiría en un mapa de acción para los huaqueros y saqueadores”. Durante el Congreso Nacional de Arqueología 1999 en Córdoba algunos estudiantes a los cuales consulté sobre el tema y que participaron de una mesa de Patrimonio en la cual se presentó un trabajo sobre el software de una base de datos del patrimonio en Argentina, expresaron desconocer las implicancias de difundir abiertamente este tipo de información. La problemática no se reduce a una simple aplicación de técnicas, sino que hay que profundizar sobre lo que va a generar desde planos políticos y sociales.
En términos generales los arqueólogos argentinos no estaban haciendo un uso generalizado de las nuevas tecnologías ya que los recortes presupuestarios afectaban la realización de sus campañas y más aún las posibilidades de acceder a estos medios. Esto lo remarco como diferencia de los arqueólogos extranjeros que no sólo cuentan con las condiciones para investigar sino que su instrumental les permite directamente desde el campo retransmitir sus informes a la universidad de la cual provienen.
Estas cuestiones me señalaron el peso del acceso material a los medios tecnológicos y una realidad que hace al trabajo de antropólogos y arqueólogos con sus condiciones académicas de producción.
Aprovechando la posibilidad de dictar un taller de nuevas tecnologías aplicadas a las ciencias antropológicas con estudiantes de La Plata, me propuse ver esta actividad como un espacio para ver cómo se construían relaciones entre los conocimientos de la disciplina, ahora llevados a las relaciones interactivas y multimediales que promueve la herramienta tecnología de Internet.
La propuesta surgió a partir del interés que tuvo una de las docentes de la cátedra de Orientación de la Teoría Antropológica de incorporar las nuevas tecnologías a la antropología, Laura Teves, a cargo de los trabajos prácticos del área de antropología social. Dicha cátedra dividía su temario en tres partes dedicadas a la antropología social, arqueología y antropología biológica.
Daniel Verniers, Licenciado en Comunicación Social y Periodismo, me acompañó en el dictado del taller. Con él elaboramos el programa y fuimos analizando el proceso que se daba en la incorporación de las tecnologías a través de los encuentros.
La docente tenía muchísimas expectativas de que sus estudiantes tomaran esta herramienta y realizaran una producción que mostrara el trabajo de la cátedra. Nosotros pretendíamos que se entendieran los conceptos generales y operativos sobre las nuevas tecnologías, el comunicador social explicaba las cuestiones técnicas del formato tecnológico y yo articulaba esta información a los conceptos antropológicos desde un plano didáctico. Además fui indagando en la manera en que alumnos y docentes integraban las herramientas.
En el armado del programa tuvimos en cuenta las necesidades a nivel de contenidos, además de los intereses del grupo. La herramienta didáctica fundamental que se instituyó como eje para comenzar a entender las aplicaciones tecnológicas fue el HIPERTEXTO.
Aplicamos este concepto a través de una dinámica que consistió en el armado de redes conceptuales que involucraron a todos los participantes del taller desde sus intereses.
Esta red reflejó sus preocupaciones acerca de las perspectivas de la disciplina, la historia que construyeron los científicos en la Universidad de La Plata, las políticas que afectaron el desarrollo de la ciencia en su institución y el panorama social en el que estamos insertos. No se dejaron de lado tampoco las aspiraciones personales… esta red implicó algunas de estas consideraciones que generaron debates entre todos.
En una segunda etapa fuimos construyendo-reconociendo estudiantes y docentes formas lógicas relacionadas con el concepto de red desde su contexto, con las cuales se identificarán tanto estudiantes como la docente, pero lo nuevo para el grupo fueron sus lecturas aplicadas a las lecturas hipertextuales y multimediales asociadas a los conceptos y organizaciones en el nuevo formato tecnológico.
Trasladamos el concepto de red que se utiliza en redes electrónicas para avanzar organizando tramas de significación y dando cuenta de que implica Internet desde una construcción de conocimiento en el aula.
Esto representa para mi análisis que la información se construye en forma observable y que los sujetos son parte de esa construcción del conocimiento (Batallán y Neufeld). Quiero rescatar que el grupo con el que trabajamos reconoció que esta forma de interacción mediada por un instrumento tecnológico que implica otra forma de construcción conceptual interactiva con un alto grado de participación por parte del grupo. Esto estuvo reflejado en una conversación entre dos estudiantes en el taller, que trabajaban el hipertexto desde el objetivo propuesto. Esto decían al respecto:
“... ¿y como armamos la red para dar cuenta de las diferentes corrientes de la antropología...? Otro estudiante propuso: “¿Y si cada uno toma un autor y lo desarrolla en base a un esquema en común para después compararlo?”. Este fue parte del proceso que planteó para organizar el hipertexto, que después se desarrollaría y se completaría con los links que se programaron para relacionar los conceptos.
Desde el plano ideológico la propuesta replanteó sus lugares como estudiantes y sus espacios dentro de la producción social del conocimiento.
Se discutió que significaba trabajar “en red”, no desde la mera conexión, sino desde lo conceptual donde se establecen relaciones jerárquicas dando valores de significación a cada palabra trabajada.
Fue interesante observar los tiempos que se manejaban entre la coordinación de la profesora con el materia de la cátedra y los tiempos de aplicación a la red hipertextual a organizarse. (Analizaré cuestiones ideológicas del hipertexto de esta experiencia más adelante).
Observaba a la docente en su intento de que todos los estudiantes procesaran la bibliografía -que era extensa- y a la que debían relacionar con los ejes totales de significación de la materia. Todo este trabajo luego se llevaría a una página de Internet armada por el mismo grupo de estudiantes en el formato digital.
Fue interesante observar que hubo etapas de grandes expectativas y otras de cierta parálisis en cuanto a como llevar a cabo la tarea. La propia dinámica grupal daba la respuesta a las etapas y se iban reestructurando como para seguir construyendo la red.
Lo importante fue que se logró comprender que la construcción de la red es infinita y que se pueden construir respuestas hasta donde uno lo desee. Al respecto una integrante del taller de la UNLP comenzó reconoció lo siguiente: “es impresionante como este trabajo nos lleva a tratar de profundizar en la información, a seguir buscando y encontrarnos con relaciones que nos lleva a otras. Esto es de nunca acabar”... Pero además la red crece en la medida que el deseo de conocer y el de relacionar persista en el sujeto.
Compaginar un curso mientras se reflexiona sobre él, es una tarea más que enriquecedora. Por un lado, hay que planificar objetivos y actividades teniendo en cuenta lo solicitado por la docente, y por el otro, integrar y proyectar los conceptos trabajados en la cátedra sumando las herramientas tecnológicas. La propuesta de cada clase tenia un objetivo para reflexionar en conjunto y una actividad; al final siempre se llegaba a una conclusión colectiva. Esta conclusión era el punto de inicio de la clase siguiente que realimentaba la propuesta y los interrogantes a trabajar en conjunto y en forma individual.
No todos tenían el mismo ritmo pero igualmente todos participaron, evaluaron su tarea y se generó por parte de ellos una reflexión acerca de la formación obtenida en su facultad. El objetivo de la profesora era mostrar la producción de la UNLP-antropología, entonces los replanteos surgieron sobre la identidad de la disciplina desde esa casa de estudios y sobre la historia de la antropología argentina.
Esto resultó, no en un taller para aplicar una nueva información, sino de integración y reflexión acerca de cómo la disciplina en esa aplicación directa debería ser mostrada. Y tuvo mucho de revisión de las perspectivas de la disciplina desde el contexto de la UNLP.
La ideología del proceso de aprendizaje no residió en el instrumento directamente, sino en los usos sociales. La observación participante permitió ir más allá de la incorporación de la tecnología y pude profundizar en las relaciones que se establecen en un contexto en particular, con un grupo determinado de la carrera y una aplicación especifica.
En el caso de la UNLP el contexto fue el de una carrera marcada por el positivismo de las ciencias biológicas, por los docentes que se tuvieron que exiliar por las dictaduras militares, hechos que influyeron en la construcción de los saberes científicos y en la formación de los intelectuales. Si bien fui invitada para realizar un análisis puntual de aplicación de las NT, los estudiantes dieron cuenta que estos procesos inciden en su formación y que la historia de la disciplina en UNLP-Argentina también inciden en sus perfiles profesionales. Además reconocieron la necesidad de una actualización sobre las innovaciones técnicas incorporables a la disciplina no solo como tema de investigación sino como herramienta de uso social.
Todas estas relaciones se reflejaron durante el proceso de reflexión del taller que considero importantes, dado que impulsó a que algunos estudiantes continuaran trabajando el área de informática. Esta experiencia me permitió observar que el concepto de hipertexto va más allá del instrumento, que genera múltiples posibilidades replanteando los usos de la tecnología también desde el plano ideológico de su utilización.
Este taller se desarrolló dentro de un contexto de carencia de materiales, los alumnos debían traer partes de sus computadoras (la CPU por una parte, otro traía los parlantes, etc., etc.) para poder manejar el material didáctico, CDROMs y páginas de Internet. Este era el contexto de formación de antropólogos en la Universidad Nacional de La Plata y donde como docentes sólo nos pagaron viáticos y comida...
Como directora de NAyA busqué una mayor interacción vía Internet y e-mail a través del I Congreso Virtual de Antropología y Arqueología, desarrollado en 1998 en el sitio https://equiponaya.com.ar/congreso. Mi propósito fue ampliar las observaciones para lograr desde la interacción directa un mayor conocimiento del proceso, al mismo tiempo que consideraba cómo los sujetos planteaban sus lugares y construían sus discursos. Además me permitió analizar las dinámicas de estos eventos como lugares de investigación.
Este tipo de actividades ya estaban instaladas para el área de medicina, decidí buscar los modos de programarlas para la antropología y la arqueología. En este proceso retomé no sólo conceptos de la comunicación social sino que también reconocí los relacionados con las ciencias sociales desde este nuevo fenómeno comunicacional.
El momento más interesante fue cuando se fueron estableciendo pautas de interacción que permitieron reformular las diferencias entre los congresos reales y los virtuales donde los mismos sujetos se representaban en una nueva forma. Durante el congreso se manejaron dos instancias:
1) participación física-real en donde invitaba a los antropólogos de Filosofía y Letras a participar y a constituirse en relatores de las ponencias presentadas. Hubo reacciones diferentes: desde la indiferencia, la de tomar el evento como novedoso pero que sólo se instituía en “una novedad demasiado complicada para entender”, “eso no es para mí” o “soy muy viejo para eso”, hasta la participación activa.
Las contradicciones se sumaron cuando por un lado la UNESCO declaró de interés cultural el congreso, mientras que cuando asistí una reunión de junta departamental de FFyLL-UBA a pedir auspicio para el evento lo tomaron como algo inconsistente por ser virtual.
Estas eran las reacciones en el campo, donde los sujetos entrevistados daban respuestas que me alentaban a seguir profundizando qué representaciones tenían acerca de las nuevas tecnologías.
2) La virtual, en donde desarrollaban otros tipos de discusión, aquí escribe uno de los participantes:
“Es evidente que el avance tecnológico y en particular, en lo que se refiere a este nuevo fenómeno cultural, como lo ha llamado alguien, es un hecho. Es decir, que como tal, no nos es posible sino asumir dos actitudes: lo ignoramos totalmente, o asumiéndolo como tal, lo abordamos, lo estudiamos y lo usamos adecuadamente. Muchos comentarios en la prensa nacional de mi país, Venezuela, y por supuesto del mundo, se refieren al ciberespacio como se le conoce popularmente, como algo verdaderamente inútil o poco útil. Pero revisemos: este mismo Congreso Virtual, es una apenas de las numerosas pruebas palpables y de las posibilidades inmensas de este nuevo medio, donde pueden ser expuestas de manera irrestricta, ideas y experiencias de dos de las ciencias sociales mas discretas dentro de la sociedad actual. Sin embargo, no solamente acceder a las ideas y tener la posibilidad de opinar "en vivo" sobre todas y cada una de ellas, sin conocer personalmente a ninguno de sus autores, ni tener que viajar para participar, es de por sí una ventaja, por lo que ello significa en el tiempo y en los conocimientos. f. . Es evidente, sin embargo que tal medio, que no tiene fronteras y hasta ahora, limitaciones o prohibiciones, debe ser utilizado inteligentemente por todos aquellos que tienen acceso al mismo. En otras palabras, ponerlo al servicio de la ciencia, la cultura y la sociedad. Tengo la convicción de que temores parecidos debieron aparecer en las sociedades a medida que inventos importantes como el ferrocarril, los automóviles, la aviación civil, hubieron de despertar. Con la computación ocurrió algo parecido y hoy, desde los cirujanos en los quirófanos hasta los arqueólogos la utilizan y, si sumáramos, todas las ventajas superan con creces a las desventajas. Y al efecto cito al autor Giuseppe Gaeta, participante de este mismo Congreso: "Nuevas promesas, nuevas oportunidades", allí está la clave. Hacer del medio, el portavoz de nuevas ideas, descubrimientos, de acceso a informaciones que, de otra manera, nunca hubiésemos tenido la oportunidad, el tiempo ni los medios económicos de conocer, son parte de las ventajas. g. . Otro asunto es el impacto del ciberespacio en las diversas sociedades. Voy a citar sólo dos ejemplos: Hace unos diez años apenas, en un viaje al Sur de Guayana, hábitat de la etnia Pemón de estirpe Caribe, un amigo que viajaba con nosotros, se alarmaba porque un joven de la etnia, quien no hablaba bien el castellano, tenía y usaba una calculadora de bolsillo para sacar la cuenta del valor de las artesanías que le había vendido. Otro caso: hace unos dos meses, en una lucha por la posesión de la tierra frente a la construcción y paso por el área, de líneas de alta tensión en un tendido desde Puerto Ordaz hacia Brasil, miembros de varias etnias afectados por este acontecimiento, interpusieron barreras de troncos de árboles en la carretera nacional que une este sector, como protesta por la usurpación de sus tierras. Un periodista alerta, fotografió a su vez, a un indígena Pemón, quien filmaba la barrera y a las autoridades que trataban de restablecer el tránsito. Ambos hechos, donde el uso de tecnologías nuevas para una etnia como la Pemón, fueron usadas adecuadamente, según nuestra opinión, para satisfacer sus necesidades, muestran lo que tratamos de decir en las líneas anteriores. En resumen, considero que de lo que se trata es de aprender y aprehender al medio y usarlo extensamente. Quién sabe cuántas posibilidades quedan aún por obtener del ciberespacio, pero lo cierto es que difundir ideas, imágenes, incluso en movimiento y sonidos, en tiempo real es algo sencillamente extraordinario. Tal vez lo que habrá que preservar es la libertad irrestricta del mismo”.Domingo Sánchez
Desde este análisis de Domingo acerca de lo que estas nuevas tecnologías tienen en el uso del tiempo y el conocimiento hay que profundizar la reflexión sobre las formas culturales que el hombre organiza dando cuenta de su visión social. Domingo hace evidente lo que los sujetos no suelen explicitar abiertamente: los temores que genera el cambio ante lo nuevo, los cuales reconocí en muchas personas en forma encubierta cuando desmerecían a las nuevas tecnologías.
Su reflexión apunta a afirmar que todo depende de las intenciones de los usos que se les dé a esta nueva herramienta, señala también las ventajas y desventajas entre las cuales se encuentran las comunicaciones inmediatas por medio de las NT, el aspecto económico del nuevo medio y posibilidades de conocer en forma más accesibles para todos. Rescato estas consideraciones ya que se repitieron en mis entrevistas en mayor o menor grado dependiendo de los lugares de los sujetos, del grupo etario al que pertenecen y al género.
Entendí que las generalizaciones no deben realizarse al interior de este tema cuando se dice que los usuarios de Internet tienen tal o cual característica que los identifica a todos, como por ejemplo cuando se afirma que las nuevas tecnologías son sólo para jóvenes, mientras que existen investigadores mayores de 60 años que al no tener mayores responsabilidades familiares o sociales pueden organizar sus tiempos de otra manera y dedicarse a navegar buscando información.
Me referiré a cuestiones que señala Domingo cuando menciona “las posibilidades inmensas de este nuevo medio, donde pueden ser expuestas de manera irrestricta, ideas y experiencias de dos de las ciencias sociales más discretas de la sociedad actual”. Posibilidades que no sólo son las tecnológicas, ciertamente en franca expansión exponencial, sino que tiene relación con las posibilidades cualitativas enfocadas hacia la producción académica.
Esto tiene que ver con “analizar las transformaciones de la concepción de trabajo científico, la definición de productividad, las relaciones entre los individuos y grupos y los sistemas de prestigio al asociarse a una forma altamente tecnificada a tratar el conocimiento científico” (Buxó i Rey, 1994).
Estas posibilidades también se analizan desde “el hecho de poner a prueba nuestras propias ideas y herramientas conceptuales, nuestra experiencia en la observación de las conductas y aspectos cognitivos del hombre en un nuevo ambiente. Es probable que la mayoría de las cosas que observemos sean una nueva versión de situaciones clásicas. En ese caso se tratará simplemente de adaptar nuestra herramienta en la recolección de datos o en la interpretación de los mismos. Sin embargo, también puede ocurrir que se estén generando situaciones nuevas, que requieran incluso re-pensar el paradigma que nos está sustentando” (Picciulo Valls, 1999).
Los congresos virtuales fueron espacios de acercamiento, que dejaron inquietudes que se consolidaron en relaciones entre sus participantes. Del I Congreso surgió una publicación en papel: “Antropología del ciberespacio es un libro que aborda la nueva dinámica de la cultura y su relación con las nuevas tecnologías de la comunicación. A lo largo de estas páginas -que recogen algunas ponencias del ‘Primer Congreso de Antropología y Arqueología’ organizado por el Equipo Noticias de Antropología (Argentina)- se pondrán de manifiesto las modificaciones y cambios de las estructuras sociales, críticas y análisis sobre las prácticas sociales con relación a los espacios culturales generados por tecnologías como el INTERNET” (Leonella Cucurella compiladora de Antropología del ciberespacio, Editorial Abyayala, 1999)
En este congreso se discutieron también las ventajas y desventajas de los congresos tomando en cuenta el nuevo contexto de virtualidad.
A continuación trascribo los algunos mensajes que se desarrollaron sobre el tema de los congresos reales en comparación con los virtuales.
Quisiera aprovechar las palabras de Domingo Sánchez para compartir con los participantes una preocupación que tengo hace un tiempo con los congresos "reales", preocupación esta que aún no sistematicé de una forma científica, por lo tanto pido que se lea apenas como una preocupación y no como resultado de investigaciones. Mi contacto con el área comercial del turismo ha hecho con que tenga la sensación, desde hace algunos años, de que hay una progresiva comercialización de los congresos reales. Me da la impresión de que se está privilegiando la organización del congreso en si, una vez que "los eventos son los que generan mayor movimiento turístico" y que "el área de eventos es una de las más lucrativas dentro del campo del turismo" (frases que se oyen y se leen en el área) y se está dejando un poco de lado la calidad científica de los mismos. Por otro lado, he verificado (siempre empíricamente, repito) que la intervención de los organizadores profesionales de eventos, en algunos casos, encarece de tal forma los congresos y similares, que la audiencia está prácticamente compuesta siempre de las mismas personas, que son aquellos profesionales a los cuales su universidad o su empresa les paga los gastos y la inscripción. Este año esa sensación se ha aumentado, con el surgimiento de congresos en los cuales los propios conferencistas tienen que pagar para conferenciar, cosa absolutamente inédita y que me hace pensar que, en el futuro, cualquiera que esté dispuesto a pagar tendrá su lugar para dar una conferencia, y aquellos que no puedan o no quieran hacerlo, quedarán excluidos, lo que para la ciencia, va a ser trágico. Un alumno esta semana me comentó que había participado de un determinado congreso en determinado lugar, donde no había aprendido nada que no pudiera haber encontrado en Internet y que solo sirvió para que los auspiciantes vendiesen sus productos. Así siendo, creo que este congreso está inaugurando una nueva era, el retorno, en otro espacio y en otro tiempo, a lo que los congresos fueron antes de ser "descubiertos" por el comercio. Quizás estamos siendo en este momento los pioneros de los congresos del futuro, en los que, por Internet podamos intercambiar conocimientos de forma mucho más provechosa, sin necesidad de terribles esperas en los aeropuertos y sin enormes gastos de hotel que impiden a tantas personas interesadas e interesantes de participar por simples limitaciones económicas, que muchas veces hacen con que gente realmente valiosa quede afuera, sobre todo en el ambiente universitario. Pienso, como Domingo, que solo nosotros, los usuarios, podemos darle a este medio seriedad y credibilidad y creo que en este preciso momento lo estamos haciendo. Saludos--Margarita Barrettomarga_angeli@geocities.com
www.geocities.com/CollegePark/Quad/7446
From: "Tatiana González L" <tgonzale@sigma.eafit.edu.co>To: "NAyA" <ant-arq@ccc.uba.ar>, <marga_angeli@geocities.com>Subject: Continuo con CONGRESO Y FUTURODate sent: Sun, 11 Oct 1998 09:44:46 -0500BUENOS DÍAS COMPAÑEROS DE LA LISTA.Continuando con las consideraciones expuestas por Margarita Barretto, quisiera agregar algo a esta discusión sobre el futuro de los Congresos en diferentes áreas. En Colombia, mi país, está empezando a tomar auge la nueva modalidad de "pagar para ser oído" donde incluso el ponente debe pagar su inscripción al congreso, lo que implica gastos de viaje, alojamiento, y su propia participación...¿Esto dónde nos deja? En un retroceso, en el que los principales beneficiados con este tipo de eventos (los estudiantes y los jóvenes investigadores) son los más perjudicados por no contar siempre con patrocinadores que financien esta inquietud. Además, otro elemento que he percibido y he puesto en duda desde mi primera asistencia a un congreso, es ESCUCHAR AL PONENTE LEEER SU ESCRITO, en lugar de presentar de manera amena (sin perder el nivel académico) los resultados de su trabajo. ¿Qué sentido tiene ir a escuchar leer una ponencia? Ahí encuentro la relación con el tema del CONGRESO VIRTUAL.Puedo "tirarme en un sofá, con tinto y cigarrillo" y leer cómodamente la ponencia, luego llegar a una sala de discusión (esta lista, por ejemplo) y plantear mis preguntas y comentarios, y leer las opiniones del ponente...Desde este punto de vista, ¿no tiene validez un evento de este tipo? ¿Qué le resta validez científica? Como ya lo dijo Margarita:"Pienso, como Domingo, que solo nosotros, los usuarios, podemos darle a este medio seriedad y credibilidad y creo que en este preciso momento lo estamos haciendo. "Tatiana González LAntropólogaProfesora U. de A.Medellín, Colombiatgonzale@sigma.eafit.edu.co
A través de sus opiniones e intercambios los participantes analizaron las posibilidades de acción partiendo desde la comparación con los congresos reales y sus ventajas y desventajas. Ante sus propias conclusiones reconocieron que sus acciones constituirían parte de la legitimidad del congreso.
¿Que significó este Congreso dentro del contexto del amplio espectro de Internet? Tengamos en cuenta que la información en ese momento y aún hoy se produce predominantemente en inglés, entonces un congreso en castellano-portugués fue importante como espacio de discusión y de visibilidad de estos temas.
Rescato algunos trabajos que trataron estas temáticas como por ejemplo, “Dentro y fuera de la pantalla. Apuntes para una etnografía del Ciberespacio”, cuyo autor José Piccuolo Valls, participó en el Primer Congreso de Antropología de Buenos Aires en 1986 con una ponencia sobre las posibilidades que brindaban los modelos informatizados para el análisis de las relaciones interétnicas a escala mundial.
Por otra parte el artículo de Richard Faura i Homedes sobre “La cultura local en el ciberespacio. El papel de las Freenets” suma elementos de análisis para pautar el trabajo de campo de los antropólogos en el ciberespacio. También trata sobre el concepto de ciber anthropology definido en la Conferencia anual de la American Anthropological Association, 1992, como el “estudio etnográfico de las relaciones entre los humanos y las máquinas en este final del siglo XX en el que las nuevas tecnologías sirven como agentes de producción social y cultural”.
Las lecturas de los sujetos entrevistados, sumando los eventos virtuales, las conversaciones electrónicas tomadas desde la teoría de la recepción me permitieron seguir ajustando mi mirada hacia el análisis. Mi indagación no fue sólo analizar discursos del “emisor” sino que las lecturas de los sujetos dentro de la interrelación, sus contextos y el mismo proceso que los comunica dieron lugar a esbozar una parte de la totalidad del fenómeno. Por esto es que no trabajé tomando los discursos en Internet, sino que entrevisté a los antropólogos, interactué dentro de la lista, la comparé con otras listas académicas y comerciales. Además consideré como están produciendo, analizando contenidos científicos en este contexto. Si bien estos temas sobrepasan el presente trabajo, no dejé de relacionar mi tema con las posibilidades que se están generando en otras instituciones.
En el punto 3.1.2 transcribo las estadísticas que reflejan el incremento dado por la actividad que desarrollo en Noticias de Antropología y Arqueología. En las mismas se puede observar parte del movimiento en torno a las propuestas de intercambio por intermedio de estas tecnologías comunicacionales.
Es de destacar el incremento de la participación desde las posibilidades que los sujetos reconocieron en ambos congresos virtuales. Desde estas actividades surgió la necesidad de un análisis desde distintos ángulos no solo la investigación a nivel discursivo, mediático, sino desde la recepción, la producción de mensajes y la interacción con los sujetos. Considero que para conocer esta problemática se hace necesario un abordaje de la interacción donde se debe estar inmerso en este nuevo modo de hacer cultural-tecnológico y que se da con el tiempo en el campo explorando sus posibilidades.
Entiendo que para llegar a estas formas culturales-comunicacionales no sólo hay que manejar lenguajes comunicacionales, sino que hay que profundizar la investigación de los contextos en el cual se dan estas innovaciones tecnológicas y la forma en que se construyen sus objetivos ideológicos y políticos. Si este fenómeno esta basado en la información, no hay que vaciarla de los conflictos que el poder de la información tiene en esta sociedad y el lugar que los sujetos tienen en él.
3. 1. 2. Crónica de una experiencia:
A continuación expongo como parte del análisis la actividad que desarrollo como directora de un sitio Web de antropología. Estos son datos que hacen al movimiento del sitio NAyA y las transformaciones que se dieron con la implementación de las tecnologías comunicacionales. Acentúo la necesidad de investigar los procesos sociales que se generan pero además de buscar la significación que los sujetos dan a los mismos. Esta experiencia me permite describir mi práctica no sólo desde la teoría sino desde la observación de las formas de organizarse, que se construyen en torno a estos medios y dimensionarlos desde la perspectiva de las ciencias sociales.
NAyA en cifras
Datos de julio 2001
Comparación de crecimiento anual:
AÑO |
Visitas mensuales al Sitio WEB |
Archivos en WEB |
Participantes RED ANT-ARQ |
1996 |
100 |
47 |
50 |
1997 |
1000 a 1500 |
250 |
300 |
1998 |
8000 a 10.000 |
1700 |
650 |
1999 |
15.000 a 30.000 |
2050 |
700 |
2000 |
30.000 a 60.000 |
4800 |
860 |
2001 |
60.000 a 180.000 |
6200 |
1200 |
Cantidad mensual de visitas al sitio web:
180.000 únicos visitantes, que consultan alrededor de 500.000 páginas (El servidor entrega mensualmente más de 9 Gigabytes de información)
Desde donde se consulta: (datos de marzo 1999)
25.000 páginas desde Argentina
10.000 México
8.000 España
7.000 EEUU (.com)
4.000 Brasil
3.000 Colombia
3.000 Chile
2.000 EEUU (. edu)
1.500 Uruguay
1.200 Peru
entre 500 y 1. 000 Dominicana, Francia, Costa Rica, Canadá, Venezuela, Portugal
entre 100 y 500 Italia, Alemania, Dinamarca, Guatemala, Gran Bretaña, Nicaragua,
Suecia, Japón, Bolivia, Holanda, Bélgica, Suiza, Andorra, El Salvador, Ecuador,
Finlandia, Israel, Paraguay.
menos de 100 Austria, Taiwán, Noruega, Singapur, Malasya, Irlanda, China,
Ucrania, Federación Rusa, Kuwait, Grecia, Nueva Zelanda, Turquía, Hungría,
Sudáfrica, Grecia, Corea del Sur, Checoslovaquia, Panamá, Bulgaria
Cantidad de artículos publicados en WEB:
alrededor de 500, contando las ponencias de los congresos virtuales.
Cantidad de miembros de la lista ANT-ARQ:
más de 1200, de los siguientes países: Argentina, Brasil, Bolivia, Perú,
Ecuador, Colombia, Chile, Gran Bretaña, Alemania, Nicaragua, China, Mozambique,
San Marino, Cuba, España, México, Guatemala, Uruguay, Venezuela, Guatemala,
Australia, Indonesia, Italia, Canadá, R. Dominicana, Portugal, Costa Rica,
Austria, Francia, Noruega, Paraguay, Bélgica, Rumania, Suiza, El Salvador,
Estados Unidos, India, Suecia, Japón, Nueva Zelanda.
Cantidad de registros en la BASE ANT-ARQ: 2500
Cantidad de mensajes en la lista ANT-ARQ por mes: Entre 120 y 170
Cantidad de personas que publicaron en NAyA: alrededor de 450
Auspician las actividades de NAyA:
MOST - UNESCO
Universidad de Buenos Aires - Facultad de Filosofía y Letras
Universidad Nacional de La Plata
CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales)
Secretaria de Cultura de la Nación - INAPL
Museo José Hernández
Museo Etnográfico Argentino José Ambrosetti
Asociación Latinoamericana de Antropólogos (Vicepresidencia Cono Sur)
Colegio de Graduados de Antropología (Argentina)
Sociedad Argentina de Antropología (SAA)
Sitios que Integran la Red NAyA:
https://equiponaya.com.ar/
http://www.antropologia.com.ar/
http://www.arqueologia.com.ar/
http://www.momias.com.ar/
http://www.rupestre.com.ar/
http://www.cuco.com.ar/
http://www.naya.com.ar/
http://www.etnohistoria.com.ar/
http://www.grupoyavi.com.ar/
http://www.mujose.org.ar/
http://www.museohernandez.org.ar/
Fechas de NAyA
Fundación Equipo NAyA: Agosto 1995
Aparición del numero 1 de la revista en formato multimedia: Abril 1996
Versión WEB de la revista en el servidor de la Facultad de Filosofía y Letras
de la UBA: Octubre 1996
Creación Lista Ant-Arq: Febrero 1997
Inauguración de un servidor de WEB propio: Junio 1998
1er Congreso Virtual: (1998)
50 ponencias
700 participantes
2do Congreso Virtual: (2000)
70 ponencias
850 participantes
NODO UUCP naya.filo.uba.ar
Mensajes desde septiembre de 1996
recibidos 26.000
enviados 7.700
En marzo del 2000 se dió de baja este nodo por disposición del CCC-UBA
NAyA editó las ponencias de los siguientes congresos:
-
1er Congreso Internacional "Pobres y Pobreza en la Sociedad Argentina" (120 ponencias)
-
5to Congreso Argentino de Antropología Social (160 ponencias)
-
3ra Jornadas Internacionales Estado y Sociedad - Centro de Estudios Avanzados (CEA - UBA) (32 ponencias)
-
2do Encuentro Nacional "La Universidad como objeto de investigación" (CEA-UBA) (144 ponencias)
-
VII Jornadas sobre Alternativas religiosas en Latinoamérica (18 ponencias)
-
Jornadas Internacionales de Arte Rupestre (Salta, Octubre 1997)
-
1er Encuentro nacional sobre Calidad de Vida en la tercera Edad (Sec. Extensión UBA, Septiembre 1999)
Edición de CDROMS:
-
Congresos (1999)
-
Software de Antropología u Arqueología (versiones 1, 2 y 3: 1999, 2000 y 2001)
-
Colección NAyA (1999)
-
Etnohistoria (1999)
-
Almas Milagrosas, Santos Populares y Otras Devociones (2000)
-
Educación y Antropología (2001)
-
Arqueología Subacuática (2001)
-
NAyA 2001
Nombre: Noticias de Antropología y Arqueología.
Fecha de aparición: Abril 1996
ISSN: 0329-0735
Dirección Postal: CC 172 Suc. 1 - (1401) Buenos Aires - Argentina
TEL/FAX: (054 - 11) 4209-6286
E-mail: info@naya.org.ar
Directora: Claudia M. Cóceres
Edición Periodística: Lic. Daniel B. Verniers
Un largo camino
Durante 1999 fui organizando mi tema de tesis, que expuse en el seminario de investigación anual. Esto me posibilitó interactuar más intensamente con mis compañeros sobre mi propuesta de trabajo. Cursaban este seminario aproximadamente 24 estudiantes. En el planteo que hice en la clase mis compañeros señalaron elementos de análisis, que encontré en otros ámbitos acerca de la apropiación de las nuevas tecnologías comunicacionales.
Estos fueron: desconocimiento del fenómeno dado en parte por la falta de accesibilidad a los medios desde la facultad, falta de información sobre el manejo de los medios, carencia de una política de actualización en la información y de tecnología educativa aplicada a nuestra disciplina.
A través de mis observaciones reconocí una falta de información de los posibles usos del medio y de los lenguajes adecuados para comunicarse tanto visuales como escritos.
Sumo a esta visión una experiencia donde tuve oportunidad de realizar una charla a un grupo de estudiantes de arqueología de la Universidad Nacional de Jujuy en 1999, donde fueron interesantes sus respuestas dado el contexto de empobrecimiento general de esta región. Los estudiantes consideraban veían a las aplicaciones de las nuevas tecnologías como un avance demasiado lejano e imposible para sus realidades.
En octubre de 1999 se realizó en Córdoba el XIII Congreso Nacional de Arqueología en donde se presentó un CDROM sobre Etnohistoria. Fue importante armar este CDROM, la arqueóloga coordinadora de la misma tenia experiencia previa en armar publicaciones, eso hizo que comprender la organización del guión no fuese complicado. Dicho trabajo se basó en los nuevos elementos que permiten estos medios y que son los visuales, hipertextos y multimedia, permitiendo otras formas de comunicar los trabajos. Los interrogantes que se presentaron fueron los de derechos de autor en este formato digital, aún en discusión pero que exigen también protección tanto para el investigador como para quienes arman el software de cada producción. Este es otro tema a profundizar desde contextos que replanteen cómo se legisla la propiedad intelectual en estos medios.
Por otro lado recuperé los efectos de recepción de esta publicación, que tiene trabajos sobre diversos grupos aborígenes que incluían imágenes y que fueron impresas para una muestra titulada “Nuestros aborígenes” en una escuela de la Ciudad de Buenos Aires. Esto se entiende ya que la modalidad de buscar los temas en Internet por parte de los alumnos hace que accedan más rápidamente a los trabajos en estos formatos. Fue significativo ver como este material -encerrado normalmente en los archivos de los museos- pudo acceder a otros espacios de divulgación a partir de un CDROM publicitado desde el sitio de antropología NAyA.
La arqueóloga comprendió aún más la complejidad del nuevo formato y el valor de otra forma de divulgar su material de investigación cuando lo mostró a sus colegas, dado que estos hacían comentarios que expresaban sorpresa acerca de como había podido organizarlo.
En Córdoba este material académico en el formato multimedial fue recibido como una novedad dado que mostraba las posibilidades de las nuevas tecnologías y el abaratamiento de los costos de publicación.
Al interior de la organización de este CDROM se dieron instancias de jerarquía: quién realizaría el referato, quien participaría… estas cuestiones atravesaron toda la organización de la publicación NAyA. Estas cuestiones de planificar la divulgación en en cdroms no difiere de su realización en papel en aspectos tales como la presentación de los trabajos de los investigadores, que lo hacen en función de sus posiciones sociales dentro de la comunidad científica a la cual pertenecen y no en relación a las posibilidades de difundir temáticas de la disciplina en forma masiva.
Los costos de publicar en papel constituyen un obstáculo, cuestión que se desarrolla en un trabajo de investigación realizado por la Lic. Cristina Cajaraville (bibliotecóloga) y presentado en el Congreso Nacional de Antropología de 1997. La investigadora se refería a las dificultades económicas y de organización en épocas de democracia para difundir los trabajos de la antropología, cuestiones que aún persisten. Esto es significativo como factor económico que tiene relación con los condicionantes sobre las publicaciones de las investigaciones. En 1997 al momento de realizar su tesis de grado la Lic. Cajaraville señalaba que hacía dos años que no se realizaban las publicaciones de antropología, reiterando como factor determinante de esta situación la falta de presupuesto para difundir la producción académica.
En cuanto a los congresos los mismos motivos (económicos y de organización) hacen que los trabajos tarden en publicarse. Por ejemplo los del Congreso Nacional de Arqueología en Mendoza de 1994 se publicaron en 1997 y el de Antropología de 1997-La Plata estuvo preparado recién en el 2000. Es claro observar que esto produce desencuentros entre quienes están produciendo y quienes quieren actualizarse o informarse sobre el estado de la cuestión de las temáticas tratadas por la disciplina. Además aleja las posibilidades de discusión y aportes a los trabajos, al mismo tiempo que los autores puede reconocer que algunas cuestiones vez ya no consideran válidas o fueron superadas al momento que escribieron. Estos obstáculos de difusión de los trabajos académicos producen en cierto modo desconocimiento de lo que se produce en la región incidiendo directamente en el proceso de investigación.
Esta situación explica, en parte, la significatividad del emprendimiento NAyA -que tiene objetivos de difundir trabajos de investigación. Esto se incrementó dado las posibilidades del medio que permite una mayor llegada de intercambio a un público internacional.
Pude concurrir a fines de 1999 a la III Reunión de Antropólogos del MERCOSUR donde observé que también las relaciones personales eran un factor importante dentro de la organización de la difusión en formato digitalizado del material científico. En este ámbito advertí que existen dos planos; quiénes eran usuarios y quiénes no realizaban ningún tipo de consulta a Internet desconociendo códigos y posibilidades para su trabajo.
En el 2000 participé de diferentes encuentros, jornadas y congresos donde tuve la posibilidad de intercambiar opiniones acerca de cómo se incorporan las nuevas tecnologías.
En mayo presenté una ponencia en la mesa sobre Patrimonio y nuevas tecnologías de las VI Jornadas Regionales de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy. Afirmé en mi ponencia que los sujetos están utilizando las redes de comunicación para difundir los robos de material arqueológico, los casos de saqueo, las posibilidades de circular denuncias a organismos internacionales y también la recepción de ofertas de piezas robadas. Mis interlocutores comprendieron las posibilidades y cuestionaron las acciones reales de las instituciones encargadas del resguardo patrimonial. Es interesante que se entienda a este nuevo medio de comunicación como un elemento que se integra en las actividades para mejorar los objetivos de los grupos.
En el Congreso Nacional de Antropología Social realizado en Mar del Plata no hubo mesas que tuvieran como tema convocante la globalización y las tecnologías, pese a que el lema del congreso anterior fue “en un mundo globalizado”. Presenté un trabajo en la mesa de Metodología con intenciones de intercambiar opiniones sobre la visión de antropólogos respecto de este fenómeno. Tanto en esta mesa como en la de Procesos Culturales Contemporáneos busqué acercar elementos para considerar la manera en que los cambios se reflejan en los nuevos medios. Para ese entonces el tema estaba un poco más instalado, pero aun no muy difundido el papel de los antropólogos frente a las nuevas tecnologías. Encontrarme con quienes me formulaban y cuestionaban las formas de análisis me pareció un gran adelanto.
Además entrevisté a jóvenes antropólogos, quienes tenían como preocupación la necesidad de difundir sus trabajos y estar conectados con instituciones y entidades responsables de la investigación en ciencias sociales. Ellos armaron un organigrama de difusión sobre las posibilidades de presentar la información necesaria en Internet, este esquema de organización forma parte de las representaciones que construyeron en torno a las posibilidades del medio.
Este bosquejo de organización deja traslucir sobre el lugar en el que se piensa a los antropólogos y su producto social: el conocimiento; como accionan ante la problemáticas de la disciplina, que categorías jerarquizan, parte de sus representaciones sociales, como proyectan su identidad profesional desde la academia y en la sociedad con respecto a su papel social. Desde este reconocimiento de los elementos que conforman la posibilidad de difundir sus actividades, teniendo en cuenta además lo que implica la exposición pública y masiva. El planteo fue como organizar una página en Internet en el tema de las ciencias antropológicas; temas escasamente requeridos en relación a las ciencias duras o la información tecnológica que es la que más existe en Internet.
Las entrevistas que realicé giraron en torno a las aplicaciones de este fenómeno y como influenciaba cambios en sus actividades, que posibilidades les brindaban, problemas que se les presentaba en cuanto a ser docentes-investigadores “virtuales” , la propiedad intelectual en este medio y que se planteaba desde el plano político con estas herramientas tecnológicas.
El intercambio de opiniones me acercó a sus representaciones sobre el uso posible de las tecnologías y sus dificultades materiales, entre ellas las de interconectarse directamente entre las Universidades públicas para agilizar un mejor administración de intercambios académicos.
Si bien tuve un mayor acceso a entrevistar personalmente y vía correo electrónico a los antropólogos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires; también fue de suma importancia para mi análisis la interacción con antropólogos de otros países, a partir de la cual surgieron observaciones interesantes. Esto generó mayores aportes en cuanto a las posibles y múltiples perspectivas de los problemas que los sujetos leen en el nuevo medio.
En mi trabajo de campo no solo tomé entrevistas personales sino además consideré las realizaciones de las muestras virtuales que realicé personalmente con la revista electrónica NAyA (Noticias de Antropología y Arqueología https://equiponaya.com.ar), en el V Congreso de Antropología Social (La Plata, 1997), XII Congreso Nacional de Arqueología (La Plata, 1997), un taller multimedial para estudiantes (La Plata, 1998), el XIII Congreso Nacional de Arqueología (Córdoba, 1999), y la III Reunión de Antropólogos del MERCOSUR (Misiones,1999).
Estas muestras me permitieron consultar directamente a los investigadores sobre que posibilidades de acceder a correo electrónico tenían, como era el estado de sus instituciones en relación a la incorporación de esta nueva tecnología y que alcances en su aplicación proyectaban. Observé que la universidad (que dicta la carrera de antropología) con mejor equipamiento informático con respecto a las otras universidades nacionales fue/es la Universidad de Buenos Aires.
Además analice páginas institucionales en Internet, interacciones en foros, estadísticas acerca del crecimiento en Internet, entrevistas grupales e individuales, y conversaciones por e-mail con personas que también contactaba personalmente en algunos casos.
Tomé en mi análisis mensajes que se enviaron a la lista de discusión ant-arq (desde febrero de 1997 ant-arq@ccc.uba.ar y a partir de 1-dic-00 ant-arq@listserver.com.ar, lista de discusión antropológica y arqueológica que coordino) y algunos mensajes de la lista ant-br (ant-br@listhost.uchicago.edu, lista de discusión de antropología brasilera).
A continuación hago una descripción sobre las formas de trabajo que establecí para acercarme a mi tema de análisis.
3. 1. 3 Foros de discusión:
Los foros son espacios de discusión donde los participantes se comunican on-line convocados en torno a una temática.
Los integrantes del foro se identifican en parte por el nombre de sus correos electrónicos sean estos institucionales o no, estableciendo jerarquías. En las interacciones el discurso es la herramienta de relación, en él se representa el sujeto y la forma que elige participar del foro.
Estas representaciones dependen no solo de cómo quieren insertarse los sujetos en esa relación, con sus conocimientos, sino que también construyen una producción colectiva particular, en este caso de científicos sociales.
Los mensajes que se producen como documentos, cartas vía e-mail, donde lo importante es analizar las formas de los discursos y lenguajes en este nuevo formato. Pero estos deben entenderse desde los contextos y procesos de la discusión dada en el foro.
Estos discursos son el marco de referencia de identificaciones no solo en un presente inmediato sino que evoca a un mundo de significaciones cuando otro sujeto lo interpela, cuestionándolo o coincidiendo con su postura.
En estos foros los investigadores muestran una parte del mundo académico a través de los elementos conceptuales que intercambian en las discusiones.
El foro sobre Globalización y Antropología realizado en el 1er Congreso Virtual de Antropología, me permitió tener un panorama sobre el tema, ampliando así las perspectivas que después tuve en cuenta en las entrevistas personales.
En este foro se presentó la ponencia “Enseñanza virtual de arqueología” realizada por el antropólogo Guilermo Yánez del Collage Ahuntsic Département des Sciences Sociales Québec, Canadá.
Este antropólogo desarrolló en su sitio
http://www.intersignal.net/mtl10248/ethnociel/index.html una experiencia didáctica, orientada a realizar trabajos de simulación de una excavación ficticia partiendo de los teóricos de su materia Teoría arqueológica y de la práctica directa con los medios.
El antropólogo Pablo Gustavo Rodríguez de la Universidad de La Plata participó con un trabajo sobre “Grupos de discusión sobre metodología de investigación cualitativa asistida por computadora en Ciencias Sociales”. Lo interesante de este análisis es que realiza un acercamiento a través de un relevamiento de las listas de correo dedicadas a la discusión de la técnica y metodológica sobre investigación social de tipo cualitativo y el análisis de datos asistido por computadora.
Desde Italia Giuseppe Gaeta discutió el fenómeno de Internet “Antropologia del Cyberspazio” señalando las innovaciones que se producen en el campo social y pretendiendo una interpretación de los cambios complejos que se están dando.
Otro de los aportes fue del arqueólogo Massimo Stefani (Associazione culturale Studio d’autore Milán y colaborador del Centro Studi e Ricerche Archeologiche Precolombiane de Brescia) quien dio cuenta de un análisis sobre “Archeologia virtuale e percezione. architettonica. Un’analisi preliminare della situazione”. Este trabajo es un aporte a ver como la percepción influye en la arqueología virtual.
Marcelo Jorge Basaldúa, antropólogo de la Universidad de La Plata desarrolló su trabajo sobre la “Utilización de los recursos informáticos en el desarrollo de las actividades educativas de las escuelas que funcionan en ámbitos carcelarios: proyecto "Aula sin Muros", elaboración e implementación de una página web”.
Transcribo uno de los objetivos de este proyecto de Baldasúa “que es promover la comunicación a través de las nuevas tecnologías y en el que este proyecto es un emprendimiento llevado a cabo por los docentes y alumnos de una escuela que funciona en el interior de una unidad penitenciaria. Está destinado a promover el intercambio con la comunidad a través de la utilización de las nuevas tecnologías (Internet y Correo Electrónico). Tal emprendimiento está vinculado a nuestra concepción de lo que implica impartir clases en una institución como una escuela en la cárcel; tendiendo la misma a favorecer una alternativa de reinserción social implementada desde la educación y procurando que este proceso reinsertador no comience con el egreso del recluso de la institución penitenciaria sino desde su ingreso a la misma y especialmente por medio de su acercamiento al establecimiento escolar”.
Ricard Faura i Homedes del Departamento de Antropología Cultural de la Universidad de Barcelona desde Catalunya (Estado Español) presentó el trabajo “La cultura local en el ciberespacio. El papel de las Freenets”. Faura plantea “una reorientación en la dirección de investigar las comunidades electrónicas tanto desde el punto de vista de los contextos donde las tecnologías del ordenador se desarrollan, la interacción entre los diseñadores y los usuarios y las comunidades que resultan de esta interacción, a veces imaginadas e inventadas, pero capaces de crear nuevas identidades, los cyborgs, los vecinos electrónicos así como vivir en regiones y comunidades físicas y virtuales”.
Paula Uimonen del Department of Social Anthropology (Stockholm University), desarrolla el tema “Cyberanthropology: The Global Expansion of the Internet”. Analiza que “los ciberpioneros juegan un rol instrumental en el desarrollo del Internet, manifestándose el centro social de la las redes sociales transnacionales, navegadores, de usuarios de Internet y programadores. La investigación dilucidará que representa Internet para estos pioneros y cómo sus actividades y percepciones influencian en la expansión de Internet en los distintos contextos sociales. En orden de capturar el alcance trasnacional de Internet, el proceso de recolección de datos será conducido a través de trabajos de campo en los múltiples sitios de Genova, Malasia y Laos, combinados con el uso extensivo de Internet”. Es importante como se estudia la expansión de Internet desde diversos contextos los cuales permitirán dar cuenta de las distintas apropiaciones sociales y donde es importante entender lo que genera la información.
Desde un plano político y cuestionador sobre las relaciones políticas en la sociedad virtual Adriana Sarramea de la Universidad de Buenos Aires, presentó su trabajo “Antropología de lo Político: sociedad virtual y movilizaciones sociales”. Allí explora las posibilidades de Internet desde dos ejes conceptuales: “por un lado como espacio virtual de expresión de comunidades heterogéneas, y por el otro como espacio social donde relaciones políticas, culturales, y económicas recomponen las formas tradicionales de movilización social”. Estas nuevas formas políticas que remarca Sarramea dentro del espacio virtual no homogeneizan las luchas y conflictos sino todo lo contrario: crea otro espacio de relaciones políticas. Lo político también esta en Internet.
“Dentro y fuera de la pantalla: Apuntes para una Etnografía del Ciberespacio” de José Luis Picciuolo Valls, antropólogo de la Universidad de Buenos Aires y actualmente en España, relata que en 1986, durante el Primer Congreso de antropología en Buenos Aires se discutían con viejas tecnologías (una antigua Commodore 64), “cargada con una base de datos cuya estructura lógica respondía a los enunciados de la Antropología Política de Pierre Clastres”. Además trae a consideración los discursos racionales, los acuerdos sociales a través de este medio, “los ritos de entrada y salida, como en la supresión del espacio y el cuerpo físico de los internautas, y la alteración del tiempo, que se produce durante la inmersión en el ciberespacio”.
Estos trabajos desde un plano general explicitaron que las apropiaciones tenían diferenciaciones frente a una pretendida homogeneización. Lo relevante es que no solo se trata de un proceso hegemónico en contextos de explotación económica-política sino que donde se plantea la expansión de los productos culturales en su dimensión política. Desde aquí me preguntaba sobre los espacios que le caben a los científicos sociales en esta problemática...
La globalización no solo está planteada como una expansión de mercado económico sino también como “mercado” en lo que respecta a esta sociedad de la información y el conocimiento. Allí se ofrecen e imponen determinados perfiles profesionales-académicos que se “cotizan” sobre la base de su formación en el mercado informacional.
Las preguntas que surgieron fueron ¿que sucede en el "mercado" intelectual globalizado? ¿Qué lugar tiene el intelectual del Tercer Mundo en esta sociedad de la información? Estas fueron cuestiones que reafirmaban que los sujetos reconocen a las tecnologías como herramientas que están cambiando sus formas de presentar el conocimiento en sociedad y a quienes lo producen. Además de reconocer que existen condicionantes económicos, políticos y sociales que profundizan sus relaciones de desigualdad a pesar de acceder a las nuevas tecnologías.
3. 1. 4. Entrevistas:
Las entrevistas y conversaciones me permitieron acercarme a mayores elementos en relación a este complejo tema, rescatando así diversas perspectivas teniendo en cuenta el contexto académico. Realicé entrevistas formales y conversaciones, acentuando diversos ejes conceptuales de acuerdo con los temas que se presentaron y en la medida que iba creciendo el desarrollo de mi análisis.
Rescaté también como parte de mis observaciones el hecho de presentarme desde esta temática con la cual me identificaba y que en cierto modo generaba en mis interlocutores supuestos que tuve que considerar. (En un principio me veían como la que hablaba con las computadoras, o en el peor de los casos suponían que mi tema no era antropológico. Esto era en tono peyorativo pero me daba idea de la poca profundidad de conocimiento que tenían sobre el tema o tal vez mostrando posturas conservadoras en donde la tecnología “producto cultural” era un elemento separado de los análisis socio-culturales). Al buscar bibliografía y entrevistar a los antropólogos podría decirse que en general no hay una actualización de la disciplina, dado que ya desde 1992 los temas sobre ciberculturas aparecían en las revistas internacionales de antropología.
Entrevisté a quienes estaban evidentemente en condiciones de tener más información directa sobre el tema y que estuvieran trabajando en el área o cercano a él; pero también a quienes aun no incorporaban las nuevas tecnologías a su actividad para reafirmar posturas. Mis conocimientos previos sobre la comunicación mediada por computadoras me permitió un acceso mucho mas fácil ya sea por el lenguaje, por el manejo de la información y por disponer de los recursos materiales para realizar este trabajo. (Aclaro que esta tesis no podría realizarse si los costos de conexión a Internet o de correo electrónico fuesen costeados directamente por mi. En la actualidad me son facilitados por una empresa en forma gratuita. Entiendo que si alguien en este contexto académico quiere desarrollar este tipo de trabajos debe contar con presupuesto necesario para acceder a estos medios).
Al inicio de mis entrevistas busqué a quienes trataban la ciencia y las tecnologías como campo de conocimiento y a quienes tenían un acercamiento a lo que significa utilizar metodologías en el campo de las ciencias sociales para esta problemática. El hecho de estar trabajando con antropólogos y ser parte de este ámbito me permitió también discutir mis herramientas metodologías ante esta nueva temática, las posibles contradicciones, formas de abordaje y ver distintas posibilidades de tratamiento.
Efectué entrevistas en persona y vía e-mail ya que me pareció interesante hacerlas de las dos maneras para permitirme formular preguntas desde estos espacios diferentes.
En las interacciones vía correo electrónico están presentes cuestiones tales como los tiempos, espacios y contextos discursivos que implican otras formas de análisis para profundizar la comprensión de sus significados. Estos análisis necesitan no solo la interpretación de textos, sino de las relaciones mediante un texto discursivo que cambia dado la simultaneidad desde la cual se genera, de los distintos códigos y contextos de comunicación de los sujetos. A diferencia de otros medios se organizan desde otra lógica que la da no solo el hipertexto sino su propio soporte material y la filosofía de la interacción en redes.
Mis entrevistados dieron cuenta de la más amplia gama de respuestas ante la implementación de las nuevas tecnologías en su trabajo, y también trajeron como tema la producción académica, la política de comunicación del conocimiento y la eficacia de los canales de difusión que la Universidad posee.
En algunas ocasiones los entrevistados respondieron que las nuevas tecnologías eran un tema muy lejano a sus realidades, dado que las instituciones no les dan las posibilidades y al no exigir este formato de trabajo la cuestión no es un problema. (En este verano 2001 los investigadores debieron realizar inscripciones a un programa de becas de investigación vía Internet, al no funcionar el sistema y al no estar al tanto de su funcionamiento, reclamaron el tipo de inscripción tradicional. Esto da cuenta de algunas de las contradicciones sobre el uso de las tecnologías dentro del sistema institucional). En otros casos me plantearon que la comunicación mediada por computadora les permitía contactarse con sus estudiantes, permitiéndoles ahorrar tiempo y acortar distancias, ya que podían comunicarse y corregir trabajos vía correo electrónico. No todos tenían claro el valor del tiempo que insumía corregir trabajos enviados vía e-mail fuera de sus ámbitos académicos, ni tomaban en cuenta el valor del consumo telefónico personal; ¿este teletrabajo fuera del ámbito específico es reconocido económicamente? Un investigador entendió la injusticia de la situación dado que una institución le proponía instancias de educación a distancia organizando un foro cerrado sin mayor reconocimiento a la tarea que sumaba, al utilizar las nuevas tecnologías. Algunas de estas situaciones se refieren a la exigencia y responsabilidad de otra modalidad de la tarea docente fuera del contexto institucional por medio de las nuevas tecnologías comunicacionales. Agreguemos que estos cambios en la educación universitaria están en relación con la capacitación informática que depende de las condiciones en las instituciones académicas de su política de actualización docente.
Pero también resaltaron otros aspectos Alejandro Frigerio, por ejemplo destacó las posibilidades de conectarse por medio de las NT con investigadores de otros ámbitos internacionales, realizar consultas, participar de simposios electrónicos, ser invitados a publicar y hasta cursar postgrados vía e-mail. De estas oportunidades sólo algunos podían acceder a las mismas ya que contaban con la capacitación y los medios para ello.
En general de las entrevistas rescato el tratamiento que se le da al tema de la tecnología, los abordajes posibles desde la antropología, y los replanteos sobre las formas de trabajo de campo, incluyendo las comunicaciones mediadas por computadoras. Este no es un tema que se piense como prioritario sino que aún están trabajándose los temas instalados y que reflejan las preocupaciones de nuestras sociedades, esto a diferencia de los investigadores del Primer Mundo que hace tiempo investigan las NT.
Repensar desde los cambios tecnológicos que se producen en la actualidad y como se reflejan en los conceptos de cultura, identidades, relaciones sociales y cambio social y cultural fue un ejercicio intelectual enriquecedor, que realicé como un primer acercamiento desde este trabajo. Mi interés se centró además en conocer las posibles perspectivas de análisis e interpretaciones que puede aportar la antropología a estos procesos de cambios tecnológicos.
Según los antropólogos que participaron del I Congreso Virtual de Antropología y Arqueología-NAyA las relaciones sociales que se dan en este fenómeno comunicacional plantean cambios en las interacciones. Se mencionó cuestiones sobre cómo se transformaría la comunicación “cara a cara” en el trabajo antropológico, de las inhibiciones a exponerse discursivamente en público en las listas de discusión y como se construían relaciones diádicas aún desde las discusiones colectivas de los foros. Estas afirmaciones también fueron apoyadas por Claudia Briones cuando le pregunté acerca su opinión del primer congreso virtual NAyA y me indica que “seguramente la personas se relacionan más desde relaciones diádicas y no en forma pública, dado el alto grado de exposición pública a la cual no se está acostumbrado”. Desde esta lectura se infiere que en la participación en los foros incide esta falta de costumbre de exponer ideas en público ya que se esta sujeto a mayores criticas y no hay comunicación corporal que contextualice la comunicación.
Estas observaciones también fueron dando cuenta de las diversas interpretaciones de las nuevas relaciones que replanteaban códigos y reglas de comunicación (net-etiquet), lugares (se puede trabajar o investigar a distancia), tiempos (la comunicación puede darse en cualquier momento), espacios (se construyen otros espacios de relación más allá de los institucionales, ahora determinados por intereses diversos) e identidades ( estas se conforman desde las necesidades de los sujetos y que se reflejan en sus interacciones vía medios electrónicos). El cambio se comprende desde lo que genera estas relaciones en los sujetos y como modifica sus acciones.
3. 1. 5. Conversaciones vía e- mail:
Las conversaciones personales vía e-mail permiten abordar algunos aspectos de la construcción de las relaciones sociales teniendo en cuenta el plano de la comunicación social, con las características que identifican a este nuevo medio.
Los costos telefónicos y el tráfico de la comunicación pautan que los horarios de comunicación electrónica en el caso de particulares, se produzcan muy temprano por la mañana o por la noche, en el horario de tarifa telefónica reducida. Por otra parte, en una gran mayoría las comunicaciones se realizan desde correos institucionales que permiten acceder en horarios diurnos; realizo estas acotaciones ya que determinan los tiempos en las conexiones. La relación entre conexiones y los aspectos económicos de las mismas nos revelan aspectos acerca de las pautas de uso que hacen los sujetos.
Las conversaciones electrónicas vía e-mail implican otro tipo de esfuerzo intelectual, si bien el hecho de hablar el mismo idioma y estar en el mismo ámbito académico supone una mayor facilidad en la comprensión en las charlas.
Esto lo experimenté con un antropólogo argentino con el cual me comuniqué no sólo por correo electrónico sino personalmente, y con el cual no llegué a un entendimiento directo: las repreguntas eran frecuentes y debíamos acordar cada término. No me sucedió lo mismo con un antropólogo brasilero, a pesar de nuestros diferentes contextos. Para tener un elemento más de las características nos comunicamos a través del chat con este antropólogo, estar en otro formato me permitió reflexionar sobre los tiempos de charla.
La comparación entre la discusión vía correo electrónico y chat permite percibir diferentes formas de establecer las preguntas. En el chat las preguntas y respuestas son más rápidas que en el correo electrónico, ya que éste da tiempo a repensar las categorías entre un mensaje de pregunta y el de respuesta; y donde la presentación de los sujetos en comunicación se realiza en base a las ideas que exponen en los e-mails.
Es interesante cómo los interlocutores muestran, con sus lenguajes y formas de organizar sus discursos, las contradicciones, resignificaciones, reutilización de viejas formas de comunicación y otras que nuevas que emergen en la interacción. Estas formas son las que se construyen sobre la base de los códigos que el mismo medio ofrece en las discusiones on-line, por ejemplo:
:-) alegría
;-) guiño, complicidad
:-( tristeza
:-O sorpresa.
8-) utiliza anteojos.
Estos nuevos símbolos son el equivalente a los lenguajes corporales que dentro de una conversación denotan parte fundamental de la comunicación, en el correo electrónico estos gestos se traducen desde los gráficos construidos basados en los elementos que el teclado ofrece. Las reglas net-etiquet(contracción de net-etiquet, etiqueta en la red) merece un análisis aparte, ya que se constituyeron como normas de acciones en torno a las comunicaciones en este nuevo contexto. Dichas normas pautan los formatos técnicos para agilizar la comunicación; se refieren a la cabecera de los mensajes, envíos de mensajes no ASCII (esto implica lenguajes y códigos a tener en cuenta para que el destinatario pueda abrir los archivos y mensajes), Uuencode (código de los mensajes), longitud de los mensajes, envío de caracteres españoles, responder correo, firmas automáticas, tamaño de los mensajes, etc.
Además se sugieren dentro de las netiquet otros consejos:
La inclusión de frases con letras mayúscula en un mensaje indica que está gritando. Utilizar símbolos para enfatizar palabras o frases: *esto es muy importante* o _remarcar esto otro_ Rellenar el campo Subject: con una frase corta y descriptiva del contenido del mensaje.
Las referencias hacia los discursos y hacia las reglas de interacción discursiva me permitirían observar que los sujetos ajustan sus relaciones en los discursos, ya que son el vehículo de relación preponderante y allí está puesta toda la significación para lograr una comunicación eficaz.
Estas conversaciones dieron cuenta del protagonismo de los sujetos y de sus formas de accionar ante el nuevo medio, ya que expresan que ahora tienen posibilidades de no depender de que tal o cual institución organice la difusión de sus tareas, sino que cada uno puede armar su propia página sin demasiados costos. Se explicitaron las nuevas lógicas de trabajo que se mostraron desde el armado de bases de datos para sistematizar información, la forma de buscar información vía Internet, las presentaciones en power-point de sus ponencias, publicar en formatos digitales, lo cual exige organizarlas desde aspectos multimediales y visuales.
La pregunta que quizás no todos comprendieron es: ¿cómo es considerada esta nueva herramienta dentro de su producción social del conocimiento?
Desde la actual situación conflictiva de la educación universitaria y su papel de productora de conocimiento y frente a estos cambios tecnológicos me pregunté sobre estas cuestiones: ¿Como se transforma esta producción? ¿Que valor social tiene ahora con la comunicación mediada por computadora? ¿Qué implica que el conocimiento sea más masivo? ¿Que cambios le implicará a la universidad?
Algunas respuestas surgieron de las entrevistas, donde los sujetos señalan que se necesita reestructurar los mecanismos de difusión y divulgación del conocimiento, con personas preparadas para optimizar la llegada de la información a nivel académico a la sociedad y que agilice la comunicación académica.
3. 1. 6. Observación -Participante I:
Tuve la posibilidad de realizar una actividad de taller multimedia con el objetivo de profundizar la temática, gracias a la invitación de la Lic. Laura Teves, profesora de la materia Orientación en Teóricas Antropológicas de la Universidad Nacional de La Plata. El propósito fue aplicar conceptos de multimedia, hipertextos y redes para aplicarlos a los contenidos de la cátedra. La propuesta me pareció interesante ya que nos llevaría a replantear dicho contenido vistos desde quiénes están formándose en la disciplina: un grupo que estaba formado por jóvenes se suponía más flexible a introducir innovaciones. Además estaría replanteando la construcción del conocimiento en la disciplina desde estos formatos característicos de las nuevas tecnologías. Este taller me permitió valorar conceptos de la construcción social de los significados desde las lecturas de los sujetos, en una interacción interpersonal aplicada a la leer los procesos relacionados con la nueva cultura de la información.
Recorto algunas de mis observaciones para ejemplificar parte del proceso observado:
“Tomé el tren para dar taller de multimedia, en la materia de Orientación de la Teoría Antropológica en la Universidad de la Plata. ¿Qué implicaba? me pregunté desde mi lugar reconociendo que no tenemos la misma orientación. ¿La Plata es más “arqueológica” en cambio la UBA es “más social”? ¿Los graduados tienen una mejor preparación que nosotros? Este planteo lo tuve internamente pero no pasaría mucho tiempo en que reaparecería en boca de una de las estudiantes… a la que tuve que responder.
“… Dimos el curso en un laboratorio de biología, para nada acondicionado a las necesidades de un laboratorio de computación, donde tuvimos que apoyar las computadoras en las mesadas de experimentación. Estas tenían monitor ámbar, imposible trabajar con ellas, no había tampoco parlantes ni el sistema era el adecuado para los multimedia que llevamos como material didáctico. Reconocieron entre todos las pésimas condiciones en que estábamos trabajando, mientras que otra Facultad dedicada a las ciencias duras (en La Plata) está en una mejor situación”.
Fueron muchos e interesantes los replanteos frente al conocimiento y su contexto de producción, frente a la disciplina y su forma de transmitir los contenidos enfrentados a la forma de divulgación vía medios electrónicos. Los estudiantes debieron reconsiderar la información significativa de la que no lo es al momento de seleccionar el material para poder organizarla. También se plantearon los lugares de apropiación del conocimiento, y el papel de la problemática de los nuevos medios en esa apropiación, teniendo en cuenta que además se incorporan como parte del proceso de su elaboración. Estas reflexiones surgieron de la actividad de presentación:
“…mi propuesta de trabajo es organizar en red los conceptos más significativos, nos comunicaremos a través de esta red. Y esta red dirá quiénes somos y qué deseamos, la actividad desde el pizarrón, luego cada uno frente a la clase explicaría su red, esta proyectaría en parte que intenciones traían al taller y nos daría pistas para trabajar desde lugares más horizontales”.Esta forma de trabajar me acercó aun más a los aspectos relacionales entre el conocimiento antropológico y las nuevas formas de organizar la información, analizando otras modalidades de trabajo y develando los prejuicios con respecto al tema. En este caso el trabajo grupal me pareció muy dinámico desde el intercambio de opiniones y la posibilidad de construir el cambio.
La forma de trabajo del taller permitió a los sujetos analizar su propio proceso de cambio ante la incorporación de los nuevos conceptos tecnológicos de manera crítica.
A continuación transcribo una devolución de lo trabajado en el taller a modo de reflexión sobre lo aprendido, que les permitió reconocer las posibilidades de trabajar en redes conceptuales y en equipo.
“Volver al principioSeguir páginas de un libro sin saltear ninguna, hacer líneas de tiempo para estudiar historia, perfiles y columnas estratigráficos para estudiar geología, desde el origen de la vida hasta el Hombre en biología, cronologías de las teorías científicas, períodos y fases que dividen procesos "evolutivos" en Prehistoria... Todo, absolutamente todo, en nuestra vida siempre fue lineal. Organizar todo con un orden desde un principio hasta un fin o un posible fin.Nuestra cultura y nuestras vidas interactúan a través de este pensamiento lineal, por lo que claro, no fue fácil cambiarlo cuando un día nos dijeron que pensemos en una red para describir nuestras vidas. Imaginarla fue difícil, pero más difícil fue crear una, y en otro lenguaje !!!La mayoría de los que habíamos hecho el curso en 1997, nunca habíamos visto una Página Web hasta el momento, ni habíamos navegado en Internet, pero poco a poco, Daniel y Claudia nos hicieron entrar en este nuevo mundo: podíamos ir y volver, elegir hojas, saltear las que no nos interesaban (un pecado en un libro), no había final, siempre podíamos volver al Inicio, todo relacionado, flechas, bolitas, menúes, links... Y entre todos logramos un gran trabajo de corrientes teóricas en Antropología... Del trabajo de Soledad podíamos saltar al de Gonzalo y luego al de Marien. Del trabajo de Fernando podíamos ir a las conclusiones de Nicolás y luego ir a la Introducción de Gabriela y consultar la bibliografía de Magda y nunca llegábamos al final! Todos juntos, constituíamos una gran red.Si tomamos el análisis que realiza Claudia Correa,” Nociones Básicas de Hipertexto” del Programa de Pos-graduación en Comunicación y Cultura Contemporáneas. 1998, veremos la profundidad de trabajar el hipertexto: “Si la hipertextualidad no es una “invención” moderna, ya que se encuentran algunos registros históricos de esa estructura narrativa en obras de la Ciencia, la literatura y la Filosofía, ella gana impulso con el avance de la creciente acción dialógica entre el hombre y la técnica. Tomando la concepción de hipertextualidad como punto de convergencia de otros conceptos, constatamos que ella revela los limites y por eso mismo, la falencia del discurso tradicionalmente lógico, acabado, cerrado en sí. Las infinitas posibilidades de conexiones entre segmentos de textos y textos enteros favorecen la flexibilización de las fronteras entre diferentes áreas del conocimiento humano”.Además de implicar relaciones con el conocimiento y las relaciones que proyectan esta forma de organizar la información cambiando las visiones de lo que es la producción de conocimiento.Los estudiantes de este taller siguen reflexionando más tarde... “En aquel momento éramos alumnos de tercer año. Aprendimos una nueva técnica, un nuevo lenguaje y con ello, una nueva forma de pensar. Hoy, el concepto de red está más afianzado, tanto en lo académico como en la vida cotidiana a través de Internet. Lo podemos usar seguido y sin dificultad, hacemos páginas, visitamos sitios, consultamos CDs... pero todavía nos queda una sensación muy difícil de describir, casi fascinante, cuando podemos una y otra vez, volver al principio sin caminar hacia atrás...”Estudiantes del taller OTA-UNLP
Este relato del proceso de aprendizaje resalta la incorporación del hipertexto no desde la linealidad de la construcción a la cual estaban acostumbrados sino que incorporaron el nuevo formato de las nuevas tecnologías comunicacionales. Esta experiencia la trabajé tomando el proceso de la información como parte del aprendizaje, teniendo a las nuevas tecnologías como herramienta motivadora y a su formato específico: el hipertexto.
Aplicar los conceptos del hipertexto implica comprender y representar “los procesos y modos de construcción del conocimiento a partir de la aplicación de esta filosofía de organización de la información del conocimiento”. (Claudia Correa y Heloisa Andrade)
Esta narrativa hipertextual permite que los sujetos construyan sus esquemas de información donde se marcan saltos y movimientos que permiten a los sujetos ser protagonistas dentro de esa construcción. Aquí todo el grupo fue co-autor del texto organizado, en el cual tuvieron que combinar los conceptos mostrados en imágenes y relacionándolos con links permitiendo ampliar la información.
Tal como continúa considerando Claudia Correa respecto del modo de operar del hipertexto que investiga, “para Lévy (1993) el hipertexto es un conjunto de nodos ligados por conexiones. Los nodos pueden se palabras, páginas, imágenes, gráficos, secuencias sonoras, documentos complejos que pueden ser ellos mismos un hipertextos. Los ítems de formación no ligados linealmente, como en una cuerda como un nodo, más cada uno de ellos, o la mayoría, estén sus conexiones en estrella, de modo reticular. Para caracterizar o hipertexto, Lévy recorre seis principios, que proporciona una visión panorámica, que organiza, resume y amplia la idea de red que se pretende construir. Principio de metarmorfosis, Principio de heterogeneidad, Principio de multiplicidad y de encuadre de escalas, Principio de exterioridad, Principio de topología, Principio de movilidad de los centros. Una compresión del hipertexto para Conklin (1987), según Apud Leiro (1994), ventanas en la pantalla son asociadas con objetos en la base de datos y los linkeos son establecidos entre estos objetos, tanto gráficamente, en la forma de marcas rotuladas, como en la base de datos en forma de marcadores. Para Smith (1988), conforme también Apud Leiro (1994), el hipertexto es un abordaje de la gestión de información en la cual los datos son almacenados en una red de nodos conectados por links. Los nodos pueden contener textos, gráficos, audio y video bien como programas de computadora u otras formas de datos. Para Shneiderman & Kearsley (1989) , referenciados en Apud Leiro (1994), el hipertexto puede ser una red de nodos y links entre documentos, donde los documentos son nodos y los links son referencias cruzadas. Las redes pueden tener forma jerárquica, aunque generalmente las asociaciones entre nodos son más complejas. Los nodos linkeados no se restringen a textos, ya que pueden ser gráficos, fotos, sonidos, narraciones o secuencias animadas (vídeo). Cuando los documentos son de naturaleza (tipo) multimedial, el término hipermedia es frecuentemente usado”.
La representaión Gráfica del hipertexto es la siguiente extraídas de las nociones básicas del hipertexto que trabajan Claudia Correa y Heloisa Andrade.
Rede conceitual hipertexto em ambiente multijanelas (figura 1)
Red conceptual del hipertexto en la pantalla del computador (fig.2)
Informações: Prof. André Lemos
Copyright © 1998 - FACOM - UFBA
La fig.2 representa una pantalla de un computador (derecha) con cuatro ventanas donde una contiene pedazos de textos (nodos) representando a una red conceptual de nodos (a la izquierda). El nodo contiene links para que los nodos B y D, identificados en las ventanas por las marcas b y d respectivamente. En ese ejemplo un usuario accionó un link b y apareció un ventana conteniendo el nodo B en la pantalla superpuesta parcialmente al nodo B, a su vez contiene links a nodos C y E a través de las marcas c y e, que después de accionadas abren dos ventanas parcialmente superpuestas a ventanas existentes en la pantalla. Se observa que el usuario tiene una visión de los textos, pudiendo cerrar y mover cada nodo de modo que le convenga.
El hipertexto en la World Wide Web
El diagrama de arriba ilustra una organización de un documento Web multidimensional : Gráfico de hipertexto.
http://www.cedarnet.org/provider/style/hipertext.html
Mi observación participante demuestra que el desarrollo de las discusiones y organización de la información es desde otro tipo de proceso, ya que los estudiantes buscan información en estos nuevos medios, los profesores corrigen y envían trabajos vía e-mails, los encuentros y eventos se comunican a través de redes, se constituyen foros específicos temáticos de la disciplina para intercambiar opiniones, se realizan publicaciones de las ponencias en formatos electrónicos y las presentación de los trabajos científicos se realizan en forma multimedial. Esto indica que el proceso de informatización fue asimilado y socializado, en algunos casos desde la apropiación informal y en otros lo tuvieron que realizar en forma individual.
En este caso una de las herramientas que muestran este cambio es el hipertexto que exige una organización diferente del lenguaje y la práctica social de comunicarse con otros.
3. 1. 7. Observación- Participante II:
En Filosofía y Letras tuve oportunidad de estar con un grupo de investigación a cargo de un Programa de Antropología que estaba buscando la forma de difundir sus trabajos en una página de Internet. Pude reunirme con ellos y constituirme como interlocutora de la construcción que se proponían y repreguntar acerca de objetivos y formas de organizar la página.
En el curso de las entrevistas que realicé considerando que una de las características del grupo que es trabajar en un plano de decisiones en conjunto, permitiendo que todos participen y se apoyen en sus acciones, eso es lo que demostraron durante las entrevistas que realicé.
El grupo estaba compuesto por 10 personas y un coordinador general, las discusiones grupales en las que estuve presente me facilitaron las observaciones. Estas se daban alrededor de una mesa en la que no había distancias jerárquicas. Tuve la posibilidad de que hubiera una etapa de discusión de las posibilidades del nuevo medio y en donde las preguntas de mis entrevistados mostraban parte del desconocimiento hacia los medios tecnológicos comunicacionales.
Estas entrevistas las realicé sin dejar de ser una estudiante de antropología y también desde mí también papel de coordinadora del sitio NAyA, que tiene como objetivo difundir el conocimiento de las ciencias sociales y la disciplina.
Uno de los integrantes del equipo me formuló preguntas desconociendo estos objetivos, y sus preguntas suponían que la información y producción del conocimiento y fuera un bien limitado, un botín a disputar. Esta persona preguntaba quien tendría el dominio de la página, quién recibiría el correo, quien podría disponer de los cambios en la página. Su tono de voz era como de quien interroga desconfiadamente buscando “oscuros intereses”, este supuesto lo mantuve para identificarlo si el resto del grupo también compartía este punto de vista. Y reconocí esta postura en lo que decía otra persona cuando preguntaba si la Ciudad Virtual Antropológica NAyA tenía (parafraseando a las ciudades) “cloacas”, y si “las medianeras” le permitirían no ver a los vecinos no deseables. Esta fue una de las observaciones que me permitieron establecer que el uso de las nuevas tecnologías no solo esta mediada por la información y la capacitación informática sino que las relaciones de los sujetos inciden en sus formas de ver los usos. Estas relaciones que se fueron acrecentando durante el tiempo que observé me plantearon a mí y a mis interlocutores la necesidad de analizar las relaciones de los investigadores en su manera de producir conocimiento. Esta línea de análisis aparece todo el tiempo, pero no es el eje de mi trabajo de tesis ya que en la misma tiene preponderancia el uso de la tecnología. Entiendo que las relaciones de los investigadores hacen a la producción y deben ser tomadas en cuenta como parte de su tarea para contextualizar sus procesos y rescatar sus identidades como científicos sociales.
Las observaciones grupales con un tema de discusión me aportaron varias formas de analizar el tema, ya que el diálogo genera más libremente consideraciones en una interacción más amplia, dado además que era considerada una más del grupo no noté que se inhibieran al formular sus opiniones. Propuse al grupo que diagramara una página con categorías significativas de lo que querían comunicar desde su página específica. Esto se realizó en una hoja, para mi esto era más que eficaz para mi trabajo ya que lo consideré como una actividad más para mi registro.
A continuación transcribo ese diagrama:
En este caso como ya acostumbraban a decidir conjuntamente sus trabajos, las decisiones sobre esta organización también fueron discutidas de ese modo.
Fue interesante ver como extrapolaban la organización a un nuevo formato de presentación y lo relacionaban con los medios audiovisuales en principio, luego pesó la cuestión de jerarquizar los contenidos de acuerdo a lo que deseaban que se priorizara; se ajustaron las relaciones de las áreas de trabajo, pero hubo que hacer redefiniciones al momento de establecer por donde se entraba a la página. Todas las cuestiones en la discusión daban cuenta de la forma en que consideraban el nuevo formato impuesto por las nuevas tecnologías comunicacionales.
Las categorías de búsqueda posibles que plantearon para su la página iban de lo general a lo particular, los conceptos que enunciaban se valoraban las posibilidades relacionales; este proceso de elaboración mostraba que no les era ajeno construir en red.
Significativamente se preocupaban por sus posibles lectores y el efecto que tendría la información colocada en la página, la selección que debían realizar “ya que no toda la información era pertinente mostrar”, dado que afectaba a los intereses de los sujetos con los que trabajaban. Esto me pareció muy importante ya que el grupo valoraba la información no solo para ser mostrada, sino en su relación con la confidencialidad de las personas con las cuales trabajaban. Esto hay que entenderlo como cuestiones ya existentes en la difusión de lo investigado pero que ahora se traslada a un medio masivo.
A partir de organizar una página en Internet también se explicitaban las realidades, los sujetos y las relaciones sociales desde su forma de proyectar la difusión de sus trabajos.
3. 1. 8. Observación- Participante III:
Esta entrevista aporta una mirada sobre el cambio que implican las nuevas tecnologías, sobre las posibilidades que los antropólogos ven en las mismas y los posibles usos sociales de estos medios. Si bien la desarrollé como una entrevista, la dinámica se dio por medio de una interacción muy particular donde observé cómo se conciben a los nuevos medios, los aportes de la comunicación mediada por computadora a la profesión y las problemáticas del medio con respecto al conocimiento que produce la academia.
Las preguntas que surgieron fueron ¿cómo mostrar el papel de la antropología en la sociedad? ¿Cómo mostrar lo que producen los antropólogos? ¿Como usar este medio para llegar a "provocar la visión que la antropología" tiene acerca de los espacios sociales a trabajar y que no están reconocidos hoy?
A continuación me refiero a una entrevista la realicé en el IV Congreso Argentino de Antropología Social. "Identidad disciplinaria y campos de aplicación". 14 al 16 de setiembre de 2000. Mar del Plata, con una joven graduada con una trayectoria brillante, me dijo que el futuro de los graduados no era el mejor, en el caso de ella “era más redituable poner una casa de comidas que investigar” dado el valor que se le da a esta última actividad.
En esta entrevista estuvo presente un estudiante amigo que coincidía conmigo en trabajar los nuevos campos de aplicación de la antropología y que participó de la discusión. En este caso rescató algunas cuestiones generales que también se repitieron en otras entrevistas.
Aquí lo relevante fue que mi interlocutora "diagramó una página de Internet con las categorías de presentación de la disciplina y con las de necesidades de la profesión”. Además puso en relación la producción académica con valores sociales, económicos, políticos y jurídicos. El hecho de solicitar a mis entrevistados que organizaran esquemas de organización, y en este caso, a través de una entrevista individual me facilitó mucho más mi análisis porque este elemento ampliaba la profundidad de la interpretación. Quedaba de lado el elemento físico máquina-computadora, y la planificación se desarrollaba en el mismo papel de siempre, el cual todos estábamos acostumbrados.
A continuación describo el diagrama de la página que según la antropóloga representaría una página de Internet de la disciplina para una mejor comunicación con la sociedad y que permitiría dar a conocer el trabajo de los antropólogos.
Fue clave su análisis acerca de las problemáticas en los resguardos de la propiedad intelectual, derechos de autor y su producción, en contraposición a los cambios que Internet implica con su filosofía del "libre fluir de la información". Mi interlocutora planteó que las cuestiones de propiedad intelectual se encuentran en "la mentalidad del siglo XIX" mientras que Internet implica una mentalidad del siglo XXI.
Pero esto no sólo marcado desde lo jurídico en torno del conocimiento y la información, sino acerca de los derechos económicos sobre éstos. En este punto pude entender lo que otros investigadores también planteaban cuando analizaban con herramientas no actualizadas el nuevo fenómeno y dejan de lado el contexto en el que se encuentran, desde América Latina y en instituciones que cuentan con bajos presupuestos. Esto marca diferencias con las universidades de Europa y Estados Unidos que desarrollan otros temas de interés y otros recursos, y que manejan de otra manera la difusión y protección de su producción en Internet. (Las Universidades norteamericanas, por ejemplo, tienen páginas donde hay que ingresar el código de tarjeta de crédito para poder acceder al material). Estos elementos permiten una comparación acerca de los usos diferentes y nos ayudan a percibir que no todos los sujetos están revisando sus producciones a la luz de estos cambios.
En esta forma de comunicación y difusión la información toma dimensiones económicas que señalan además la responsabilidad de las instituciones; éstas deberían avalar las investigaciones planificando su distribución. En otro momento de la entrevista la interlocutora diagramó las conexiones factibles y necesarias de difusión y comunicación para poder acceder a becas nacionales e internacionales en investigaciones dirigidas a antropólogos-científicos sociales. También pensó en los espacios de las revistas que piden artículos para publicar.
Como tercer eje importante analizó los links (enlaces) entre las instituciones a las que pertenecen los investigadores donde no sólo se difunden los trabajos sino que se promueven sus diversas actividades dándolas a conocer.
Esta interacción remarcó conceptos acerca de lo que muchos señalaban en sus entrevistas pero que no lo explicitaron en forma evidente: que la incorporación de los nuevos medios electrónicos de comunicación implica la adhesión de quienes analizan sus trabajos frente a los cambios tecnológicos y desde las posibilidades de ampliar el campo de las ciencias sociales. En torno a las conductas de resistencia, se percibirían actitudes tendientes a no aceptar las innovaciones porque implican formas diferentes de ver las cosas, poniendo en evidencia que aún se trabaja con las ya instaladas como parte de una tarea tradicional. Esta reflexión (que al mismo tiempo planteaba formas alternativas de difundir temáticas de la antropología tomando como herramienta las nuevas tecnologías comunicacionales) me llevó a leer la página en Internet de la carrera de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Buenos Aires. Dicha página no cuenta con información suficiente de todas las actividades que se desarrolla tanto en la carrera como en los programas de investigación que desarrollan los docentes de la casa. Entre esta realidad y la necesidad de difundir las producciones de la disciplina están las contradicciones entre lo que institucionalmente se hace y lo que los investigadores pretenden o imaginan poder hacer con las comunicaciones mediadas por computadoras.
3. 1. 9. Observación –Participante IV: Mis conclusiones y supuestos como coordinadora de NAyA.
La posibilidad de ser integrante y moderadora de una lista de discusión de antropología-arqueología me permitió mayores perspectivas acerca de cómo los sujetos interactúan con sus mensajes y en algunos casos como estos reflejan sus problemas en contextos determinados. Estas lecturas fueron esclarecedoras porque observé los diversos usos de esos discursos y sus correlatos (o no) con sus realidades. Además es relevante percibir cómo los sujetos se inscriben en identidades construidas intencionalmente, las cuales muestran la posibilidad de diversas lecturas del proceso. A todo esto hay que agregar que se da una “exhibición pública” dentro de la lista que pone en escena a los sujetos haciéndolos pasibles de críticas y consensos como respuesta a la interacción comunicativa.
En estas listas, cada sujeto participante se instituye como emisor, abandonando el lugar de simple receptor pasivo en el momento que lo desee; esto marca la diferencia de los otros medios de comunicación masiva en los cuales el intercambio comunicacional es asimétrico. Hay que tener presentes estas consideraciones al analizar las prácticas, pues son parte de las relaciones dentro de las listas, y dan cuenta de cómo los sujetos se posicionan en dichas relaciones.
Mis conocimientos previos con respecto al lenguaje, los tiempos, los códigos de comunicación de estos medios me permitieron no sólo analizar la información que circulaba, sino además planificar desde la actividad que denominé “Programa de comunicación cultural - NAyA”. Este conocimiento lo incorporé desde mi experiencia en análisis de los medios masivos y planificar en el área de la comunicación social en forma conjunta con periodistas, comunicadores sociales y docentes en instituciones académicas e intermedias (universidad Universidad de Lomas de Zamora, Biblioteca Autónoma de Periodismo del gremio de prensa Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, sociedad de fomento, escuelas medias de Lomas de Zamora). Desarrollé esta tarea desde perspectivas críticas respecto a los medios, planteando la necesidad de incorporar los contextos socio-culturales en las investigaciones en comunicación social.
Fue importante ser observadora participante, ya que el tener conocimientos como usuaria e integrante de este proceso de transformación, sumado a la pertenencia a la disciplina de las ciencias antropológicas, me llevó a reflexionar constantemente desde mi lugar, enriqueciendo las cuestiones no tan visibles de este nuevo fenómeno y sus implicancias para los antropólogos.
Dar cuenta de los supuestos de los sujetos y los míos en forma explicita a lo largo de mi trabajo me permitió replanteos ante los discursos y las prácticas, algunos de estos supuestos tenían relación con las posibilidades diferenciales que los sujetos tienen con el tipo de acceso tecnológico ya sea por edad o grupo etario; prejuicios que se mostraron en contradicción con la realidad de los usos que le dan los sujetos, ya que no se tenían en cuenta los contextos, las resignificaciones en los discursos y en las prácticas. Estas realidades puestas en contradicción refuerzan aún más la necesidad de salir de simples generalizaciones pues conducen a errores en los análisis. Enumeraré algunas de estas generalizaciones, tomo dos como ejemplo:”los medios tecnológicos interferirán en la interacción humana directa” esto lo plantearon desde las posibles dificultades de leer el contexto gestual de las personas, cuestión clave en antropología. Pero este reparo ante el uso social de la tecnología no considera que puede ser tomado como un plano más de expresión y comunicación y donde se establecen otras formas de relaciones sociales. Otra generalización fue: “la virtualidad sólo implica acciones en el plano irreal”: cómo no se considera estas acciones como parte de las actividades socio-culturales que se dan en una sociedad. Estas expresiones indican la falta de correlación entre estudios de comportamiento de los sujetos en relación por medio de las Nuevas Tecnologías y las prácticas concretas que estas implican, las cuales son llevadas a un reduccionismo que no explica nada ni tampoco da cuenta de las necesidades diferenciales de los usos. Por ejemplo los investigadores- docentes, ante la crisis económica en Argentina envían la bibliografía a sus alumnos por medio de correo electrónico para no generar gastos de papel dado su costo actual y además esto permite agilizar entregas de trabajos. Actualmente las cátedras también se organizan en listas de discusión para ir reflexionando cuestiones teóricas a tratar en las clases.
Otro supuesto tenía relación con el grupo de científicos sociales que investigan procesos y cambios. Pensaba que si analizaban estas temáticas podrían estar más abiertos al cambio. En entrevistas y charlas con antropólogos analizamos que existe un discurso científico acerca del trabajo académico “hacia afuera”, como investigadores de la cultura y de los cambios sociales; pero “dentro” las acciones como grupo son diferentes y más complejas al momento de ser parte de esos cambios. (Aclaro que el tema de cómo se dan los cambios dentro de la comunidad antropológica no es mi propuesta de análisis, sino que está en relación con los cambios en el tema de las nuevas tecnologías comunicacionales).
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